Con la guerra ya declarada y la búsqueda a los vexianos, "Agros" ideaba estrategias que ponían en tela de juicio la cordura y capacidad del propio Ryzak. Arlet ya era un objetivo y él lo tenía claro, pero parecía muy desesperado con mantenerla fuera de la ecuación cuanto antes, en realidad a todos. Estaba muy nervioso, enfadado, impulsivo, su misión de proteger al mundo y cambiarlo se había trastornado y convertido en un sadismo y no percibía la realidad y lo extremo de la situación.

El genocidio, fin que debía ser concluido por el bien común, ya era una opción más asertiva para él. Pese a que en el pasado ya había sido participe de ello y aceptado tal acción, era en este momento que lo veía como una opción obligatoria. Su visión de un mundo mejor había sido borrada y ahora parecía querer eliminar a toda la población para forjar un nuevo mundo.

Se veía a sí mismo y dejaba notar ese complejo de mesías que venía arrastrando con él tiempo. Su visión de ser un salvador, lo cegaba de la crueldad que emanaba y derrochaba en los inocentes, pero todo tendría un final feliz, un final en el que el mundo sea libre y fuerte, donde la muerte y la injusticia ya no exista, donde las personas puedan gozar de prosperidad y dicha. Sin embargo, ese paraíso, debía tener un costo y él estaba dispuesto a sacrificar todo y todos con tal de lograr su tan anhelado mundo.

La orden era clara, Elm, Kai y "Wolf" iban a liderar algunos grupos y someterían a las personas a confesar, aunque sea solo a uno debían delatar. Los soldados y oficiales del poder intensificaron los toques de queda, destruían plazas y mercados con tal de dar con quienes querían y si no cooperaban o simplemente no decían nada, morían. Ya no se podían dar el lujo de solamente castigarlos con alguna penitencia que los mantuviera vivos. El mundo debía ver qué pasaba si decían ayudar a "Vex", si decidían estar de su lado en lugar de apoyar a la causa tan noble de Ryzak.

No obstante, nada funcionaba. Habían pasado algunos días, tres para ser exacto y no obtenían ni un mínimo de información. La suma de muertos iba en aumento y nada parecía detener la sed de muerte que "Agros" tenía y fue entonces que se tomó otra decisión.

Una mañana, muy temprano, Hazel es despertada con desesperación por Aramis quien se veía muy preocupado y asustado.

—¿Qué pasa? —preguntó Hazel asustada.

—Tienes que ver esto —respondió Aramis.

Ambos salieron y se encontraron a todos reunidos frente al televisor, asustados, preocupados y enfadados. La televisión sintonizaba las noticias y el titular decía: "Bombardeo de "Agros" y la señorita que informaba la noticia no podía contener el llanto del terror.

—Es realmente una tragedia —decía la mujer. —Las fuentes son confiables y las imágenes lo corroboran. Se ha producido un bombardeo masivo a otras naciones y tenemos la confirmación de que la India es otra nación que ha perdido parte de su territorio. La zona norte del país, fue totalmente destruida y se espera la destrucción total de la nación en las próximas horas. Los países alrededor, ya se vieron afectados en su totalidad al ser eliminados también. Con esto, la India se suma a los tantos países que fueron atacados por "Agros" en la que ahora se denomina como "La Guerra del Éxodo".

—¿Cómo es posible? —dijo Urko enfadado.

—Estamos perdiendo terrenos y seguir esperando les da ventaja —agregó Sabine.

—¿Qué propones? —preguntó Urko sarcásticamente. —¿Esperas que respondamos e iniciemos una batalla cuando no podemos ganar?

—Eres tan idiota que no ves las posibilidades de un adelanto.

—Anticipar el ataque a "Agros" podría resultar contraproducente—agregó Niel.

—Pero quedarnos aquí sin hacer nos costará la vida de más personas —dijo Jade Walker.

—¿En serio están analizando un ataque a "Agros" en este momento? —preguntó Auritz.

—Cierra la boca viejo idiota, debemos actuar —respondió furioso Aramis.

—¡Ya basta! —gritó Hazel. —¿No se dan cuenta de que todo esto es el objetivo de Ryzak? Nos quiere poner contra las cuerdas y obligarnos a salir a pelear porque saben que no estamos listos. Liv salió en busca del último recluta, después de eso solo nos quedaría planificar todas las estrategias.

—¿Qué te garantiza que el nuevo recluta pueda sernos útil? —agregó Urko enfadado. —¿Tan siquiera sabemos si estará de nuestro lado? Ni siquiera termino de confiar en esas dos.

—Oye idiota, estamos aquí porque al parecer ningún de ustedes es capaz de hacer frente a esos malditos —dijo Saiko enfadada y encarando a Urko.

—¿Y ustedes si pueden?

—No llegaremos a nada peleando entre nosotros—dijo Arlet dándole la espalda a todos. —Ryzak ya ejecutó su golpe y no va a dejarnos tambaleándonos de pie. Destruirá toda esa nación, pero salir y pelear contra él en este momento sería una estupidez, sería darle la victoria servida. No estamos listos.

—Arlet tiene razón—agregó Price. —La furia y la sed de venganza nos llaman a actuar por impulso. Debemos garantizar el reclutamiento de todos los miembros y trabajar en equipo. Las acciones de "Agros", son sólo aleteos desesperados para hacernos salir.

—Pero no hacerlo significa que más personas mueran—dijo Sabine.

—Y salir nosotros nos llevará al mismo destino—dijo Arlet.

—Se oye horrible, pero debemos procurar mantenernos vivos—agregó Price. —Con nosotros se asegura una victoria.

—¿Victoria? —preguntó Esko. —¿Quién aquí realmente cree que ganaremos?

—Yo lo creo—dijo Arlet. —Yo lo creo porque así debe ser. Porque seré yo quien termine con todo esto y juntos traeremos paz a este mundo. Aunque nunca haya existido la paz realmente.

Arlet miró a Price y este agachó la cabeza. Todos los demás quedaron en silencio y las noticias nuevamente se pronunciaron.

—Es oficial, la nación entera desapareció por completo—dijo la chica de las noticias. —"Agros" bombardeó la última zona que quedaba. Añadido a eso, los países fronterizos han sufrido el mismo destino.

El terror desapareció, nadie más estaba asustado, ni siquiera sorprendido, ataban furiosos. Enojados por tal injusticia y tenían claro que no iba a quedarse así. No iba a dejar al mundo cernido al mal y una falsa promesa de salvación. Liv estaba de camino a por el último recluta y sería entonces cuando empezarían los preparativos oficiales para realizar el ataque a las torres y acabar de una vez por todas con la gran guerra.