Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 65


" Voy a quemar todas las heridas intercambiándolas por tu amor."

— Baby don't cry (EXO)


Jung Hoseok no se consideraba el mejor preparando citas, quizás porque de alguna manera se había acostumbrado a conocer a la gente en fiestas de sociedad. Charlas superficiales, un brindis de copas, algunas sonrisas de por medio, acuerdos comerciales entre familias que se conocían... Al final siempre lograba poner sus ojos sobre alguno de los chicos que se movía en ese ámbito, siempre se encontraba con que podían resultarle interesantes más allá de lo que comprendía el propio ámbito en el que su empresa se desenvolvía con tanta agilidad. Y aún con todo aquello de por medio, jamás tuvo la suerte de tener algo duradero. Ni siquiera con una sola de sus parejas. En cuanto comenzaban a ser conscientes de su complejo modo de vida, se largaban y Hoseok no podía culparlos. Casi los entendía.

Por eso Yoongi era diferente. Porque jamás pareció sentirse asustado por quienes Tae y él mismo. Lo que cierta locura implicaba.

-¿Hoseok? Hei, hermano. Hoseeeeok.

El magnate había tenido citas con anterioridad, pero estas se podrían resumir como clichés de película. Ir a cenar un sábado por la noche o quedar para pasear de vez en cuando, a veces compraba ramos de flores y en un par de situaciones llegó a plantearse planear un buen y divertido viaje que nunca llegó a suceder realmente. Precisamente por eso ahora no sabía qué hacer mientras buscaba en Google. Había escrito en la barra superior de su navegador como último recurso "citas originales y divertidas" pero realmente no encontraba nada que a Yoongi pudiera gustarle. Comenzaba a plantearse tomar un Jet privado y llevarlo a alguna exposición de coches en Europa... Sin embargo, eso se parecía demasiado a su trabajo y a lo que hacían diariamente. Estaba seguro de que a su pareja no le gustaría demasiado la idea de tener que observar más vehículos.

—¿Qué haces? - Taehyung se animó a preguntar después de haber percibido la forma en la que su hermano llevaba varias horas pegado al ordenador con el ceño fruncido y los ojos concentrados en la lectura.

Algo parecía estar ocurriendo, sobre todo teniendo en cuenta el que Yoongi se hubiese metido en la cocina para tratar de hacer la cena tras meses en los que siempre había preferido dejar la tarea en manos de las cocineras y cocineros, quienes siempre parecían saber cómo realizar deliciosos platos de su total gusto. Jungkook incluso había bajado a ayudar felizmente en el instante en que la alarma de incendios comenzó a sonar debido a que Yoongi no había activado la campaña extractora para evitar el humo que sus brochetas de carne estaban generando.

—Busco citas originales, Yoongi quiere que lo lleve a una.

Taehyung abrió los ojos lleno de curiosidad y se sentó a un lado de su hermano comenzando a leer el artículo que Hoseok tenía abierto.

—Es todo demasiado típico, aunque quizás es buena idea que empecéis por lo básico. No sé nada de citas pero supongo que todo el mundo disfruta de una buena comida o de las películas bien hechas. Es algo con lo que tienes un gran porcentaje de posibilidades de triunfar.

Hoseok suspiró, estaba indeciso y no sabía qué hacer. A Yoongi le gustaba la opulencia pero también el contraste con lo no superficial y había muy pocas cosas en el mundo que fuesen opulentas sin resultar superficiales. Su marido era tan impredecible como complicado. Otro de los motivos por los que no podía evitar sentirse atraído y contrariado a la par hacia este. Sinceramente, incluso empezaba a considerar la posibilidad de ser masoquista sin tan siquiera saberlo.

—¿Por qué no lo llevas a ver el Cirque Du Soleil? He oído que está en la ciudad y no usan animales en sus espectáculos por lo que no habrá un factor de maltrato del que a ninguno de nosotros nos gustaría ser cómplices al pagar una entrada que lo financie. Creo que se centran en el arte. Es más original que una película y mucho más sano que torturar a leones haciéndolos saltar por un aro de fuego.

Taehyung tomó el ordenador del regazo de Hoseok y buscó información sobre la presentación del Circo del Sol en Seúl sin molestarse en esperar una respuesta por parte de este. Era algo que había estado pensando en proponerle a Jungkook por semanas, pero su hermano parecía necesitarlo más que él en ese instante y de todos modos la función estaría activa varios días. Tendrían tiempo de asistir de todas formas, quizás en otra ocasión.

—Suena bien, pero me gustaría que la idea fuese mía.

Hoseok volvió a tomar el ordenador, descartando lo que Taehyung había mencionado. Sabía que era una idea original pero no podía evitar pensar en que planear la cita en base a una idea que no era suya sería como ser un tramposo. Yoongi mencionó la noche anterior que él tenía que idear algo por sí mismo. Y así quería hacerlo el magnate.

El sonido de la alarma de incendios sonando nuevamente entretuvo a los dos hermanos por un instante.

—Ve a ayudar en la cocina por favor. Necesito idear algo lo antes posible. - Hoseok hizo una pausa. - Por cierto, ¿cómo va el club de arte? Siento no haberle dedicado el suficiente tiempo a ayudarte con todo lo que supone para ti. Recuerda que cada vez que me necesites haré lo posible por ayudar.

Taehyung miró a su hermano mayor y se encogió de hombros. El club de arte había sido su refugio durante mucho tiempo, sin embargo últimamente no le prestaba demasiada atención. Estaba centrado en cosas tan absurdas como disfrutar del poco tiempo que le quedaba con Jungkook, incluso si este parecía muy poco preocupado al respecto. Estaba comenzando a sentir ese amor unilateral que tanta fama tenía en los dramas televisivos y en realidad no le gustaba demasiado la sensación. Querer a alguien que no te quiere es... Bueno, para Taehyung era un verdadero asco.

—Va bien... Supongo. Hace días que no voy por allí debido a los exámenes finales pero sé que van a abrir nuevas exposiciones de artistas extranjeros, creo que incluso dedicarán una sala completa al arte callejero. Van a centrarse en Philadelphia así que el grafiti será el tema central. Suena bien, ¿no crees?

Hoseok sonrió, no se podría considerar como trampa si algo dicho por su hermano pequeño lo inspiraba ¿o sí?. Al fin y al cabo Tae no le había dado la idea pensando plenamente en dársela, solo se había limitado a hablarle del club de arte del que ambos hermanos eran socios. Justamente allí, en el interior de las obras, Yoongi podría llegar a encontrar opulencia sin superficialidad. Si bien el tema era arte callejero, de alguna manera esta se encontraba enfocada a un público lejano a lo que las calles realmente significaban para una enorme parte de la población. No podría encontrar nada más adecuado para él.

Así que con la idea de que Yoongi lo disfrutaría por completo en su cabeza, Hoseok finalmente decidió la temática perfecta para su primera cita real con su marido. Era difícil conseguir entradas a última hora para esa clase de eventos pero con sus contactos y sumándole el hecho de que eran socios... En solo unos minutos se hizo con invitaciones exclusivas y una mesa en el restaurante del local de arte para su propia sorpresa. Estaba realmente satisfecho con su trabajo, ahora su pareja podría disfrutar de lo que le gustaba y con suerte los dos rematarían el día con una sabrosa cena en uno de los mejores restaurantes de pasta que él conocía.

Yoongi miró el traje que Hoseok había preparado para él y alzó una ceja impresionado. Había seleccionado las prendas de una forma en la que los dos irían conjuntados.

—¿No es demasiado? - sonrió tomando en sus manos el traje.

—Es algo que hacen las parejas, iremos a una cita así que me gusta la idea de que nuestras ropas conjunten. ¿No te gusta?

El chico de los tatuajes se encogió de hombros, le gustaba que el magnate estuviese poniendo todo su esfuerzo en crear un ambiente de pareja pero eso de ir conjuntados siempre le había parecido excesivamente innecesario. De alguna manera le recordaba a esa pareja insoportable que siempre aparecía en los dibujos animados de Shin Chan, solo que lo que Hoseok había escogido era más disimulado y mostraba mucho más estilo que el de Yoshirin y Micchi. En la línea de lo que un Jung vestiría.

—Supongo que podemos probar, solo espero que no tengas un llavero con dos partes que se unen o de lo contrario yo voy a...

—Casi, tengo unos collares que lejos de unirse son simplemente iguales pero con piedra de nacimiento diferente. Iba a ser una sorpresa pero sabes que no soy capaz de guardar este tipo de cosas durante mucho tiempo. Vístete y te los enseñaré. Si tengo la suerte de haber hecho bien mi elección de joyería, espero que lo puedas llevar hoy.

Yoongi sonrió, no estaba dispuesto a negarle nada a Hoseok pues su trato había sido cumplir con los planes de cada uno cuando los turnos de preparar su cita perfecta llegasen.

—Realmente eres un chico adorable Jung Hoseok. ¿Dónde está mi ramo de rosas?

Ambos sonrieron antes de comenzar a vestirse. Sorpresivamente Yoongi no se sintió extraño con esos trajes que conjuntaban debido a las tonalidades y estilos, no eran como dos gemelos con la misma ropa y eso era lo que más lo aliviaba de todo. Cada uno de ellos parecía estar manteniendo su propio estilo personal.

Dejó que Hoseok le pusiese ese colgante. En el instante en el que la bonita piedra rozó su piel, comenzó a relucir en contraste con la tinta de los tatuajes coloridos que rodeaban su cuello.

—Te ves realmente bien, Yoon. - el magnate estaba realmente feliz y casi seguro de que esa cita saldría tan bien como deseaba. Ni siquiera pasaba por su mente que algo pudiese salir mal. No demasiado mal al menos.

—Tú también, Hoseok. - respondió el muchacho de los tatuajes antes de caminar hacia la puerta de la habitación con impaciencia. - ¿Podemos irnos ahora? Siento curiosidad por saber lo que has preparado.

El camino en coche fue tranquilo, ambos conversaron de cosas triviales sin importancia y compartieron puntos de vista acerca de temas que envolvían la convivencia en la mansión. Si alguien ajeno a ellos dos hubiese estado sentado en al asiento trasero del vehículo sin conocer el motivo que los había llevado a estar juntos, habría pensado que se trataba de una pareja completamente normal y con cierta harmonía adquirida tras años de relación. Simplemente dos chicos enamorados hablando acerca de sus hermanos, sobre el festival de fin de curso al que ansiaban poder asistir o la forma en la que les gustaría redecorar el salón de la casa para darle un aspecto más luminoso ahora que llegaría el verano.

—¿Ves ese edificio al final de la calle?

Yoongi llevó la mirada hacia el lugar que había indicado Hoseok y asintió con curiosidad. Podía ver los grandes carteles sobre la zona de entrada del llamativo y moderno edificio, casi todos anunciando exposiciones y mostrando los precios de las entradas así como los diferentes horarios.

—¿Me llevas a una exposición de arte?

—Taehyung y yo somos socios y solemos visitar las exposiciones del establecimiento de vez en cuando. Dedicarán toda esta semana a la muestra de arte callejero, muchos de los artistas estarán en el lugar para hablar de sus obras. - Hoseok sonaba emocionado con su propia idea, deseaba que a Yoongi le gustase esa cita. - Pensé que podría gustarte, sobre todo al tratarse de un arte más libre y no tan lineal como el de las exposiciones a las que yo suelo acudir con mi hermano pequeño. Podremos visitar otras salas con diferentes temas si sientes la curiosidad suficiente.

Hoseok aprovechó la parada en un paso de peatones para mirar a su pareja y dedicarle una sonrisa sincera.

-Lo cierto es que me agrada la idea de enseñarte un pedacito menos oscuro de nuestra vida. Se trata de un edificio que tanto mi hermano como yo ayudamos a restaurar en su momento, no somos simples socios, prácticamente rescatamos esa sala de arte junto con otras personas que decidieron financiar el proyecto. Estaba a punto de cerrar cuando nos asociamos y cambiamos varias cosas, antiguamente el edificio fue un cine, después se convirtió en una sala de baile y cuando nosotros éramos tan solo unos niños un amigo de nuestros padres lo convirtió en galería de arte. Cuando el hombre murió sus hijos no quisieron hacerse cargo de la galería y tras años de abandono decidieron venderla antes de que se derrumbase por sí misma. Ahora y después de mucho trabajo, es un agradable museo. - Yoongi observó a Hoseok y sonrió, su marido parecía contento mientras le contaba aquella historia y eso servía para que el ambiente entre ambos resultase relajado y cálido. - Te gustará.

El muchacho de los tatuajes asintió y sintiendo como su corazón parecía aumentar la rapidez de cada latido, llevó la mano derecha inconscientemente hasta su pecho durante varios segundos. Estaba perdido en esa sensación tan agradable que le causaba el hecho de saber que Hoseok le enseñaría una parte más de él, algo menos oscuro sí pero ciertamente significativo. Era difícil explicar lo bien que se encontraba en ese instante, sabía que por fin podría comportarse sin miedo y mostrar el cariño que deseaba mostrar sin que el pánico a exponerse demasiado lo atacara. No tendría que jugar, tampoco necesitaría fingir que sus actos eran mentiras ante Hoseok. El magnate ya sabía cuáles eran sus sentimientos reales, él mismo se estaba esforzando por mostrarlos últimamente.

—Me gusta esto. - Yoongi dejó que una gran sonrisa sincera inundase su boca. - Es agradable estar así de bien contigo, Hobi.

El magnate llevó su mano hasta la de Yoongi y entrelazo los dedos de ambos antes de mirar a su pareja con los ojos brillantes. El chico de los tatuajes había visto muy pocas veces esa mirada soñadora en el magnate pero estaba seguro de que jamás se cansaría de observar a su marido y mucho menos de encontrar tanta ilusión en un gesto tan sencillo como aquel.

—Siento lo mismo, debimos intentar esto antes. Hemos perdido demasiado tiempo conviviendo sin ser sinceros el uno con el otro. Te quiero, no he podido evitar que me gustes en el transcurso de este tiempo y por fin puedo decirlo sin miedo a que eso te cause molestia. Realmente me gustaría que esto fuese más allá de lo que los dos planeamos inicialmente, Yoongi.

El chico de los tatuajes parpadeó, cerrando sus ojos por más tiempo del necesario mientras trataba de pensar en las posibilidades que se encontraban entre sus manos. Entre las de ambos. Eran los dueños de sus propias vidas y el secreto de funcionar o no se encontraría únicamente en las decisiones que decidiesen tomar.

—Sigue existiendo una cláusula en el contrato, si podemos sobrevivir siendo nosotros mismos quizás puedas extender nuestro periodo de noviazgo real un poco.

—¿Noviazgo real? - el magnate sonrió y apretó levemente la mano de Yoongi en el interior de la suya. - Me gusta como suena. Incluso si ya eres mi marido no es hasta ahora que estamos haciendo las cosas de forma correcta. O bueno, de la forma en la que se supone que las parejas normales suelen hacerlo. En orden, primero las citas, luego el noviazgo y finalmente el matrimonio si ambas partes lo desean.

Yoongi sonrió como un niño ilusionado y colgándose del brazo de Hoseok se giró en su asiento para mirarlo. No se cansaba de admirar lo atractivo que estaba Jung Hoseok cuando conducía sus preciosos coches. Aunque a esas alturas su marido parecía llevar esa personalidad llena de encanto pegada a la propia piel.

—Mi novio. La verdad es que suena un poco raro cuando lo menciono. - una sonrisa incluso mayor que la anterior cubrió los labios de Yoongi. - Mierda, de repente me siento como un adolescente enamorado, Hoseok. Me debes una disculpa por causar esta confusión de sentimientos en mi.

—Ni siquiera he tratado de confundirte, ni una sola vez. De todos modos me alegra saber que estoy causando tanto en ti, esta noche lo comprobaré después de cenar.

Ambos sonrieron y aunque ansiaban decirse mucho más, los cláxones de los coches que se encontraban detrás del suyo los devolvieron a la realidad. El semáforo estaba en verdad nuevamente.

Yoongi sentía nervios por todas las personas que podría haber en ese club de arte pero notar el brazo del magnate rodeando su espalda e indicándole hacia dónde caminar le ayudo a calmarse un poco. Incluso si para otros podría ser difícil de entender, a él le encantaba ver las miradas envidiosas de los presentes cuando se atrevían a mostrar su amor sin contemplaciones. Hoseok era su marido, su pareja, por fin lo era de verdad y el hecho de poder demostrar lo mucho que se compenetraban y querían ante todos los que buscaban la manera de poder juzgarlos por las decisiones que estaban tomando en público, enviaba una descarga de energía a sus extremidades.

Hoseok posó la mano sobre la baja espalda de Yoongi por acto reflejo y lo ayudó a averiguar cómo leer la información de las obras expuestas.

—En realidad no sé mucho de arte pero he fingido todo este tiempo ser un experto para parecerte más interesante. El que verdaderamente disfruta de esto es mi hermano pequeño, a mí simplemente me gusta comprar pinturas bonitas. - una risa rebelde se escabulló de la boca del magnate, cautivando a Yoongi en el proceso. Bajo las luces blancas y brillantes del museo, las obras resultaban más bellas de lo que eran por naturaleza propia y Jung Hoseok no parecía ser una excepción a la regla. - El verdadero experto es Taehyung, yo me he limitado a leer el programa y las tarjetas. Cada vez que te he llevado a una galería por temas de negocios y te he hablado como si conociese a todos los artistas... Solo fingía.

—¿Realmente crees que el que supieras algo sobre arte o no, hubiese influido mucho en mis sentimientos sobre ti? - Los brazos de Yoongi se habían envuelto alrededor de la cintura del magnate en algún momento. - Al principio solo me importaba el dinero y ahora solo me importa la persona que eres, Hoseok.

—Supongo que creí que me vería bien ante ti... Además, los socios prefieren a las personas cultas...

Yoongi posó la barbilla sobre el hombro de Hoseok y rozó la nariz contra la piel del cuello de este en un movimiento cariñoso e íntimo.

—Yo no soy un socio.

—Lo sé bien, Yoongi. No hago con mis socios las cosas que hago contigo.

—Tampoco soy culto. - volvió a hablar el chico de los tatuajes, su boca cerca del oído de Hoseok hasta hacer cosquillear la piel del lóbulo de este. - Así que se tú mismo y yo también lo seré a cambio.

Hoseok se tomó unos segundos para disfrutar de la sensaciones que le recorrían el cuerpo antes de reaccionar. A él también le gustaba sentir como Yoongi mostraba su cariño sin miedo ante el resto de personas allí presentes. Su chico había cambiado mucho desde que se conocieron un año atrás.

—Si te soy sincero, he reservado mesa en un restaurante de pasta italiana pero prefiero las brochetas de carne de los puestos callejeros. Creo que tú podrás disfrutarlo más y el ambiente será más libre para nosotros dos. Y yo... puede que de hecho también quiera eso en lugar de pasta. Me has contagiado.

Yoongi dejó escapar una carcajada de entre sus labios, sabía que a su alrededor en algún momento alguien los regañaría si seguían hablando y riendo en voz alta de esa forma a pesar de que Hoseok fuera socio de ese lugar, pero lo cierto era que no le importaba demasiado. Estaba feliz obteniendo información real de su pareja, incluso cuando eran cosas tan elementales como el tipo de comida que disfrutaba el magnate.

—Entonces deberíamos cenar brochetas y beber soju en algún puesto callejero porque yo también lo prefiero a la pasta de un restaurante snob en el que difícilmente podremos alzar demasiado la voz. - Yoongi posó un beso en la mejilla de su pareja. - Pero antes me gustaría acabar de ver la exposición. Aquí hay dibujos reales y no solo puntos de colores. ¿Podríamos comprar alguno para nuestra habitación? Es demasiado gris.

—¿Deberíamos cambiar el color de nuestra habitación también? - el magnate volvió a tomar la mano de Yoongi mientras caminaban alrededor del salón admirando los cuadros llenos de paisajes neonizados que representaban las calles comerciales de Seúl. - ¿Qué color te gustaría?

—En realidad me gusta que sea oscura pero cuando te sientes mal creo que no ayuda, cada vez que tus episodios de depresión llegan me da la sensación de que se convierte en un calabozo para ti. Podríamos pintarla de gris claro, no cambiará tanto pero el tono oscuro será modificado y los cuadros que compremos aportarán el color necesario. También podemos poner cortinas blancas en lugar de negras.

Hoseok asintió, pensando en las palabras de Yoongi. Generalmente los cambios le costaban mucho, sin embargo ahora comprendía que su casa ya no era sólo suya y la intimidad de la habitación tenía que ser un lugar cálido para ambos. Su pareja tenía que poner su parte y aportar personalidad a la casa para que se convirtiera en un hogar real.

Suyo. De los dos.

—Hagámoslo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro