Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 44

"A veces pienso en rendirme pero no puedo, simplemente no está en mi sangre. "

—In My Blood (Shawn Mendes)


La lluvia había comenzado a caer con fuerza cuando Hoseok y Yoongi llegaron al bloque de pisos en los que vivía Kihyun, todo a su alrededor olía a humedad de la misma manera en la que lo había hecho el apartamento de los Min un par de días atrás. El magnate tuvo que hacer uso de la actuación para fingir que ese olor tan asfixiante no lo estaba haciendo querer volver a su cómoda mansión. En la última semana había aprendido que definitivamente había crecido en un hogar afortunado. Si el dinero no proporcionaba felicidad como mínimo podía comprarla. Él era el mejor ejemplo de ello.

-¿Qué tienes? - Yoongi frenó sus pasos mientras avanzaban por las escaleras y apartó de los ojos de Hoseok el flequillo levemente húmedo a consecuencia de la lluvia que los había atrapado de camino al lugar en el que Kihyun residía.

El magnate podría mentir y decir que no le gustaba ver a su marido de esa forma; atento, calmado y sin una pizca de seriedad, pero lo cierto es que ya se lo había mencionado en más de una ocasión.

-No es nada, hace frío y los dos nos hemos mojado. - el magnate se revolvió levemente bajo la cazadora negra y miró directamente a los ojos a Yoongi, quién mantenía la mano sobre su mejilla y acariciaba levemente su piel tibia.

Oh, esas muestras de afecto habían comenzado a volverse rutinarias con el paso de los días. Parecían tan naturales que Hoseok en ocasiones terminaba sintiéndose tremendamente confundido por las acciones del mayor de los Min.

-No te gusta el olor a humedad. Sé eso. - el chico de los tatuajes sonrió levantando una ceja, era plenamente consciente de que Hoseok odiaba la humedad después de verlo haciendo gestos de desagrado y limpiando las paredes de su apartamento con insistencia. El piso en el que vivían estaba repleto de manchas grisáceas causadas por el evidente ambiente húmedo. - Cuando entremos en el piso de Kihyun no lo notarás. Le gusta gastar el dinero en su casa, así que tiene algunos deshumidificadores que conecta durante la madrugada para que el sitio no se sienta demasiado frío durante el día.

Hoseok asintió y tomó la mano de Yoongi para posar un beso sobre la palma de esta, lo cierto es que no había muchas cosas que él sintiera insoportables pero cuando se trataba de la humedad... Simplemente sentía que esta le calaba el cuerpo hasta hacerlo sentirse completamente congelado.

El chico de los tatuajes volvió a sonreír para a continuación entrelazar sus dedos con los del magnate. Le gustaba mantener el control, tomar la mano de su marido para guiarlo hacia todos los sitios que quería visitar. Daba igual si solo tenían que subir escaleras, poder tomar su mano y sentir la forma en la que los dedos de ambos encajaban a la perfección, era algo que ya no podía evitar.

Hoseok se limitó a dejar escapar una pequeña carcajada en alto tras percibir la acción del contrario y apuró sus pasos sintiendo como alguien abría la puerta a unos escalones de distancia. Miró a Yoongi, este tenía la vista puesta en el frente y la chaqueta que llevaba lograba que la amplitud de sus hombros destacase de una forma que hacía sentir al magnate necesitado de nuevo. Últimamente no lograban permanecer juntos sin tocarse o besarse, habían entrado en esa fase del romance en el que su pareja siempre resultaba un tema erótico sin precedentes. Si Yoongi mordía el piercing de su labio la mirada de Hoseok se posaba con lujuria sobre este, cuando el magnate se levantaba desnudo en las mañanas y entraba en el baño dispuesto a tomar una ducha para entrar en calor el chico de los tatuajes no lograba apartar la tentación de seguirlo. Le gustaba ver cómo se vestía, cómo se peinaba, afeitaba e incluso como comía. Simplemente lo volvía loco.

Jung Hoseok se encontraba de la misma forma, podía mantener sus manos sobre el cuerpo de Yoongi durante toda la noche sin cansarse, acariciando partes que hacían suspirar al chico y esconder su cabeza en el hueco del cuello del magnate avergonzado en su disfrute. Marcar sus clavículas, chupar sus pezones y cocinar las cosas más deliciosas con el objetivo de clavar su mirada en la clara sonrisa hogareña que solo en determinados momentos Yoongi mostraba abiertamente. Eran solo algunas de sus cosas favoritas que disfrutaba y seguían aumentando en su relación de mentira.

-Bebe. - Yoongi tiró levemente de la mano de Hoseok y este lo abrazó por la cintura aún manteniéndose detrás de él. El toque del magnate siempre le aportaba seguridad al chico de los tatuajes, cuando Hoseok estaba olvidaba ser precavido. - No te asustes si Kihyun te trata de una forma un tanto... Estúpida. Tiene una personalidad pesada.

Hoseok asintió y posó un beso sobre la nuca del chico, provocando que este cerrase levemente los párpados por acto reflejo mientras dejaba caer su cabeza hacia atrás.

-¿Estás mimoso? - el magnate sonrió, colando sus manos frías por debajo de la camiseta de Yoongi para acariciar la piel de la cintura de este.

El chico de los tatuajes dejó escapar un suspiro entre sus labios.

-Linda imagen. - Kihyun estaba apoyado en el marco de la puerta de su apartamento, solo llevaba unos pantalones negros ajustados en ese instante. Su torso estaba descubierto mostrando la piel blanca sólo perturbada por la tinta colorida que cubría las mangas de sus brazos. Al igual que Hoseok, tenía el cabello mojado y una cadena de oro blanco caía con elegancia hasta el centro de su pecho.

Detrás de su viejo amigo, Yoongi pudo ver sin problemas a un lloroso Minhyuk. Sorbía por la nariz mientras bebía de una botella de cerveza, al igual que Kihyun llevaba el torso al descubierto y unos auto estilizados pantalones rotos que captarían la mirada de cualquiera, pues bajo estos llevaba una especie de medias de rejilla que llegaban hasta su cintura y parecían ser un artículo más ligado al publico femenino que al masculino.

-Mírame a mí. - Yoongi susurró en el oído de su marido cuando lo notó curioso. Sabía que su amigo era lindo y de la misma manera la pareja de este también lo era.. Le preocupaba que Hoseok pudiera encontrar un jugador más adecuado y arriesgado. - Kihyun, vengo a por mi alianza.

-Siempre te miro a ti, nene. - dijo Hoseok, haciendo sonreír de nuevo a Yoongi. No podría mentir, los muchachos ante sus ojos estaban cargados de atractivo pero no disponían de nada relacionado con sentimientos que realmente lo hiciera quitar la atención que le dedicaba a su marido para fijarse en otros.

Su amigo le hizo una seña y ambos caminaron hacia el interior de la casa. Los ojos del chico de los tatuajes se abrieron cuando pudo observar sin problemas como Kihyun tiraba del pelo de Minhyuk para recostarlo en el respaldo del sofá y acercarlo a su boca en un beso profundo.

-Ve a la ducha, arreglaremos tu problema más tarde. - sus labios se conectaron de forma intensa una vez más antes de que los dos se separasen, no parecían tímidos por el hecho de que otras dos personas se encontrasen observándolos con sorpresa.

Minhyuk se levantó unos segundos después y desapareció en el interior del baño, su torso estaba libre de tatuajes sin embargo en su espalda se podían ver gran cantidad de dibujos entrelazados. Coloridas mariposas se extendían sobre su piel pálida.

-¿Qué le has hecho? - Yoongi permanecía todavía entre los brazos de Hoseok cuando decidió preguntar, y este aún acariciaba su cintura de vez en cuando.

-Nada. - Kihyun suspiró y se llevó la mano al puente de la nariz antes de suspirar. - Su padre ha intentado ahogarlo esta mañana. Por eso parece destrozado.

Hoseok miró al amigo de Yoongi sorprendido. Por su parte el chico de los tatuajes no había realizado ni una sola señal de sorpresa, viendo a Minhyuk y conociendo la gente de esa zona de Seúl... Bueno, probablemente sus padres no estaban felices por el modo de vida que había escogido su hijo. Ser abiertamente homosexual y bailar en un bar ante las miradas de la gente... Existían códigos que muy pocas veces eran traspasados en ese sitio. Minhyuk tenía una naturaleza que socialmente se caracterizaba como afeminada. Y como el propio Min le había explicado en una ocasión a su marido; la gente aceptaba que un hombre follase a otro pero no aceptaban que en su familia hubiese un miembro que se dejase sodomizar o actuase menos masculino de lo que la sociedad se empeñaba en defender como normal.

-¿Cómo podéis estar tan tranquilos? - las palabras prácticamente habían salido solas de los labios del magnate. No podía comprender la falta de reacción ante tal suceso. - Lo han intentado ahogar y lo dices como si fuese normal...

-Tanto yo como él sabíamos que ocurriría algo así en cualquier momento. Ya lo has visto, es jodidamente femenino. Su padre probablemente está cansado de eso, no hay mucho que hacer al respecto.

Hoseok sintió ganas de vomitar escalando hasta su garganta. No había nada femenino o masculino en el mundo, eran las personas las únicas que se empeñaban en crear absurdas etiquetas de género.

-¿Acaso no es tu pareja? - Yoongi sujeto las manos de Hoseok, frenándolo con frustración cuando lo percibió enfadado.

-Es un chico al que me gusta follarme de vez en cuando. Dulce y brusco, sabe defenderse y ya lo ha hecho. No necesita a alguien que lo salve, aquí ninguno de nosotros somos príncipes o princesas. Esa es la mayor diferencia entre supervivientes y parásitos.

Hoseok miró al amigo de Yoongi sin entender el porqué de una actitud tan sumamente estúpida, podrían haber llamado a la policía, a los asuntos sociales... Podían hacer muchas más cosas que quedarse quietos, tal vez un día ese hombre cumpliese el objetivo de matar a su hijo, una vida inocente por culpa de los ignorantes que decidieron dejarlo pasar. Normalizar el conflicto era la peor de las opciones, siempre.

-Está bien Hoseok, deja que ellos se encarguen de su mierda. No te metas en esto. - Yoongi sabía que Hoseok haría algo al respecto. Lo supo en cuanto notó su respiración acelerada y vio sus alarmados ojos.

-El chico debería llamar a la policía y denunciar. No es cuestión de un barrio o una ciudad, se trata de alguien que está siendo atacado por querer ser libre y mostrarse como realmente es ante el mundo. Piensa en Jungkook, ¿te habrías quedado quieto mientras lo tratan de matar por ser...

-No lo es. - Yoongi cortó a Hoseok, no quería escuchar eso. Lo sabía. Sabía que su hermano no estaba interesado en las mujeres pero evitaría ese tema lo máximo posible. Nunca le importó, sin embargo le asustaba pensar en el sufrimiento que algo así le provocaría a su hermano.

-Las cosas no funcionan de esa forma para nosotros, chico rico. - Kihyun llevó un cigarrillo hasta su boca pero antes de lograr encenderlo Minhyuk estaba de vuelta con una gran sudadera sobre su cuerpo y pantalones anchos. El cigarro terminó en el fregadero. Parecía de mal humor.

Kihyun se limitó a mirarlo, sus ojos brillantes clavados en cada movimiento que hacía o cada señal de dolor que daba al mover el cuello. No lo ayudaba pero castigadamente lo observaba con preocupación.

-Un abogado cuesta dinero. - Minhyuk habló sorprendiendo a todos. Yoongi lo había visto en un par de ocasiones pero el chico difícilmente hablaba si Kihyun no le preguntaba algo. - Lo he intentado antes, alguien de oficio no quiere meterse con mi padre. ¿Has oído hablar de las bandas callejeras? Soy hijo de un hombre que está metido hasta el cuello en la droga. Un abogado de oficio no vendrá aquí y arriesgara su culo para no cobrar nada a cambio. También cuesta dinero, y eso es algo que no tengo.

Hoseok se movió cuando Yoongi se sentó sobre el sofá, se colocó a su lado y posó su mano sobre la pierna de este. Estaba escuchando a Minhyuk, aprendiendo un poco más acerca del sitio en el que su marido había tenido que sobrevivir. Calculando las probabilidades de que ese muchacho exagerase la realidad por miedo o contase la verdad refinadamente.

-¿Suele golpearte tu padre? - el magnate preguntó y la oculta curiosidad de Kihyun pareció aparecer. Yoongi se limitó a bufar en alto.

-¿Siempre tienes que ocuparte de asuntos que no te afectan? - estaba dispuesto a discutir si era necesario. El magnate era sencillamente molesto cada vez que metía su nariz en la vida de personas ajenas. Tenía que aprender a morderse la lengua o finalmente se encontraría con una respuesta en forma de puñetazo.

-No suelo estar en casa más tiempo del necesario, así que no. Si puedo encontrar una cama en la que dormir no me supone un problema.

Yoongi golpeó el hombro de Hoseok pero se dejó hacer cuando este lo envolvió con el brazo en un intento de calmarlo. El trato había sido encontrar la alianza y salir de ahí, sin preguntas absurdas o gestos que le hicieran ver a Kihyun cuan metiche y absurdo podía llegar a ser a veces su pareja.

-Sabe cuidarse, Kihyun te lo dijo. Deja el maldito tema Hoseok. - Yoongi miró a su amigo. - ¿Tienes mi alianza?

Kihyun asintió.

-Es una pena que no me hayas dejado venderla. Guárdala cuando acabes con ese contrato, tu tipo eligió una buena joya como anillo de matrimonio.

El magnate bajó la mirada unos segundos. ¿Por qué le dolían tanto esas palabras y la manera en que Yoongi trataba de frenar su personalidad? Estaba a años luz de entender a esos chicos. ¿Era tan malo intentar hacer lo correcto?

-Sin problema, nos vamos ahora. - Yoongi se tomó unos segundos para mirar al magnate, siendo consciente de que lo había lastimado con sus palabras. - Te llamo esta noche, le enseñaré a Hoseok un par de lugares, así que seguramente pasemos por las zonas en las que sueles pasar el tiempo.

Kihyun asintió, nuevamente percibiendo al magnate luchar con sus pensamientos. Incluso él notaba que la forma de actuar de Yoongi estaba lastimando al hombre.

-Llévate a tu cachorro a casa Yoongi, parece a punto de llorar.

Yoongi giró su cabeza y captó los ojos de Hoseok. Lo había vuelto a hacer, había vuelto a lastimar a su marido sin pretenderlo y era más consciente de ello que nunca. Se sentía mal, algo lastimaba si garganta mientras su mirada conectaba con la del magnate pero debía ayudarle a entender que estaban en un lugar muy diferente de los que este solía frecuentar.

-Minhyuk. ¿Verdad? - Hoseok tragó saliva y se levantó, ignorando por completo el intento de Yoongi por tomar su mano. - Ten, esta es mi tarjeta. Si alguna vez necesitas ayuda llámame, tengo un abogado que conoce este lugar, sabe lo que es sufrir por ser fiel a sí mismo. Estoy seguro de que te ayudará sin pedir nada a cambio. Su pareja solía vivir por esta zona y ser golpeado continuamente, al igual que tú. No dejes que tu padre te mate antes de hacer algo.

Tras esas palabras Hoseok salió del lugar, Yoongi lo observó todavía preocupado por cómo sus palabras podrían haber causado una mala sensación a su preciado marido. No quería ver sufrir al magnate.

-Hoseok, espera. - Yoongi apuró sus pasos en cuanto Kihyun le dio la alianza y trató de tomar nuevamente la mano de su pareja. Tal y como a ambos les gustaba.

Sin embargo no pudo, el magnate rechazó automáticamente el toque. Pensativo y cansado de esforzarse por Yoongi, sabía que estaba teniendo una rabieta, pero le daba igual de todos modos.

-Defender a la sociedad sobre un chico que solo quiere ser libre es asqueroso. Creí que habías dejado eso atrás, Yoon.

Esa noche los dos durmieron sin caricias previas o sexo apasionado. El magnate lastimado y el chico de los tatuajes asustado de sus acciones.



-----------------

Un beso, Mel 😘

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro