18
Alejó su mano, levantandola para verla a la luz y apreciar sus uñas recién terminadas. Sonrió al ver el lindo acabado en ellas, agitando levemente para que secara más rápido.
Después de un par de minutos, tarareando una canción que sonaba en la radio, dejó su mano en el volante, apreciando lo bonitas que se veían. Si, eran bonitas como todo lo que se ponía, pero sentía que no le quedaba del todo bien.
Un rosa pastel que terminaba en un degradado más saturado; él era más de cosas llamativas. Su sonrisa se convirtió en una mueca de desagrado.
Buscó en su estuche otro esmalte, uno que quedara con su capucha y su look de ese día, a la vez que buscaba el acetona para quitarse el que ya tenía.
Cuando estaba mojando su algodón con aquel líquido, la puerta del lado de el copiloto se abrió y cerró en menos de tres segundos. Horacio levantó la vista para encontrarse con su compañero, quien mientras suspiraba pesadamente se colocaba el cinturón.
— Que nos podemos ir a la mierda, dice —
— ¿Está de mal humor hoy? — Dejó la pequeña botella a un lado y empezó a despintarse las uñas con suavidad.
Gustabo le miró de reojo, frunciendo la nariz — No, ¿qué va?, solo le va a reventar una vena en la cabeza como entre alguien más en su despacho —
— Entonces dia libre — El rubio solo pronunció algo entre dientes en afirmación — ¿Quieres patrullar?, o salimos de servicio y vamos a otro lado —
— Medio mundo anda de servicio, si faltamos no pasa nada, creo — Se acomodó, mirando de costado a el más alto — ¿Qué haces? — Preguntó, recargando su mejilla en la palma de su mano.
— Me había pintado las uñas en lo que hablabas con Conway, pero no me gustaron y voy a volver a empezar —
Gustabo estiró su izquierda, alcanzando la mano contraria de su pareja y mirándola de cerca.
— Pero si te han quedado chulas, ¿por qué no te gustaron? —
Rió levemente, apenado — No son mi estilo, la verdad —
Sintió a el mayor acariciar sus nudillos, dejándose hacer en lo que tiraba el algodón y buscaba de nuevo un esmalte mejor. Se volvió a cruzar con el que había empezado, un rosa aburrido y simple; sin querer miró por el rabillo del ojo a Gustabo, y una idea brilló en su cabeza.
— Gus — Le llamó, sin poder esconder una pequeña sonrisita en sus labios.
— ¿Qué? —
— ¿Te pinto las uñas? —
— No gracias, ya comí —
— ¡Por favor!, solo una mano si quieres —
— ¡No tío!, no me van esas cosas, no se me ve bien —
— ¿Cómo lo sabes si nunca lo has intentado?, anda, por favor — Se acercó, atrapando la mano que le estaba haciendo cariñitos entre las propias, sin dejarle salida.
Gustabo desvió la mirada, nervioso por la repentina invasión a su espacio personal. Lo pensó un segundo, todavía estaban en el estacionamiento de la comisaria, y si alguien les viera ahí perdiendo el tiempo de seguro le avisarían a el super. Aclaró su garganta, tratando de deshacerse de sus nervios.
— V-Vale, pero primero a dejar las cosas y nos vamos a otro lado —
Horacio asintió emocionado, soltandolo y casi corriendo fuera del patrulla, Gustabo se quedó en su lugar unos segundos más antes de salir y hacer lo mismo; estaría muy avergonzado por lo que iba a hacer pero, si era petición del teñido, no tenía nada de malo consentirlo de vez en cuando.
— ¿Cómo voy a comerme mi hamburguesa con esto? —
— Seca rápido hombre, no te muevas —
— Yo veo nuestra orden venir en esa charola —
— Acabamos de pedir, Gustabo —
— Por algo se llama comida rápida, duh —
Se detuvo, dedicándole una mirada llena de fastidio. El contrario sonrió aparentando inocencia, cosa que se le daba bien al ser un toca huevos de primera.
— ¿Vas a parar ya? —
— Es que me pongo nervioso si me tomas la mano —
— Tú nunca te pones nervioso por eso, payaso — Volvió a lo suyo, con suavidad y precisión para imitar el simple diseño que había hecho antes.
— Eres muy guapo como para no ponerse nervioso — Se apoyó en la mesa, disfrutando de ver como las orejas de su amigo se pintaban levemente por la vergüenza, sin descuidar su tarea en ningún momento, sonriendo por su ceño fruncido y expresión concentrada.
— ...En el auto hicimos casi lo mismo y te vi muy calmado —
— Tenia capucha hombre, ¿cómo me ibas a ver? — Rió cerrando los ojos — Lo único bueno de usarla es que no puedes notar mis ganas de comerte el morro —
Sus manos temblaron, y de su boca salieron un par de balbuceos que ni él sabía que querían decir. De puro milagro no echó a perder lo que estaba haciendo, pues al perder los nervios alejó la brochita de la mano contraria, y cuando levantó la vista y lo vió aguantando una de sus habituales carcajadas sintió que el corazón le daba un vuelco. Tensó la mandíbula y le dio una buena patada por debajo de la mesa.
— ¡Hey, cabron! — Se quejó, ahora riéndose ruidosamente en su cara, cosa que le hizo enojar más.
— ¡Pues ya no te pinto nada! —
— ¡No, ahora me las pintas!, ¿te crees que yo voy a ir con una mano rosa y la otra sin nada? — Puso su mano en frente de él, en petición de que siguiera.
— Na-ah, así te quedas, por chulo —
— No seas guarro, anda —
Horacio empezó a sonreír un poco, ahora divirtiéndose con su pequeña discusión.
— Pídeme perdón —
— ¿Perdón de qué?, ¿por ser muy sexy? —
— Eso después, pídeme perdón por burlarte de mí —
— Pero en ningún momento me he burlado de ti, ¿te enoja que te diga que eres guapísima, o que me gustaría besarte? — Se recargó en la mesa, entrecerrando los ojos cuando sintió su corazón agitarse por verle mordisquearse los labio por los nervios.
— P-Para por favor, deja de jugar — Se acomodó en su sitio, y su sonrisita desapareció de a poco al escuchar la seriedad en sus palabras.
— No estoy jugando, ¿tengo cara de estar jugando? — Palmeó la mesa, atrayendo la atención de Horacio a su pálida mano — ¡Sigue o me como tus papas, 'joputa! —
El teñido pasó saliva, tomando con duda sus dedos para poder aplicar el esmalte correctamente, con una pregunta rondando de repente en su desorientada cabeza: ¿su mano había sido siempre tan cálida?.
Hi!
Traigo un capítulo corto como regalo~, y por si no me da tiempo a actualizar el sábado hsbsb
Espero les guste ^^
Ojalá podamos vernos pronto, y les deseo buen dia/tarde/noche ♡
Ciao.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro