Corrupto
Los ojos de Liv se abrieron, su cuerpo respondió y el dolor era nulo, no estaba. Solo una pequeña molestia que casi no significaba nada. Los enfermos las revisaban y Hazel estaba con ella en ese momento.
—Hermana —dijo Hazle preocupada al verla. —¿Estás bien?
—Mucho mejor de hecho —respondió Liv. —¿Dónde están todos?
—Trabajando, obviamente. Price salió hace días, suponemos que llegará en cualquier momento. Arlet también salió hace algunos días, esperamos su regreso.
—Tengo que prepararme también.
—Seguro, solo esperemos a que terminen los análisis y podrás irte.
—¿Cuándo?
—Apenas te levantes.
Niel apareció frente a las jóvenes con una tableta en la mano y una sonrisa. Parecía algo bueno, se escuchaban murmullos desde afuera y algunos salían corriendo para corroborar lo que pasaba.
—Vaya, despertaste —dijo Niel. —¿Cómo te sientes?
—Estaré mejor después de saber qué es lo que pasa.
—Seguro ambas van a querer ver esto.
Los enfermeros autorizaron de Liv pueda ir y junto a Hazel y Niel salieron para ver qué es lo que estaba pasando. Llegaron a su destino y tal fue su sorpresa al ver a todos reunidos junto con Price. En ese momento, el joven las vio a ambas y con una sonrisa, se hizo a un lado y dejo ver la sorpresa. Saiko y Elise conversando con algunos miembros importantes de la orden. Las jóvenes pusieron sus miradas en Hazel y Liv y esta última no podía dejar de ver a Elise.
Seguía igual de hermosa que aquella vez. Elise sonrió al ver a Liv, pero a la vez se le mostraba sorprendida al ver el gran cambio que se había hecho. Saiko y Elise se acercaron a las dos; sin embargo, parecían tener emociones muy diferentes. Saiko estaba más seria, incluso parecía asustada. A comparación de Elise que se mostraba más tranquila e incluso feliz y sorprendida.
—Vaya, no creímos que fuera tan fácil —dijo Hazel.
—No lo fue —respondió Price. —Pero funcionó.
—Eso parece y agradecemos mucho que hayan aceptado. Su presencia será de mucha ayuda.
—En realidad, no sé de qué manera —dijo Saiko. —Yo no tengo nada que ofrecer. La de los poderes es ella.
—Pero —dijo Elise. —Saiko es una excelente cazadora. La he visto disparar una flecha a kilómetros y darle en la cabeza aun conejo. Esa noche se comió muy bien.
—Apuesto a que sí. Niel, llévalas a que se pongan más cómodas y regresa para seguir con la misión.
—Seguro, síganme por favor —dijo Niel llevándose a las jóvenes.
—Espera, Elise —dijo Liv desesperada.
Elise volteó a verla y luego miró a Saiko. Ella aprobó con la cabeza y Niel siguió su camino solo con ella y dejando a Elise y a Liv solas.
—Hola —dijo Elise. —Pareces algo cansada.
—Es una larga historia —dijo Liv intentando ocultar sus nervios. —Pero estoy bien.
—Eso veo. ¿Cómo has estado?
—Intentando sobrevivir.
—Igual que todos en este nido de ratas al que ahora llamamos planeta.
—Sé que para ti fue mucho más difícil que para nosotros porque llevas más tiempo escapando. Pero quiero que sepas que nunca deje de pensar en ti. De hecho, cada cierto tiempo te pienso e incluso sueño contigo.
—Bueno, ¿quieres saber un secreto? Yo también, pero más en tus látigos, eran increíbles.
—Ahora estamos en el mismo bando y no quisiera que haya rencores entre nosotras.
—Por supuesto que no. Nuestra pelea en algo pequeña a comparación con esto. Tenemos una guerra que ganar y tengo muchas razones para arrancarle la cabeza a cualquier soldado de "Agros" que se me cruce.
Elise volvió a seguir su camino, no sin antes voltear a ver a Liv con una sonrisa. Liv parecía muy emocionado, feliz de tener a Elise cerca una vez más. Aun así, estaba asustada, temía que la situación fuera tan crítica y que algo atentara contra su seguridad, pero era claro que, si ambas estaban aquí, esa opción ya había sido analizada.
Hazel se acercó a su hermana, ya que, tal actitud era extraña en ella. Le preocupo que la presencia de Saiko o Elise la haya afectado.
—¿Todo bien? —preguntó Hazel.
—Si, todo bien. Iré a alistarme para salir —respondió Liv.
Fue entonces que un grito de auxilio se escuchó en la base. Arlet apareció desesperada con Diane en brazos y la mirada desviada. Parecía estar convulsionando. Tenía los ojos prácticamente blancos y con una extraña espuma saliendo de su boca. Las enfermas y médicos llegaron de inmediato, la pusieron en una camilla y todos vieron la escena con pavor y mucha preocupación.
Después de unas horas, Diane quedó estable y por el momento fuera de riesgo. Arlet, Liv y Price se quedaron mirando fuera de la habitación de Diane. Estaba conectada por todos lados con tubos pequeños que transportaban antibióticos.
—¿Qué diablos le pasó? —preguntó Price. —Está acabada totalmente.
—Fue horrible —agregó Arlet con pesar. —Tuve que hacer cosas horribles y el lugar en el que fui era espantoso. No hay como describir por todo lo que ha pasado.
—¿Qué viste? —preguntó Liv.
—El humano no existe. Son animales, objetos, la esclavitud está bien. Estuve investigando hasta dar a un edificio donde la encontré. Me hice pasar por una esclava. Acompañé a un hombre hasta un cuarto donde la vi. Subastaban mujeres.
—¿Qué? —preguntó Price sorprendido y a la vez enfadado.
—Lo que oíste. Esos Desgraciado infelices subastaban a las mujeres y a saber qué diablos hacen con ellas.
—¿No viste hombres? —preguntó Liv.
—Los hombres son usados como esclavos, las mujeres son compradas para saciar los bajos instintos de los hombres más poderosos de la sociedad —dijo Arlet muy enfadada.
—No imagino por lo que tuvo que pasar.
—Claro que no. Ni siquiera yo soy capaz. Mira el estado en el que llegó, como estaba de consumida por las drogas, todo con el fin de satisfacer a hombres enfermos que no tienen nada más que hacer con su dinero. Dinero que probablemente es dado por "Agros" porque vete a saber cómo es que esas velorias llegan a tener algún valor económico. Juro por Dios que haré que esos malditos imbéciles sientan mi ira y odio por haber sometido a personas inocentes a tal castigo.
—Olvidas un factor clave, Arlet —dijo Price. —Y no es para justificar.
—¿De qué hablas?
—Este es el mundo, así funciona. Y lo peor no es eso, sino que al destruir "Agros", eso seguirá aquí porque no fuiste a un mundo sumido en el régimen de la orden, fuiste a ver cómo ha sido siempre el mundo.
Price se fue y dejó solas a las jóvenes. Arlet se quedó sin palabras y Liv con la cabeza agachada. Algo tan maligno no era producto de "Agros", era producto de la sociedad podrida que siempre estuvo ahí. Teniendo en cuenta ello, ¿de qué iba a servir destruir "Agros" si el mundo iba a seguir igual de corrompido?
—Tiene razón—dijo Liv con pesar.—Debo alistarme para salvar a la malicia que ya existe por defecto.
—Entonces, ¿contra que peleamos?—preguntó Arlet.
—Contra un mal mucho más fuerte. El humano tiene el libre albedrío y su maldad es algo con lo que nunca vamos a poder acabar. Sin embargo, eso no significa que nuestra lucha sea un desperdicio. Tenemos mucho porque pelear y no solo por la salvación del mundo. Han habido muchos a quienes hemos dejado en el camino y esta lucha es por ellos, la victoria es para ellos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro