Gracias a la energía, capacidad y fuerza de Price, en cuestión de horas pudo llegar a la base de "Agros" sin problemas. Todo el camino estuvo pensando en la mejor estrategia para entrar a la torre, mientras su mente le recordaba el error que cometía. Estaba obligado a ganar a como dé lugar sin importar la circunstancia. Al menos debía salir de ahí con un dato muy importante que les ayude en la caída de la torre. Un paso en mal que dé, algo mínimo que llame la atención y estaba muerto.

Al llegar, se mantuvo flotando en el aire, lejos de la visión de "Agros". El lugar ya estaba fortalecido y el país ya era una ruina. Los soldados de "Agros" estaban por las calles escoltando a civiles encadenados de pies y mano.

No tuvieron perdón con nadie hasta el punto de que también niños y ancianos eran también sometidos al poder de "Agros". A los niños los separaban de sus padres y eran llevados por enormes camiones al interior de la base. Los niños lloraban y gritaban el nombre de sus padres pidiendo ayuda mientras sus manos salían por las pequeñas ventanas con barrotes que había en los camiones.

Los ancianos eran tratados de maneras insignificantes. Los encadenaban igual que a las demás personas y debido a su edad eran más lentos. Al notar la poca velocidad de estos, algunos soldados los empujaban y golpeaban en el suelo hasta dejarles hematomas muy graves para obligarlos a ir más de prisa. Los demás al ver esto, trataban de ir más rápido. Los adultos mayores lloraban a mares debido al trato de los soldados.

Los hombres y mujeres eran separados y los ponían en grupos. Price no sabía la razón de esto, pero la ira se iba acumulando dentro de él debido a los actos tan atroces que estaba viendo. Sin embargo, tuvo que aguantar la ira, ya que, llamaría la atención y echaría todo a perder.

Price observó que los soldados llevaban a varios hombres a camaras enormes donde se los dividían en grupos más pequeños. Esos grupos se llevaban a otras camaras donde se les asignaba a sus posiciones y roles dentro de la orden. Notó que los hombres que entraban ahí salían con los trajes de los soldados de "Agros". El joven se acercó cuidadosamente y se escabulló hasta poder ver la entrada a una de las camaras. Vio como un grupo iba entrando y en cuanto todos estaban en su interior, la puerta de cerró.

La espada caminó a una de las ventanas de la camara y vio como los soldados obligaban a los hombres a desvestirse y colocarse los uniformes de los soldados. Eran gritados e insultados mientras los apuraban para vestirse. Voló hasta el techo y al ver que era madera, se elevó un poco y lo destruyó. Comenzó a atacar a todos los soldados uno a uno mientras los hombres los observaban asustados. Price era rápido y los soldados muy débiles para las capacidades de él. En segundos, todos los soldados habían sido vencidos y los hombres estaban más aliviados.

—Es la espada —dijo uno de los hombres al borde de las lágrimas. —Muchas gracias por salvarnos. Bendecido sea Dios por mandarnos a este joven a salvarnos.

—Salgan de aquí rápido sin llamar la atención y busquen a sus familias —dijo Price calmando al hombre. —Deben darse prisa, váyanse ya.

Los hombres salieron corriendo después de que todos agradecieran a Price su intervención. En cuanto no hubo nadie más, la espada escuchó a uno de los soldados como se quejaba y gemía del dolor mientras trataba de levantarse para huir. El joven se acercó furioso a él y lo tomó de cuello del traje, lo acercó a él y lo miró fijamente en lo que el soldado trataba de poder recobrar el conocimiento.

—Maldito —dijo el soldado con dificultad.

—¿Cómo entró a la torre? —preguntó Price muy enojado.

—No.

—Despierta idiota, ¿cómo entró a la torre?

—Puedes... No... No puedes.

—Claro que sí, habla de una vez.

Price se cansó de la poca cooperación del soldado por lo que decidió tirarlo lejos y ponerse a levantar a todos los soldados uno a uno preguntando lo mismo, pero todos seguían aturdidos.

—Nadie puede entrar —respondió uno de los soldados con dolor. —No se puede.

Price no toleró tal respuesta y uno a uno fue matando a todos los soldados hasta dejar al último soldado que había hablado. Price se acercó al soldado con un trapo sucio que había encontrado en el suelo, se lo colocó en la boca, puso su pie en su pecho y comenzó a ejercer presión. El soldado no era capaz de generar mucho ruido debido al trapo, por lo que Price pudo torturar al soldado todo lo que pudo sin el miedo de que alguien podría oírlo. Después de unos segundos, Price retiró su pie y el trapo y se inclinó para ver al soldado el cual trataba de respirar, pero se le dificultaba demasiado.

—¿Qué sabes? —preguntó Price.

—No se puede entrar, es todo lo que sé —dijo el soldado con desesperación.

—Mientes, habla de una vez.

—Lo juro, es todo lo que sé.

Price volvió a meter el trapo en la boca del soldado y volvió a torturarlo nuevamente y de la misma manera. Price hizo más fuerza esta vez y sentía que, sí seguía así, podía perforar el pecho del hombre. La espada retiró el trapo y golpeó el rostro del soldado de una patada.

—La próxima vez voy a terminar por aplastar tu pecho —dijo Price con tono amenazante. —Dime de una vez que sabes.

—Solo personal calificado puede entrar a la torre —dijo el soldado mientras trataba de recobrar el aire.

—¿Qué tienen ellos que los demás no?

—Son soldados veteranos, muy buenos. Están de todos los sectores, médicos, soldados, ingenieros, todo.

—Continúa.

—Alteran su sangre para que un escáner los reconozca.

—¿De qué forma?

—El líder, quien está al mando de la torre.

—¿Qué hay con él?

—Usan su sangre, fusionan la sangre de los calificados con la sangre él.

Price comenzó a pensar un plan en base a la nueva información otorgada. Mientras, por su distracción, el soldado comenzó a arrastrarse por el suelo lentamente para no llamar la atención del joven. La espada vio sus intenciones y con una onda de energía lo mató al instante dejando de él solo polvo. Price seguía pensando cómo podría entrar teniendo en cuenta lo dicho por el soldado, pero nada parecía una buena opción.

En el interior de la enorme torre, las cámaras de seguridad captaron la silueta de alguien que pasaba muy rápido como una bala. Los vigilantes de estas cámaras no entendían que podía ser aquel extraño suceso. Pensaron que podía ser una falla de la cámara, pero en sus intentos por descubrir el suceso, repetían las grabaciones y notaban que seguía esa cosa.

—Señor —dijo un soldado encargado de las cámaras.

"Wolf" se acercó al soldado y este solo atinó a mostrarle la grabación y fue entonces que vio la silueta. "Wolf" llamó a Kai y a Elm y el trío vio la grabación mientras deducían quien o que era. Elm cerró los ojos, vio atrás en el tiempo y pudo ver que se trataba de Price el de la grabación.

—Es Collins —dijo Elm.

—¿Estás seguro? —preguntó "Wolf".

—Sí.

—Pues hay que saludarlo.

"Wolf" salió de la cabina de las pantallas que emitían las grabaciones de las cámaras de seguridad. Elm salió tras él y Kai lo tomó del brazo con fuerza para evitar que se vaya.

—¿Estás seguro? —preguntó Kai con furia.

—Es Derek el problema —dijo Elm.

—¿Y sí no puedes verlo otra vez? ¿Sí viene y no puedes verlo?

—Entonces se adelantará el plan.

El trío salió de la torre en busca de Price para poder acabar con él de inmediato. Tener a la espada a su merced les podía dar una gran ventaja contra "Vex". Un miembro menos del equipo más poderoso del mundo en sus manos significaba un chantaje que usar. Además, contando con el poder de Price, podían experimentar con él y ponerlo en contra de "Vex". Era perfecto, primero, debían hacerse con él como sea.

Price salió de la camara en la que se encontraba en busca de soldados calificados cuando se vio rodeado en su totalidad por soldados apuntando sus armas contra él. El aviso de su aparición se había propagado por toda la base y en segundos se vio totalmente rodeado. Price estaba acorralado, eran demasiado como para que pueda acabar con todos. No había ninguna posibilidad y "Wolf" junto a Kai y Elm ya estaban en camino para decidir su destino.

Cuando levantó los brazos en señal de rendición, un estruendoso y poderoso rayo cayó en un grupo de soldados que apuntaban a Price. La espada salió expulsada con fuerza debido al impacto del rayo y rápidamente aprovechó la situación para esconderse. Los soldados cambiaron de objetivo y buscaron como locos al responsable del ataque y no vieron que Price ya no estaba. Los soldados habían cometido un error enorme al enfocarse en solo objetivo y después perderlo por otro. La espada sonrió desde su escondite al saber de quien se trataba, pero a la vez sintió miedo y preocupación por su amigo.

Los soldados seguían apuntando a todos lados cuando de pronto uno vio al cielo y gritó llamando la atención de sus demás compañeros. Todos miraron al cielo aterrados y apuntaron sus armas hacia el hombre que estaba cayendo. Derek impactó con fuerza en el suelo generando una onda expansiva de rayos que acabó con todos los soldados que estaba cerca. Derek había caído sobre su rodilla derecha, con la cabeza agachada y el corazón sereno. Se levantó poco a poco ante la vista de los soldados que empezaron a apuntarle a él mientras Derek no los miraba. Todos los soldados estaban aterrados, tenían al trébol frente a él y no sabían cuál iba a ser su próximo movimiento. Derek levantó la mirada poco a poco y vio a todos directamente con el ceño fruncido y una mirada penetrando. Eran muchísimos soldados apuntando al trébol mientras él estaba firme con su lanza en la mano y listo para la pelea.

"Wolf", Kai y Elm se detuvieron en una de las cabinas donde se transmitían las cámaras de seguridad en el momento que Derek apareció en escena. Las cámaras mostraban a Derek totalmente rodeado y "Wolf" estaba furioso a comparación de algunos soldados que festejaban, ya que, suponían que ninguno de los dos, tanto Derek como Price, iban a salir vivos de ahí.

—¡Sí, están acabados, es imposible que salgan vivos de esta! —gritó un soldado de alegría al ver las cámaras.

"Wolf" se acercó molesto al hombre y tomó su cabeza para aplastarla con fuerza. La cabeza del soldado quedó totalmente destruida y sus sesos salieron expulsadas por todas partes junto con la sangre del hombre-

—Maldito idiota, ¿cómo se atreve a subestimar a Derek? —dijo "Wolf" muy furioso.

El trío siguió avanzando cuando Kai volvió a detener a Elm para poder hablarle seriamente.

—Niño, esto no está bien —dijo Kai preocupado.

—Tenemos que hacer algo ahora, dejarlo vivo y libre es muy peligroso para nosotros —respondió Elm de la misma manera.

Afuera de la torre, los soldados exigían que Derek se rinda mientras seguían apuntando con sus armas, pero se podía ver el terror en sus ojos. Derek seguía firme, mirando a todos analizando a una velocidad descomunal a todos los soldados. Podía sentirlo todo en ese momento, el viento y oír su sonido, los corazones de todos los soldados y, sobre todo, sentía el "Tetra" de cada uno. Algunos eran más fuertes que otros y otros solo se mantenían a un nivel promedio. Sintió el "Tetra" de algunos y sintió que lejos de ellos había personas inocentes con trajes de los soldados. Antes de cometer algún error, Derek verificó que todos los soldados eran voluntarios y no era inocentes. En cuestión de segundos, Derek ya tenía todo estudiado y bajo control, mostrando su gran capacidad y dominio del "Tetra". Tomó aire, lo dejó salir y comenzó a moverse lentamente. Los soldados volvieron a amenazar a Derek con abrir fuego si no se detenía, pero el trébol no detenía su movimiento. Después de unos segundos, Derek mostró su pose de pelea a todos y siguió mirándolos fijamente y de manera amenazante.

—Sí debe terminar aquí, todos vendrán conmigo —dijo Derek en voz baja y firme para sí mismo.