28~
ESPECIAL HANSE X CHAN
La noche se ha hecho muy corta para los nueve chicos que la han pasado juntos en la guarida. A pesar del frío y del sueño, ninguno ha sucumbido y no se han dormido hasta las seis de la mañana, cuando Jeongin fue el primero en caer después de mucho pelear contra los brazos de morfeo.
Ahora solo Chan y Hanse quedan en la guarida, recogiendo todo lo que han dejado tirado sus menores, que han salido corriendo nada más han oído la palabra limpieza salir de los labios del chico australiano mayor. Eso sí, todos con una excusa ya preparada de antemano para dejar solos a los dos mayores.
Ninguno de los dos habla mucho, centrados en doblas mantas y recoger cajas de pizza para esquivar el momento en el que tengan que hablar en serio de sus problemas sin resolver.
-¿Has decidido que tu padre no va a controlar tu vida más o algo así?- pregunta Chan, rompiendo el silencio cuando se da cuenta de que la manta que dobla su compañero es la última que queda sin recoger.
-¿Lo dices por lo de admitir mi sexualidad con los chicos?- responde Hnase, evitando al máximo responder lo que Chan quiere oír. El rubio asiente rodando los ojos, dando a entender que era obvio de lo que hablaba.- He tardado mi tiempo en darme cuenta de que tú siempre tuviste razón.
Flashback
-¿Te ha vuelto a pegar?- pregunta un Chan de dieciséis años, alarmado al ver en la puerta de su casa a un Hanse con un moratón en su mejilla derecha. Este no responde, mirando al suelo con un gesto de fastidio ensombreciendo su rostro.- Pasa, voy a por hielo.
El australiano deja pasar al mayor con un suspiro, consciente de que esta no es la primera vez que pasa esto, ni será la última. Nota como el otro lo mira durante unos segundos con demasiada fijeza al pasar a su lado. Sus mejillas se tiñen de rojo con la simple acción. Se queda mirando la espalda del chico unos segundos, embobado, antes de acordarse de que debe ir a por hielo para el mismo.
-¿Qué ha pasado esta vez?- le pregunta una vez se encuentran en su habitación.
Él está sentado en la cama y Hanse en la silla del escritorio, sosteniendo un paquete con hielo contra su mejilla hinchada. El mayor de los dos sigue evitando la mirada del menor, mostrando ese lado frío que solo sale a relucir cuando pelea con su progenitor.
-¿Tu abuela está en casa?- Chan rueda los ojos ante el obvio cambio de tema que está intentando propiciar el mayor. Siente ganas de tirarle el peluche que descansa sobre su almohada con tal de que lo mire una sola vez.- Es raro que no haya salido a saludarme.
-No se encontraba bien, así que está durmiendo.- lo informa el australiano restándole importancia. Él quiere saber que ha pasado entre el chico y su padre.- Volvamos al principio. ¿Vas a seguir ignorándome o vas a decirme que es lo que ha pasado esta vez?
-Nada nuevo, lo de siempre.- responde de manera escueta el mayor, evitando de manera aún más clara la mirada de su amigo. Sabe que está retando a la suerte y que como enfade mucho a Chan va a estar de nuevo en la calle en nada.- Solo se ha puesto en plan insoportable, le he respondido y se ha cabreado. Solo ha sido una bofetada. Estoy bien.
-Creo que deberíamos hablarlo con los demás y buscar algo que hacer entre todos.- suspira Chan, sabiendo que Hanse se calla gran parte de la historia por no asustarlo.- Igual podemos hacer algo para que esto no vuelva a pasar.
-No les voy a decir nada a los chicos.- lo corta el chico que sujeta el hielo contra su mejilla, usando un tono hosco.- No es buena idea. Son unos niños. Si Jisung se entera de que mi padre me pega va a entrar en pánico, le llega con lo que tiene en su casa. Minho y Changbin van a querer ir a por mi padre, y si lo hacen ellos van a acabar mal. No podemos decirles nada a ellos o la vamos a cagar.
-Tienes razón.- suspira Chan, vencido por la realidad una vez más.- Entonces, ¿qué hacemos?
-Solo no dejes de abrirme la puerta cuando pasen estas cosas.- responde Hanse con simpleza, desplazándose para sentarse al lado del otro chico en la cama. Sus miradas se encuentran con intensidad, intentando descifrar todo lo que siente el contrario sin necesidad de ponerlo en palabras.- Si dejas de abrirme no sé lo que voy a hacer. No tengo a nadie más a quién acudir. Eres el único al que quiero acudir.
Su mirada se va de manera inconsciente a los labios del menor, entreabiertos mientras respira con dificultad, cosa que siempre pasa cuando se acerca tanto. No puede evitar relamer los propios al pensar en el sabor de los contrarios. Siente sus manos rozándose, trayendo consigo el correspondiente escalofrío, que aparece cada vez que su piel roza la del contrario, y que ha llegado a convertirse en algo así como una droga para él.
Chan nota la mirada contraria sobre sus belfos, sintiendo como el rubor sube a sus mejillas a la vez que el pánico al no saber que hacer aumenta a su vez. Le gustaría ser lo suficientemente valiente como para dar el primer paso y sorprender al mayor.
Pero, como siempre, es Hanse quien salva la distancia que separaba sus labios, empezando un suave y dulce beso. Marca un ritmo lento, disfrutando de la dulzura del sabor de los labios de Bang Chan sin prisas. Disfruta como la primera vez, a pesar de que no es la primera vez que cata el dulce manjar que son los labios de su amigo.
-Hanse...- empieza a decir Chan, cuando se separan por falta de aire. Sus labios ya están rojos e hinchados por el beso y su respiración es todavía más irregular.- Nosotros...
-Ya lo hemos hablado, Chan.- lo corta el mayor, posando un dedo sobre los apetecibles labios del australiano para hacerlo callar de manera más dramática.- Yo no soy gay.
-¿Cuánto has tardado en darte cuenta de que yo tenía razón?- pregunta sarcásticamente Chan, alzando una ceja con desaprobación.- ¿Veintidós años? ¿Toda nuestra vida?
Un pequeño silencio se instala entre ellos de nuevo. Chan solo espera una respuesta coherente por parte del mayor, algo enfadado porque este haya tardado tanto en hacerle caso a pesar de las muchas veces que le advirtió lo mismo; mientras que este intenta urdir una contestación sencilla a sus complicados sentimientos para ponerla en palabras y hacer que Chan llegue a entenderlo.
-Lo siento.- decide empezar así, disculpándose. El otro chico mantiene alzada su ceja, desconcertado con las palabras repentinas de Hanse.- Primero, lo siento por mentirte cuando dije que Sana era mi novia, de verdad que solo lo hice porque mi padre me dejase en paz. Nunca sentí nada por ella.
-¿Por qué te disculpas conmigo por eso?- el desconcierto del australiano solo va en aumento a medida que la conversación avanza, dejando de lado su enfado inicial.- Fue tu decisión, y la tomaste antes de que volviésemos a juntarnos. Fue una decisión estúpida desde mi punto de vista, pero ya no puedo juzgarte.
-Te pido perdón por eso porque la segunda cosa por la que te pido perdón es por todas las veces que la cagué cuando éramos adolescentes.- suspira, esperando cualquier contestación por parte del chico ante él. La manta que doblaba ha quedado olvidada sobre uno de los sillones, y ahora los dos chicos se miran a los ojos mientras hablan, todavía manteniendo una distancia prudencial, como si se acercasen el mundo fuese empezar a arder.- Fui un cabrón contigo. Te besaba y luego decía que no era gay. Era un puto bipolar que jugaba con tus sentimientos.
Chan tarda unos segundos en procesar lo que acaba de oír. Siempre esperó tener una conversación así con Hanse, pero ahora que está teniendo lugar se encuentra en blanco. Todos los sentimientos confusos y sin control de cuando era adolescente, que creía superados y enterrados en un cajón cerrado con muchos candados, parecen estar queriendo florecer de nuevo y arrasar con su poca estabilidad emocional.
-¿Por qué me dices esto ahora?- pregunta, desconcertado por lo repentino de las confesiones.- Han pasado muchos años, ya no somos esos críos inmaduros.
-Por eso mismo, porque han pasado años y ya no soy un crío inmaduro, estoy más seguro de lo que pasa.- responde el otro, acercándose un paso. Su voz suena temblorosa, insegura.- Siempre negué que era gay por miedo a admitir que estaba enamorado del que era mi mejor amigo. Han pasado años y puedo decir que sigo enamorado del mismo chico al que desprecié tantas veces por culpa de mi estupidez.
Ahí es cuando Bang siente su cabeza a punto de estallar.
La confesión es mucho para él. A pesar de que es algo que esperó oír durante mucho tiempo, que lleva esperando oír desde que encontraron a Hanse en aquel taller como mecánico, es difícil procesar que está pasando de verdad y que no es solo un sueño. Se siente incapaz de dar una respuesta coherente explicando lo que siente.
Porque, a pesar de que ya no es como cuando eran adolescentes, de esa manera alocada y sin control que sienta como una sobredosis de adrenalina, es consciente de que el mayor sigue siendo alguien diferente para él del resto de sus amigos. Su corazón se sigue acelerando con descontrol con un simple roce de manos al pasarse un cacho de pizza.
Puede que su manera de querer haya madurado con él, sin depender ya tanto de la otra persona.
-Sé que seguramente para ti ya no sea lo mismo, que ya he perdido mi oportunidad, pero no podía quedarme con la espina de no habértelo dicho nunca.- suspira Hanse, rendido ante la falta de respuesta por parte del chico frente a él.- Solo quería que supieras que siempre te he querido y siempre te querré.
-Hanse...- susurra el rubio, sonando algo desesperado al ver como las esperanzas del mayor se apagan sin que haya podido sacarlo de su error. Siente con ansiedad las palabras atorándose en su garganta.- Creo que debo de ser masoquista o algo, porque sigo colgado de ti como cuando era un adolescente a pesar de que sé que puedes destrozarme sin piedad.
Las palabras de Chan tardan en hacer efecto en el otro.
Cuando lo hacen, una sonrisa amplia no tarda en hacerse presente en el rostro del mayor.
Tampoco tarda mucho en acercarse a pasos rápidos al rubio, que ya lo espera con los brazos abiertos.
Sienten la felicidad creciente apoderarse de sus cuerpos cuando sus labios se juntan después de cinco años sin hacerlo. A pesar del tiempo que ha pasado siguen encajando a la perfección, como si estuviesen hechos para eso.
El de cabellos blancos no tarda en tomar el control del beso, llevando sus manos a la cintura del chico australiano. Marca un ritmo dulce y lento, que intenta transmitir todos los sentimientos que no puede poner en palabras coherentes para decírselas a Chan.
-¿Puedo hacer una pregunta más?- murmura Hanse una vez que se separan por falta de aire. Chan se encuentra sonrojado y con los labios hinchados de esa manera que lo vuelve loco, pero lo mira con seriedad y profundidad. Asiente afirmativamente, consciente de que nada de lo que diga ahora el otro va a hacerle daño.- ¿Quieres ser mi novio? Sé que esta no es la manera de pedirlo, que debería ser más especial, pero no creo poder esperar para planear algo especial. Quiero gritarle a todo el mundo que estoy enamorado de ti.
-Claro que quiero, idiota.- responde Chan al instante.- No quiero nada demasiado especial, así está bien.- murmura juntando sus frentes de manera cariñosa.- Solo te pido que me abras la puerta siempre, que no la vuelvas a cerrar como cuando éramos adolescentes.
-Prometo que no te dejaré ir nunca más.
Después de esa promesa sellan sus labios como punto final, como refuerzo de que no podrán romperla nunca mientras les quede algo de cordura en el cuerpo.
Especial Hanse x Chan como disculpa por la tardanza, tuve un pequeño problema con el ordenador, pero ya le encontré solución.
Hoy salió el trailer de Astronaut y es como ajisdhuiqquksam, quiero ver el comeback pero a la vez no.
HYUNA Y DAWN YA SACARON SUS COMEBACKS, HERMOSOS LOS DOS QUE ESTÁN. Y EN SUS ENTREVISTAS EN PAREJA DKSJNJSIADN BEBÉS UWU
No tengo mucho más que decir, la vida de Hye no es interesante.
Os amo <3
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