3. Tienes que cuidarla
Ya de noche tuve que salir porque necesitaba despejarme, tal vez dar una vuelta me ayudaría a poder dormir aunque no estaba muy segura de que eso pudiera pasar.
No tenía sueño, eso era un hecho.
De pronto sentí como alguien me tapaba la boca y me sujetaba contra él.
—Por favor no grites, necesito hablar contigo sobre una cosa y es muy urgente —reconocí la voz de Sihtric.
Le miré de reojo y le regalé una mala mirada.
¿Qué maneras eran estas? Pudo evitar todo esto y decírmelo como una persona normal.
Le mordí la mano, logrando que su agarre se aflojara y me alejé un poco de él.
—Joder —le escuché maldecir en voz baja.
—¿Estás loco? Pudiste hacerlo de otra forma maldito genio —él volteó los ojos.
—No sabía si querrías escucharme maldito loca —abrí un poco la boca ofendida, ¿quién diablos se creía?
—Respétame maldito idiota —él bufó.
—Quieres que nos sigamos peleando o me dejas avisarte de algo que pasara en pocos minutos —me callé, simplemente para dejarle continuar—. Van a matar a Uhtred.
Abrí los ojos de golpe, sorprendida.
—¿Qué?
Él asintió.
—Ve a buscar a gente —asentí corriendo hacia el resto de la gente.
Cuando llegué ante ellos los daneses no estaban.
—¡Hild! —ella me miró preocupada levantándose de su asiento al igual que el resto—. ¡Los daneses no están!
Hild se acercó rápidamente hacia mí mientras los otros corrían a ayudar a Uhtred.
—Necesito que te quedes aquí —iba a decir algo, pero ella se alejó siguiendo al resto.
Yo no pude quedarme quieta en mi lugar, así que los seguí para ver como uno de los nuestros estaba a punto de matar a Sihtric.
—¡No! —como pude me puse en medio de ellos.
—Helena —me dijo Sihtric preocupado y poco después el resto de su grupo estaba muerto y uno de los nuestros ataron a Sihtric.
—¿Qué hacéis? Él nos ha ayudado —Sihtric me regaló una pequeña sonrisa antes de llevárselo a no sé donde.
Miré a Uhtred que se encontraba a unos metros de nosotros, no dijo nada. Simplemente, se limitó a regalarme una pequeña sonrisa.
Yo tuve que alejarme de todos ellos, pero sin saber como, caminé hacia donde tenían a Sihtric, aunque antes de eso fue a agarrar algo para que pudiera comer.
Cuando llegué había un guardia.
—Uhtred me pidió que viniera, yo puedo ocuparme de él —la persona que custodiaba a Sihtric me miró poco convencido, pero al final desapareció dejándonos solos.
—Deberías estar descansando —en eso tenía razón.
—Bueno, solo venía a traerte algo de comer. Supongo que en parte es para agradecerte por lo de hace un rato —me senté a su lado y le di el trozo de pan que había conseguido.
—Supongo que era lo correcto.
—¿Por qué? —él soltó una pequeña risa.
—Ya no me recuerdas —confundida le miré—. Hace muchos años, aunque hace años solo eras una pequeña niña.
Intenté recordar de donde podría conocerme, hasta que algunos recuerdos vinieron a mi mente, no podía creerlo. ¿Cómo es que no me había dado cuenta antes?
—Te recuerdo —susurré.
Recuerdo también que era una niña tonta porque en su momento me pareció muy lindo y siempre decíamos que nos casaríamos, ¿cómo pude olvidarme de todo eso?
—¿Aún quieres casarte? —me preguntó divertido y los dos comenzamos a reír.
—Creo que ya somos mayores y las cosas han cambiado.
—Cásate conmigo Helena —solté una pequeña risa por ello, pero noté que él lo decía en serio.
Mi expresión cambió.
—¿Qué?
—Cásate conmigo y te juro que te protegeré con mi vida si hace falta —no podía decirlo en serio.
—Si lo haces para salvarte el culo, créeme, no me hace nada de gracia Sihtric. Ni siquiera sé como se te puede pasar algo así por la cabeza.
—Helena... —me levanté como pude y me alejé de ahí.
Por Dios que repentino había sido todo. ¿Cómo me iba a casar con él? Si es verdad que estaba a esa edad donde debía buscar un marido, y necesitaba uno para, según me habían dicho todas, protegerme de todos los otros hombres con malas intenciones, pero yo podía protegerme yo misma.
Paré en seco, pensando en la propuesta.
Y no era tan mala como yo pensaba.
Si me casaba con él, estaría protegida, él me había dado su palabra, y sabía que no era una mala persona.
Me giré para caminar de nuevo hacia él y Sihtric se levantó a punto de hablar.
—Bien, me casaré contigo. Pero necesito que me jures que no dejarás... —él me interrumpió.
—No tienes que preocuparte por nada Helena, pienso protegerte de todos y hacerte feliz siempre —tal vez fuera una mala idea, ¿pero qué importaba?
—Bien, ¿quieres que busque un cura? —él soltó una pequeña risa.
—Si encuentras a uno en el que podamos confiar entonces sí —asentí y solamente rezaba para que el padre Beocca siguiera con nosotros.
Corrí a buscarlo y entré en su habitación.
—¡Padre Beocca! —asustado se despertó para verme preocupado.
—Hija, ¿qué ocurre? —se levantó para acercarse a mí.
—Necesito que por favor me hagas un favor —él me miró—. Necesito que me cases, ya sé lo que estás pensando, pero por favor necesito que lo hagas.
—Estás loca —bufé.
—Por favor, ni siquiera preguntes. Nunca te he pedido nada, pero la persona con la que me quiero casar la conozco y sé que va a protegerme, tanto o incluso más que Uhtred.
—¿Tu hermano lo sabe? —negué y él abrió la boca para hablar.
—Ya soy una adulta padre Beocca, y es mi momento de buscar a alguien y no quiero una persona que no va a valorarme o que simplemente me use para tener a sus hijos —hice una pequeña pausa—. Sé que él va a cuidarme y a hacerme feliz.
Él soltó un pequeño suspiro.
—Bien, pero espero que estés muy segura de esta decisión —asentí con una pequeña sonrisa.
Los dos caminamos hacia Sihtric.
—Ay no —escuché a Beocca decir y solté una pequeña risa.
Como pude desaté a Sihtric.
—Escapa y pienso encontrarte, para matarte lentamente —le susurré.
—No pensaba hacerlo —sonreí un poco.
—Más te vale... Tienes una oportunidad para retractarte en estos momentos, pero —él me interrumpió.
—Me niego a retractarme, quiero hacer esto.
Asentí viéndole a los ojos, sin despejar los míos de los suyos.
¿En qué momento todo esto había pasado?
Supongo que lo importante es que ya lo conocía, aunque me sorprendí al no reconocerlo. Es verdad que había cambiado bastante, los dos habíamos cambiado y sabía que no era una mala persona.
—Bien, hagámoslo rápido. No quiero que nadie más sepa de todo esto, porque seguro estaremos muertos —reí bajito y sentí como Sihtric agarraba mis manos con delicadeza.
—Entonces ve al grano —él asintió, pero antes dijo algunas palabras.
—Bueno, después de mi pequeño discurso, yo os declaro marido y mujer —Sihtric y yo nos miramos, soltando una carcajada—. Chico, tienes que cuidarla. Porque es muy importante para muchas personas, y si algo le pasa estoy seguro de que Uhtred hará todo lo que sea para torturarte lenta y dolorosamente.
Sihtric asintió.
—La cuidaré con mi vida si hace falta, y si algo le pasa, yo mismo me mataré.
Beocca asintió.
Y yo solo pensé en la locura que había cometido en este día. Quién me hubiera dicho que me casaría con una persona que no había visto hace muchísimo tiempo.
NOTA DE LA AUTORA
¿Qué os pareció el capítulo?
Si pudierais comentar lo agradecería muchísimo.
Espero que os haya gustado.
Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es lvprongs también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia, yo encantada de verlos #theothersidewattpad ❤
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