Es viernes por la noche. ¿Y qué significa eso?

Fútbol.

Nayeon arroja su bolsa al suelo del vestuario. Se desabrocha la chaqueta de calentamiento y se quita los pantalones Nike para revelar el nuevo uniforme. Es más corto de lo que parecía en la percha. Pero de eso se trata ser porrista, faldas cortas.

Momo sale del baño, desnuda. Nayeon cometió el error de mirar, "¿En serio Momo?", exclamó, cubriéndose los ojos con horror.

"Oh, supéralo, lesbiana. Sabes que te gusta esto", dijo caminando hacia el casillero al lado de Nayeon, asegurándose de rozar sus pechos desnudos contra su espalda. Momo nunca será tímida con su cuerpo.

Sowon se sentó en el banco junto a las dos chicas. Se ató los zapatos y se rió del espectáculo. La alta chica sabe cómo es Momo. Ella ha estado presente desde la escuela secundaria. Las tres siempre fueron un equipo, triple problema. Nayeon amaba a Sowon porque era relajada y siempre estaba feliz; incluso si no había razón para estarlo.

Era hermosa por decir lo menos, cabello rubio, ojos marrones, alta y delgada; El sueño de todos. Eunha, su novia fue quien la atrapó. Aunque, tardó mucho en llegar. Sowon es madura, como la madre del grupo. Y Eunha, bueno, es como una niña.

Momo mira a Sowon riéndose: "La preciosa novia de Sowon hará una fiesta esta noche". Sus ojos se movieron lentamente hacia Nayeon, "¿Vienes?"

"Sabes que no puedo", dice Nayeon, sentándose y reemplazando sus tenis con sus zapatos de animadora.

Lanzando un sonido de molestia, Momo se pone un sostén deportivo, "Apuesto a que si le preguntas a Jessica, ella te dejará venir", moviendo las cejas, Momo hace todo lo posible para poner su uniforme sobre su cabeza. El material es ajustado a la piel. Literalmente, no hay absolutamente ningún margen de sobra, "Maldita sea, ¿realmente tenía que hacer que esto se sintiera como una camisa de fuerza?"

Nayeon reflexiona sobre la idea de preguntarle a Jessica. Podía persuadir a Minho para que la dejara sin castigo. Pero tendría que fingir durante unos segundos que le agradaba, y eso era una batalla en sí misma. Sowon se levanta del banco y ayuda a Momo a tirar de la tela sobre su cabeza. La cola de caballo que una vez fue perfecta, ahora es un nido de ratas.

"Pregúntale en el medio tiempo", sugiere Sowon, también ayudando a Momo a ponerse la falda como si fuera una niña pequeña.

Cuando Nayeon no responde, Momo se molesta. "Arréglate bien. Diviértete jugando Monopoly con la familia". Salió del vestuario, tratando de arreglar su cabello dañado.

Sowon suspiró y se sentó al lado de Nayeon, "Momo me contó lo que estaba sucediendo, volvieron las pesadillas. ¿Estás bien?"

Nayeon miró a su amiga, la sinceridad en sus ojos era reconfortante, "Sí. Deberíamos irnos, el juego está a punto de comenzar", Nayeon sostuvo la puerta del vestuario abierta y Sowon se levantó, caminando hacia la parte trasera de la escuela y hacia las luces del estadio. Las graderías están llenas de padres, amigos y compañeros. El primer juego de la temporada siempre es el más abarrotado.

Mientras las dos chicas se acercaban al equipo, la entrenadora le gritó a Nayeon: "Im, ¿dónde demonios está tu moño?"

Agarrando la parte superior de su cabeza se dio cuenta que le faltaba, "Mierda", Nayeon maldijo, "¡Dame un segundo!" El moño, uno de los detalles más importantes de un uniforme de porrista. Nayeon vuelve corriendo al vestuario y busca su cola para hacerlo. Mirando a través de la bolsa, saca todo con frustración. Sentada de rodillas, Nayeon se pasa las manos por la cara. Exhalando, mira a través del cuarto. El brillo de algo llama su atención.

La cola para moño negra y dorada se encuentra a unos 20 pies a través de la habitación, "¿Qué demonios?", susurra para sí misma. Levantándose del frío suelo, camina hacia ella. Quizás no sea la suya. Pero a medida que se acerca, sus iniciales están claramente impresas en la esquina inferior derecha. Agachándose, ella la levanta.

La multitud ruge fuera de las paredes y eso la sobresalta por un momento. Pero eventualmente, una sonrisa se forma en su rostro mientras escucha el glorioso sonido. Aún con la cabeza baja, camina hacia el espejo. Mirando hacia arriba, casi se sale de su ropa.

Escrito con labial rojo en el espejo se encuentra: 'No tengas miedo de los monstruos, solo búscalos. Mira a tu izquierda, a tu derecha, debajo de tu cama, detrás de tu tocador, en tu armario' Tragando con dificultad, Nayeon se obliga a darse la vuelta. Directamente frente a ella hay una hilera de duchas. Cada una de ellas está oculta con una cortina.

Esta es la parte donde la damisela en apuros se acerca a la ducha y la abre, solo para no encontrar nada allí. Luego, cuando menos lo espera, el atacante viene por detrás. De ninguna manera eso iba a suceder esta noche. Finalmente escuchando al ángel imaginario en su hombro, Nayeon corre hacia la puerta.

Al abrir la pesada madera, su cuerpo se precipita hacia algo inesperado, "Señorita Minatozaki", dice Nayeon, frotando su hombro por el golpe. Sin embargo, no se ve tan aturdida.

"Nayeon", comienza, "Qué agradable sorpresa". Sus ojos recorren su cuerpo de una manera que ella no comprende, "Wow". Sus cejas se levantan en agradecimiento. La profesora da un paso atrás para admirarla, "La entrenadora realmente hizo un gran trabajo con esos uniformes".

Mirando hacia atrás entre el vestuario y la señorita Minatozaki, su mente salta en diferentes direcciones, "Gracias ... gracias", tartamudea, tirando de su falda. Momo moriría por este tiempo con la señorita Minatozaki, pero en este momento, se siente un poco incómodo.

El atuendo que lleva puesto es llamativo, teniendo en cuenta que solo se viste para impresionar. Lleva jeans oscuros lavados, botas negras y un suéter negro de manga larga. Todo lo que necesita es una máscara de esquí para perfeccionar su espeluznante atuendo. Prácticamente se mezcla con la noche. Cruzando sus brazos, la señorita Minatozaki inclina la cabeza. "¿Qué estás haciendo aquí sola, no se supone que debes estar allá afuera, animando a la multitud?"

Justo cuando estaba a punto de responder, una voz preocupada proviene de detrás de la señorita Minatozaki, "Nayeon", preguntan con profunda preocupación. Nayeon mira por encima del hombro de la señorita Minatozaki para ver a Mina, vestida con su uniforme de fútbol. El agarre que tenía en su casco es aterrador, "¿Está todo bien?"

La señorita Minatozaki mira por encima del hombro: "Todo está bien señorita Myoui, gracias" El desdén en su voz no significa nada para Mina, quien no se mueve. La señorita Minatozaki mira a Nayeon con una sonrisa en su rostro.

"Tu entrenadora te está buscando, quería que viniera a ver si encontraste lo que necesitabas", Mina da un paso adelante, frunciendo el ceño en el proceso.

Nayeon intenta devolverle la sonrisa a su educadora, pero el miedo en sus ojos es difícil de enmascarar, "Te veré allá afuera ... ¿sí?"

Asintiendo con la cabeza, la profesora sigue su mirada mientras ella la roza, "Nayeon", las palabras casualmente dejando sus labios mientras la mayor agarra su brazo suavemente, "Dejaste caer esto", dice, dándole la única cosa que comenzó todo esto, la cola.

Mirando hacia abajo a su palma abierta, ella la alcanza muy lentamente, temerosa de lo que pueda pasar. Envolviendo sus dedos alrededor de la tela, ella quita de la mano sin ningún problema. Una risita forzada se escapa de su garganta cuando se da vuelta y camina hacia Mina, dejando a la señorita Minatozaki en las sombras.

"¿Qué fue eso?", Preguntó, volviendo a mirar a la maestra una vez más.

Nayeon sacudió la cabeza, tan confundida como Mina, "No tengo idea", admitió mientras deslizaba los dedos sobre el material blando.

***

"¡Perra afortunada!" Momo gritó desde la tercera fila en del auto. Sowon y Eunha se sentaron en la segunda fila, sacudiendo la cabeza ante lo retrasada que estaba.

Jeong miró por el espejo retrovisor, "¿Te gustaría tener a alguien de 30 años acorralándote?", miró hacia otro lado y se concentró en el camino. Nayeon les había contado a todos lo que sucedió después de que Jessica hizo que Minho aceptara dejarla sin castigo. Quizás Momo tenía razón, Nayeon podría usar a Jessica para su ventaja.

"Oh, por favor, ella se topó con Sana. Todo lo que hizo fue iniciar una conversación", Momo se cruzó de brazos y la defendió.

Nayeon volvió a mirar a su amiga: "Una conversación incómoda".

Mina, que estaba sentada al lado de Momo, estuvo de acuerdo, "Fue bastante extraño". Sacudiéndose de hombros, Momo miró por la ventana, no queriendo saber nada más sobre su mujer.

"¿Por qué no pudimos cambiarnos? Ustedes tuvieron tiempo", señaló Sowon, mirando entre Jeong, Eunha y Mina.

"Ustedes tardan demasiado, solo queremos llegar allí y emborracharnos", dijo Mina, recibiendo una mirada molesta de las tres porristas en el auto.

El puño de Eunha se elevó en el aire, "Ya habló la mujer, ama y señora"

Riendo a su lado, Sowon puso los ojos en blanco, "¿Qué sabes sobre eso? No eres ama y señora de nada".

Mordiéndose el labio, Eunha se inclinó y jugó con el cabello de su novia. "Eso no fue lo que dijiste anoche". Todas en el auto se echaron a reír, incluso si la línea era infantil y estaba demasiado usada. Sowon incluso estaba riéndose. Eso es lo único que amaba de Eunha; su sentido del humor. Es importante tener a alguien que pueda hacerte reír.

Sonriendo, Nayeon sintió un cálido apretón en su mano. Mirando hacia abajo, vio a Jeongyeon entrelazar sus dedos con los de ella. Esas son las pequeñas cosas ...