Badbye | Ryeji
"Ryujin es muy mala para decir adiós".
Original: Junchi95
Finalmente tomó sus pastillas, las que necesitaba para antes de ir a dormir, y fue a paso lento y agotado hacia la cama, donde su novia estaba leyendo un libro cómodamente.
Se subió a la cama, sobre las sábanas, las mantas y el acolchado de invierno, dejó su cabeza sobre las piernas de Yeji, su mano tomó el muslo de la azabache, con sus dedos quedando entre sus piernas.
La mayor bajó el libro y miró con ojitos de curiosidad detrás de sus gafas redondas, al ver a Ryujin, siendo tan tierna como siempre, sonrió, se quitó las gafas y las dejó sobre el libro en la mesa de luz, y sus manos fueron hacia el cabello corto de la chica, dejando caricias.
—¿Cómo estás, Ryu?
—Mmm... Cansada —dijo, últimamente era su respuesta para todo.
—¿Quieres mimos? —ofreció Hwang.
—Esta vez te los aceptaré —asintió Ryujin, haciéndose la difícil, tomó la mano de Yeji y la sostuvo con firmeza.
—Cuando te conocí, creí que eras una princesa, Ryujin, te veías magnífica, elegante, ibas de negro, desde los zapatos hasta la camisa y el moño de tu traje. ¿Recuerdas?
—Y tú... Estabas con un vestido blanco y un abrigo.
—¿Y los tacones?
—Eran negros, de textura lisa, igual que tú cabello —Ryujin sonrió, besó la mano de su novia—. Estabas hermosa. Cuéntame más de ese día.
—Recuerdo que quise hablarte toda la noche, y Jisoo y Yuna estaban tan cansadas de mí que me mandaron a buscar ponche, se pusieron cerca tuyo y sólo me empujaron para que te arrojara el ponche encima y hablara contigo al menos para pedir disculpas.
Ryujin río y asintió.
—Recuerdo que lo primero que pensé fue que iba a matarte.
Yeji asintió con una sonrisa.
—Es lo que siempre dices, bebé —dijo—. Te acompañé a cambiarte y me ofrecí a mandar a lavar el traje, con eso tuve la excusa de verte una segunda vez.
—Y te invité un café... Porque Chaeryeong me dijo que eras linda y que debería intentar algo contigo, porque ella tenía una corazonada.
—Y tenía razón.
—Como siempre. Fue en ese café que te conocí y que me gustaste... Eres hermosa, Yeji, la mejor... Eres tierna, bonita, linda, muy atractiva y adorable.
—¿Sabes que son sinónimos? —ladeó su cabeza ligeramente, haciendo que su pendiente se balanceara.
—¿Recuerdas cuando compré los aros que compartimos?
—Compraste un par de aros comunes, me diste uno a mí, te quedaste el otro y dijiste que eran de pareja.
—Después perdí el mío.
—Sí, como siempre, Ryujin, pierdes todo lo que tenemos para compartir.
Ryujin bostezó de forma pesada, Yeji acarició su cabello de nuevo, siguió con sus mejillas y su nariz, hasta llegar a sus labios.
—¿Recuerdas nuestro primer beso?
—Fue lindo.
—Todos los besos contigo son lindos, Ryu. Fue en el parque, al atardecer, cuando las estrellas estaban empezando a aparecer y aún estaba el último rayo de luz en el horizonte... Yo la había pasado tan bien contigo en esa cita, que te dije lo típico de que la noche estaba muy hermosa y tú dijiste...
—Que la noche estaba hermosa por causa de nosotras —habló la pelicorto, con sus ojos cerrados, viendo perfectamente la escena en sus memorias.
Yeji sonrió ampliamente, sus mejillas se ruborizaron, asintió con ganas.
—Sí, Ryujin, eres una cursi, lo fuiste desde la primera cita, pero eso... Eso fue hermoso, siempre me dices cosas tan lindas.
—Porque mereces que alguien te dé todo el amor del mundo, Yeji, porque eres un ángel.
—Ryujin, tú eres mi ángel.
—Yo seré tu ángel.
—Lo has sido siempre, bebé —Shin atrapó su mano y dejó un suave beso en su palma.
—Yeji... Te amo, te amo tanto, bonita, eres mi vida, ¿sabes? Mi compañera, la mejor novia del mundo, siempre me tratas tan bien y... En serio te amo tantísimo, como no te haces una idea.
Yeji asintió.
—Lo sé, lo siento, siento todo lo que me amas y yo te amo tanto como tú lo haces.
—Estoy muy agradecida de que esté conmigo, bebé.
—No tienes que agradecer eso, todos quisieran estar contigo, Ryujin.
—No todos me amarían como tú, no todos me soportarían como tú —susurró la menor, se sentía adormilada, las pastillas estaban haciendo su efecto—. No todos harían todo lo que hiciste por mí, Yeji, y por eso y mucho más eres lo más especial y preciado que tengo. Gracias.
Yeji sonrió como una tonta, como cada vez que su novia le decía tantas cosas tan hermosas.
—Te amo mucho, muchísimo.
—Te amo, Yeji... —murmuró, apretó su mano una vez más—. Pero te amo más que tú.
—No, yo te amo más, tonta —río la azabache.
Ryujin no respondió más, Yeji la miró con ternura, se inclinó hacia ella y juntó sus labios en un beso suave y cariñoso, de buenas noches.
La otra no respondió, se había dormida.
Yeji suspiró de forma pesada, sabiendo que ahora tendría que mover a su novia para nada liviana hacia una posición donde pudiera dormir, y que no sea sobre ella.
La tomó por debajo de sus brazos y la arrastró hasta su mitad de la cama, corrió las sábanas como pudo y finalmente se echó a su lado, con un suspiro agotado, apagó la luz de su mesa de noche y se acurrucó sobre su pecho.
—Buenas noches, Ryu —murmuró, sabiendo que no tendría respuesta por su sueño pesado, apoyó su mejilla en su pecho para escuchar sus latidos y así dormir.
Pero ni eso tuvo.
—¿Ryu?
Sus manos buscaron en su pecho, buscaron el golpeteo de su corazón, buscaron el pulso en su cuello, el sube y baja de su respiración, pero nada encontraron, nada más allá de la imagen de su novia aparentemente dormida y completamente alejada de eso.
Su corazón comenzó a latir fuerte y entró en pánico, negando, comenzó a llorar tomando el rostro de su novia.
—Ryu... ¡Ryu! ¡Ryujin, no me hagas esto! —gritó y lloró, pero nada de lo que estaba ocurriendo cambió—. Ryujin... No, vuelve... Vuelve, bebé... —rogó, entre llanto.
Buscó el teléfono celular, marcó a la ambulancia, y siguió llorando, sin poder hacer nada por ella, ni por sí misma.
La abrazó como si eso pudiera darle vida, darle el calor que había perdido, porque ya estaba helada, como si con amor pudiera traerla de regreso, como si así pudiera tener a su Ryujin de vuelta.
Con la sirena de la ambulancia sonando a lo lejos, abrió sus ojos para encontrar un papel en la mesa de luz de la pelicorto, lo tomó con las manos temblorosas, sabiendo que sería.
❝ Se supone que debería despedirme, pero soy muy mala para decir adiós. ❞
Holap, dudo que alguien lea esta historia porque hace ya un tiempo la marqué como finalizada, de todas formas, les aviso que subiré un par de OS de vez en cuando, juju.
Oh, y si desean algún shipp para el próximo cap, pueden comentarlo. :D
P.D.: He de admitir que el Ryeji es el shipp de Itzy que menos me gusta, pero soy de mente abierta, kfkaljd.
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