Capítulo 57 (parte 2)
" Ahora me arrepiento de los días en los que no sabía lo que era la sinceridad pero solo diré una cosa, todavía sigue siendo amor."
—Jerk (iKon)
Jung Hoseok no tenía pensado olvidar lo que había sucedido con su pareja tan fácilmente en esta ocasión y lo hacía por el bien de ambos, necesitaban encontrar un equilibrio de respeto mutuo en el que hacerse daño nunca fuese una opción incluso si estaban tremendamente enfadados o sumidos en peleas sin sentido. Él sabía que había pedido un chico complicado y aunque Yoongi era exactamente eso, para el magnate existía una gran diferencia entre la dificultad y las faltas de respeto que de vez en cuando ambos cometían el uno hacia el otro. Si bien era cierto que ese muchacho no parecía notar que muchos de sus actos afilados resultaban un poco desquiciantes, también lo era que hasta ese instante el magnate no había protestado porque sabía que sería un acto lleno de hipocresía el simple hecho de hacerlo. La personalidad de Yoongi no era dulce de por sí, a veces podía ser frío y en lugar de echárselo en cara tal vez deberían buscar una armonía que mantuviese sus caracteres en una convivencia leal y tranquila dentro de lo posible.
Jung Hoseok deseaba experimentar al cien por cien lo que una relación de verdad implicaba, a pesar de la ironía que a veces eso le suponía si se paraba a pensar en que literalmente estaba comprando cada uno de los sentimientos. Tendría que mostrar su corazón y pensamientos reales en algún momento. Hablar, necesitaba hablar y comunicarse con Yoon mejor de lo que lo había hecho hasta ese momento.
Hoseok tenía claro que no aprisionaría de nuevo lo que sentía. Necesitaba ser sincero o terminaría por explotar.
-¿Me estás escuchando? - Yoongi estaba sentado en la cama mientras lo observaba teclear en el ordenador con el ceño fruncido. - ¿Puedo ir contigo? Incluso si lo hago solo como empleado... Sabes que este tipo de viajes pueden enseñarme mucho sobre negocios.
El magnate miró a Yoongi y negó amablemente con la cabeza, llevaba las gafas puestas además de la camisa levemente desabotonada. No por el hecho de que sabía que su pareja admiraba su pecho y se excitaba cada vez que vestía así, sino por el simple detalle de que le resultaba cómodo. Y quizás también estaba influyendo el importante detalle de que en los últimos días había estado pensado lo suficiente como para comenzar a sentirse asfixiado con exagerada facilidad.
-Ya te lo he dicho Yoonie, no es necesaria tu presencia. Me encantaría llevarte pero es una reunión urgente y me ayudarás mucho más desde aquí. Tienes un lugar en mi empresa, en mi oficina... Habrá muchos más viajes. - Hoseok suspiró y se quitó las gafas para mirar a su marido. - Lo he dicho varias veces en lo que va de día, siento no poder llevarte.
Yoongi había notado esa nueva frialdad en Hoseok, no le agradaba ver al magnate enfadado por una cantidad de tiempo tan extensa. Ya había pasado una semana desde que habían vuelto del lago y parecía que de repente solo hablaban si el tema concernía al trabajo. E incluso en el trabajo... Hoseok ya no lo invitaba a comer con tanta frecuencia, en lugar de eso tenía que acudir a la cafetería de la empresa solo y sentarse en una mesa a comer esos asquerosos platos precocinados mientras los cuchicheos de la gente lo envolvían como si nadie hubiese notado que en realidad sus palabras eran lo suficientemente altas como para que pudiera escuchar todas y cada una de estas.
"He oído que el jefe ya se ha cansado de él. Hoseoki merece algo mejor, una chica que pueda darle una gran familia. ¿No es eso lo que sus padres habrían querido? ¿Quién heredará sus negocios si se junta con otros hombres? Definitivamente ese chico ha estado jugando con su mente."
Si le dieran dinero por cada vez que lograba captar fragmentos de ese tipo de conversaciones entre las empleadas y empleados de su marido probablemente sería rico. Lo cierto es que en ese instante ni siquiera sabía si quería demostrarle al mundo que Jung Hoseok lo amaba o si temía que en realidad los cotilleos fuesen ciertos y su querido marido ya no sintiese la más mínima atracción por él. Lo que sí sabía es que en algún momento de ese juego de mentiras que ambos habían comenzado, los sentimientos lograron abrirse paso entre los prejuicios. No le gustaba Hoseok por el dinero o porque adorase las cosas bonitas y brillantes que la cuenta bancaria del magnate podía conseguirle, Jung le gustaba por la manera en que trataba de comprenderlo y pensaba cuidadosamente para no ofenderlo nunca. Le gustaba porque a su lado se sentía como un igual y no como un pobre idiota que se veía obligado a robar porque nadie confiaba en que pudiese ser suficientemente responsable para tener un trabajo o aprobar un examen sin hacer trampas.
Yoongi quería a Hoseok por su gran personalidad. Como todos los seres humanos, el magnate tenía sus fallos, sus cosas... En definitiva, como cualquier otra persona, él también fallaba de vez en cuando. Y ese era otro de los motivos que habían captado por completo la atención de Min Yoongi. A su marido no le costaba decir en voz alta que se había equivocado, a diferencia de él. Él realmente jamás lograba sincerarse, incluso cuando se sentía culpable.
-Simplemente llévame, antes de la pelea estabas de acuerdo con que viajar contigo a las reuniones con socios de la empresa podría ser una buena influencia para mí. Sabes que me ayudará a aprender lo esencial. Necesito más que nadie de tu empresa esa experiencia extra si quiero hacer mi trabajo del modo adecuado. Yo no tengo ninguna formación o estudios, tengo mi puesto porque me lo regalaste. Todos lo saben.
Hoseok alzó la mirada, sabía que estaba exagerando y centrando la atención en una pelea que había tenido lugar hace ya varios días. Yoongi tenía razón, ese viaje podría servirle como aprendizaje y ayudarle en el futuro.
Pero la distancia, el modo en el que de repente lo pensaba todo muchísimo más y por supuesto su cuidadosa elección de palabras últimamente, no estaban motivadas por el enfado sino por la necesidad de que el respeto mutuo no fuera roto de nuevo. Ni por su parte, ni por la de Yoongi.
-Está bien, Yoon. - lo miró unos segundos. Su pareja sonreía complacido por obtener una respuesta positiva tras horas insistiendo, probablemente creyendo que de nuevo había ganado la batalla pero para el magnate había batallas mucho más importantes. - Viajaremos todos juntos pero me gustaría que te pegues a Namjoon para que aprendas acerca de los detalles más importantes sobre mis socios en el extranjero. Hay varias reuniones a las que él debe acudir con Seokjin mientras yo cierro tratos. Me has dejado claro que te interesa aprender, así que creo que será bueno que prestes atención a los procesos legales de los negocios. Cuando veas a Nam trabajar y aprender de todo aquello que Seokjin le indica, sabrás a lo que me refiero. Es realmente bueno en lo suyo a pesar de que todavía está haciendo prácticas.
Yoongi suspiró. ¿Qué tan difícil sería lograr el perdón de Jung Hoseok en esta ocasión? Su marido parecía cerrado en banda a darle el cariño que en esos instantes, el chico de los tatuajes quería de vuelta.
Aunque la intención de Hoseok era buena y pretendía obtener una paz estable entre los dos, su tarea comunicativa estaba fallando por completo. Hacía mucho que él no estaba enfadado.
-Está bien, Hobi. Supongo que podremos hacerlo de esa forma si así lo prefieres. - sabía que jugar de nuevo podía ser malo sin embargo era la mejor estrategia para recuperar a su marido. Al magnate le gustaban las personas que luchaban por defender sus ideas, así que sería lo contrario hasta que este comenzase una conversación seria y le pidiese explicaciones ante el extraño comportamiento que planeaba mostrarle.
El magnate suspiró notando lo que Yoongi pretendía. Dejó las gafas a un lado y se levantó, estaba cansado y el viaje hasta Estados Unidos sería largo.
—Haz la maleta, Yoon. Definitivamente viajaremos juntos por asuntos de trabajo, así que debes preparar tu ordenador y papeleo.
Yoongi se encontraba sentado al lado de Kim Namjoon en el avión mientras su marido charlaba sobre cómo llevar a cabo las negociaciones con el vicepresidente de Hope 's Enterprise. Generalmente le daría igual eso, era lo suficientemente mayor como para saber que Hoseok estaba trabajando y ahí él no tenía nada que ver.
No le molestaba que el magnate estuviera siendo responsable y formal, lo que sí le molestaba era tener que escuchar como el notario y el abogado se lanzaban palabras de cariño el uno hacia el otro mientras él se encontraba en el medio como un maldito candelabro sujetando velas.
-¿Es necesario que seáis tan vomitivos mientras estoy delante? - preguntó, girando su mirada hacia Namjoon y Seokjin.
Estos lo miraron confundidos y Yoongi se limitó a suspirar agobiado. Probablemente esos dos ni siquiera eran del todo conscientes acerca de la forma tan empalagosa con la que se dirigían el uno al otro. O puede que él se sintiese un poco más amargado de lo normal esa mañana.
-Me refiero a las muestras de afecto. - explicó. - Afecto público y con una persona sentada en el medio de vuestros asientos.
Jin sonrió y desafiante envolvió los brazos alrededor de la cintura de su pareja a pesar de la complicadísima posición que eso le supuso, provocando una sonrisa instantánea en los labios del notario. Namjoon parecía tener algo más que sentimientos de amor hacia Seokjin, miraba al abogado con admiración. Como si con esos ojos pudiese decirle lo mucho que lo amaba, sin tan siquiera abrir la boca para hablar.
-Solemos ser así nosotros dos. - Namjoon se encogió de hombros. - No tenemos mucho tiempo para nosotros en el trabajo, por lo que procuramos estar juntos siempre que coincidimos. Puedes cambiarte de asiento si te molesta.
Yoongi bufó pero no se movió, Hoseok solía ser así antes del enfado. Siempre encontraba un momento libre en el trabajo para ir a abrazarlo y achucharlo y lo cierto es que le encantaba cuando el magnate dedicaba su tiempo libre a visitarlo. Las personas envidiosas de la oficina siempre ponían los ojos sobre él cada una de las veces en las que esos momentos tenían lugar. A Hoseok le importaba poco estar rodeado de empleados cuando le apetecía besar a su pareja, al fin y al cabo era el jefe. No había ninguna norma que rompiese.
-Iré a revisar el papeleo que tengo pendiente. - dijo finalmente el abogado, acariciando el pecho de Namjoon sobre la camisa de este. - Habla con él y explícale el horario de reuniones que tendrás. ¿Nos vemos más tarde?
-Ve, no es como si pudieras escapar de mí. Estamos en un avión, Jinie.
La pareja se dedicó una suave sonrisa antes de separarse y Yoongi fingió no tener el mínimo interés en lo bien que parecían desenvolverse juntos.
-Parecéis muy unidos. - mencionó cuando vio a Seokjin tomar asiento al lado de Hoseok.
-Lo estamos. ¿Hoseok te ha hablado de su pasado con Jin? - la pregunta había sido inesperada, sin embargo Yoongi asintió al instante.
-Sí, fue la pareja que más le hizo sentir y con quién más duro. Se separaron porque la monotonía hizo rutinario el amor pero aún se quieren y son grandes amigos.
Namjoon asintió mientras rebuscaba en su maletín los horarios que había mencionado el abogado.
-Sí, realmente tienen una muy buena relación de amistad aún ahora. - Namjoon puso el horario sobre la mesita del asiento del avión y miró a Yoongi. - Yo también negué lo que sentía por Jin al inicio, Hoseok nos ha comentado que está teniendo problemas para lidiar con tus sentimientos y los suyos. Todos hemos visto que tenéis química Yoongi, si sientes algo por él no esperes a que sea demasiado tarde y vuestro contrato finalice. Disfruta tú también del matrimonio, aunque sea sólo durante unas semanas.
-¿Debería enfadarme por el hecho de que Hoseok ha ido a contar nuestros problemas a su ex novio en lugar de hablarlo conmigo? - sí, a Yoongi le molestaba que el magnate no pudiese guardar los secretos de la intimidad para ellos mismos. Entendía que le gustase recibir consejos pero detestaba que sencillamente de su boca se escapase cada situación que compartían. Era su matrimonio y debían arreglar cada pelea hablando entre ellos, no con el resto del universo.
Namjoon se mantuvo en silencio durante unos segundos antes de comenzar a hablar.
-¿Quieres conocer otro factor que los llevó a separarse? - Yoongi asintió con curiosidad real, mirando al notario. - Eran demasiado iguales. Así que si aceptas un consejo de mi parte, para que Hoseok vuelva a ser el mismo de siempre tan solo necesitas hablarle con sinceridad. Si de verdad le muestras que tienes intención de buscar soluciones a vuestros problemas y estás verdaderamente arrepentido por lo que sea que hayas hecho mal en el pasado, te perdonará y pedirá disculpas por lo que él también haya hecho mal. Ellos funcionan de la misma forma. Quieren a alguien fiel y sincero.
Yoongi no pudo evitar pensar en que en realidad Hoseok le había pedido desde el inicio lo contrario, un matrimonio falso con emociones basadas en mentiras. Aunque por supuesto cuando iniciaron el juego hace más de seis meses la cosa iba sobre un chico cansado del amor rutinario, ahora parecía ir acerca de dos personas implicadas emocionalmente la una con la otra y los sentimientos siempre los llevaban hacia una necesidad más intensa e íntima que al inicio. Necesitaban más que solo la mentira. Sus corazones pedían realidad.
-Es complicado. Él sabe que hay ciertas cosas de mi pasado que me impiden poder estar con él al cien por cien. Puedo intentarlo, pero no prometerle un futuro conmigo con total seguridad. No entiendo por qué se enfada.
-Quizás haya más cosas que lo hacen enfadarse Yoongi, muchas veces nos enfadamos por tonterías. ¿Te parece que Jin y yo tenemos un buen equilibrio de pareja? - dijo el notario. - Pues generalmente lo que nos hace perder ese equilibrio son las cosas más estúpidas que te puedas imaginar. Ya te dije que se parecen, ellos suelen acumular el malestar hasta que explotan. Es probable que si ahora está enfadado no sea por el detalle de que no puedes prometerle un futuro sino por...
-Por acumular, lo entiendo. De todas formas Hoseok suele tomarse las cosas con calma, sé que me perdonará.
Namjoon sonrió antes de cederle el horario de reuniones a Yoongi y miró a su pareja hablar con el magnate. Sabía que muy probablemente Hoseok ni siquiera estaría enfadado a esas alturas, pero prefirió no interferir.
-Suerte, a Jin suelen durarle varios días este tipo de enfados pero Hoseok parece más abierto a dialogar... Simplemente sé sincero y tratalo con cariño real, servirá para ablandarlo si es necesario.
Yoongi sonrió, agradecía los consejos pero al final de cuentas él conocía mucho mejor a Hoseok de lo que lo hacía Namjoon y su estrategia estaba lejos de la sinceridad o la amabilidad. Se trataba de jugar de nuevo, de hacerle notar a Hobi cuanto lo necesitaba. Porque Yoons lo sabía, conocía el modo en el que el magnate reaccionaba cuando se alejaban demasiado. Para que Hoseok lo perdonase solo debía hacerlo sufrir un poco con sus juegos. Era arriesgado y tal vez una decisión absurda, pero también era el camino más rápido.
Oh, le daba tantísimo miedo intentarlo.
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