Pasaron los días, días largos y llenos de pesar e incertidumbre ante tal golpe que "Agros" dio. Parecía no haber una solución factible para tremendo desastre. Arlet pasaba horas y horas culpándose por lo sucedido, lamentando los hechos que pasaron y como su ira estaba haciendo que pierda todo. El no saber la situación de Derek, la estaba matando y poco a poco perdiendo la cabeza.

Liv seguía con su hermana tratando de mantenerla en calma, pero nada parecía funcionar. Las operaciones cesaron por la ausencia de Hazel, ya que, la joven había dejado de trabajar para encontrar un ataque a la torre por pasar todo el día esperando buenas noticias de Price. Liv moría por dentro, era la que peor lo estaba pasando. Temía por la vida de su mejor amigo, su otro amigo había sido secuestrado, su mejor amiga estaba al borde del colapso y de salirse control y su hermana moría de miedo por la salud de Price, ella estaba en medio de todos. No sabía cómo manejar la situación, así que solo se mantuvo cerca de Hazel en todo momento.

Arlet se encontraba fuera de la base, mirando al cielo mientras atardecía lentamente. Recordaba las palabras de Derek, de cómo aceptaba lo que hizo y buscaba el perdón para sí mismo. Pensó en ese instante que mientras Derek intentaba seguir adelante a pesar de todo el sufrimiento y castigo que se estaba haciendo, agregado al daño que había causado, Arlet por su parte decidió hundirse en la miseria, en el pasado, en el rencor que sentía por las mentiras ocasionadas y el deterioro que comenzó a mostrar a raíz de ello. Entendió al fin de lo que se refería Derek, no usaba de lección la muerte de su madre, recordaba cada día la razón por la que hirió a Arlet y las consecuencias para poder ir sanando las heridas que también se causó y diciendo eso, buscaba que Arlet no lo perdonara, pero sí que hallara el perdón en ella para sí misma y así pueda continuar su camino.

Arlet vio por última vez el sol antes de ocultarse y pudo observar sus rayos despedirse y dejar de tocar la tierra. En ese momento, caminó hasta el interior de la base donde todo, a diferencia de otros días, estaba totalmente en silencio. No se oían a los soldados trabajar, a los líderes entrenando con sus soldados, no se oía nada, todo parecía muerto. Arlet caminó por la inmensa base y pasó su mano por una de las mesas donde había herramientas. Una de estas, es encontraba al filo de la mesa y cuando Arlet pasó sus dedos, la herramienta cayó al suelo y el ruido que hizo se escuchó con eco por toda la base. Arlet miró a todos a lados y notó que nadie había salido a causa del ruido.

Caminó más y más hasta llegar al quirófano donde se encontraba Price. Todo estaba oscuro, los pocos doctores que se encontraban eran capaces de ser contados con los dedos de las manos. Lo único que iluminaba era la luz que provenía de la habitación de Price. Hazel se encontraba dormida en una de las sillas, con una manta abrigándola del frio. Hazel dormía profundamente después de días en los que solo estaba pendiente de Price. Liv estaba parada mirando por el ventanal hacia la camilla de Price. Arlet se acercó lentamente al ventanal y no pudo mantener a raya su asombro. Price estaba destrozado, tenía yesos por todos lados, vendas que cubrían su rostro y una en particular que cubría totalmente su ojo derecho y todo ese lado de su cabeza. Tenía una venda extraña que mantenía su mandíbula en posición, ya que, estaba dislocada. No tenía camiseta, por lo que su pecho estaba al aire donde se veían unos electrodos que conectaban con una máquina que medía los latidos de Price. Estaba lleno de golpes, su ojo izquierdo estaba totalmente cerrado debido a lo inflamado y morado que estaba y de la misma manera, todo su cuerpo tenía hematomas similares.

—Impresionante ¿no crees? —preguntó Liv con la voz entrecortada y en tono bajo. —¿Cómo alguien puede terminar así?

—¿Qué saben? —preguntó Arlet con lágrimas en sus ojos.

—Esta grave, tiene muchos huesos rotos y órganos comprometidos. Los doctores dicen que no saben cómo es que sigue vivo. Sin embargo, creen que su propia naturaleza debido a los experimentos que hicieron con su madre y todo eso pueda ayudarle a sanar más rápido.

—¿Cuánto tiempo estará así?

—Con suerte, quizás unos días. Como te digo, creen que su factor curativo sea más rápido y mejor que el de cualquiera.

—Bien.

Arlet se dio la vuelta lentamente mientras mantenía el miedo e impacto de la escena dentro de ella. Se alejó de Liv y comenzó a llorar en silencio en la oscuridad, lejos de la imagen del estado de Price.

—Debemos ir por él —dijo Liv manteniendo la voz que tenía y mirando a Arlet. —Esto solo es una advertencia. No sé la razón por la que Derek se quedó, pero lo que pasará con él podría terminar peor que esto. Tenemos que hacer algo.

—¿Qué cosa? Tú dime, Liv ¿qué demonios podemos hacer? —dijo Arlet llorando y furiosa. —Llevó días pensando en que hacer y no tengo nada. Solo recuerdo lo estúpida que fui la última vez y que probablemente ese será el último recuerdo que tenga de él.

—No hables como sí ya estuviera escrito su final.

—¡Por Dios, se realista!

—¡Vete al diablo, Arlet! ¡No me fastidies con que no sabes que hacer! ¡Sí te sientes culpables otra vez es tú decisión, pero no vas a dejar a uno más de nosotros a merced de "Agros"! ¡Maldita hipócrita! ¡Recuerda que fuiste tú quien lo mandó a morir, tú quisiste eso!

—¡No creí que esto pasaría!

—¡Ahora puedes sentir la culpa que Derek sintió hace años cuando Kai te dijo la verdad! Esperaste todo este tiempo para pasar por lo mismo, para que te des cuenta de todo.

Liv volvió a ver a Price de nuevo con lágrimas por la impotencia del momento. Arlet se quedó mirándola con lástima mientras pensaba en lo que había pasado, estaba furiosa, pero consigo misma.

—Lo siento —dijo Arlet.

—Vete y busca el perdón de alguien más y regresa cuando estés dispuesta a pelear otra vez —le respondió Liv con rabia en su voz mientras seguía viendo a Price.

En la base de "Agros", otro quien comenzaba a estar mejor y recuperarse era Elm. El joven comenzó a despertar lentamente y se levantó de la camilla aún con los efectos de los narcóticos. Vio todo a su alrededor y comenzó a tener recuerdos de su pelea contra Derek. Empezaron a llegar recuerdos fugaces y rápidos que afectaron a Elm haciendo que su cabeza comience a dolerle. En ese momento recordó su brazo y su incidente por lo que decidió bajar la cabeza para poder presenciar el resultado. Elm se topó con una prótesis avanzada en robótica y medicina. Un brazo robótico con todos los movimientos y acciones que un brazo normal. Era de color negro con diseños futuristas y era controlado de manera neurológica por Elm. Lejos de estar aterrado, Elm sentía que aquella prótesis era como tener un brazo normal e incluso pensaba que le daba una apariencia intimidante.

En ese instante, Kai entró a la habitación donde se encontraba Elm y lo miró de pies a cabeza para después sonreír ligeramente.

—Vaya, te ves bien —dijo Kai manteniendo la sonrisa.

—Si, supongo —dijo Elm confundido y aún afectado por los medicamentos.

—¿Puedes manejarlo bien?

—Por el momento, no. Quizás con el tiempo lo domine.

—Ven, "Wolf" quiere mostrarte algo.

Elm acompañó a Kai hasta la parte superior de la torre. Todos los soldados seguían celebrando aquel triunfo y saludaban a Elm como si fuera un campeón, actitud que no dejo que afectara en él. Elm estaba enfocado y no prestó atención en los halagos. Todos hablaban de su gran prótesis y de lo genial que se le veía, pero Elm seguía haciéndose el de los oídos sordos.

Después de una larga caminata, el dúo llegó al último piso de la torre. Kai se acercó a una enorme puerta mecánica y muy segura. Se dirigió a un panel de comandos y colocó su mano en el escáner. El sistema aceptó su acceso y las enormes puertas se abrieron. La habitación tenía una iluminación muy baja con luces rojas. Elm y Kai ingresaron a la enorme camara y en su interior se encontraba "Wolf" frente a una enorme pantalla holográfica.

—Vaya, ¿cómo estás muchacho? —dijo "Wolf" bastante feliz al ver a Elm.

—Estoy bien señor, gracias —dijo Elm manteniendo la seriedad y el respeto.

—¿Te sientes cómodo?

—Me acostumbraré, no se preocupe.

—Claro que no. Fuiste muy valioso y valiente muchacho. Tu enfrentamiento con Escarsa no tuvo el resultado que esperabas, claro está, pero pudiste conocer más de ti.

—Sí, entrenaré más para entender esas nuevas habilidades.

—Eso me parece bien, pero antes de eso quiero que primero conozcas a lo que nos vamos a enfrentar.

"Wolf" accionó un comando en el holograma y una potente luz blanca ilumino el fondo de la habitación desde el techo apuntando a una enorme plataforma flotante. En medio de está, se encontraba golpeado y en un estado muy deplorable a Derek, encadenado de ambos manos que estiraban sus brazos y los dejaban abiertos. Tenía un aparato que cubría su boca y nariz y no le permitía hablar, solo respirar. Además, habían dejado su torso descubierto y a la vista de quien sea. Elm se sorprendió al ver a Derek en ese estado, sumiso y vulnerable a las garras de "Agros". "Wolf" y Elm se acercaron a Derek mediante un mecanismo que, al dar pasos en el aire, generaba un holograma que se volvía materia y era capaz de poder caminar con tranquilidad. Elm no tenía rabia hacia Derek, estaba en cierto punto sorprendido y aliviado por la situación. Al final lo había conseguido, Derek era un problema menos y ahora solo tenían que acabar con los demás.

—Derek —dijo Elm al ver al joven encadenado.

—Creo que ahora sí podemos hacerlo oficial. Bienvenido de vuelta a casa, Derek Escarsa —dijo "Wolf" con una gran sonrisa en el rostro burlándose de Derek. 

Derek, arrodillado en el suelo y con la cabeza agachada, comenzó a levantarla para ver a todos los presentes. Estaba muy herido y acabado, pero aún mantenía su rabia y odio. Miró a todos y en un segundo, todo rastro de felicidad desapareció. Todos estaban serios y nadie reía, solo veían la furia de Derek a través de sus ojos.