Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 8

Capítulo 8.

Cuando por fin bajamos del autobús, mi ánimo no estaba por los suelos como hubiera esperado, en el camino, Timothée y yo estuvimos hablando, intentando pensar en otra cosa que no fuera Cole y sus ojos llenos de culpa.

Miré mi celular y tenía demasiadas llamadas y mensajes de Tom, justo cuando iba a desbloquear la pantalla, el nombre de Montse apareció.

— ¿Bueno?
— ¡Maggie!
— ¿Qué pasó? — Me hice la desentendida, quería evitar todo este tema lo más posible.
— ¿Dónde estás? Tom y yo... los estamos esperando en la recepción para apartar los cuartos.
— Ya... ahorita nos vemos.

Y colgué antes de que pudiera decir algo.

— ¿Quiénes eran? — Preguntó Timothée preocupado
— Era tu hermana y Tom, supongo que estaban preocupados, nos íbamos a ir los cuatro juntos.
— Oh ya... ¿Y ahora qué?
— Dicen que me están esperando en la recepción y...
— Te acompaño.

Siendo honesta, me sentía aliviada de no tener que ir sola por el hotel, ya era lo suficientemente deprimente que tus vacaciones sean arruinadas por una ruptura como para soportar las miradas indiscretas de personas que probablemente ya sepan lo que pasó.

Entré un poco dudosa al hotel, no quería toparme a nadie que no fueran mis amigos.

Mientras estaba buscando a los chicos, sentí como alguien chocó conmigo y me abrazó.

— ¿Estas bien? — Pregunté.
— Eh... si, sólo que te extrañé durante el viaje, pensé que íbamos a estar juntos en el camión y siendo honesta me preocupé.
— Oh... ya... Sí... es que pasaron algunas cosas y... — Intenté explicar lo que estaba en mi mente pero Tom interrumpió.
— ¡Maggie! Al fin llegas. ¿Dónde está Cole?

Sabía que esto no podía durar para siempre, pero aún así esperaba que el encanto de este país me ayudara a sobrellevarlo sola... junto con Timothée, claro. Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, no había llorado lo suficiente.

— Antes de subir al autobús.... Él... habló conmigo y... simplemente ya no estamos juntos.

Mis amigos se vieron mutuamente, había algo entre ellos que me decía que ocultaban algo.

—... Siendo sincera, ni siquiera pude contestarle... sólo se fue, sabía que no... no sé.

Ambos me abrazaron, no quería armar una escena en la mitad de la recepción, sobre todo cuando varias miradas indiscretas se estaban dando cuenta de lo que pasaba.

Me separé rápido de ellos y me sequé las lágrimas con la manda de mi sudadera.

— ¿Te fuiste sola todo el camino?
— No, yo estuve con ella.

Timothée habló, mis amigos se sobresaltaron al verlo.

— ¿Tú? ¿Pero qué haces aquí? — Preguntó Montse confundida.
— Para tu información niñita, estuve a lado de tu amiga todo el viaje y si no fuera por ustedes y sus preguntas, ella seguiría sonriendo.

Timothée le pasó un brazo por sus hombros mientras le daba una de las sonrisas más encantadoras que nunca había visto.

— Bien, gracias por lo que sea que hayas hecho pero ya es hora de que regreses con tu grupo de idiotas. — Dijo Tom con la voz un poco forzada.
— Lo siento hombre pero le hice una promesa a Mag' y ahora pasaremos todos estos días juntos.
— ¿Qué? ¿Por qué harías eso? — Preguntó mi amiga.
— Vamos Montse — Revolvió mi cabello. — Sólo quiero que mi estancia en México sea la mejor ¿Y quién mejor para que esto se cumpla que una mexicana? Aparte, no soy tan desalmado como para dejar que Maggie se vuelva en un mal tercio con ustedes dos juntos.

Todos nos quedamos callados, era algo que ya había pensado pero ahora que ellos dos estaban más unidos que antes, sería muy incómodo para mí estar con ellos sola.

— Bien, no esperemos más, se acabarán las habitaciones buenas. — Timothée volvió a tomar las maletas y caminó a la fila de alumnos, definitivamente esto sería más extraño de lo que habíamos pensado

[***]

Después de organizarnos con los demás, los cuatro conseguimos nuestras habitaciones seguidas, Timothée convenció a la directora que debía de estar en una habitación cerca a la de su hermana a petición de sus padres.

Al terminar de arreglar nuestra habitación, me apresuré para comenzar con los lugares a donde quería ir, estaba en contra de mis principios, sólo quería quedarme en la cama mientras comía algo del buffet del hotel, pero no quería que mi estancia aquí sea completamente azul.

— ¿Y a donde vamos a ir? — Preguntó Montse, quien estaba sentada en la cama mientras esperaba a que me terminara de abrochar las agujetas.
— No hagas preguntas.

Tom, Timothée, Montse y yo salimos del hotel, pedí un taxi, respirar el aire húmedo tan característico de la playa era nostálgico, quería que mis amigos se enamorarán de mi país tanto como yo lo estaba.

— Entonces... ¿A dónde vamos a ir? — Preguntó Tom.
— Ya vamos para allá.

Fue lo único que dije antes de mirar mi celular, estaba planeando ir a un bosque que estaba en las afueras de la ciudad, estábamos de suerte pues, en estas semanas era la única vez en el año cuando se daba uno de los mejores espectáculos de la naturaleza.

— ¿Maggie? ¿Vamos bien?

Antes de que dijera otra cosa, el taxi se paró.

— Llegamos — Dije sonriendo. — Yo me encargo de pagar, si los ven así de extranjeros los van a hacer pendejos.

Todos salimos del carro, el bosque era inmenso, con la brisa fría que deba escalofríos.

— Maggie, ¿En dónde estamos? — Preguntó Tom— ¿No se supone que estábamos en la playa?
— Si se supone, pero así es México... — Contesté orgullosa. — Bien, esperen aquí.

Caminé a unas taquillas para contratar a un guía, quería que todo saliera bien.

— Me esperaba todo menos esto. — Escuché decir a Timothée.
— ¿Qué? ¿Ya te estas arrepintiendo de venir con nosotros? —Preguntó Montse burlona.
— Claro que no... pero...
— Listo chicos, vamos a apurarnos, en menos de cinco minutos salimos.

Mientras esperábamos, miré a mis amigos, quieres estaban un poco alejados de nosotros, Montse estaba viendo los árboles tan grandes que había mientras mi mejor amigo sólo tenía una mirada tonta, apreciando el rostro de Montse. Ellos dos se veían tan bien juntos.

—¿Llevan mucho tiempo intentando ser algo?
— Sí, un par de meses, pero ninguno se anima.

Timothée y yo los veíamos discretamente, intercambiamos miradas y nos reímos, era tan obvio que parecía absurdo. El guía llegó y me hizo una señal para que lo siguiéramos.

— Listo chicos, por acá.

Timothée y yo nos adelantamos para dejarles más tiempo a solas, nuestro guía comenzó a platicar sobre qué era el lugar, la importancia de este y lo afortunados que éramos por presenciar este evento.

— Él es nuestro guía, dice que lo que vamos a ver sólo se da un par de veces durante el año, así que somos afortunados por así decirlo. Vamos a caminar un poco... pero cuando lleguemos no podremos usar lámparas, traten de no hacer ruido.

En el bosque estaba comenzando a obscurecer, mis amigos me vieron confundidos, pronto lo entenderían.

Timothée me veía de reojo cada tanto, supongo que él también estaba buscando respuestas, pero quería que fuera sorpresa para ellos.

— Llegamos.

Pasamos por debajo de unas ramas las cuales taparon la poca luz que había, estábamos en completa obscuridad.

Pero poco a poco pequeñas luces amarillas comenzaban a resplandecer a nuestro alrededor.

Me estaba muriendo por ver sus caras.

Las pequeñas luciérnagas volaban por todas partes, iluminando por completo nuestra vista.

Miré a mis amigos y estaban en un momento en donde sólo ellos existían, las luces amarillas los iluminaban, pero sólo se sostenían la mirada, la mano de Tom ya estaba en la cintura de Montse, poco a poco se iban acercando, tenían una vibra mágica.

En medio de pequeños puntos brillantes, Tom y Montse se dieron su primer beso.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro