
Control
Han pasado tres meses desde la batalla contra Vatra. "The Poker's" continuó protegiendo a la ciudad de algunos malhechores. Sin embargo, "Agros" no se quedó atrás. Los secuestros han cesado, pero ahora debían infiltrarse en la civilización. La situación estaba más o menos controlada; aún así, los soldados debían seguir con su labor.
Un grupo de soldados de "Agros", atacaron la plaza central para tomar a varias personas y experimentar con ellos. La policía llegó de inmediato a la zona para cumplir su trabajo. Sin embargo, no lograron su cometido y los soldados escaparon con varias personas. Metieron a las personas a dos camiones y se fueron. Escoltando los vehículos, varios soldados sobrevolaban para atacar los coches policiales y evitar que lleguen a este.
Para alivio de todos, a solo unas cuantas calles, el trébol caía del cielo para ser ayudado por el corazón a balancearse. Cayó sobre un edificio y continuó sus maniobras. Llevaba su teléfono en su mano para estar al tanto de los sucesos y poder dar con los soldados de "Agros". La espada se encontraba cerca de ellos para no perderse. En ocasiones descendía un poco mientras seguía volando para saludar a algunos peatones que paseaban por las calles. El trébol continuaba viendo su teléfono, pero en un momento, el teléfono se le soltó cuando trató de cogerse bien de los látigos del corazón. A su rescate estaba la espada quien tomó el teléfono y se lo regresó mientras ambos estaban en el aire. El trébol cayó sobre una azotea y guardó el teléfono mientras seguía corriendo para saltar de un edificio a otro. Cerca a esos edificios, se encontraba el diamante esquivando con algunas piruetas a todos lo que se le cruzaba en frente. Era apoyada por la espada para evitar que esta cayera al vacío. En un momento dado, se sincronizaron de tal manera que cuando el diamante y el trébol saltaron de un edificio, el corazón y la espada pasaron al lado de ellos. Logrando así, una maniobra perfecta que los juntó en fila y dando una gran vista para cualquiera, demostrando su unión como equipo.
Lograron una vista perfecta de la situación desde lo alto de un edificio. Vieron a los camiones y a los soldados atacando a los policías.
—Están tratando de escapar de la ciudad—dijo Liv con cierta preocupación.
—Si logran salir, los perderemos para siempre—dijo Derek.
—Será casi imposible con esos idiotas apoyando desde el aire—dijo Price.
—Colóquennos a Derek y a mí sobre algún camión y ustedes dos acaben con los soldados que están volando—les ordenó a todos el diamante.
Los cuatros jóvenes saltaron del edificio y rápidamente de dirigieron a los camiones.
La policía trataba de cumplir su labor, pero los soldados eran más fuertes y cada vez era más difícil llegar a los camiones. En ese mismo instante, el diamante junto con al trébol cayeron sobre uno de los camiones, mientras que el corazón junto a la espada, se encargaban de los soldados que escoltaban los camiones. Arlet buscó la manera de mantenerse estable sobre el vehículo y el trébol saltó a otro camión para tratar de detenerlo. Arlet sacó sus sables, los empaló en el techo de la caja del camión y, realizando un gran corte, abrió el techo para poder acceder a su contenido. El trébol se acercó a la puerta del piloto y, de un golpe, destruyó el vidrio, noqueando al piloto al mismo tiempo. Lo tomó del cuello, lo sacó del camión y se metió a la cabina lo que comenzó una pelea con el copiloto por el control del camión y sin darse cuenta, Derek estaba generando más daños de los esperados.
Por su parte, Arlet se topó con tres soldados en el interior de la caja del camión, lo que llevó a que iniciara una pelea mientras las personas secuestradas la observaban. Arlet se defendió bien y tomó el control de la situación en segundos. Los meses que pasaron, Arlet los usó para entrenar sus movimientos y habilidades. Se había vuelto una experta en varios estilos de combate y dominaba a la perfección su combate con el sable. Era sorprenderte verla en combate, era muy rápida al momento de esquivar golpes y contraatacar a sus oponentes. Aprendió a realizar maniobras y piruetas con la ayuda de Derek que la hicieron más peligrosa de lo que ya era. Logró acabar con todos sus contrincantes en segundos y fue elogiada con aplausos y silbidos.
—Te ves diferente diamante—le dijo uno de tipos que Arlet ayudó.
—El traje es nuevo—respondió Arlet. —Tiene otros acabados, otros patrones y el símbolo cambió un poco con mejores detalles. No solo mi traje, el de mis compañeros también tienen el mismo estilo...
—Te ves preciosa, pero, ¿podrías detener esta cosa? Por favor—le dijo una señora muy asustada.
—Oh, lo siento.
Arlet dio un salto y salió de la caja del camión para colocarse en el techo nuevamente. Observó bien todo a su alrededor y rápidamente tomó una decisión.
—Espada—dijo Arlet por el auricular.
—¡¿Qué ocurre?! —le preguntó Price.
—Acércate y ayúdame.
—¡De inmediato!
Arlet corrió en línea recta por el techo de la caja, dio un salto para ser apoyada por Price. La espada tomó al diamante y la impulsó con fuerza hacía la cabina. Arlet entró en horizontal por la ventana del copiloto y se colocó en medio de este y del piloto. Arlet golpeó con su codo derecho al copiloto y luego estrelló su rostro contra la guantera. El soldado quedó aturdido y Arlet aprovechó para botarlo de una patada. El piloto trataba de estabilizar el camión, pero debía hacer que el diamante también caiga. Trató de asestarle un golpe, pero Arlet lo esquivó, empaló su sable en la cabeza del piloto y lo botó. Pisó el freno para detener el camión, pero la velocidad hizo que patinara sobre la pista y perdiera el control. Estuvo a punto de volcarse cuando Liv, quien ya había derrotado con ayuda de Price a todos los soldados que estaban volando, tomó con sus látigos la caja del camión para evitar que las personas que estaban dentro resultaran heridas. Tiró con fuerza de sus látigos y logró detener el camión sin que ninguna persona resultara herida.
Derek seguía librando su propia batalla contra el copiloto del camión en el que se encontraba.
—Esto es ridículo, será muy malo para mi reputación—dijo Derek.
—¡Morirás! —gritó el soldado.
—Cierra la boca, idiota.
—¡Trébol! ¡¿Qué demonios te pasa?! ¡Ya acaba con ese maldito de una vez que estás generando disturbios! —le dijo Price por el auricular
—¡Está siendo más difícil de lo creí! ¡Entra en la caja del camión, creo que hay soldados custodiando a los rehenes!
—¡De acuerdo!
Price embistió contra las puertas del camión para tirarlas y poder acceder al interior de la caja. Tal y como había dicho el trébol, tres soldados custodiaban a los rehenes.
—¿No les bastó con que su adorado Vatra sea derrotado? Deberían dejar esto y dedicarse a otra cosa—les dijo Price burlándose de los soldados.
—Somos "Agros", jamás vamos a bajar la cabeza ante nuestro deber. Serviremos y cumpliremos la voluntad del gran...
Price embistió con una patada al que estaba hablando, haciendo que se choque contra uno de los muros y quede en el suelo.
—Dios, que aburridos son sus discursos.
Los demás soldados, comenzaron a atacar a Price y este rápidamente del dio pelea. Price se había vuelto más ágil y dominaba mejor la energía de los brazaletes. Se podían ver destellos de luz que generaba Price con sus poderes y, ahora que tenía más control de estos, sus ataques resultaban más fuertes y poderosos. En segundos logró neutralizar a los tres y botarlos violentamente del camión.
Derek ya estaba cansado de hacer largo su enfrentamiento y, a penas tuvo la oportunidad, acabó con el soldado que tantos problemas le generó. El soldado buscó asestarle un golpe, pero el trébol lo esquivó y tomó su brazo. Derek lo golpeó el rostro repetidas veces hasta que este quedara aturdido. Cuando logró su cometido, sacó su lanza y la empaló en su abdomen para posteriormente, encender la lanza y generar una descarga eléctrica. El soldado murió al instante y Price, quien ya había salido de la caja del camión, sacó la puerta del copiloto y botó al soldado. Derek pisó a fondo el freno y, lo mismo que ocurrió con Arlet, el camión empezó a patinar en la pista. El camión estuvo a punto de volcarse también, pero Price se puso enfrente y lo detuvo con sus manos. Aplicó mucha fuerza y al final logró detener el camión.
Nuevamente las personas ovacionaron al equipo en muestra de su gratitud, aumentando la simpatía de la población hacía "The Poker's". Derek pateó la puerta del piloto y salió muy cansado para toparse con Price.
—¿Estás bien? —le preguntó Price.
—No, fue asquerosa mi actuación de hoy—le respondió el trébol.
—Es lo que pasa a veces.
Liv apareció con Arlet tomada de una de sus látigos y se pusieron frente a sus compañeros.
—Lo lograron, ¿cómo están? —preguntó Liv.
—Yo bien, pero hoy no es el día del trébol—respondió Price.
—Cállate—dijo Derek.
—Déjame verte—dijo Arlet preocupada acercándose a un agotado Derek.
—Estoy bien.
—Sé que se aman y están juntos, pero debes seguir entrenando en ocasiones. No trates de siempre estar atento a tu relación con ella, tu mismo lo dijiste hace tiempo, no vamos a tener vidas normales—le dijo Liv.
—Lo sé, lo siento—le dijo Derek.
Los policías se encargaron de ayudar a los rehenes y las personas que paseaban por las calles que resultaron afectadas. Así mismo, algunos oficiales, esposaban a algunos soldados de "Agros" para llevárselos a prisión. Un soldado fue esposado y cuando pasó frente al equipo, los miró con una sonrisa en el rostro. Price notó esto y lo miró con el ceño fruncido y muy serio.
—¡Están acabados! ¡No podrán contra su próximo adversario! ¡Van a caer por fin, desgraciados! ¡Más les vale estar listo porque se van a morir! —les gritó el soldado.
Lo metieron a la patrulla de policía y comenzó a reírse descontroladamente mientras los seguía viendo.
—Lamentamos eso, ya saben cómo son—le dijo una policía al equipo.
—No se preocupe—le dijo Arlet.
—Muchas gracias por su apoyo una vez más.
—Es nuestro trabajo, señor.
—La ciudad y el mundo vuelven a estar en deuda con ustedes.
El policía se subió a una patrulla y se fue con el resto de sus compañeros.
—¿A qué se refería ese idiota? —preguntó Derek.
—No lo sé, debe estar loco, como todos estos desgraciados—le respondió Price.
—No parecía que hablará en vano—dijo Liv.
—Vayamos a la base a reunirnos con Hazel. Veamos que otra misión hay para nosotros.
Arlet fue apoyada por Price y Liv apoyó a Derek para que salieran volando de ahí. Las dudas aumentaban en Liv con cada segundo ¿Qué quiso decir ese soldado? ¿Será verdad que alguien más va a aparecer en contra de ellos? ¿Podría generarse otra batalla a muerte como la que se libró contra Vatra? Liv estaba confundida, pero solo le quedaba esperar. El equipo debe estar listo si es que llega a avecinarse algo grande.
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