Si les está gustando?
Xq siento q ya no):

Voten y comenten xfitas
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Leven y Carlo dormían abrazados, igual que las últimas tres noches que habían pasado juntos, el pequeño se recargaba en sus senos usándolos de almohada y su cuerpo estaba prácticamente oculto debajo del de Leven y Zuiverheid.

Era medio día cuando ellos aún dormían debajo de un árbol, entre los arbustos, con los animales caminando tranquilamente por ahí, las aves mirándolos desde las ramas de los árboles al igual que el hombre desconocido.

Mientras tanto, los piratas se acercaban cada vez más a ellos, pues en realidad sólo habían descansado unas dos o tres horas en los últimos tres días, no se habían detenido para nada, pues la seguridad de Carlo era primero y hasta no encontrarlo continuarían de esa forma.

Luke y Franco iban al frente, blandiendo sus espadas para cortar las ramas y hojas que se atravesaban en su camino, apresurando así su paso, mientras gritaban el nombre del pequeño, alejando a los animales de ellos, temiendo ser cazados por los humanos.

Leven despertó al sentir un peso sobre su mejilla, encontrándose de frente con los bonitos ojos azules del menor, tan parecidos a los de Luke.

Sonrió, girándose levemente para besar la palma de su mano, que acariciaba sus mejillas sutilmente.

-¿Que haremos hoy?-preguntó el castaño, pinchando la nariz de la mayor.

-¿Quieres nadar?-preguntó en un susurro, acomodando sus rizos fuera de su rostro.

Carlo asintió sonriente.

-Te llevaré.-susurró sentándose, el ojiazul siguió sus acciones, solo que acarició el suave pelaje del ciervo.-Pero...¿Carlo promete no asustarse?-preguntó tímida, el menor la miró confundido.

-¿Por qué me asustaría? Los piratas no le tenemos miedo a nada.-dijo sonriente, Leven acarició su mejilla.

Si, dile eso a tu capitán.

-Por como es Leven.-dijo, con una pequeña mueca.

-No te tengo miedo, tu me cuidas y me quieres, si eres diferente está bien, yo creo que es increíble que seas mágica.-Leven soltó una risita, acomodando su cabello nerviosa.

-¿Si?

-Si, es como Anton y Charles, los vi besarse una vez, y aunque son diferentes a mis papás no importa, igual los quiero.

-¿Por qué diferentes?-preguntó confundida.

-Dicen que porque son dos hombres.-entrecerró los ojos.-Una vez en un pueblo que visitamos, dijeron que habían ahorcado a dos hombres por eso, un día antes.

Leven lo miró con sorpresa y tristeza en su rostro.

-Pero...solo se aman.-susurró, con un puchero.

-Si...-miró fijamente al suelo.-Yo no pienso que esté mal, pero los adultos dicen que no es normal. Y se hace lo que los adultos digan, porque dicen que siempre están bien.

Leven suspiró con pesar.

Los humanos eran peores de lo que creía.

¿Matar a dos personas solo porque se amaban?

No tenía mucha lógica para ella.

-Los humanos están equivocados.-susurró levantándose.-¿Porqué amar sería malo?

Carlo y Zuiverheid la siguieron, el castaño tomando su mano mientras el ciervo caminaba a un lado del niño, con su pequeña mano sobre su lomo.

-No lo se.-se encogió de hombros.-Deberíamos preguntarle a un adulto.

Ambos comenzaron a caminar hacia el río que cruzaba por en medio de la isla y alimentaba los estanques, dando esa conversación por terminada.

-¡Encontré algo!-gritó Henderson, llamando la atención de todos, quienes no dudaron en correr hacia él.-Sus botas.-murmuró, mostrándoselas al capitán y a su mano derecha.

-¿Creen qu...

-No, cállate Leonardo.-interrumpió Franco, serio.

-No hay sangre en ellas ni un rastro cerca, simplemente pudieron lastimarle y se las quitó.-dijo Luke, revisando una de las pequeñas botas.

Toda la suela abarcaba la palma de su mano, y definitivamente no había sangre seca en ella.

-Seguiremos este camino.-murmuró tomando la tela del piso, reconociéndola como los pantalones del menor, o al menos una parte de ellos.

Parecía haber sido cortado con una navaja, pero Carlo no tenía una de esas.

-¿Que es eso?-preguntó Franco, con el labio temblándole:

-Sus pantalones, pero no están completos.-respondió el rubio, mostrándoselos.

-¿Porque se quitaría la mitad del pantalón?-preguntó Leonardo extrañado.

-Parece que fueron cortados.-dijo Luke.-No se ven rasgados, así que debió de haberlo hecho con una navaja o algo parecido.

-¿Su amante no tenía armas capitán?-preguntó Henderson, Luke lo miró mal.

-¿Crees que esté con el?-preguntó esperanzado Franco, quien a penas había hablado.

Entendible, su hijo estaba perdido.

-No lo creo, ella no quiere tener nada que ver con nosotros ahora mismo.-murmuró, esperando que fuera verdad y Carlo no estuviera con aquella sirena.-Sigamos por aquí.-murmuró, caminando de frente.

Unos veinte minutos después, sin saberlo, iban en el camino correcto para encontrar a Carlo.

-¿Capitán?-murmuró Henderson.

-¿Qué?-preguntó serio, girándose hacia el pelinegro, pues miraba hacia las ramas altas de los árboles.

-Hay huellas, de hombre, justo ahí.-murmuró señalando al frente, todos miraron el húmedo suelo de tierra, parecía más bien lodo.

Justo ahí estaba el rastro de huellas humanas, de botas grandes, además de que habían un montón de animales muertos en el piso, con flechas.

Parecía sólo haber hecho eso por mera diversión, lo que era asqueroso.

Todos tragaron, comenzando a caminar con mayor rapidez detrás de la huellas, pues había un niño pequeño, caminando solo e indefenso por una isla llena de peligros.

Junto a un hombre al que parecía satisfacerle el asesinar criaturas inocentes, eso se veía mucho más peligroso que los leopardos.

Y a mitad de ese recorrido, un grito se escuchó a la lejanía, un grito infantil.

Todos se quedaron quietos por un momento, intentando averiguar de donde había provenido ese ruido, se escuchó un nuevo grito, pero diferente.

No dudaron en comenzar a correr hacia el Noroeste con velocidad, esperando no llegar tarde.

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K opinan?

Un pequeño fact:
📌Los niños ven la homosexualidad y la desnudez como algo normal, tanto que en realidad les vale riata, los adultos son quienes lo hacen parecer como algo malo):