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25~

-Tú no estabas allí, pedazo de imbécil. ¿Crees que fue fácil pasar cinco años lejos de tí? Puedes preguntarle a Mingyu hyung si quieres, pero yo siempre les hablaba de lo mucho que os echaba de menos. Sobre todo les hablaba de lo mucho que te echaba de menos a ti.

Las palabras de Jisung quedan flotando en el ambiente, congelando el momento a la espera de una respuesta por parte de Minho que parece no querer llegar nunca.

Minho se lleva el cigarro a la boca, para darle una última calada nerviosa antes de enfrentarse a Jisung. Suelta el humo por la nariz con lentitud, intentando ganar tiempo para encontrar algo que responder a todo lo que le acaba de decir su novio.

Su mente se ha quedado en blanco, siendo consciente de lo irracional que ha sido y de que no tiene manera de enmendar su error sin quedar como un imbécil. Las ganas de pegarle a algo empiezan a extenderse por su cuerpo de manera rápida, igual que cuando era un adolescente y algo no le gustaba, frustrado consigo mismo.

-¿No vas a decir nada?- pregunta Jisung, cansado ya del intento de evitar el tema del mayor.- Mira, me voy a ir a mi casa a estar con mi madre, a ver si se me pasa el enfado que tengo por tu culpa. Diles a los chicos que ya los veré.

-Jisung...- susurra el mayor al ver que las palabras del chico van en serio cuando empieza a alejarse a paso rápido.- ¡Jisung, espera!- exclama, algo más desesperado al ver que el menor ya se encuentra algo alejado.

Jisung no se gira, simplemente alza una mano y muestra su dedo medio sin descaro, dejándose llevar por el enfado. Apura el paso, sintiendo como las lágrimas se agolpan en sus ojos y sin querer que Minho lo vea afectado por la situación.

Una maldición se escapa de los labios del chico que se queda atrás.

El golpe a la pared exterior de la guarida no tarda en llegar.

Es un golpe brusco, seco, que deja sus huesos molidos y abre pequeñas heridas en sus nudillos debido a la irregularidad de la superficie y la fuerza utilizada. Todo su brazo siente la fuerza que ha usado en el impacto con nitidez.

El resto de chicos no tardan en salir, alarmados por el sonido sordo proveniente del exterior. Muchos ya se suponen cual es su proveniencia, pero rezan porque Minho no haya vuelto a su época agresiva y que no le haya pegado a nada.

-¿Dónde está Jisung?- pregunta Chan nada más sale y se encuentra con un Minho solitario y cara de pocos amigos.- ¿Qué ha pasado?

-Pasa que soy imbécil y que puede que ya haya jodido la mejor cosa que tenía en mi miserable vida.- gruñe Minho, dejando que una lágrima rebelde recorra su rostro de manera casi imperceptible. La limpia con furia casi de inmediato.- ¿No puedo estarme callado?

-Ven, vamos a dentro.- suspira Hyunjin.

Posa una mano sobre el hombro del mayor y lo hace avanzar hacia el interior de su guarida. El resto de chicos mantienen un silencio sepulcral, movilizándose ya para preparar todo para hacerle las curas a Lee en la mano herida.

Muchos querrían decir que es la primera vez que tienen que hacer esto, pero no lo es, y cada uno sabe exactamente que es lo que tiene que hacer.

-¿Qué le has dicho a Sung?- le espeta con brusquedad Félix desde su butaca cuando Chan empieza a echar alcohol en un algodón para limpiar las heridas del chico.- ¿Tenías que joderle el día que su madre volvía de visita?

-Félix...- le advierte Hanse con una mirada desaprobadora, descontento con la actitud del australiano menor.- Deberías callarte.

-No se va a callar, hyung.- responde Jeongin, sorprendiéndolos a todos por la brusquedad con la que ha hablado. El castaño no suele replicarles, y menos a los dos mayores y de esa manera tan directa.- Si Minho hyung la ha cagado que cargue con ello. Él ha sido el que ha hecho algo mal, no Lix.

-Ni siquiera sabes que ha hecho.- apunta el mayor, suspirando al tener que darle parte de la razón al más pequeño de todos.- Espera a que se explique, si no nos convence podéis llamarle todo lo que queráis, pero esperad.

-Félix tiene razón.- murmura Minho, hablando por primera vez desde que entraron.- Soy un imbécil que ha jodido un día alegre para Jisung. Pero, joder, no puedo pensar con claridad si lo único que soy capaz de procesar es que puede que haya estado mejor con otros en Malasia de lo que lo pudo haber estado con nosotros.

-Te entendemos, Minho, pero eso no es motivo para hacer que Jisung se vaya.- suspira Changbin, cortando a Félix. El pecoso lo fulmina con la mirada, sintiendo el peso de la réplica afilada que tenía preparada en la punta de la lengua.- Has tenido que cabrearlo mucho para que se vaya así.

-¿Es por Mingyu?- pregunta Hyunjin, intentando descifrar todo lo que pasa por la cabeza de su mejor amigo.

-No me hables de ese puto poste.- gruñe el mayor.- Solo lo he visto unos minutos y ya quiero matarlo.

-Esto se está volviendo más irreal cada vez.- dice Seungmin, todavía procesando las palabras de su mayor.- Ya me explicarás tú que culpa tiene el pobre chico de tus putas inseguridades.

-Kim Seungmin...- lo advirte Chan, siguiendo el ejemplo de Hanse e intentado controlar la ira de los menores.- ¿Podéis intentar ayudar en vez de tratar así a Minho?

-Están en todo su derecho a llamarme así.- lo corta Minho, incapaz de levantar la mirada para encontrarse con las de los demás.- Jisung es lo que más quiero en este mundo, y le he hecho daño. Sí que son mis inseguridades, porque tengo miedo de que ahora que ha visto a ese chico de nuevo se de cuenta de que yo no valgo nada.

-Hyung, en serio me planteo la idea seria de que eres imbécil y no nos hemos dado cuenta hasta ahora.- habla Jeongin, negando con la cabeza.

-¡Yang Jeongin!- exclama Chan, escandalizado por las repentinas faltas de respeto del menor.- ¿Qué he hecho mal con estos niños?- se lamenta, mirando a Hanse en busca de apoyo. El otro chico solo niega con la cabeza, encontrándose en la misma situación que el rubio.

-Es la verdad, Chan hyung.- continúa Jeongin. El rostro del chico está completamente serio, mirando con desaprobación a su mayor.- Acabas de herir a Jisung por tus celos idiotas. Deberías estar corriendo a pedirle perdón de rodillas.

-Jisung te quiere mucho, él te va a perdonar.- dice Hyunjin, expresando la opinión de todos con simpleza.- Pero tienes que ir a buscarlo, pedirle perdón y hablarle seriamente sobre esto.

-Jisung es el único capaz de quitarte esas ideas absurdas de la cabeza.- corrobora Changbin, apoyando las palabras de Hyunjin.

-Te juro que como mañana no estéis bien te corto los huevos.- lo amenaza Félix, haciendo que a Changbin se le escape un ligera risa por la repentina agresividad del menor.- Demuestra que no solo sabes pegar y que también sabes hablar.

-No te veo corriendo a casa del niño ardilla.- apunta Hanse, sonriendo por la coordinación que han demostrado todos a la hora de buscar una solución.

-Pero, ¿y si él no quiere verme?- pregunta Minho con inseguridad, sin decidirse a hacer caso a sus amigos.

-¡Corre ya!- exclaman los siete chicos a la vez, coordinados después de mirarse por unos segundos.

Minho se encoge unos segundos en su lugar, asustado por la agresividad con la que lo miran sus amigos. Todos lo instan a que se vaya rápido a buscar a Jisung.

El chico se levanta, aún algo inseguro, y echa a caminar hacia la puerta del lugar. Una vez cruza el umbral siente las energías apoderarse de él, echando a correr casi al instante en dirección a casa de su novio, sin pensar mucho en que será lo que hará cuando llegue allí. No le da tiempo a dercirles nada a sus amigos, ya que sus piernas van más rápido que su cabeza, pero les agradece mentalmente por ser siempre su fuerza para tomar decisiones.

Corre tan rápido como puede. Corre hasta que le duelen las piernas y le cuesta respirar. Corre aún notando el sudor empezar a correr por su frente debido al calor del día sumado al esfuerzo físico. Corre hasta que ve la casa de Jisung aparecer en su campo visual. Solo en ese momento se permite el lujo de bajar el ritmo y parar de correr para caminar.

Siente una opresión en su pecho que ha crecido a lo largo de la carrera, un nudo de incertezas sobre lo que pasará. Reza a un dios en el que no cree porque le ayude a enmendar su error y que no pierda lo más importante que tiene en su vida.

Se acerca con pasos lentos a la puerta desgastada de sobras conocida, pensando si debería llamar o no. Su debate mental se hace casi irreparable en cuestión de segundos mientras se encuentra parado ante la puerta.

Da un suave toque que duda que se escuche en el interior.

Espera unos segundos antes de decidirse a tocar de nuevo, ahora con más fuerza, pero la puerta se abre antes de que pueda acercar la mano a la superficie de la puerta.

-¿Qué haces tú aquí?- su ceño se frunce mientras habla, teniendo que levantar ligeramente el rostro para hablarle a la persona que le ha abierto. Mingyu parece confuso de verlo allí.- ¿Dónde está Jisung? Quita del medio y déjame entrar.

-Él ahora mismo está muy enfadado.- dice el chico, sin hacer amago de moverse de la puerta.- No creo que deba dejarte entrar.

-Mira, puedes irte a la mierda.- gruñe Minho, olvidando que el chico le saca casi dos cabezas y que parece tener mucha fuerza. Este alza una ceja, sorprendido por la agresividad del novio de su amigo.- Déjame entrar, quiero hablar con mi novio y arreglar la estupidez que he hecho.- explica de manera algo agresiva. Escupe las palabras "mi novio" con fuerza, recordándole a Mingyu quién es él.- Si la he jodido es cosa mía, tú no tienes ningún poder aquí.

-Como Jisung lloré más por ti no me voy a mostrar amable.- suspira Mingyu a modo de advertencia, haciéndose a un lado para dejar entrar al chico.

-No te preocupes, vengo a arreglar las cosas.- apunta Minho, todavía manteniéndose a la defensiva.

-Jisung está en su habitación.- le indica la señora Han en cuanto lo ve entrar por la puerta. Ella se encuentra en la cocina, preparando café. Sonríe cansada.- Anda y arreglaos, todos sabemos que no podéis vivir el uno sin el otro.

Minho solo hace una pequeña inclinación de cabeza, sonriendo de la misma manera cansada que lo hace su suegra. Empieza a caminar hacia la habitación del menor a paso lento, preparando un discurso de arrepentimiento.

-Jisung...- susurra, abriendo la puerta del cuarto con cuidado, asomando el rostro.

No le da tiempo a ver mucho cuando algo impacta contra su cara, desoriéntandolo. Jisung le ha tirado una almohada.

El chico se encuentra sobre su cama, sentado con las piernas cruzadas y con otra almohada en las manos, preparada para ser lanzada hacia el intruso que hay en su cuarto. Desprende ese aire infantil de indefensión que tenía cuando eran más jóvenes.

-Vete de aquí.- pide con voz temblorosa, haciendo que sus ojos rojos y sus mejillas hinchadas llamen la atención de Minho. El dolor se expande por su pecho al pensar que él ha hecho llorar a Jisung.- No quiero verte.

-Deja que me explique. Solo dos minutos.- implora Minho, adentrándose por completo en la habitación. Jisung baja la almohada, dando a entender que le concede el tiempo, pero notándose aún el recelo.- Soy un imbécil. Me he comportado horrible. Soy el peor novio del mundo. Te he hecho daño por culpa de mis inseguridades estúpidas. No te culparía si quisieses dejarme ahora.

-No quiero dejarte.- contesta Jisung con rapidez.- Solo estoy dolido. Creí que confiabas más en mí.

-Claro que confío en tí, Sung.- apunta igual de rápido el mayor. Se acerca a pasos vacilantes a la cama, ganando seguridad al ver que ningún arma arrojadiza impacta contra él. Se sienta al lado del menor, que lo mira con ojos de cachorro abandonado.- En quién no confío es en mí mismo. Tengo miedo de que encuentres a alguien mejor.

-Eres un idiota, Lee Minho.- susurra Jisung, suspirando de alivio al escuchar las palabras de su novio.- No hay nadie mejor que tú para mí.- indica, sonriendo de manera tímida.- No voy a encontrar a nadie mejor porque tú eres el único en el que estoy interesado ahora mismo.

Minho no es capaz de contestar nada, solo suspira con alivio, abalanzándose a abrazar al lindo chico de mejillas regordetas. Ambos ríen con alivio, dando por finalizada su primera pelea como pareja. Ambos aprietan con fuerza al otro entre sus brazos, esperando no volver a pasar por eso nunca más.

Bueno, voy a empezar por la parte alegre del mensaje y después procederé a deprimirme sin remedio.

El comeback de A.C.E es puro arte gente. La canción, el ritmo, los visuales, la coreografía... Todo les ha quedado hermoso uwu

Chan es hermoso. Ese bb se está ganando un puesto en mi lista de bias bastante alto. ES QUE ES TAN PERFECTO 7u7

MINHO CUMPLIÓ 21 AÑOS, ES TAN MAYOR EL BB. NO PUEDO QUERERLO MÁS.

También debo decir que ya casi llego a 130 seguidores. No sé a quién le puedo interesar tanto yo como para seguirme, pero se lo agradezco owo.

Os amo <3

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