1 de octubre de 1975

Había pasado un mes desde que dimos comienzo a un nuevo año estudiantil y para sorpresa de todos me habían seleccionado como Prefecta de mi casa, al igual que a Remus. La verdad es que no me lo había esperado para nada, siempre pensé que ese puesto se lo darían a mi hermana.

Es cierto que era buena estudiante y como me habían dicho Dorcas y Marlene, me lo merecía demasiado. Las dos eran muy buenas animando y siempre sabían cómo hacerte reír en cualquier situación.

Debía reconocer que también era muy buena amiga de los Merodeadores, pero me llevaba mejor con Remus, los dos teníamos bastantes cosas en común, las dos fundamentales eran la lectura y el chocolate. 

Siempre que había estado mal, él llegaba con chocolate para alegrarme un poco y se lo agradecía demasiado. Además, había sido la primera en saber su problema y al principio quiso alejarse de mí porque según él tenía miedo a que pasara algo malo, pero siendo como era no dejé que lo hiciera.

Desde ese momento solía ayudarlo a curarse algunas heridas, aunque la mayoría de veces me quedaba con él después de la Luna Llena en la enfermería y me quedaba a animarlo. Cuando eso pasaba no iba a clase ni aunque me lo dijera Pomfrey, prefería hacerle compañía a Remus.

Con los demás también me llevaba bastante bien, Sirius estaba demasiado loco, pero era una buena persona al igual que Peter y James, además James y Sirius eran como hermanos y eran demasiado graciosos.

Ahora estaba de camino al lago para ir a leer un rato, necesitaba distraerme, ver a James ser tan insoportable con Lily me provocaba dolor de cabeza.

Al llegar me senté y apoyé la espalda en el árbol mientras sacaba de mi bolso el libro y comenzaba mi lectura. El problema es que el libro trataba de un amor no correspondido como era mi situación en estos momentos.

Sentía demasiada lástima por la protagonista porque sentía lo mismo que ella, nunca pensé que podría identificarme con un libro hasta que empecé a leer este. No sabía muy bien como acababa el libro porque apenas estaba comenzando, y bueno, los estudios tampoco me dejaban mucho tiempo. 

Desde hace tiempo empecé a ser muy exigente conmigo misma y eso a veces no era bueno porque podía agotarme mentalmente, pero era la única manera para poder dejar que me compararan con Lily algunas personas. Ya bastante tenía conmigo misma que cada vez que podía solía compararme con mi hermana.

—¡Dhalia! —suspiré al reconocer la voz de James, marqué la página en la que iba para cerrar el libro y dirigir mi vista al chico que me había robado el corazón.

A la persona que me había enamorado con su sonrisa, pero que él se había enamorado de otra chica y eso no hacía que doliera menos.

Mientras a él mi hermana le rompía el corazón, él rompía el mío.

Era un triángulo amoroso, donde solo dos podían ganar con el tiempo mientras que el tercero tenía que verlos a lo lejos siendo felices.

James se sentó a mi lado con una sonrisa y agarró mi mano como solía hacerlo siempre y aunque sabía que solo era su amiga, estos pequeños gestos lograban causarme muchas emociones y no podía dejar de emocionarme con cada roce, sonrisa o beso en la mejilla.

—¿Todo bien? —él asintió.

—Simplemente, quería pasar tiempo contigo, últimamente te noto rara —rara estuve desde el primer momento en el que vi que mis sentimientos hacia él nunca serían correspondidos.

—Te conozco demasiado aunque no lo creas Dhalia, en serio cuando crees que no te escucho, es una mentira porque me gusta que me cuentes de tus cosas —le miré, eso no me ayudaba a olvidarlo.

—Estoy bien, así que déjalo estar. Si estuviera mal lo sabrías... —él me interrumpió.

—Ese es el problema, sé que estás mal Dhalia.

Me callé y miré hacia el lago mientras soltaba un pequeño suspiro, odiaba saber que él me conocía demasiado bien y sabía perfectamente cuando mentía. 

—¿Ves? Sé perfectamente que no estás bien, pero no pienso presionarte, simplemente quiero que sepas que cualquier cosa aquí voy a estar para ti —asentí viéndolo con una pequeña sonrisa.

—Gracias.

—No agradezcas, en serio, cualquier cosa que necesites aquí estaré para ti —asentí.

—Si quieres puedes irte con los demás —él negó.

 —Si no te importa me gustaría quedarme contigo, a veces es bueno estar alejado de todos y que mejor que estarlo con mi mejor amiga —eso había dolido demasiado, le regalé una pequeña sonrisa.

—Obvio una tarde de mejores amigos —él asintió con una gran sonrisa mientras me abrazaba por los hombros. Esto dolía demasiado, como podía estar ahí con una sonrisa sin ver que de verdad estaba enamorada de él. 

Tampoco es que lo demostrara mucho, porque más que nada no quería perder su amistad por nada en el mundo y sabía que si le decía lo que sentía, él sería capaz de alejarse de mí y eso no podría soportarlo.

—James —él me miró con una pequeña sonrisa.

—¿Sí?

—Siempre seremos mejores amigos, ¿verdad? No me dejarás, ¿no? —él negó.

—Dhalia siempre vamos a estar juntos, eres mi mejor amiga y sin importar nada eres muy fundamental en mi vida como para alejarme de ti. Así que quita esa idea de la cabeza porque de mí no te vas a deshacer tan fácilmente. Seré una pulga pegada a ti si hace falta Evans, te guste o no tendrás que aguantarme el resto de tu vida —le regalé una pequeña sonrisa, ojalá las cosas hubieran sido diferentes. 

—Más te vale Potter —susurré.

—Oh vamos, los dos sabemos que nunca me alejaría de ti —volteé los ojos divertida.

—Bien. 

Los dos nos quedamos en silencio disfrutando de la compañía del otro, era lindo pasar tiempo con James, quitando mis sentimientos por él, la cosa entre nosotros estaba bastante bien. Era mi mejor amigo después de todo, así que lo único que podía hacer era olvidarme de él y pasar página porque nunca me vería como yo quería.

Porque para sus ojos siempre sería Lily y estaba en parte bien con eso, no niego que hubiera preferido estar en el lugar de ella, pero yo no era nadie para meterme en lo que tenían ellos. No podía hacer que James se enamorara de mí, así que lo único que me quedaba era ser su mejor amiga y apoyarlo en todas las estupideces posibles.

Si James era feliz siendo un idiota que iba tras de alguien que ni la hora le daba, pues yo también era feliz en la medida de lo posible, porque me importaba más James que mis sentimientos. Algo que no estaba bien, pero James era un sol y era el chico más amable que había conocido y no quería perderlo por nada en el mundo.

—Te quiero mucho Dhalia Evans —instantáneamente sonreí.

—Yo también te quiero mucho James —susurré.

Y los dos seguimos viendo el lago abrazados disfrutando de la compañía del otro.

NOTA DE AUTORA

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Dhalia me duele demasiado.

Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es historias.wattpad_ también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia yo encantada de verlos #theotherwomanwattpad ❤

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