Rosemary Whitney había despertado de su profundo sueño, se encontraba amarrada sobre una pequeña silla de madera de espaldas a la gran ventana de su departamento.

—Andrew, despertó. — dijo Loly, el hombre invidente rápidamente se acercó.

—Ustedes… ¿Quienes son? — susurró Rosemary.

—Nosotros hacemos las preguntas, niña. ¿Qué haces aquí en Nueva York? — soltó Loly amenazante mientras se ponía de pie.

—¿Bromeas? Vivo aquí, trabajo a unas cuadras en el restaurante nuevo que abrieron hace dos semanas.

—Eres una bruja… ¿Qué haces en este mundo? — preguntó Andrew.

—Oye, que feo insultas. — contestó la rubia.

—Basta de juegos, Rosemary. Sabemos quién eres y de dónde vienes, no te pases de lista conmigo porque te juro que lo que no le hice a tu madre te lo haré a ti. — dijo la pelinegra acercándose a la muchacha con una cara bastante seria.

Rosemary simplemente tragó grueso y luego habló.

—¿Conociste a mi madre?

—Sí, la maniática que quiso apoderarse de nuestro mundo con los siete entes de la magia.

—Espera… mi padre le advirtió que no debía hacerlo, él dijo que no ganaría.

—Tú padre tampoco es un santo. — intervino Andrew. —Liam Blake es igual de criminal.

—Él no es mi padre… pudo darme su apellido pero no lo considero como tal.

—¿Entonces de cuál padre hablas? — preguntó Loly.

La rubia inclinó su cabeza para atrás y luego contestó.

—Arthur Roberts… mi padre biológico.

Loly miró a Andrew esperando su respuesta.

—No miente. — dijo el pelinegro inclinando su cabeza hacia su amiga.

Aquel hombre de cabello largo se encontraba en el suelo medio inconsciente, escuchaba los pasos de alguien caminando cerca suyo.

—Vas a decirme el porqué me traicionaste. — dijo una voz grave a su oído.

—Yo no… lo hice. — susurró a duras penas el hombre.

Payton soltó la cabeza de Carter y luego se levantó para caminar hasta la orilla del edificio, el hombre apreciaba la ciudad mientras un par de lágrimas salían de sus ojos recordando a su familia.

Carter se recuperaba de a poco, el hombre logró ponerse de pie y recostarse sobre la pared más cercana para tomar fuerzas.

—Sí intentas una sorpresa te voy a asesinar. — soltó Payton.

—Tú ganas, Ryan.

—No hasta que aclaremos un asunto. — contestó el pelinegro dándose la vuelta.

—Me contrataron para hacerlo, para sacarte del camino… la idea era que también debías morir en ese ataque, calcularon mal.

—¿Quién te contrató? — preguntó Payton apuntando con su arma a la cabeza de Carter.

—Baja el arma, Ryan…

—¡Habla!

—Hay un sujeto llamado Jeremy Spooner, desde que Liam Blake está encerrado él se encarga de la mafia de Nueva York ahora.

—¿Por qué te creería? Trabajas para él. ¿Por qué delatarlo?

—Estos imbéciles creen que traicionarme será la solución a sus problemas. — dijo Carter mientras limpiaba la sangre de su boca. —Baja esa arma, Payton, no soy a quien buscas, solo di las órdenes.

El hombre armado miró a su viejo amigo, lo conocía tan bien que sabía cuando mentía o cuando no, lentamente bajó el arma y la guardó.

—¿Dónde encuentro a ese imbécil?

—No será fácil llegar a él, hay… un grupo de personas muy poderosas que lo protegen.

—He asesinado a peores. — contestó Payton mientras se giraba.

—No, no entiendes, estos son distintos, son una especie de hechiceros… los he visto.

Ryan observó a Carter con cara seria.

—¿El golpe en la cabeza afectó tu cordura?

—¿Y desde cuándo crees que estoy cuerdo? Sé lo que vi, no me cuestiones eso. Te ayudaría pero… necesito unos días para recuperarme de esta mierda que me has hecho.

—Lo tienes merecido.

—Seré tu informante si quieres pero conozco a alguien que está buscando respuestas, son unos entrometidos y están siendo buscados por estos ineptos, encuentralos primero y quizá te ayuden.

—¿Quiénes son?

—Spooner les puso un nombre clave, los “Outlaws”, son tres sujetos y una mujer, investigadora privada, un abogado justiciero y los otros dos son tipos comunes o eso creen, operan en distintas partes de Nueva York, principalmente en Hell's Kitchen y Harlem.

Payton dio media vuelta tras escuchar esas palabras y se fue del lugar sin decir absolutamente nada.

—Escucha, el plan está en marcha y no nos vamos a detener, tienes que avisar a ese idiota que aunque no esté de acuerdo vamos a continuar con esto.

—Sí señora, yo le avisaré.

—Ahora necesito que se deshagan de los demás estorbos, asegúrense que Carter esté muerto, yo me encargaré del que está aquí conmigo.

Esta era la conversación de un sujeto con una dama, Jack Black estaba en una habitación lujosa escuchando las palabras de ambos mientras se percataba que tenía el pecho descubierto.

—Comenzaremos con la cirugía antes de que despierte. — escuchó decir a aquella voz femenina.

—Mierda… — susurró el rubio quien logró liberarse del patético amarre que tenía sujetada sus manos.

Aquella mujer abrió la puerta de la habitación y se percató que el rubio no estaba.

—¡No! ¿Dónde está? — preguntó.

—No pudo ir muy lejos, señora. Busquen en todo el edificio a ese inepto. — ordenó quién parecía el jefe de seguridad a sus trabajadores.

—Que bien que estás acá porque no tengo idea de donde estoy yo… — escuchó la mujer a sus espaldas mientras cerraba la puerta. —… tú vas a orientarme.

La mujer comenzó a reír y luego se giró para mirar de frente al hombre.

—¿Crees que puedes derrotarme, Black?

—Sin duda alguna, Mónica. — contestó el rubio con una sonrisa.

—¿Cómo sabes mi nombre? — preguntó la mujer algo asustada.

—¿Cómo sabes el mío? — dijo Jack aún sonriendo.

Sin dudarlo, la mujer se abalanzó sobre Jack comenzando una pelea entre ambos.

Andrew ayudaba a Rosemary a quitar los nudos que la ataban a aquella silla de madera mientras Loly aprovechaba para abrir una cerveza y beberla.

—Desde que comencé a tener uso de la razón mi madre siempre habló sobre restaurar el mundo mágico con los entes, buscó por años donde se encontraban hasta que se encontró con varias pistas, para ese entonces mi padre, Arthur, me reveló la verdad y me marché con él.

—Nunca… te mencionó, al menos no conmigo.

—¿Lo conociste? — preguntó Andrew.

—Arthur formó parte del departamento Patenger, fingió traicionarnos en la batalla de Londres y se sacrificó para lograr derrotar a Tessa. — contestó la pelinegra.

—Papá siempre tuvo un plan B por si algo salía mal cuando todo eso sucediera, supongo que lo puso en marcha muy bien.

—¿Conociste a Liam Blake en persona? — le preguntó el pelinegro a Rosemary.

—Sí, dos veces… A los diez años mi madre lo presentó a la familia y cuando tenía quince decidieron que llevaría su apellido sin siquiera comentarlo conmigo.

—Que horror… — susurró Loly.

—Mi madre planeaba unirlo a uno de los “Cinco Reinos”, cada gobernador o rey dominaría un continente con el poder de uno de los entes y los otros dos que sobraban serían subastados a otros magos oscuros.

—Sin duda Blake sería el dominante de América… — dijo Andrew.

—Así es, ese era el plan hasta que un grupo de personas intervino en los planes de un socio de mamá en Chipre.

—Balton Wagner. — soltó Loly.

—Cuando Balton fue asesinado y Lewis capturado, Tessa decidió acelerar su plan para evitar que este grupo pudiese intervenir en sus planes de dominación… De nada le sirvió.

—Sí, de nada.

—Muy bien Rosemary pero la mayoría de esa historia ya se conoce. ¿En qué conecta esto con lo que sucede ahora? — dijo Andrew.

—Cuando Blake salió de prisión intentó tomar venganza contra sus amigos, se alió con alguien que está en el poder ahora mismo.

—¿Alguien del MACUSA? — preguntó Loly.

—No, es un alto mando de tú país, Diggory… el Ministro Spooner.

—Él ordenó el asesinato de los Sawyer Wood. — soltó Andrew.

—Claro, por eso quiso deshacerse del departamento Patenger justo en el momento que Tessa apareció… — siguió la pelinegra.

—Spooner aún tiene un grupo activo en el Ministerio que va con la mentalidad de mi madre, quiere el dominio, lo sé porque ella me lo confesó.

—¿Planear sacarla de la prisión? — preguntó Andrew.

—No, ella ya no está en condiciones para pelear por eso.

Andrew se quedó pensativo, luego de unos segundos en silencio el hombre se levantó.

—Fuiste de gran ayuda, seguiré en contacto.

—¿Dónde vas, Wilson? — preguntó Loly.

—Tengo que buscar a alguien.

Sin más, el pelinegro salió por la ventana en busca de un conocido.

—Estaré en contacto, gracias por tu información.

—Oye, Diggory… — dijo la rubia, Loly se giró. —… tengan cuidado con Spooner, he escuchado que está loco y tiene muchos aliados en el mundo mágico y muggle.

—Yo también los tengo… — soltó la chica. —… lo tendremos, gracias. — añadió para luego retirarse del lugar.