Extra IV
Extra V: Cuando Elizabeth descubre que se encuentra en cinta y se lo oculta a su esposo por temor al rechazo.
LOS 25 MESES DE MATRIMONIO ENTRE DAMIAN Y ELIZABETH SE PUEDEN RESUMIR EN UNA SOLA PALABRA Y ES "MARAVILLOSO". Las pocas discusiones que han tenidos se pudieron resolver gracias a la buena comunicación que provocan una relación sana y estable, sumándole también las forma perfecta en que se complementaban tanto en la cama como fuera de esta. Todo era cabal para la pareja; Elizabeth ejercía como enfermera en el servicio de pediatría del hospital de Gotham mientras que Damian durante el día trabajaba en la empresa y herencia de su padre, y por las noches salía a cuidar la ciudad del vandalismo con su traje de Robin. Existían ocasiones donde llegaba lastimado pero gracias al destino tenía a una esposa enfermera que siempre estaba dispuesto a curarlo, consolarlo y reconfortarlo.
Pero ahora las cosas podían cambiar.
Hace un par de semanas atrás la joven latina se comenzó a sentir mal, los primeros días eran los vómitos matutinos y la sensación de asco a ciertos alimentos como por ejemplo el pollo, creyó que solo era algo que comió en mal estado o algo por el estilo pero cuando comenzó a sentir antojo de ciertas cosas se preocupó.
No.
Se aterrorizo.
Luego del matrimonio con Damian no habían hablado nada de formar una familia y la única ocasión en que él mencionó algo al respecto fue cuando ella le pidió un tiempo hace seis años atrás luego de descubrir su identidad como superhéroe y creyó que solo lo dijo por la emoción del momento así que ahora sus pensamientos intrusivos junto a sus inseguridades la estaban machacando y acabando.
¿Y si él no lo quería? ¿O si se arrepentía de haberse casado? ¿Y si la culpa por el embarazo? o peor aún ¿Y si le pide el divorcio?
Ellos eran magníficos estando juntos.
Pero solo eran dos y ahora serían tres.
Estaba aterrada.
Las lágrimas bajaban de forma descontrolada al ver el "embarazada" del test de embarazo. Estaba en un cubículo de un baño del hospital donde trabaja y se sentía sofocada; su uniforme clínico azul pesaba y todo a su alrededor comenzaba a darle vueltas.
Estaba jodida ¡Damian la iba a odiar!
Aunque claro, de él se puede esperar muchas cosas.
Calmó como pudo el llanto y llamo por teléfono a su jefa preguntando si podía retirarse antes, ya que no se sentía del todo bien y ella sin regaños la autorizó, sabía la razón de esto y era bastante sencilla.
Su jefa sabia que estaba casada con Damian Wayne, el hijo de Bruce Wayne y heredo a todo su maldito imperio capitalista.
Y claro, porque en Estados Unidos llevaba su apellido de casada.
Elizabeth Wayne.
Bonito ¿Verdad?
Suspiró temblorosa mientras le marcaba a su buen amigo Matthew.
—¿Matt?
—¡Mi vida! ¿Cómo estas? Te acordaste de los pobres —La voz alegre de su mejor amigo se escucho a través de la otra línea.
—¿Estas ocupado?
—Estoy con John ¿Ocurrió algo?
—Si yo —Tragó saliva tratando de aguantar las lagrimas. —Necesito hablar de algo, no tengo a nadie más a quien decírselo
—Me estas preocupando Eli —Se escucho un "Dame un momento amor" por parte del rubio hacia su pareja. —¿Qué ocurre?
—Estoy embarazada —Rompió a llorar.
—¿Qué tu qué?
—Estoy embarazada
—Si, lo oí a la primera pero ¿Cómo?
—¿Qué acaso no sabes como se hacen los bebés, estúpido?
—Oye, oye, tranquila —Se escucho la preocupación en su voz. —Respira y no insultes ¿Damian lo sabe?
—No, él no lo sabe porque yo me vengo enterando recién. Yo no sé cómo va a reaccionar él ¿Y si me abandona y tengo que criar sola al bebé?
—Eli
—¿Y si me pide el divorcio? No se qué es lo qué haré sin él, estoy perdidamente enamorada Matthew, no quiero que me deje pero tampoco lo abortaré si él me lo pide
—¿A qué hora sales de turno?
—Ya salí
—Bien, escucha. Reunamosno en una cafetería o restaurant o donde tu quieras para hablar mejor
—Cafetería
—Bien nena, tranquila ¿Si? Te ayudaré y apoyaré en todo ¿Esta bien? Nos vemos donde siempre en una hora
—Gracias Matthew
(...)
El temblor de la manos junto a la palidez del rostro de la castaña denotaba cuán nerviosa, achacosa y ansiosa estaba. Matthew estaba tardando en llegar y ella ya se había pedido dos rebanadas de pie de maracuyá para calmar su ansiedad.
—Lamento la tardanza —El rubio apareció en el campo visual acompañado de Cataleya. —Traje a alguien que nos puede ayudar
—Cata
—Eli —Sonrió con maternidad. —Hola cariño
—Cata —Rompió a llorar mientras abrazaba a la morena.
—Shh, tranquila
—Yo estoy embarazada
—Lo sé, Matt me lo dijo de camino ¿Quieres hablar de ello?
—Si por favor
—Tomemos asiento —Ofreció el rubio.
—¿Cómo descubriste que estas embarazada?
—He tenido vómitos matutinos y le comencé a tener cierto asco a alimentos, al principió se me hizo raro porque no soy escrupulosa y lo deje pasar pero después comencé a tener antojos así que uní cabos y decidí hacerme una prueba de embarazo al darme cuenta que tenía síntomas de estar en cinta
—¿Damian lo sabe?
—No —Sus ojos volvieron a lagrimear. —No quiero decirle porque me imagino su reacción ¿Y si él no quiere al bebé? ¿Si me pide que lo aborte o el divorcio? Sabemos la mala infancia que tuvo mi esposo así que probablemente no quiera ser padre
—Hay muchas probabilidades Eli, es un cincuenta y cincuenta —Le sonrió para calmarla. —¿Y si no ocurre eso? ¿Y si a pesar del temor y no "querer" ser padre se hace responsable? ¿Y si no te hace abortarlo porque va a tener un hijo con el amor de su vida? Eli, no te enfoques solo en lo negativo
—Cata...
—Las probabilidades son muchas y pase lo que pase no estarás sola. Tu familia te apoyará, Bruce te apoyará, yo junto a Gaby también y qué decir de los chicos
—Esperaré un poco antes de decirle a Dami
—Yo también te apoyaré Eli —Matt le tomó la mano. —Y te aseguro que John también aunque si lo pensamos probablemente ese bebé esté metido en la torre titan pero equis, cositas —Le sacó una sonrisa a su amiga. —La figura paterna es importante Eli y debes de decírselo, el tiene derecho a saberlo
—Lo haré —Sorbió la nariz. —Gracias chicos, les aviso de antemano que están en mi lista de posibles padrinos
(...)
Un mes más tarde y ella aún no le decía nada a su esposo, quien ya sospechaba algo.
Damian encontraba a su esposa extraña, ya que había dejado de comer ciertos alimentos que solía ingerir cotidianamente, la frecuencia en la que se veían había disminuido notoriamente y también añadía el hecho de que hace más de un mes que la castaña no dejaba que la tocara ni habían tenido intimidad y aquello era extraño, eran una pareja sexualmente muy activa y esa distancia había encendido las alarmas del vigilante.
¿Y si ella ya se había cansado de la monotonía del matrimonio? ¿Y si se había aburrido de la vida que él le estaba dando? ¿Y si se había dado cuenta que no era un hombre suficientemente bueno como para estar con él? Sabía que el tiempo juntos disminuyó un poco gracias a su trabajo como vigilante pero siempre existía tiempo para contarse de sus días, oírse y amarse de la misma forma en que hace seis años comenzaron a hacerlo.
Pero eso no le bastó.
Debía actuar antes de que sea demasiado tarde y la perdía.
Debía enamorarla nuevamente así que les informo a su familia que estaría fuera por un par de día y que cuando volviera sus horas de patrullaje disminuiría.
Ya trazó un plan para el re enamoramiento de su mujer el cuál consistía en consentirla como se merece, irse de vacaciones juntos al país natal de su mujer y cuando regresaran a Gotham pasarían mucho tiempo de calidad juntos.
Solo esperaba que no fuera demasiado tarde para eso.
—¿Damian? ¿Por qué estas aquí? Todavía no terminas tu jornada laboral
—Hola Habibti —La tomó de la cintura para darle un beso. —Quise venirme antes para pasar más tiempo junto a ti
—Oh, gracias —Le sonrió.
—También pedí vacaciones así que estaré un mes y medio en casa para poder disfrutarte
—Ah —Silencio incomodo. —Genial, iré a preparar la cena
Y dejó a un azabache con el ceño fruncido y totalmente devastado en la entrada principal del departamento.
Damian estaba aterrado.
¿Y si era demasiado tarde ya? La reacción de su mujer no fue la mejor e hizo que su pecho doliera.
Ella lo iba a abandonar.
Ella ya se había aburrido de él.
Estaba molesto y totalmente enojado, su mente era un campo de batalla así que sería directo y se lo preguntaría.
Se lo preguntaría a pesar del terror que siente de oír la respuesta.
—Elizabeth —Se asomó a la pequeña cocina. —¿Sucede algo?
—No ¿Por qué? —Siguió cortando las verduras.
—Porque estas extraña ¿Puedes mirarme si quiera?
—Estoy ocupada cortando los vegetales para la cena
—¡Elizabeth! —La nombrada saltó al oírlo gritar.
Después de un año de noviazgo y dos de matrimonio esta era la primera vez en que Damian Wayne le alzaba la voz.
El silencio invadió la cocina y la castaña tuvo que tragarse las lagrimas para poder enfrentar a su esposo.
—¿Qué?
—¿Por qué? ¿Por qué estas rara? —Movió los brazos angustiado. —¿Hice algo mal? ¿Es por qué no paso mucho tiempo contigo? Si es así puedo arreglarlo, puedo cambiar mi horario laboral y por las noches patrullare por menos tiempo, si hice algo mal por favor te pido disculpa, si te aburrí o te diste cuenta que esto del matrimonio conmigo no es a...
—Estoy embarazada —Damian se silenció de la impresión y sus brazos cayeron lentamente a los costados de su corpulento cuerpo.
—¿Qué?
—Estoy embarazada —Dejó que las lagrimas cayera por sus mejillas. —Entenderé si quieres divorciarte y tampoco te pediré que te hagas cargo del bebé si no quieres pero...
—¿Estas embarazada? ¿Tu...? —Se llevo las manos a la cabeza algo aliviado. —Tu no estas aburrida de este matrimonio ¿Verdad?
—¿Qué? ¿Por qué lo estaría?
—Demonios yo... —Suspiro aliviado. —Yo creí que te habías hartado de esto, de nosotros
—No Damian, jamás me hartaría de esto ¿Por qué piensas eso?
—Porque has estado rara
—Lo siento es solo que yo —Trago nerviosa. —Me enteré que estaba embarazada y yo me he estado mentalizando para tu respuesta negativa a esta situación
—¿Respuesta negativa?
—Si. Sé que tu infancia y gran parte de tu vida fue difícil y terriblemente triste a parte de que nunca hemos hablado sobre hijos, por ende creo que tu no quieres ser padre
—No, no quiero ser padre —El pecho de la mujer dolió a pesar de que ya lo sabia. —Nunca quise serlo hasta que me enamoré de ti Elizabeth —Ambos se observaron con devoción. —Me aterra la idea de ser padre porque yo nunca tuve uno presente pero al imaginarme a una mini tu mi pecho se llena de calidez —Se acercó a su esposa para tomarle las manos. —Nunca quise ser padre Elizabeth pero extrañamente anhelo tener pequeños contigo y ahora me has hecho el hombre más temeroso y feliz del mundo
—Te amo Damian
—Yo te amo más, mucho más chica perfecta
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