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Callejones

La comunicación se cortó, solo había una interferencia similar a un fuerte pitido que incomunicaba a la base con los soldados. Nadie sabía nada y rápidamente la desesperación comenzó a esparcirse.

—¿Aramis? —preguntó uno de los soldados muy asustado y oprimiendo los botones en los paneles de control. —¿Alguien me copia?

—¿Qué pasa? —preguntó Rose preocupada y muy desesperada.

—No tenemos señal, se cortó la línea y no podemos comunicarnos con nadie

—¡Arréglalo!

—Eso intentamos. Reinicien los sistemas y vuelvan a calibrar los micrófonos.

Una enorme explosión en la base de comunicaciones, hizo reventar las ventanas de los edificios a kilómetros a la redonda y sacudir la tierra con fuerza. Una gran bola de fuego se extendió por toda la base y desestabilizó a los oficiales del poder que habían sido afectados.

—¡Ataquen! —gritó Aramis saltando de lo alto del edificio junto a los demás líderes y los soldados.

Los líderes y soldados del subterráneo, saltaron a la superficie y comenzaron a atacar a los oficiales que veían cerca, logrando una gran ventaja en contra de "Agros". Los disparos y golpes iban en todas direcciones y los oficiales eran reducidos a nada debido a la superioridad de los vexianos.

Los líderes estaban guiando a la perfección a sus soldados y debían acabar con todos antes de que el apoyo de "Agros" llegara y empeorara la situación. Tenían una gran ventaja, pero no había rastro alguno de Ysamar por ninguna parte.

La joven se encontraba tirada en el suelo inconsciente tras la explosión y merced de los oficiales del poder. Poco a poco iba recobrando el conocimiento y al abrir los ojos y comenzar a oír claramente, notó a uno de los soldados que la había acompañado. Estaba gritando su nombre y esperando a que se levantara de su trance.

—¡Ysamar, levántate! —gritaba el soldado. —¡Debemos irnos! ¡Arriba señorita Ibars! —seguía con desesperación y esperando una respuesta rápida. Entonces, Ysamar ya podía prestar toda la atención. —¡Eso es, hay que irnos!

—¿Qué? —preguntó Ysamar muy confundida.

—¡Levántese, hay que irnos ya!

El soldado ayudó a Ysamar a levantarse y le dio los documentos que ya habían sido ordenados por él. Pasaron por todo el caos corriendo a toda prisa, esquivando obstáculos y a los peleadores. El otro soldado que había ido con ella, los estaba esperando en un auto de la orden para poder llegar cuanto antes a su destino.

—¡Suban, debemos irnos! —gritaba el soldado.

Los dos llegaron hasta el auto y rápidamente, tras subirse, emprendieron el viaje a toda velocidad. Sin embargo, en ese momento, comenzaron a llegar los refuerzos de "Agros" y lograron ver como se iban. Tres autos los siguieron buscando bloquearles el paso. Se armó una persecución por las calles de la ciudad y, además, eran perseguidos también por helicópteros que los rastreaban desde el aire. Todo el evento, era captado por las cámaras que iban narrando por los noticieros todo lo que iba pasando.

—¡Debemos seguir avanzando hasta ocho cuadras y llegar al bloqueo! —dijo uno de los soldados.

—¡Ya lo sé, voy los más rápido que puedo! —dijo el otro soldado.

Los autos de "Agros" eran mucho más rápidos y fortificados que los de "Vex" y parecía que los iban a alcanzar, pero entonces, del interior de los vehículos comenzaron a salir armas de alto calibre que apuntaban al auto. Los disparos comenzaron e impactaron de lleno en la carrocería. El auto empezó a moverse erráticamente tras los daños y debían actuar rápido para no terminar muertos. Empezaron a meterse por calles y callejones para evitar a los autos fortificados de "Agros". Cuando parecía que todo estaba yendo mal, fue a peor, ya que, aparecieron otros dos autos más a seguir disparando contra el ya casi destruido auto de "Vex".

—¡A este paso no llegaremos en una pieza al bloqueo! —gritó Ysamar.

—¡Tengo una idea, pero es muy arriesgada y tendremos que actuar rápido! —dijo el soldado que iba de copiloto.

—¡Creo que pensamos lo mismo! —dijo el soldado que iba al volante. —¡Señorita, vamos a pasar por unos callejones! ¡Escuche atentamente a lo que voy a decirle, en el tercer callejón, cuando pasemos por los contenedores de basura, usted va a saltar!

—¡Saltara y va a esconderse entre la basura por unos segundos y después deberá correr a la puerta negra metálica que verá al frente! —dijo el otro soldado.

—¡¿De qué están hablando?! —preguntó Ysamar muy confundida y nerviosa.

—¡Hemos ido varias veces a ese lugar, es un edificio abandonado donde algunos de los miembros de la orden van a pasar el rato! ¡Solo hágame caso! ¡Tendrá el tiempo limitado para seguir avanzando dos cuadras más hasta llegar al bloqueo!

—¡Ya estamos por llegar!

—¡Recuerde bien, a la basura y después a la puerta metálica que está al frente!

El auto siguió avanzando a toda velocidad y los disparos seguían volando por todas partes. El conductor había logrado hacer que dos autos de "Agros" chocaran entre sí y fue el momento de tomar todo el tiempo posible para llegar a su destino. El carro avanzó por los callejones mientras iba aumentando la velocidad. Un callejón, otro callejón y cuando ya estaban por llegar al otro callejón, Ysamar abre la puerta y visualizó los contenedores de basura.

—¡¿Lista?! —preguntó el conductor.

—¡Sí! —respondió Ysamar.

El carro avanzó, entró al callejón y estaba solo a poco metro de los contenedores de basura.

—¡Ahora! —gritó el soldado que conducía el auto.

Ysamar saltó y cayó dentro del contenedor de basura sin llamar la atención. El auto siguió su rumbo esperando perder a los oficiales del poder. Más autos pasaron por el pasillo, pero Ysamar seguía escondida entre la basura, habpia logrado pasar desapercibida.

Cuando ya era seguro, Ysamar salió rápidamente y corrió para entrar al edificio como se le había indicado. Subió unos pisos y al entrar en uno de los departamentos, observó por la ventana como eran buscando. Los helicópteros sobre la zona, los carros a toda velocidad, oficiales del poder por las calles, todos buscando a cualquiera que pudiera ser de "Vex".

—¿Cómo diablos salgo ahora? —se preguntó Ysamar a sí misma.

La joven salió del edificio sin llamar la atención y tenía poco tiempo para llegar a reunirse con los demás soldados de "Vex" que se hallaban en la otra base. Corrió mirando a todos lados y muy atenta y abrazando los documentos con mucha fuerza para evitar perder alguno que fuera súper importante. Corrió por un largo rato hasta que por fin logró llegar al bloqueo. Estaba sin resguardo debido al alboroto, por lo que pudo pasar sin problemas. Corrió para alejarse del del bloqueo y seguía viendo a todas partes. Era una zona abandona y desolada. Ese lugar había sido sede de una masacre por los oficiales del poder ante una rebelión por los pobladores de la zona. Fue cerrada esperando algún día destruirla por completo, pero Ryzak ordenó no hacerlo. De todas formas, se sigue manteniendo bloqueada porque algunos indigentes llegaban a invadir la zona.

Ysamar seguía caminando por las ruinas de la zona hasta que se metió a un callejón para refugiarse unos segundos y tomar aire.

—Oye —se escuchó al fondo del oscuro y estrecho callejón.

—No creí que serías tú quien iba a esperarme —respondió Ysamar.

—Dijeron que debía ser alguien de confianza, alguien que te conociera —dijo aquella persona mientras iba saliendo a la luz. —Cuanto tiempo Ysamar.

—Lo mismo digo, Kamal. 

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