Capítulo 55
"No eres ningún casanova, te tengo que dejar ir. Pégame en el lado ciego, déjame en el suelo. Ahora puedo ver la luz clara, mi cuerpo enfriándose. Hay algo en tu caricia que hace que no pueda dejarte solo. "
-Casanova
(Allie X ft Vérité)
La culpabilidad comenzó a asentarse en la mente de Yoongi en el instante en que sintió el frío durante la noche, Hoseok no estaba durmiendo a su lado y por motivos que no llegaba a entender eso le afectaba a su estado anímico llegando al nivel causarle frío. Él estaba acostumbrado a los abrazos durante la noche, a la embriagadora calidez que emanaba el cuerpo del magnate. La compañía que este le aportaba no se podía comparar con ninguna otra.
-Agg, ese idiota no va a venir. - Yoongi se levantó de la cama y se revolvió levemente el cabello con exasperación.
Las situaciones como esa comenzaban a volverlo loco. A pesar de querer hablar de sus sentimientos nunca podía y no era por falta de oportunidades sino porque sencillamente las palabras siempre parecían atrancarse en sus cuerdas vocales. Ese miedo a que las personas lo juzgasen seguía vivo en su memoria, incluso si se empeñaba en fingir que lo que el resto del mundo pudiera llegar a pensar sobre él le daba igual. Lo cierto es que como todas las personas del mundo, muchas veces era esclavo de los "qué dirán". El yugo de la sociedad era muy difícil de apartar de su nuca.
Todavía adormilado encendió la luz y salió de la habitación. Quería hablar con su hermano, nunca habían tenido conversaciones demasiado profundas pero por algún motivo ahora le parecía un buen momento para desahogarse con alguien que nunca pudiese juzgar sus sentimientos y ese, sin ninguna duda, era Min Jungkook. Si no podía esforzarse en dejar salir sus sentimientos reales para su pareja, al menos podría hacerlo para su hermano.
Los pasillos de la cabaña eran cortos pero con las luces apagadas y el viento sonando en el exterior la sensación de que se alargaban había comenzado a aparecer con cada uno de sus pasos. Yoongi suspiró, por raro que sonase el chico de los tatuajes solía tener muchos miedos y uno de estos era la oscuridad. Si le añadía a la ecuación el hecho de que se encontraban en una casa que casi no conocía, cercana a un lago como en todas esas películas americanas en las que los protagonistas morían uno a uno... Bueno, sabía que la probabilidad de que un asesino apareciese era casi nula pero eso no evitaba su miedo. Así que correteo a través del segundo piso hasta llegar a las escaleras como lo había hecho tantas veces en su casa cuando era un niño pequeño y sus padres estaban todavía vivos. Vivos para alzarlo en brazos y para decirle que no le pasaría nada malo.
Si no fuese porque era de madrugada y no quería llamar la atención de Hoseok, dónde fuese que este estuviera durmiendo, habría encendido la luz y corrido con toda la rapidez posible hasta la habitación en la que se quedaba su hermano.
-¿Qué haces? - Yoongi dio un respingo cuando su hermano pequeño salió del baño y lo miró extrañado. Tenía las marcas de las sábanas de la cama en la cara, todavía.
El mayor de los Min suspiró y se acercó a este, en realidad agradeció en silencio el haber sido encontrado antes de tener que seguir buscando a oscuras por la casa hasta llegar a la habitación en la que dormía Jungkook.
-Quiero hablar contigo, vamos abajo.
Jungkook protestó en medio de un bostezo pero no se negó del todo a seguir a Yoongi hasta el primer piso de la cabaña.
-¿Debería hacer café?
Yoongi estaba inquieto y probablemente el café no fuera la mejor opción para eliminar de su interior esos nervios que lo llenaban de inquietud, tan solo suponía una forma rutinaria de comenzar una conversación con su hermano. Por suerte este negó, ninguno de los dos quería pasarse el resto de la noche despierto.
Sin embargo unos segundos después Yoongi ignoró la respuesta de su hermano y su propio instinto cuando decidió caminar hacia la cocina. El pequeño de los Min se vio obligado a seguirlo en medio de protestas, no entendería nunca el modo en el que siempre era ignorado cuando le pedían su opinión.
Jungkook ciertamente quería volver a la cama para seguir durmiendo, Taehyung todavía pensaba que estaba enfermo y eso le daba cierta ventaja a la hora de obtener algunos cariñosos achuchones sin tener que fingir desagrado o ser demasiado maduro para ello. El chico se había pasado horas masajeando su espalda y dejando besos mimosos por todas las partes de su cara. En su estado natural Jungkook habría fingido que le molestaba, incluso si recibir amor era todo lo que había ansiado desde el instante en el que la muerte de sus padres dejó un vacío en el interior de su pecho que nadie había logrado llenar todavía.
-¿De qué quieres hablar? - Jungkook preguntó finalmente, rindiéndose y tomando asiento en una de las sillas de madera de la cocina.
-¿Crees que la promesa que le hice a Jimin es absurda? - Yoongi estaba dándole la espalda y sus manos habían comenzado a temblar inesperadamente. El nudo en su garganta por lo sucedido esa tarde estaba empujando sus ganas de llorar hasta casi provocarle las lágrimas.
Jungkook fingió no estar sorprendido por aquello, aunque conocía a su hermano no habían sido muchas las ocasiones en las que este había abierto el corazón con sinceridad en su presencia. Yoon prefería fingir ser fuerte e intocable y de alguna manera el propio Jungkook había heredado ese estúpido comportamiento mientras crecían. Ahora que Yoongi estaba realmente dispuesto a hablar del tema, tras tantos años, era necesario aprovechar la situación para dar su más sincera opinión al respecto. Para ayudarle a ser feliz de una maldita vez por todas si es que era posible.
-¿Hace cuánto hiciste esa promesa? Seis años al menos... No puedes cumplir promesas como esas. No controlas quién te gusta o de quien te enamoras. - Jungkook lo sabía mejor que nadie. - Si pudiéramos escoger eso todo sería mucho más fácil. Y además... ¿No has escuchado nunca que uno puede amar a más de una persona al mismo tiempo? Que ames a Hoseok no significa que ya no amarás a Jimin o a lo que su memoria representa para ti.
Yoongi sirvió el café mientras escuchaba atentamente las palabras de su hermano.
-Yoongi, el amor a veces no es exclusivo. Quizás la moralidad nos diga que sí pero amar a más de una sola persona no es malo. Hay muchas civilizaciones en las que el poliamor existía. Te lo he dicho. No tienes que dejar de amar a Jimin para poder amar a Hoseok, la promesa en sí era que le serías fiel y mientras tus sentimientos por él no cambien lo serás.
-¿Y si mis sentimientos cambian al admitir que siento algo por Hoseok? - dijo Yoongi, todavía sin mirar directamente a su hermano pequeño.
Jungkook suspiró y se acercó al lugar en el que este se encontraba apoyado. Posó una mano sobre su hombro, tratando de darle un poco de apoyo. Los dos eran torpes en el terreno emocional pero desde hace mucho solo confiaban el uno en el otro y eso debería servir de ayuda para que su charla llegase a algún sitio. La única familia que conocían y tenían eran ellos mismos. Nadie más, de momento.
-No creo que dejes de quererlo Yoons, si algo tengo claro es que esa promesa no la hiciste tan solo por sentir culpa acerca de lo que sucedió. Realmente lo amabas, la pasión tiene caducidad pero el amor permanece. - Jungkook sonrió al notar que Yoongi parecía pensar en sus palabras. - E incluso si dejas de querer a Jimin... No es algo que puedas controlar y mucho menos algo por lo que tengas que castigarte.
Yoongi se llevó la taza de café a la boca y antes de dar un largo trago sopló para enfriar el líquido, las manías de Hoseok también habían empezado a colarse en su vida. Al chico de los tatuajes siempre le había gustado el café frío y muy amargo. Ahora las cosas habían cambiado, actualmente el café tan solo le gustaba si estaba tibio y llevaba azúcar, como Jung Hoseok se lo preparaba cada día en el trabajo. Estaba acostumbrado a la dulzura que antes rechazaba.
-¿Y qué pasa si Hoseok no quiere seguir con esto después de que le confiese lo que siento? Desde el principio quiere algo complicado, podría aburrirse cuando me tenga en la palma de su mano.
-O tal vez no. Piensas demasiado Yoongi y es muy tarde, quiero irme a dormir.
Yoongi detuvo a su hermano cuando este comenzó a caminar.
-¿Y qué hay de ti con Tae? - la pregunta había pillado desprevenido a Jungkook. Claro que Yoongi sabía que pasaba algo entre ellos pero el pequeño de los Min nunca se habría esperado que este fuese a decir algo al respecto.
-Nada serio. Nos gusta recibir cariño el uno del otro. No hemos hecho nada raro, no hemos hecho casi nada si te soy sincero.
Yoongi sonrió y levantó una ceja, poniendo a Jungkook nervioso en el acto.
-¿Estás seguro? He probado a Hoseok y es realmente bueno, tal vez tengan eso en común. Son hermanos.
-Yoongi no digas eso de nuevo. Yo soy tu hermano y no me meto en la cama cada vez que me excito. - protestó Jungkook. Tenía curiosidad por saber cómo era Taehyung en ciertos aspectos, pero no se le había pasado jamás por la cabeza el imaginar que si Hoseok era buen amante ese chico también lo sería.
-Y porque eres mi hermano más te vale tomar el control cuando lo hagáis. - Yoongi sonrió en alto por la propia ironía de sus palabras. Él solía darle todo el control a Hoseok, de hecho poder dejarse hacer lo relajaba y llenaba su cuerpo de tranquilidad. No tenía que fingir ser fuerte cuando los brazos del magnate lo rodeaban.
-No es que sea muy difícil con Taehyung. - si tan sólo su hermano o el propio Tae supiesen que Jungkook se debilitada por completo con los besos. Su naturaleza no era dominante, no al menos en la cama. No cuando un simple beso en el cuello lo hacía querer gimotear y retorcerse bajo el cuerpo de quien lo estaba besando.
Yoongi sonrió y volvió a beber de la taza de café. Quizás los hermanos Min siempre habían estado sedientos de amor, de todo ese cariño sin el que habían crecido y sin el que ahora sentían que sus vidas no tendrían sentido.
-¿Viste a dónde fue Hoseok antes de subir a la habitación?
-Creo que está en la estancia del final del pasillo de arriba, Tae fue allí para charlar con él antes de irnos a la cama.
El chico de los tatuajes asintió, parecía nervioso de nuevo por lo que Jungkook lo miró rápidamente y salió de la cocina sabiendo que ahora los objetivos del mayor estaban en llegar hasta el magnate. De hecho, Yoongi parecía dispuesto a hablar con sinceridad con su pareja al fin y si eso ocurría tan solo podía desearle suerte. A pesar de que Jungkook seguía teniendo sentimientos por el magnate, todavía quería ver a su hermano feliz. Era lo más importante para él.
Los dos hermanos Min habían compartido la dureza de la vida real y solitaria. Así que nunca le quitaría la felicidad por egoísmo. No cuando ni siquiera estaba seguro de amar completa y desesperadamente a Hoseok, o no de la misma forma en la que quería a su hermano mayor al menos.
Hoseok no podía dejar de dar vueltas en la cama, había demasiadas cosas que atacaban su mente y su tranquilidad. A cada día que pasaba se sentía más y más tonto por haber usado a Yoongi y peor todavía, por pretender obtener amor falso y después ansiar algo real por parte del muchacho. Estaba claro que ofrecerle dinero había sido una especie de extorsión. Nadie en su sano juicio habría rechazado la oportunidad de tener una vida cómoda a cambio de un par de abrazos y besos cuando realmente necesitaba el dinero para forjar el futuro de su hermano. O eso creía el magnate.
Si en sus manos estuviera la oportunidad de cederle el mejor futuro posible a Tae, él daría cualquier cosa. Incluso su bienestar y su orgullo.
-Hoseok. - la voz de Yoongi seguida de varios toques en la puerta captaron su atención. La única forma que encontró para responder sin delatar lo muy confundido y culpable que se sentía, fue recostarse en la cama y fingir estar dormido. Quizás eso le diera un poco de tiempo extra para seguir pensando hasta que amaneciese.
Tenía la esperanza de que su pareja captase el mensaje y se fuera, no quería perdonarle tan rápido el empujón pero mucho menos quería perdonarse a sí mismo por darle importancia a algo así cuando él había provocado una reacción desmesurada a través de actos egoístas. Yoon había dañado mucho más su interior que su exterior y aunque quisiera no podía dejar de pensar en lo que le dolería separarse de ese chico cuando el año exacto pasase. Porque pasaría, en algún momento lo haría.
Sin embargo y a pesar de sus esfuerzos, Yoongi entró en la habitación. El chico cerró la puerta sin hacer más ruido que el de sus pasos lentos y el magnate notó como la cama se hundía a su lado. Por unos segundos la tentación de girarse para abrazarlo casi le ganó a la cordura. Debía empezar a controlar sus sentimientos un poco más si no quería salir perjudicado de nuevo.
-Hobi. - Yoongi acarició lentamente el cabello del magnate, quien todavía le daba la espalda. - Lo siento por lo de hoy. - confesó, creyendo que Hoseok estaba dormido. - Me llevará un tiempo ordenar mis emociones pero prometo hablarte de mis sentimientos cuando aclare un poco todo lo que hay dentro de mi cabeza actualmente. Solo necesito tiempo.
El corazón de Hoseok latía con fuerza en su pecho y la tentación seguía aumentando. Necesitaba abrazar a su pareja y decirle que estaba bien, que ya no se sentía enfadado pero lo cierto es que aún quedaba un poco de rabia en él debido a los acontecimientos de esa tarde. No quería olvidar tan rápido o de lo contrario no podría analizar bien la situación, confundido por su amor hacia el chico de los tatuajes. Y a la par tampoco quería sentir rabia, porque sencillamente no había una sola excusa para sentirla.
-Es raro hablarte mientras duermes pero por ahora siento que es la única forma en la que podré ser sincero. Al menos estoy diciéndolo en voz alta. Eso siempre es un buen progreso, o eso creo. - Yoongi se recostó a su lado. Hoseok podía sentir la respiración tibia de este chocando contra su nuca, abrazándolo. - Quiero pensar bien las cosas antes de hacer tonterías como la de hoy. Exploté porque no sabía como afrontar mis dudas y lo pagué con la persona que justamente jamás lo ha merecido. De veras, lo siento.
No hubo más palabras después de eso, tampoco el magnate abrió su boca para hacerle saber a Yoongi que estaba despierto y comprendía sus miedos. En cambio, todavía fingiendo estar dormido se giró en la cama buscando la calidez del cuerpo de su pareja. A pesar de todo aún apreciaba que Yoongi comenzase a hacerse preguntas y a trabajar en sus sentimientos. Él haría lo mismo, él también trabajaría en cuestionarse a sí mismo las acciones que los habían llevado hasta el lugar en el que se encontraban. Trabajaría en conocer y expresar mucho mejor sus sentimientos.
-Así dormido te ves un poco lindo. - Yoongi sonrió, acariciando las mejillas del magnate. - Pero solo un poco, Hobi.
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