Capítulo 24
No escuché lo que Barty le dijo a su madre, él salió de nuevo para responder la llamada y a los pocos minutos volvió a su habitación, mirándome a los ojos con un gesto tan mortificado que quise besarlo, solo deseando con eso cambiar su expresión.
Me pidió que me arregle y miré mis ropas, no me veía mal, quizás era algo informal pero muchas veces me había vestido así en la Universidad. Entonces alcé la mirada otra vez y él sonrió, acercándose a mí para colocar sus manos sobre mis hombros y acariciarme en esa zona, besando mi frente y soltando un largo suspiro antes de hablar.
—Escucha, Pet. —Sus manos subieron hasta tomar mis mejillas y acercó sus labios a los míos, mirándome fijamente a los ojos—. No está en mis planes obligarte a hacer absolutamente nada, tú y yo estamos en contra de eso del macho alfa y todo ello ¿Cierto? —Asentí—. De acuerdo. Sucede que mi madre quiere verme ahora. Ya están en Londres y realmente, realmente me gustaría ir contigo.
Escuché atentamente cada una de sus palabras, no me sorprendía pero tampoco me fascinaba la idea de conocerla a ella y a su padre en dicho momento, sobre todo cuando Regulus había actuado de esa forma, dejando en claro también que la señora no pensaba verme con buenos ojos. Mordí mi labio inferior y tiré de él, suspirando.
—Claro, iré —afirmé, aclarando mi garganta cuando noté lo aguda que había salido mi voz, cargada de inseguridad.
—No tienes que ir si no lo deseas, bebé.
—No es eso. —Negué ligeramente con la cabeza—. Dijiste que si no voy a verla contigo, verla estando solo será peor ¿No? —Él asintió. —De acuerdo, es ahora o nunca.
—Te prometo que te voy a proteger con mi vida, mi amor.
Sonreí, los brazos de Barty rodearon mi cintura antes de atraerme hacía su cuerpo y abrazarme, yo hice lo mismo, soltando un largo suspiro cargado de angustia. No podía mentir, realmente temía que esa mujer no apruebe nuestra relación y todo salga mal, no sabía si podría con tal rechazo, no cuando realmente empezaba a verle el lado bueno a las cosas.
—¿A qué te referías con que me arregle? —susurré, acariciando con lentitud su espalda.
—Tienes el cabello tan despeinado que indica un "Casi devorado por mi alfa" por todos lados. —Sonreí, disfrutando del sonrojo en mis mejillas cuando enterré mi cabeza en su cuello, llenándome de su olor.
—Deberíamos hacer algo para cambiar ese casi ¿No?
—Después de hablar con mis padres, yo me encargaré de eliminar ese casi, Peter.
***
Nos subimos a su auto después de que me peinara y dejara que mi rizos se vean medianamente decentes, tampoco es que buscara un estilo nerd o algo así, seguro de esa forma me vería increíblemente ridículo. Barty casi no habló durante todo el camino, podía oler ese ligero aroma a preocupación con el que llenaba su carro, pero no dije nada, solo nos tomamos de la mano y continuamos en silencio, estando ahí para el otro.
Sabía que para él las cosas no eran sencillas y no pude evitar que mi mente se llenara de imágenes donde imaginaba que seguramente si yo fuera diferente, no sería tanto el problema actual. Una chica omega, con buen cuerpo, ningún tipo de lazo y hasta virgen, alguien de clase y con dinero ¿Ese sería el tipo de omega que deseaba su madre para él?
De nuevo me pregunté qué era lo que Barty había visto en mí, pero tampoco me atreví a preguntárselo; solo apoyé mi cabeza en el respaldo del sofá y admiré su perfil por largos minutos. Mi alfa era completamente hermoso.
—Ya casi llegamos —Escuché su voz, haciendo que mi mente vuelva a la realidad. Observé el gran edificio al que supuse nos dirigimos y contuve el aire en mis pulmones. Miré a Barty, haciéndole la silenciosa pregunta que él no tardó en responder—. Sí, ese es C-Alfa, amor.
—Es inmenso, puedo ver ese edificio desde mi casa.
—Lo sé, bebé, voy a tu casa muy a menudo.
Sonreí, sintiendo como el auto iba bajando la velocidad y viendo a Barty mover el volante hasta estacionarlo fuera de la enorme agencia. Le iba a preguntar por qué no lo guardó o lo estacionó en un sitio más apartado, pero imaginé que por lo mismo que dijo que no tardaríamos, lo quería tener listo para salir.
Tomó mi mano apenas salí del vehículo y lo seguí. Caminamos entre la cantidad de gente, todos lo saludaban y sin embargo Barty no detuvo su paso hasta que estuvo en el elevador. Sin soltar mi mano, liberó un suspiro y pasó su otra mano por sus cabellos, despeinado un poco sus mechones.
Tampoco dije nada, observé cómo íbamos subiendo entre todos los pisos hasta llegar al último. Las puertas se abrieron y entramos. Apenas lo hicimos, observé el rostro ya conocido de Regulus y un poco más adentro, en el fondo de un pasillo cerrado, a una persona saliendo de la habitación final de este. Era un hombre, un señor no tan alto, de gafas gruesas y una actitud muy... Nerviosa. Él acomodó el cuello de su camisa y dejó que una gran sonrisa apareciera en sus labios al ver a Barty.
—¡Hijo! —Su voz ligeramente aguda solo aumentó mi confusión. Miré a Barty, este me dirigió una mirada y relajó el agarre de nuestras manos. Entendí, solté su mano y dejé que se dirigiera a su padre... Aunque seguía sin creer que fuera un..
—Omega. —Regulus se me acercó, dándome un ligero golpe con su hombro contra el mío—. Por tu rostro, imagino que no sabías que Paul era un omega.
—Bu-Bueno... No ¿Debería saberlo? —pregunté, sin poder dejar de mirar a Barty hablar con su padre, aunque no lograba escuchar lo que decían, a pesar de lo mucho que intenté agudizar mi oído hasta el máximo.
—Es uno de los dos dueños de C-Alfa, tú eres un fotógrafo de una revista de chismes, está claro que deberías saberlo —dijo Regulus y sonrió con aires de burla, yo lo mire con seriedad.
—Que ese sea mi trabajo no me hace un chismoso —bufé, mirando de nuevo a Barty antes de darle otra mirada inquisitiva a Regulus—. Aunque supongo que debería haberlo esperado ¿No? Barty tiene problemas con su madre, no con su padre. Y la de carácter es ella.
—Sí, es así. Al igual que deberías saber que Paul no es el padre biológico de Barty.
—¿No lo es?
—No, él conoció a Caroline cuando apenas Barty era un bebé —dijo y yo afirmé, esperando que continuara hablando—. Caroline era una alfa soltera con un lazo roto y un hijo. Irónico ¿No?
Asentí, quedándome sin hablar por unos segundos. Pensé que el ser alfa y ser omega puede hacer una gran diferencia, pero de la misma forma, no conocía ningún omega que viviera feliz con un alfa que tuviera un hijo de otro lazo.
—¿Cómo fue eso...? —pregunté luego de unos segundos—. ¿Ella lo rompió? ¿Rompió el lazo y... se quedó con Barty?
—No. —Regulus suspiró, acomodando los papeles que traía en una carpeta desordenada bajo su brazo—. El chico omega al que mordió la abandonó después de iniciar una aventura con un alfa y se dejó morder por este. Ella solo se enteró del engaño en el mismo segundo en que el omega fue mordido porque lo sintió y luego ese tipo nunca apareció más.
—¿Cómo es posible eso? ¿No lo olía? ¿A su omega oliendo a alguien más?
—Ese es el problema, Caroline era una alfa muy ingenua o distraída en esos tiempos. —Dejó una ligera pausa antes de seguir—. Ella estaba iniciando con su agencia publicitaria a muy temprana edad, buscaba independizarse y por ello casi nunca estaba en casa para cuando su omega estuvo embarazado y esos detalles. Él le dijo que necesitaba a personas que cuidaran de él y ella le dio la libertad para que contratará a quien guste. El alfa con quien la engañó, era su doctor particular.
—Oh. —Miré a Barty darnos una ojeada y le regalé una pequeña sonrisa—. ¿Por qué me cuentas todo eso?
—Barty quería que lo hiciera. —Regulus se encogió de hombros—. Ustedes no han tenido tiempo para hablar al respecto, así que mientras él entretiene a su padre antes de que hable contigo, estoy yo.
—¿Su padre hablará conmigo?
—Oh sí, tiene mucho que decirte. —No me sentí tranquilo ni con la sonrisa de compasión que Regulus me dedicó.
—¿Y cómo es él? —pregunté y lo miré—. ¿Es como la madre de Barty?
—No, claro que no. Él es la cara opuesta de la moneda. —Ladee la cabeza, esperando que prosiga—. Después de que Caroline se quedara sola con un pequeño recién nacido y siendo abandonada por su omega, ella no lo buscó, no le importó y dejó de trabajar para cuidar de Barty, aun cuando un alfa es muy inútil para lo que son los bebés. —Asentí, aunque yo no consideraba a Barty inútil cuando estaba con Charlie—. Llegó a tal punto en que su mini empresa que había creado estaba en bancarrota y no tardaron en embargarla.
—¿En serio?
—Sí, ella fue a hablar con las personas que la embargaron para pedirles más tiempo. —La sonrisa de Regulus se mostró mucho más sincera en ese punto—. Paul era el hijo practicante del encargado del caso de la empresa de Caroline, ahí se conocieron y se miraron a los ojos... El resto es historia.
—¿Cómo que el resto es historia? ¿Y cómo se enamoraron? ¿Cómo hablaron? ¿Có-?
—Peter.
Me sobresalté cuando escuché mi nombre, aunque fue agradable el tono dulce con el que Barty me llamó, me avergoncé solo de pensar que pudieron él y su padre habernos estado escuchando, aún peor cuando giré la cabeza y ambos ya estaban a nuestro lado. Demonios. ¿Cómo es que andaba tan distraído últimamente?
—Hola. —Miré a Regulus y este sonreía con burla, mientras Paul me observaba con una sonrisa, estirando su mano en mi dirección—. Mu-Mucho gusto, señor, soy... Bueno, Peter.
—Lo sé. —Asintió, dándome un ligero apretón—. No me digas señor, Peter, solo dime Paul, para algo me pusieron ese nombre.
—Claro.
Sentí una mano rodear mi cintura y todo mi cuerpo tembló, antes de que Barty me jalé suavemente y me rodee con su brazo. Coloqué mi mano sobre su pecho, volviendo a sentirme algo mareado, no me había besado, pero tal gesto de posesividad frente a Regulus y a su padre me abrumaba, nunca en mi vida me había pasado algo semejante.
—Bebé, escucha —susurró cerca de mi oído, besando mi cien con lentitud—. Ahora debo hablar con mi mamá, pero te dejo en buenas manos ¿De acuerdo?
—Sí-Sí. —Asentí, buscando su mirada—. ¿Vas a estar bien?
—Si te tengo conmigo, estoy más que bien, Peter —Sonrió, tan prepotente y engreído como siempre, sacándome una sonrisa mucho más tranquila. Gemí cuando liberó mi cintura y dejó un fugaz beso en mis labios, alejándose para dirigirse a la misma puerta de donde había salido su padre.
Los tres seguimos con la mirada a Barty y una vez lo perdimos de vista, sentí como el ambiente se iba volviendo más y más tenso en un exagerado silencio, hasta que la vista de Paul se posó en mí y luego en Regulus.
—Bueno, Regulus, es todo. Puedes irte a tu casa, lamentamos haberte hecho venir tan tarde.
—No, está bien. —Regulus suspiró, llevando una de sus manos a su hombro, dándole un ligero apretón—. Es mi deber cuidar de tu hijo, aunque eso me hace volverme viejo antes de siquiera llegar a los treinta —Paul rió y yo lo habría hecho, de no ser porque realmente sentía que no encajaba ahí—. Cuídate Peter y deja de patear a las personas. —Me guiñó el ojo, caminando apenas los pocos pasos que habíamos avanzado del ascensor, acercándose a este para esperarlo.
—Ven, Peter, vamos a sentarnos.
Asentí, siguiendo al hombre que era realmente, ahora que lo tenía tan cerca, hasta un poco más bajo que yo. Él se dirigió hasta unos asientos de un lado del enorme piso y se sentó en uno personal, señalando con un gesto cortés que tome asiento también. Lo hice, viendo lo cerca que estábamos de las ventanas, era un piso realmente alto, las personas abajo se veían muy pequeñas.
—Es hermoso. —Suspiré, soltando el comentario al aire.
—Lo es. —Lo miré cuando él prosiguió—. Caroline y yo decidimos poner nuestra oficina en lo más alto porque amamos esta vista, de día o de noche, es hermoso y relajante.
—Ya... Ya veo.
—Barty me contó que tienes un hijo, Peter. —Asentí, mordiendo ligeramente mi labio—. Charlie ¿Verdad? Él dice que es un pequeño muy inteligente.
—Lo es, sí. —Sonreí, feliz de saber que Barty se expresaba así de él—. Me dijo que lo quiere mucho, casi tanto como te quiere a ti.
—Eso... Eso me ha dicho... Es algo un poco, uh. —Junté mis manos, pensando si decirlo o no. Paul me observaba a los ojos, con esa mirada tan tranquila y en paz, me recordaba la de Barty por momentos, incluso aunque ellos no tuvieran lazos sanguíneos, se parecían—. Es raro... No llevamos mucho de conocernos y a Charlie lo ha visto menos que a mí.
—Entiendo. —Paul sonrió, apoyando su codo en el brazo del asiento y su cabeza ligeramente sobre su palma—. ¿Se siente raro, Peter?
—¿Cómo raro?
—Ya sabes. Que desde que conociste a Barty, nada ha vuelto a ser como antes.
—¡Oh sí! —Casi grité, llevando mis dos manos a mi boca después, avergonzado—. Lo siento, es que... Sí, me pasa eso. No-No quiero decir que no quiera a su hijo, lo quiero... Pero todo lo que hemos pasado hasta ahora es... Complicado.
—...Y jamás te había pasado con nadie más —prosiguió Paul tranquilamente.
—Exacto es... Es... Uhm ¿Cómo lo sabe?
—¿Alguna vez has escuchado a alguien hablar de las almas gemelas, Peter?
Mi rostro se contrajo en un confundido gesto. Sí, las soulmates eran una parte importante que se adoraba escuchar durante los cuentos infantiles. Cuando Rapunzel encontró a su soulmate o cuando la Sirenita conoció al suyo, aunque no podían estar juntos. Bella enamorándose de una gran bestia con quien no tenía nada en común pero que deseaba cuidar y mejorar solo con saber que era su alma gemela. Era la parte mágica de los cuentos infantiles.
—En las historias para niños —murmuré, notando que me había quedado demasiado tiempo callado.
—¿Y alguna vez has creído en ellas?
—No, son historias. —Hice un gesto, encogiendo mis hombros ligeramente—. Es eso que le dices a los niños para que crean en el amor para siempre, en los matrimonios, en el vivir felices por toda la eternidad y que el amor puede contra todo y todos.
—¿Y si te dijera que es posible, Peter? —Paul se apoyó con totalidad en el respaldo de su lugar, sin dejar de mostrarme su amable sonrisa—. ¿Si te dijera que son casos casi imposibles, pero existen? ¿Me creerías?
—Lamento ser escéptico, se- Digo, Paul. —Suspiré un poco—. Pero este mundo no está hecho para cuentos de hadas, creo que es posible encontrar a alguien que ames y que sea recíproco pero ¿Tu alma gemela? ¿Alguien que se dice está destinado a estar contigo desde que abren los ojos? ¿Cómo esos mitos de las marcas de nacimiento iguales y eso?
—Sí... Como eso. —Paul se quedó mirando hacía el gran ventanal a su lado—. Son momentos que casi nunca ocurren, pero suceden cuando las personas menos lo esperan.
—¿Cómo está tan seguro?
—Porque yo supe que Caroline era mi alma gemela desde el primer instante en que la miré a los ojos.
En ese momento comprendí a qué se refería Regulus con que el resto fue historia, no había una explicación para que un inexperto omega desee tener una relación con una alfa con un hijo pequeño y ya habiendo vivido como Caroline lo hizo. No a voluntad, claramente. Pero Paul se veía enamorado y Barty dijo que su madre cambió desde que lo conoció ¿A eso se referiría? ¿A la unión mutua que sintieron desde tan solo mirarse?
—Pu-Pues. —Aclaré mi garganta—. Supongo que si usted lo sintió y todo salió bien... Debe haber encontrado su alma gemela en la mamá de Barty, pero no entiendo y no quiero sonar descortés pero ¿Por qué me cuenta esto?
—Oh no, no te confundas, hijo. —Paul se acomodó en la silla y apoyó sus dos codos en sus rodillas, juntando sus dedos entrelazados, mirándome a los ojos—. No fue fácil y claramente no todas las cosas salieron bien. Mi familia no aceptaba a Caroline y tuvimos tal cantidad de inconvenientes que muchas veces pensé que lo mejor que podíamos hacernos mutuamente era dejarlo. —Sonrió nostálgicamente, mirando al suelo—. Y cada vez que intentaba dejarla ella me miraba a los ojos, tomando mi mano, entrelazando sus dedos con los míos y me decía que no podría seguir sin mí, entonces yo me preguntaba ¿Cómo abandonar a tu alma gemela?
—Pero... No lo hizo.
—No, no lo hice. —Él estiró una de sus manos hasta tocar mi rodilla, dejando un par de palmadas en esa zona—. Y te cuento esto porque estoy completamente seguro de que Barty encontró a su alma gemela en ti.
—¿Qué? Eso no es verdad. —La seguridad en la mirada de Paul me dejaba sin palabras, tan transparente como Barty sincero y decidido—. Barty y yo nos conocimos por accidente, en una... Una galería de arte, él solo me ayudó porque... Porque...
—Porque Barty te amó desde incluso antes de verte a los ojos, Peter.
—No es cierto ¿Amor? ¿Me está hablando en serio? Lo nuestro fue una bonita casualidad, es todo.
—¿Y si no lo fue? —Paul me miró y no me gustó la tristeza que observé en su mirada—. ¿Y si no fue el vino lo que hizo que tu celo se adelantara sino la presencia de tu alma gemela? ¿Y si no fue una coincidencia que sus celos ocurrieran al mismo tiempo? ¿O el alfa de Barty necesitándote solo a ti? ¿Qué no se rinda a pesar de saber que tienes un hijo? ¿Y si nada es coincidencia? ¿Y si se debe a que se pertenecen mutuamente? Escucha, Peter, lamento demostrarte lo informado que estoy pero necesito que me escuches antes de continuar con tu vida como si esta conversación no hubiera ocurrido jamás.
—Wow, es que... Wow. —Tomé aire profundamente un par de veces, intentando relajarme, no quería que las emociones se apoderen de mí, pero eso era algo que jamás en mi vida habría considerado ¿Ser el soulmate de Barty? ¿Estar destinado a estar con él? ¡Una barbaridad! Si fuera así... Si realmente Barty hubiera sido hecho para mí él habría llegado antes, lo habría conocido desde antes de que ocurra todo... Todo eso.
"Tranquilo, bebé, tranquilo"
Escuché su voz en mi cabeza y suspiré. Eso me diría, claro, si él estuviera aquí conmigo me diría que me tranquilice y entonces podría escuchar a su padre. Lo hice, con sus palabras en mi cabeza miré al hombre mayor frente a mí y le sonreí apenas.
—Entonces. —Siguió él—. ¿Mejor?
—Algo. —Suspiré profundamente después de eso—. Me sorprende estar considerando la posibilidad de semejante locura, pero lo hago.
—Creo que ahora estás listo para hablar con Barty.
—Sí... Bueno no... Bueno no sé ¿Él está bien? Con su esposa, quiero decir, ella... Sabe que él me...
—¿Qué te ama? —Paul sonrió—. Seguro se lo está diciendo justo ahora.
—Y ella... Ella lo va a tomar bien ¿No?
—Creo que ese es el problema... Caroline se volvió una mujer muy dura con el pasar de los años, Peter y no creo que quiera que su amado hijo viva una relación tan complicada como la nuestra lo fue.
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Me desaparecí pero ya volví, perdón por no actualizar pero me llene de trabajo y un bloqueo me detuvo de avanzar para dejarles capítulos programados. Sin emabrgo hoy ya pude escribir y estoy tratando de dejar algunos capítulos listos así que preparénse que se vienen muchos en todas mis historias.
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