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Capítulo 38

"Un tonto que te ama. Sí, soy un idiota. Tengo una sanguijuela en ti. Tú eres el único en este mundo."

—Shine (Pentagon)

Hoseok suspiró y tiró el teléfono sobre la mesa del salón de reuniones antes de deshacer el nudo de su corbata. Probablemente Yoongi estuviera dormido, debía tener en cuenta el cambio horario. En Corea ya era de madrugada.

Dejó que un bostezo se escapase de su boca y tras acabar de quitarse la corbata, abrió varios botones de su camisa. Se deshizo también de la chaqueta de traje mientras tomaba el bote de ramen en sus manos y comenzaba a comer. El ordenador sobre la mesa mostraba gran cantidad de gráficos de encuestas, uno de los viajes de negocios más difíciles que había tenido. Los socios internacionales ponían demasiadas trabas a su nuevo concepto de trabajo, se encontraba agotado debido a eso, necesitaba un punto intermedio entre lo que los accionistas coreanos exigían y lo que los futuros inversores estadounidenses y europeos querían.

-¿Cómo vas con eso? - Seulgi entró con varias carpetas y le dedicó al magnate una mirada cálida. - Namjoon necesita el recuento dentro de una hora.

-Voy avanzando, alguien me preguntó una vez por qué tengo tanto trabajo si soy el dueño de la empresa. Ahora mismo me estoy comenzando a preguntar lo mismo. - Hoseok giró el portátil hacia la chica. - Mira esto, seguimos bajando. Es imposible que alguna vez lleguemos al nivel de las marcas conocidas internacionalmente, solo tenemos lugar en Asia.

Seulgi chascó la lengua haciendo un ruido que provocó la risa de Hoseok, a pesar de ser su secretaria siempre se habían llevado bien. Habían estudiado juntos, mismos contactos, alma mater y círculo social. No eran los mejores amigos pero se tenían el suficiente aprecio como para que cada proyecto que iniciaban llegase a obtener ingresos superiores a lo esperado.

-Aún estamos a tiempo. - dijo quitándole el ramen y comenzando a comer por sí misma mientras lanzaba los tacones al otro lado de la oficina. - Los odio, deberíamos trabajar en ropa de deporte y poner música en todas las salas comunes. Europicemonos o cómo quiera que se diga.

Hoseok sonrió, a veces su equipo de trabajo lograba hacer de las largas jornadas algo llevadero incluso cuando se encontraban en un país que no era el suyo. A pesar del calor abrasador que la calefacción desprendía, era impresionante el ritmo que su equipo había tomado para intentar que los objetivos que se habían marcado fueran alcanzados del mejor modo posible. Todos acabarían con dolor de cabeza al final de la jornada.

-¿Me devuelves eso? - Hoseok dejó escapar una pequeña sonrisa, tomando los fideos de vuelta. - Ya has comido, no se supone que las chicas coreanas sean así.

Ambos se miraron durante unos segundos y después sonrieron, jamás habían sido el prototipo oficial de personalidad coreana. Nunca lo serían si eso implicaba modificar su forma habitual de pensar o ser.

-Podría comer otras cuatro veces para compensar estas jornadas de trabajo. ¿Por qué sigues aquí? - lo interrogó curiosa. - Todos han ido a ver la ciudad.

Hoseok se encogió de hombros, realmente no podía pensar en otra cosa que no fuera el trabajo o su familia. Estaba preocupado por su marido, su hermano y Jungkook. También lo estaba por las negativas encuestas.

Simplemente necesitaba a alguien con quien hablar, lo llevaba intentando horas con Yoongi y ahora tenía a Seulgi ante sus ojos completamente dispuesta a escucharlo. Siempre era así cuando estaban en el extranjero. Se había acostumbrado a viajar con Namjoon, Jin y su secretaria, a las cenas de comida basura en una habitación de hotel mientras trataban de realizar informes y crear las mejores promociones de vehículos. Pero los empresarios internacionales solo ponían trabas. Sus socios eran complicados porque cada uno de ellos parecía pensar de forma diferente.

-He intentado llamar a Yoongi pero creo que no es una buena hora si tengo en cuenta la diferencia horaria, ahora mismo probablemente estará durmiendo. Lo intentaré mañana de nuevo.

-¿Estais fluyendo bien? - Hoseok sonrió por el término usado por Seulgi. - Ya me entiendes.

-¿Lo hago?... Sí, se podría decir que fluimos a nuestra forma. Nos hemos adaptado. Yo quiero quitarle la ropa a cada instante y él quiere que se la quite. Si eso no es compenetración llamame idiota. - el sarcasmo en su voz lo sorprendió a él mismo. - Siento que hay algo pero él nunca deja escapar sentimientos, por cada gramo de realidad me regala me encuentro con un kilo de mentiras. No lo culpo, esto que tenemos es un juego. - el magnate se quitó la alianza y la tiró sobre la mesa. - Un contrato. Él está actuando y yo lo sé desde el primer instante.

-Pero os gustáis, ese es el primer paso para que algo más suceda. No puedes enamorarte en unos meses, la gente que cree que eso es posible realmente no sabe lo que es el amor. Puede haber deseo, pasión incluso si eres exquisito, pero no enamoramiento. Para enamorarte necesitas conocer a fondo a esa persona. Con todas sus virtudes y defectos. - Seulgi volvió a tomar el bote de ramen. - Aún así, cuando estáis en la oficina parecéis cercanos. Quién sabe, puede que algún día el amor aparezca.

Hoseok asintió, jugueteando con sus palillos. Si no era amor lo que sentía por Yoongi, al menos era necesidad. No quería engañarse a sí mismo, mucho menos a sus amigos y familiares pero ese chico se mantenía en su mente constantemente, haciéndolo dudar inevitablemente. A esas alturas ya no sabía nada, no estaba seguro de si lo quería, lo ansiaba sexualmente o simplemente ambas.

-Son casi seis meses. - reflexionó en voz alta. - Tras despertar a su lado tantas mañanas seguidas y sentirme bien todas ellas... ¿No crees que realmente pueda ser amor?

-No confundas el enamoramiento con el amor Hoseok. - Namjoon entró en la sala quitándole a Seulgi las palabras de la boca. - Puedes estar en esa burbuja de enamoramiento incluso sin conocer a la persona. Un crush, un amor platónico, alguien a quien tus ojos persiguen todo el maldito tiempo y te hace sentir como un idiota... Llámalo como quieras. Te lo he explicado más veces, el amor es muy diferente de la pasión. Pueden ir unidos pero no tienen por qué. Y lo mismo sucede con el enamoramiento y el amor.

Namjoon le quitó de las manos a Seulgi ese bote de ramen del que Hoseok ya había perdido la esperanza de poder seguir comiendo y comenzó a devorar lo que quedaba ante la mirada recriminatoria del magnate y la secretaria. Cuando puso el bote de nuevo sobre la mesa ya no contenía ni un solo fideo. Las manías de Jin se le habían pegado, estar nervioso lo hacía comer y con todo el trabajo que tenían estaba completamente ansioso.

-¿Qué opinas de Yoongi? - dijo directamente Hoseok. - ¿Crees que sigue actuando?

Namjoon negó mientras alcanzaba una botella de agua y se quitaba las gafas. Estaba sudando, al igual que todos en ese maldito lugar.

-No creo que actúe, no adrede al menos. - tomó asiento a un lado de Hoseok, manteniendo el tono de voz calmado que tanto lo caracterizaba. - Lo que creo es que ahora mismo ni él mismo sabe distinguir cuales son los sentimientos fingidos y cuáles los reales. Se preocupa por ti, te cuida, te muestra respeto y tú haces lo mismo con él. - un suspiro abandonó los labios de Namjoon. - Simplemente seguid así, lo que tenga que ser será. La gente vive pensando en el pasado y tú te has estancado en el futuro. ¿Cuándo disfrutarás del presente? Puede que se convierta en pasado antes de que lo aproveches.

-Supongo que tienes razón. - Hoseok jugueteó con el teléfono en su mano y escribió un sencillo mensaje para Yoongi.

"Te echo de menos nene"

Las manos de Yoongi recorrieron las piernas níveas de la muchacha mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa deseosa. La música sonaba con gran fuerza en el local mientras la chica movía levemente las caderas sobre su cintura con la ropa todavía puesta. Kihyun había cumplido y le había ayudado a encontrar a alguien que estuviese completamente interesado en él, si iba a tener relaciones de una sola noche con una mujer al menos debía ser con una que quisiera exactamente lo mismo a cambio. De esa manera nadie sufriría.

A su lado Kihyun continuaba jugueteando con el bailarín que antes le había señalado pero ni siquiera eso lograba quitarle la concentración. Estaba dispuesto a demostrarse a sí mismo que seguía siendo el mismo hombre de siempre, que no había cambiado nada y que el amor romántico no era otra cosa que la debilidad de cada persona.

Sus labios recorrieron lentamente el cuello de la chica y mordió levemente su piel como lo haría con Hoseok, para a continuación succionar hasta crear una marca sobre las clavículas de esta. No era como el magnate, por supuesto sus pechos le dificultaban la tarea de pegarse por completo a ella y aquello era algo en lo que por extraño que sonase Yoongi generalmente encontraba cierto placer. La muchacha era preciosa pero sus cuerpos estaban separados de alguna manera, él quería más cercanía. No podría llegar a hacerlo ni aunque quisiera o de lo contrario terminaría aplastándola.

-Mmmmm. - los suspiros agudos que la preciosa mujer dejaba escapar contra su oído con cada roce le resultaban molestos. Sabía que lo hacía adrede, que en parte era su papel en el juego de la conquista y el coqueteo, pero ya no le gustaban esas cosas. Incluso se preguntaba cómo podía estar ahí.

Cada vez que parecía comenzar a excitarse sentía todo el erotismo irse cuando en lugar de escuchar los roncos suspiros de su marido notaba los de una chica con la que no sentía conexión alguna.

-¿Sabes qué...? - no podía decir que no, tenía que demostrarse a sí mismo que Hoseok no le gustaba de una forma tan descarada como para que se convirtiera en la única persona con derecho a tocar su cuerpo. - Vamos a una habitación, estos dos me están desconcentrando... Hay un pequeño hotel a solo una calle de aquí.

Kihyun lo miró a los ojos desde su posición, fingiendo estar ofendido. Yoongi solo alzó una caja cuando Minhyuk comenzó a posar húmedos besitos sobre el cuello de su amigo mientras se sentaba sobre su regazo. Más que una imagen erótica, daban la vista de una pareja tierna por mucho que quisieran definirse mutuamente como juguetes. Al menos hasta que Kih tomó las manos del muchacho y lo hizo recostarse sobre el sofá para derramar whiskey en sus pezones y lamer el líquido con su lengua.

Yoongi no recordaba haber visto nunca antes a su amigo hacer una cosa así con alguien, la imagen parecía realmente privada incluso si todavía se encontraban en el medio de un local repleto de personas.

-He visto demasiado por hoy. - Yoongi apartó la mirada y observó a la chica, no era mucho mayor que él y aunque era bonita el rostro de Hoseok parecía continuar persiguiéndolo a cada segundo que pasaba a su lado. - Quiero que seas sincera ahora, ¿te apetece venir conmigo?

La muchacha no habló, sus ojos estaban confusos pero tras varios segundos asintió.

-Entonces consigamos un ambiente más íntimo. No quiero hacerlo aquí, tampoco en un asqueroso baño por el que han pasado multitud de personas y sobre todo no sin protección para los dos. ¿Está bien?

Tras varios minutos buscando Yoongi decidió usar el dinero del magnate para llevar a la chica a un lugar más decente que el pequeño hotel situado a un par de minutos de Adrenaline, los moteles de su barrio eran sencillamente asquerosos y aunque hace un tiempo le hubiera dado igual, las ideas de Hoseok sobre el caballerismo se habían colado en su personalidad.

-Quítate la ropa. - el juego había comenzado con Yoongi ayudandole a la chica pero por algún motivo sus manos parecían haberse paralizado.

-Elkie, ese es mi nombre. - dijo la muchacha, comenzando a desnudarse ante la mirada atenta de Yoongi.

-Yo soy Yoongi. Encantado, Elkie. - dijo antes de acercarse a ella, tratando de mostrarse amable y tranquilo a pesar de sentirse lleno de ansiedad. El mayor de los Min se quitó la ropa de forma completamente torpe y recostó a la chica sobre la cama sin ser demasiado brusco. No se reconocía a sí mismo, era preciosa pero no le gustaba. No causaba nada en él.

Aún así logró forzarse a sí mismo a seguir intentándolo y para demostrarse cosas que ciertamente le parecían absurdas sus manos acariciaron una piel que no era esa que tanto deseaba, todavía sentía la necesidad de comprobar y saber. De solucionar las cuestiones de su mente acerca de si quizás Hoseok era más para él de lo que debería ser.

Tras varios minutos de besos compartidos, el mayor de los Min se puso un preservativo y comenzó a moverse con penetraciones lentas que paulatinamente terminaron convirtiéndose en algo más rápido y profundo. La chica se retorcía bajo su cuerpo y arañaba sus brazos a medida que las estocadas avanzaban, el placer comenzaba a crecer para ambos. Yoongi había entrado en una espiral en la que no podía dejar de comparar al magnate con cualquier mujer u hombre que se cruzase ante sus ojos. Ansiaba salir de ese bucle de alguna forma.

-Yoongi. - gruñó con fuerza cuando su amigo aporreó la puerta del hotel. ¿Lo había seguido? - Mierda. Abre la puerta, te olvidaste el móvil en el bar y tu hermano está como loco llamándote.

Dejó escapar un bufido y dio varias estocadas más hasta notar que el clímax lo invadía por completo, antes de apartarse comprobó que la bonita chica estuviese satisfecha y sonrió un poco al verla asentir. Tras eso se apartó de Elkie para tomar un cigarrillo con calma, los nervios hacían que sus manos temblaran por lo que quería mantenerse lejos de realidad un poco más. Incluso si Kihyun seguía insistiendo al otro lado de la puerta.

Como si la realidad lo golpease de golpe Yoongi se apresuró a abrir unos minutos después de empezar a fumar, recordando el importante detalle de que Kihyun había hecho una alusión a Jungkook.

-¿Cómo te han dejado subir? - su amigo solo le lanzó el teléfono en respuesta. - ¿Eres idiota? - dijo fijándose en Minhyuk a su lado. - ¿Has traído al chico medio desnudo a un hotel de cinco estrellas?

-Le gusta llevar este tipo de ropa, no está desnudo. Es algo llamado "see through crop top". - Kihyun besó los labios de su especie de novio antes de volver su atención a Yoongi con una sonrisa. - Atiende el teléfono, parecía grave.

Yoongi lo miró confundido y llevó su teléfono hasta el oído. Comenzando a sentir presión en su pecho, ¿le habría ocurrido algo a su hermano pequeño?

-Kook.¿Qué sucede?

-Taehyung... Accidente... Ven ahora. - su hermano estaba tan nervioso que ni siquiera vocalizaba.

-Cálmate y explícame lo que ha sucedido. - el sudor frío ya recorría su espalda, Hoseok le había encomendado el cuidado de su hermano.

-Taehyung, ha tenido un accidente. Los caballos estaban nerviosos por la tormenta, cuando fue a resguardarlos un par de ellos se volvieron violentos y se ha golpeado la cabeza contra el suelo al tratar de tranquilizarlos. Creo que resbaló por los nervios. Ahora no deja de sangrar, llevamos esperando a la ambulancia más de media hora. Ven a casa, necesito ayuda.

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