CAPITULO SEIS
Detalles que enamoran

SI ELIZABETH TUVIERA QUE DESCRIBIR COMO HA SIDO SU VIDA ESTAS ULTIMAS SEMANAS sin duda alguna diria que vive un cuento de hadas al lado del hombre que la vida le puso como destinado. La cena que tuvieron en aquel restaurant italiano hace seis días atrás solo era el comienzo de un cortejo lleno de muestras de afecto por parte de Damian Wayne, luego al día siguiente de la cita le había comenzado a llegar flores a la puerta de su casa; el primer día recibió un ramo de quince rosas rojas con una pequeña notas escrita a mano, el segundo día obtuvo un ramo mucho mas grande de aster y ahora frente a ella yacía un ramo de cincuentas camelias rosas con un pequeño sobre negro encima de ellas. El estomago de la extranjera se llenaba de cosquillas cuando abría los sobres con pequeñas dedicatorias.

"En el lenguaje de las flores las rosas rojas significan pasión, amor  y sentimientos profundos. Desde la primera vez que te vi comenzaste a hacerme sentir todo aquello".

"No me caracterizo por ser un hombre paciente, pero si se trata de ti esperaría toda la vida para tenerte a mi lado". 

"En este momento solo deseo tenerte a mi lado".

Damian Wayne era un maldito romántico cuando se lo proponía y Elizabeth siempre terminaba con el corazón latiendo a mil y su cuerpo experimentando un sin fin de emociones producto del poder que tenia Wayne sobre ella. 

Como de costumbre le enviaba un mensaje de respuesta después de que leía las tarjetas, sin embargo, en esta ocasión quería hacer algo diferente por el y recordó que en la cita - La cual los ayudo mucho a conocerse mejor y dejar el nerviosismo y timidez de lado- Damián menciono que de vez en cuando extrañaba comer comida de su cultura.

Para Damian:

"Damian, sabes que no es necesario que hagas esto"

"Pero gracias, simplemente gracias. Eres la primera persona que me regala flores a parte de mis papas"

"La castaña se mordió el labio en espera de una respuesta que no tardo en llegar"

"No es necesario pero disfruto haciéndolo"

"Y no sabes cuanto me has mejorado el día al contarme que soy el primero que hace estos detalles"

"¿Tienes trabajo que hacer?"

"Padre me trajo junto a los idiotas de mi hermanos a la empresa"

"Oh ¿Estarás todo el día por allá?"

"Si"

"¿Por que? ¿Quieres verme?"

"Mhm"

Quizás"

No era la primera vez que coqueteaban por mensajes.

"Yo si quiero verte" 

Se imagino al moreno con una de esas pequeñas sonrisas de lado, como las que le brindo en la primera cita, y el vientre bajo le dolió producto del sentir que le invadía.

Se mordió el labio debatiéndose en que hacer para demostrarle que también estaba interesada en él y en hacerlo sentir bien pero la llamada entrante de su chico la hizo salir de debate.

    ?جميل¿ (Bonita)  —

—Damian — le respondió. Desde aquel día en el restaurant comenzó a llamarla por aquella palabra árabe que se escucha como Jamil y cada vez que hablaban por teléfono tenía la manía de llamarla así.

—¿Sucede algo?

—No es solo que —respiró pesadamente dándose aliento. —Quería escuchar tu voz y animarte en tu día pesado

No hubo respuesta y solo un pequeño silencio que preocupó a la castaña.

—¿Da...?

—Lo siento es solo que —suspiro con fuerza. —Estoy intentando suprimir la estúpida sonrisa que siempre me provocas Elizabeth

—Lo siento. Lo siento —dijo apresurada. —No quería molestarte en este día tan ocupado es solo que quería escuchar tu voz y anoche no pudimos hablar antes de irnos a dormir porque me quedé dormida después de llegar de la universidad, estaba tan cansada porque la profesora de pae nos puso un trabajo de última hora y debíamos de entregarlo antes de las diez entonces...

  جمي (Bonita) —

—Estoy divagando otra vez. Perdón —Damian rió con ternura.

—No molestas. Nunca lo haces, es solo que los idiota de mi hermanos están encima y no quiero que me vean sonreír

—¿Por qué?

—Porque yo solo te sonrío a ti

La mujer atrapó su labio inferior entre sus dientes mientra sonreía.

—Me haces sonrojar

—Me gustaría estar ahí para ver eso

—Deja de coquetear, no se como debo responder —obtuvo como respuesta un pequeña risa nasal.

—Estos dos días estaré ocupado ¿Por qué no vamos el sábado a algún lado?

—Me encantaría ¿Me dejas aportar en algo para la cita?

—Elizabeth

—Por favor —rogó. —Estas gastando mucho en mi y me gustaría hacer algo por ti

—Con tu presencia y sonrisa es más que suficiente

—Damian — murmuro. —Te dije que dejaras de coquetear

—Lo siento, es algo que florece solo cuando hablo contigo —escuchó como una voz masculina lo llamaba. —Debo irme. Padre requiere de mi presencia

—Esta bien, cuídate y procura no excederte con el trabajo. También come algo

—La cafetería de la empresa no tiene opciones veganas —bufo molesto. — Pero intentaré buscar algo. Nos vemos pronto, متجه (destinada)

Y colgó dejando a la latina con el corazón a mil. Le había nombrado con una nueva palabra árabe y debía encontrar el significado.

Sin embargo, a pesar de las emociones positivas sintió preocupación por el azabache. No comería nada si no lograba encontrar un menú que respetara sus preferencias gastronómicas.

Estaba decidido, Elizabeth le llevaría el almuerzo al quinto robin. 

Antes de introducirse por completo en internet para buscar recetas del medio oriente se aseguro de informarle a Matthew que no asistiría a la clase de ética -Que por cierto es la única clase que tiene en todo el día- obteniendo como respuesta un "¿Lo intentas conquistar por el estomago?" que la hizo reír. De tanto navegar y buscar recetas se logro decidir por la opción de hacer unos falafel acompañados por fattoush.

Solo esperaba que aquel detalle le gustase tanto como a ella le gustan las flores y cartas que el escribe a puño y letra

[...]

Damian no entendía porque los idiotas de sus hermanos estaban ahí cuando el único y legítimo heredero por sangre y apellido era él, sin embargo su padre había dejado bastante claro que el imperio Wayne estaba equitativamente repartido entre los cuatro hermanos — Si, incluso Jason Todd estaba agregado en el testamento de Bruce. — y algo de dinero para las personas externas que se han atrevido a utilizar algún manto de superheroe bajo la batfamily. Al de tez morena le comenzaba a dar prácticamente igual respecto a la decisión de su padre.

De todas formas él tenía el imperio Al Ghul y era extremadamente rico gracias a la herencia que le había dejado su difunto abuelo, solo que ahora no veía la necesidad de tomar el manto como líder de la liga de los asesinos. No cuando su vida comenzaba a ordenarse y se veía invadida por cierta castaña latina que llego a formar parte del orden.

Dick vestía unos pantalones de vestir azul y una camisa blanca con los dos primeros botones desabochados. Tim en cambio, estaba enfundado en un perfecto e impecable traje gris, por otro lado se encontraba Damian quien como de costumbre vestía completamente de negro.

Jason no había asistido porque seguramente se quedó dormido producto del exceso de alcohol.

Chasqueó la lengua molesto. Ahora podría estar con la castaña, la habría ido a buscar a su casa para transportarla hasta la universidad y en el camino haber disfrutar la compañía de la mujer a la que esta cortejando.

—¿Qué opinas, Damian? —no estaba prestando atención.

—Me da igual Drake

—Damian —llamo severo su padre. —Estas aquí para que entiendan el manejo de la empresa y necesito sus opiniones para poder distribuirlos dentro de esta

—Cuando era joven deseaba este imperio —en su voz había algo de molestia. —Ahora no es de mi interés

—¿Te acobarda el peso y lo que significa ser dueño de esta empresa? —Tim lo molestó con burla.

—No Drake, sabes perfectamente que no me acobarda absolutamente nada —colocó sus codos en la mesa con aires de superioridad. —Y por si no lo recuerdas ya hay un imperio del que soy dueño. Uno mucho más grande y sanguinario

—Suficiente —Bruce intervino. —Tomemos unos minutos de break

Y el quinto agradeció aquello.

Cuando caminaba en dirección al ascensor su celular vibró anunciando un nuevo mensaje. Damian sacó su celular de último modelo y suprimió una sonrisa al ver la dueña detrás de los mensajes

De Elizabeth

"Damian, sabes que no es necesario que hagas esto"

"Pero gracias, simplemente gracias. Eres la primera persona que me regala flores a parte de mis papas"

Su orgullo masculino se sentía en el máximo punto.

"No es necesario pero disfruto haciéndolo"

"Y no sabes cuanto me has mejorado el día al contarme que soy el primero que hace estos detalles"

"¿Tienes trabajo que hacer?"

"Padre me trajo junto a los idiotas de mi hermanos a la empresa"

"Oh ¿Estarás todo el día por allá?"

"Si"

"¿Por que? ¿Quieres verme?"

Tardó un poco en llegar la respuesta.

"Mhm"

"Quizás"

"Yo si quiero verte"

Se podía imaginar las mejillas coloradas de su compañera y eso le hizo sentir mariposas.

Hablaron unos minutos por teléfono antes de que su padre lo interrumpiera y le pidiera volver a la reunión.

Esta vez si le prestó atención a la presentación que los trabajadores de Empresas Waynes prepararon para mostrarles a los herederos. 2 horas mas tarde el reloj marcaba la una de la tarde con trece minutos y el estomago del joven de ojos verdes comenzaba a sentir la sensación de hambre, suspiro irritado.

La cafetería no tenía menú vegano y en los alrededores solo vendían comida chatarra. Unas papitas fritas no lo iban a saciar ni mucho menos aportar la energía requerida para sobrevivir lo que queda de la tarde.

—Damian —Dick le hablo. —Iremos a comer pizza con Bruce y Tim ¿Vienes?

—Sabes que por esta zona no venden nada con preparación vegana

—Le iré a preguntar a Bruce, dame un minuto

El celular del heredero de la liga de los asesinos vibró.

De Elizabeth
"¿Puedes salir un momento?"

"Estoy afuera de la empresa"

"Te traje algo"

Su corazón latió desenfrenado. Elizabeth estaba a solo unos pisos.

Presionó con rapidez el ascensor y se desesperó al ver la lentitud con la que trabajaba la maquina, por ende decidió bajar los siete piso por la escalera.

—Elizabeth — la llamó una vez llegó al exterior.

Se había demorado menos de un minuto en llegar y no se veía para nada agitado.

—Damian —le sonrió mientras se acercaba.

El ex asesino veía como la chica se acercaba a camara lenta. Su cabello moviéndose al compás del caminar y aquella sonrisa le daba una aire angelical, el sweater de lana blanco alzaba la belleza natural de la joven.

—¿Esta todo bien?

—Si es solo que —se dió ánimos para seguir. —Te traje el almuerzo —la timidez le invadió. — Dijiste que la cafetería de la empresa no tiene menú vegano y el otro día cuando fuimos a comer al restaurant italiano mencionaste que extrañabas comer algo de tu cultura —le extendió una pequeña lonchera negra para que el mayor la tomara. —Te hice falafel y fattoush. Es mi primera vez cocinando gastronomía árabe así que probablemente no este tan bueno pero espero que le guste y si no le gusta lo puede tirar sin problemas y comprar otra cos...

—Demonios Elizabeth —la mujer se silencio de golpe y asustada. Pensó que había metido las patas. —Haces que cada día caiga más y más en tus garras

—¿Eso es bueno o es malo?

Damian sonrió moviendo la cabeza en negación. Tomó la lonchera y se acerco hasta quedar a una distancia mas corta de la castaña.

—Haces que cada día caiga un poco más... Me estoy enamorando de ti

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