Capítulo 46
"Bien, estoy tan por encima de ti, es bueno saberlo pero he venido a quererte de todas formas. Así que desgarras mi corazón y no me importa sangrar."
—Lonely Boy (The Black Keys)
Taehyung se dejó caer sobre la cama y suspiró audiblemente, Hoseok no lo había ido a visitar esa tarde por lo que empezaba a preocuparse. Su hermano siempre mantenía las promesas y le había jurado visitarlo todos los días.
Se revolvió el cabello antes de quitarse la camisa y caminar hasta el baño, una pequeña sonrisa cubrió sus labios al notar que Jungkook había vuelto a dejar marcas de besos en su torso. Al chico le gustaban ese tipo de gestos incluso sabiendo que no implicaban más que simple diversión, pero incluso con eso a Taehyung comenzaba a dolerle la idea de ser un simple juguete para superar a Hoseok. Sus sentimientos eran algo con lo que ya ni siquiera era capaz de lidiar, si la razón estuviese mucho antes que su corazón entonces podría apartarse ahora que no era demasiado tarde. El problema residía en que a pesar de que sabía que su juego con el hermano de Yoongi estaba cargado de peligro por el profundo cariño que comenzaba a profesar hacia ese chico y que definitivamente no llegaría de su mano a ninguna línea de meta, todavía se negaba a dejar ir las sensaciones de alivio que le provocaba tener a una persona a su lado con la que poder abrazarse para olvidar el frío de los malos momentos que de vez en cuando aparecían incluso en una vida llena de riqueza como la suya.
-Taehyung. ¿Qué estáis haciendo? - dijo mirándose en el espejo. Una vez más teniendo que reprenderse a sí mismo por decisiones que él había tomado sin tenerse en cuenta. Se estaba poniendo la zancadilla sin la ayuda de nadie más.
A pesar de que fingía ser fuerte ante Jungkook, aún sentía la timidez y el miedo quemándole el pecho en cada ocasión que compartían una conversación. A eso se le sumaba el dolor que le ocasionaba saber que ante el resto del mundo Kook seguiría tratándolo como un niño rico idiota, en su estúpido intento por construir una imagen de fortaleza equivocada que ni siquiera debería estar ahí. Daba igual cuanto tiempo pasara o sus esfuerzos por demostrar que cuando confiaba en las personas no había rastros de tartamudez, pánico o mutismo en su personalidad. Jungkook continuaba siendo una persona impredecible que lo hacía tambalearse, completamente bueno en la intimidad pero un villano de la cabeza a los pies ante el resto del mundo.
Antes de entrar en la ducha, Taehyung tomó su teléfono y marcó el número de su hermano. Solo necesitó un par de segundos hasta que este contestó.
-Hoseok. - sus labios habían formado un puchero inconsciente. - No has venido hoy.
-Tae, también necesito hablar contigo pero no estoy del todo bien. - la voz de Hoseok definitivamente sonaba afectada. - Ya sabes... Estoy en uno de esos momentos de dolor que de vez en cuando me atacan.
Al instante la preocupación cubrió la mirada del pequeño de los Jung. Conocía a su hermano y por lo tanto era plenamente consciente del estado de depresión que pululaba alrededor de este desde años atrás. La muerte de sus padres había dejado muchas marcas en sus almas.
-¿Puedo ir a verte? - dijo rápidamente, la preocupación obvia filtrándose a través de cada una de sus palabras.
-¿Quieres venir? - Hoseok sonaba un poco más animado a través de la línea. Necesitaba abrazar a su hermano pequeño. - Mandaré a Yoongi a por vosotros, quiero estar contigo. Oh... Y ponte ropa que pase desapercibida. Nada de Gucci hoy.
Taehyung frunció el ceño pero asintió entendiendo lo que Hoseok quería decir. Quizás llevar Gucci o Givenchy a un barrio pobre podría resultar demasiado egocéntrico a la par que provocador.
-Voy a darme una ducha. Le pediré a Jungkook que me deje algo de ropa.
-TaeTae. - Hoseok llamó su atención antes de que colgase el teléfono. - Le pediré a Yoongi que me tatue, en Italia lo estuve pensando pero pasaron demasiadas cosas. Quiero hacerlo y me gustaría saber tu opinión. Sé que eres una de las pocas personas en el mundo que puede hablarme con total sinceridad.
-No me gustan los tatuajes. - al menos no le gustaban sobre su piel. Recordaba todavía las estrictas normas de sus padres y sentía ganas de llorar tan solo pensando en lo que había sucedido durante su infancia, cuando se atrevió a dibujar un gatito con rotulador sobre una de sus manos. Su madre limpió la tinta con estropajo y lejía haciéndole una herida, desde aquel momento Tae odiaba sangrar o cualquier similitud con los tatuajes. - Pero tienen que gustarte a ti Hobi, solo... Asegúrate de que no sea demasiado significativo o te pasarás el resto de tu vida recordando el porqué lo hiciste.
-Lo tendré en cuenta Tae, creo que es un buen consejo. - Hoseok respiró hondo. - Iré a decirle a Yoongi que os recoja en un taxi, trae el dinero justo.
-Está bien. Nos vemos pronto, Hobi.
Tras eso ambos colgaron la llamada. Muchas personas de la prensa coreana creaban artículos acerca de que la buena relación entre los hermanos Jung era una mentira o sobre que en realidad los dos mantenían una secreta rivalidad por la herencia del imperio empresarial de sus abuelos, sin embargo nadie sabía con certeza lo bien que se llevaban en realidad. Hoseok y Taehyung habían crecido apoyándose el uno en el otro, su amor superaba cualquier herencia o mansión. Le daban igual las riquezas, las tierras o las casas mientras pudieran tenerse el uno al otro.
Taehyung entró en el baño y dejó que el agua tibia relajase su cuerpo. Todavía le dolía la cabeza, así que probablemente necesitase descansar y quedarse en casa la siguiente mañana. El problema era que no sabía relajarse sin sentirse nervioso, necesitaba hacer algo las veinticuatro horas del día. Tras casi una hora en la que se limitó a escuchar música mientras las gotas resbalaban por su espalda calentando su cuerpo, decidió salir e ir a buscar a Jungkook. Con el corazón un poco más relajado y la necesidad de poder ver a su hermano cubriendo las dudas que siempre lo llenaban cuando pensaba en el menor de los Min.
-Jungkook... - sus nudillos tocaron levemente la puerta entreabierta de esa habitación que cada vez conocía con mayor precisión.
En el momento en que el hermano de Yoongi percibió a Tae entrando por la puerta de su habitación con el cabello húmedo y su torso delgado al descubierto se relamió los labios. Siempre acababan besándose, daba igual si después se proponían no volver a hacerlo.
Así que no pudo evitar fijar sus ojos en la cadera del chico. Taehyung era delgado y su torso no estaba demasiado trabajado, sin embargo una hermosa uve marcada en la parte inferior de su abdomen lograba hacer de su cadera un perfecto punto de atención. Además de eso los lunares posados en los puntos más estratégicos posibles generaban una especie de cuadro perfecto, el cuerpo de Tae era sencillo y precioso. Al menos eso creía Jungkook en cada ocasión que podía fijarse bien en él con cierta atención.
Los hermanos Jung realmente gozaban de buenos genes. De eso no le cabía ninguna duda.
-¿Sucede algo? - preguntó fingiendo desinterés.
-Hoseok se siente mal. - con esa respuesta Jungkook se levantó como un resorte de su silla de ordenador. - Así que iremos a la zona donde están viviendo esta semana. Yoongi vendrá a buscarnos... La cosa es que Hoseok me ha pedido que lleve ropa simple y no tengo demasiada. ¿Puedes dejarme algo?
Jungkook asintió rápidamente, estaba feliz porque podría ver a Hoseok después de tres días. Sabía que exageraba y que ese amor que le profesaba tendría que ser mantenido en secreto ante el magnate pero deseaba recibir sus caricias y halagos de parte de este. Estaba como loco por informarle de que lo habían aceptado en la competencia de baile, que el equipo de baloncesto estaba venciendo en todos sus partidos y sus notas eran sobresalientes.
Taehyung solo observaba, a veces le daba la sensación de que Jungkook estaba confundido. ¿Cómo alguien podría enamorarse de una persona que te trata como a un hijo? Ante su mirada Hoseok siempre parecía ejercer de padre con el hermano de Yoongi.
-Kook... - Jungkook miró a Taehyung mientras seleccionaba algunas prendas de ropa que bajo su criterio personal podrían verse bien en el jinete. - Eras muy pequeño cuando tus padres murieron, ¿verdad?
-Sí... Más o menos, no recuerdo demasiado pero debía tener unos nueve o diez años. Yoongi me llevó a casa de mis tíos después de eso y cuidó de mí.
Tae asintió, para ser un estudiante que pretendía convertirse en psicólogo Jungkook no parecía tener demasiadas luces con respecto a ciertos temas que se ligaban a su vida personal y sentimientos. Pero lo cierto es que en general el pequeño de los Min no lograba mostrar abiertamente nada sin que la presión lo hiciese estallar, el jinete lo había visto muchas veces reteniendo sus sentimientos de forma voluntaria.
Min Jungkook era una maldita bomba de relojería todo el tiempo.
-¿Tienes muchos recuerdos con ellos? Quiero decir... Yo los tengo pero la mayoría son traumáticos, así que no sé si se debe a que afectaron a mi mente o a que era lo suficiente mayor para recordar con claridad hasta la actualidad. Si tuviese que ponerlos sobre una balanza, esta siempre se inclinaría a favor de los malos recuerdos.
Jungkook se acercó a Tae con una camiseta y lo ayudó a vestirse poniendo cuidado de no rozar las heridas de su cabeza, mientras lo escuchaba hablar sin interrumpir la reflexión que este se encontraba realizando en voz alta. Lo observó unos segundos antes de negar y alcanzar otra camiseta de un tono similar a los que el chico generalmente llevaba.
-No lo sé, yo tan solo recuerdo algunas cosas. Sé que papá solía cocinar mientras mamá nos ayudaba con los deberes o que nos llevaban al parque los fines de semana. - añadió el pequeño de los Min. - Me venían a buscar al colegio en nuestro viejo Kia y papá presumía porque había ahorrado para un coche caro como el de muchos de los padres de mis amigos... Son cosas aleatorias.
Taehyung asintió pensando en cómo su hermano trataba a Jungkook.
-¿No crees que lo tuyo con Hoseok es más como un complejo de Edipo? - fue demasiado directo, lo sabía pero también sabía que con Jungkook las frases edulcoradas nunca funcionaban del todo bien.
El menor de los Min golpeó con uno de sus dedos levemente la frente de Taehyung y se arrepintió instantáneamente cuando este hizo un involuntario gesto de dolor.
-¿Te ha dolido mucho? Lo siento, olvidé tus heridas. - Jungkook le apartó el cabello de la frente, observando la cicatriz que debería estar cubierta con las enormes gasas que Taehyung se negaba a llevar en el instituto. - Está curándose bien...
-Idiota. - Tae le sonrió poniendo cara de niño travieso y una vez más Jungkook se vio atraído por los labios húmedos a la par que rosados del hermano de Hoseok. Eran perfectos cuando sonreía y se los mordía nervioso.
Lo besó con lentitud, mientras le acariciaba con los dedos de la mano el cuello y se olvidaba de la pregunta que este había hecho minutos atrás. Taehyung se dejó hacer, encantado con la forma tan delicada en la que Jungkook lograba rozar los labios de ambos haciéndolo suspirar y querer más.
-No tengo ningún complejo de Edipo. - susurró finalmente, apartándose levemente de Tae. - No le des demasiadas vueltas a eso.
-Pero... Hoseok se porta como un padre contigo y a ti te gusta por eso.
Jungkook negó divertido antes de volver a besar a Taehyung, disfrutaba callando de esa forma al muchacho. Era sumamente encantador ver como Tae trataba de tomar aire para acabar las frases y sin embargo se quedaba atrapado en los besos.
-Nunca he dicho que Hoseok me guste por como me trata, Tae. - susurró en su oído. - Tú y tu hermano tenéis el concepto equivocado. Ni yo ni Yoongi queremos un héroe que venga a rescatarnos, me gusta el cariño de Hoseok pero también su físico o la forma en que se ve jodidamente bien cuando hago algo que no le gusta y tiene que lidiar con mi mala actitud.
Taehyung apartó a Jungkook de su cuerpo y se quitó la camiseta.
-Dame otra cosa, esto es como todo lo que suelo llevar. No quiero un suéter... La de Nirvana me gusta, escucho su música pero nunca he llevado ropa de grupos. Quiero esta.
Jungkook negó con la cabeza, un poco incrédulo por la forma de actuar cambiante de Taehyung mientras reía.
-Úsala si quieres. ¿Algo más que quieras?
Tae negó.
-Creo que ir a un lugar dónde la gente sufre por la pobreza con ropa de lujo me haría sentir mal. Gracias por prestarme esto.
Jungkook suspiró, no le gustaba cuando los hermanos Jung fingían sentirse mal por su exclusiva riqueza. No podía creer que alguno de esos millonarios pensase en los que no tenían nada. Y Taehyung al igual que Hoseok, había crecido en una casa de oro.
-¿De veras te preocupa esa gente?
-La mayoría del tiempo no porque tiendo a mantenerme encerrado en esta burbuja que es mi casa y mi vida diaria, pero en ciertas ocasiones siento vergüenza de vivir con tanta cantidad de dinero. Cuando Hoseok me lleva a visitar hospitales que necesitan ser financiados o barrios que se han quedado destruidos por tormentas... Puedes creer que te miento pero sencillamente me doy asco a mi mismo. - Taehyung bajó la mirada. - A veces la gente nos insulta. En una ocasión Hoseok estuvo en un juicio por coches defectuosos, salió ganando por nuestro abogado a pesar de que no tenía del todo la razón. Los afectados me tiraron agua fecal y huevos podridos, tardé casi dos años en olvidar ese olor. Fue la primera vez que comprendí porque la gente odia a los que tenemos dinero, me he llegado a gastar en una camiseta lo que otros tienen para varios meses... Antes no me sentía mal pero ahora... A pesar de todas las donaciones que hacemos...
-Está bien Tae, te creo. No es vuestra culpa tener dinero pero la sociedad es injusta y eso hace que las personas se acaban agotando de trabajar para no obtener nada a cambio. A veces es sencillo atacar a cualquiera que parezca un poco más privilegiado. Yo lo hago todo el tiempo sin tan siquiera darme cuenta.
Había otra cosa que Jungkook descubrió acerca del pequeño Jung, algo que Hoseok le advirtió hace mucho. Cuando un pensamiento se le metía en la cabeza a Tae, eso lo obsesionaba hasta hacerlo sufrir.
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Hiiii!!!
Sé que esperabais Yoonseok pero quería avanzar un poquito la parte Vkook , así que si mañana tengo tiempo subiré la parte de Yoongi y Hoseok.
Un beso, Mel 😘
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