La casa de los Min era silenciosa, desde el incidente en la cena con los Jeon y Taehyung nadie se había dirigido la palabra, solo de vez en cuando  a través de Jimin se mandaban mensajes.

Había perdido la cuenta de cuántas veces subió y bajo las escaleras, estaba agotado pues desde la mañana no paro de llevar y traer mensajes.

Se encontró con Yoongi de camino a su habitación, sus pies dolían mucho.

-Jimin, que bueno que te veo- habló el pelimenta- le puedes decir a mi padre que si...- no termino de hablar pues lo sorprendió el siguiente movimiento de Park, ya que  lo había tomado de la playera y lo jaló hacia el quedando muy cerca de la cara del contrario.

-Escuchame bien Min Yoongi- dijo en un tono amenazante- no soy una maldita lechuza a la que pueden estar enviando a mandarse mensajes como si no estuvieran en la misma jodida casa, así que si quieres decirle algo a Yugyeom iras tu mismo-lo soltó de golpe y camino hasta su habitación, entró y azotó la puerta.

Y es que Yoongi decidió no hablar con su padre pues consideraba que el era tan culpable como Solar de haberle mentido, así que decidió no hablarle por un tiempo hasta que su corazón y mente pudieran perdonar a Yugyeom.

¿Por qué la vida se complica cuando uno está en su momento más vulnerable?

-Yoongi, papá te llama- una vocecita resonó en el silencio que había.

-Dile que...- otra vez lo interrumpian.

-Nop, tu irás- el niño puso sus manos detrás de su espalda y comenzó a balancearse sobre sus pies- Papá dijo que no más lechuzas mensajeras en esta casa.

-Esta bien- rodó los ojos- que fastidio.

Pasó por el lado del niño y bajo las escaleras, divisó a su padre que estaba sentado de espaldas a el. Termino de bajar y se dirigió hasta el sillón para posteriormente sentarse.

-Yoongi, que bueno verte- sonrió- estos días casi no te he visto en la casa y cuando te veo no me diriges la palabra. Escucha, si estás enojado porque no te dije lo de Solar, debes entender mi posición, tu madre falleció y yo no quería que crecieras sin una figura materna. Sé perfectamente que te pude haber criado yo solo, pero en ese momento mi corazón dolía mucho y Solar apareció como alguien amable que estaba dispuesta a ayudarme en mi duelo.

-¿Terminaste de excusarte, Yugyeom?-sarcastico- lo que he oído son puras justificaciones pero ninguna disculpa por dejar que esa mujer me tratará de la mierda- pasó una mano por su rostro- Solo quiero decirte que lo he pensado bastante, me iré un tiempo de la casa, no me preguntes a dónde porque ni yo sé, lo único que se es que quiero sanar todo lo malo que he vivido desde que tengo memoria.

-Yoongi...

-No, padre, mi decisión esta tomada y nada podrá cambiarla- se levantó y camino hacia las escaleras pero se detuvó sin voltear atrás- Perdón por dejar de hablarte, es solo que estoy muy roto como para expresar lo que siento- siguió su camino sin voltear atrás.

Y es que Yoongi tenía los pantalones para ser un irreverente, expresar sus opiniones e inconformidades, pero no para sentarse a hablar con su padre de lo roto y solo que se sentía, era un sentimiento persistente que lo llevaba a pasar horas viendo al techo y pensar  ¿que sigue después de la tormenta? Y es que muchas veces nuestra mente se congela y la sensación de paralización se hace presente en nuestro sistema a tal punto en que aguantamos tanto que cuando nos pasa la más mínima cosa el punto de quiebre es muy frágil. El sentimiento de soledad es algo indescriptible, puedes estar rodeado de gente pero no sentirte parte de un grupo en específico, vivir un nuevo día se vuelve cansado, asistir a las labores es un sacrificio, sentir que tú salud mental está en la cuerda floja, enojarte fácil solo porque la gente no comprende tu dolor, ¿Por qué no podemos ser igual de libres como una mariposa? Nadie lo sabe.

Yoongi llegó a su habitación, abrió la puerta y se encontró con que Jimin ya lo espera sentado en su cama, el pelirosa el extendió los brazos y Yoongi camino dudoso hacia el, tomó valor y acortó la distancia deslizándose en esos cálidos brazos que lo esperaban para sanar su roto corazón. No sintió en que momento empezó a llorar hasta que Jimin en un susurro le dijo "Tranquilo, después de la tormenta viene la calma".

Así pasaron varios minutos hasta que Jimin levantó el rostro contrario con ambas manos.

-¿Quieres hablarlo?- el pelimenta asintió- Bien, entonces te escuchó.

-Me siento solo, Jimin- su voz se quebraba de a poquito- Todos los días vivo en un duelo mental, sin saber que hacer o a dónde ir. Cada día es más complicado sentirme insuficiente para todo y todos, realmente estoy cansado Jimin, solo quiero cerrar los ojos y descansar eternamente.

Jimin estaba llorando, le dolía escuchar lo roto que estaba Yoongi, su Yoongi.

-Ey, tranquilo- lo abrazó- Yo estoy aquí, siempre estaré aquí cuando me necesites, cuando sientas que no puedes más solo ven a mi, jamás te voy a juzgar- lo separó un poco sin soltarlo y le dió un beso en la frente.

-Gracias, Jimin- lo volvió a abrazar.

-Por todo- sonrió.

La puerta de su habitación se abría y dejaba ver a un pelinegro bastante entretenido en un videojuego.

-Pitufino, dice mamá que bajes a cenar- dijo con el ceño fruncido pues estaba concentrado.

Kim cerró el libro que tenía entre sus manos y se lo lanzó a Jeon, haciendo que este último tirará su celular por el impacto.

-¡Que no me digas pitufino, cabrón!- frunció el ceño y cruzó los brazos.

-Auch- se quejó mientras sobaba una de sus manos- cuánta agresividad.

-Baboso.

-Pitufino.

Jungkook salió de la habitación despavorido intentado no ser atrapado por Taehyung.

Corrió hasta su habitación e intento cerrar la puerta pero el peliazul fue más rápido y entró para acto seguido empujarlo a la cama y subirse encima de el para hacerle cosquillas. Ambos reían sin parar hasta que fueron recuperando la respiración hasta quedar en un cómodo silencio.

Ambos hacían una pelea de miradas hasta que Taehyung no pudo más.

Lo besó.

Los quiero a montones, estrellitas 💗

-v en depresión 🫧