(Tres días después)

No había tenido oportunidad de hablar con Taehyung, pero una de mis metas ya las estaba activando, ya me estaba empezando a entrenar, no era fácil. Desde ayer vengo y siento que mis articulaciones se romperán en cualquier momento, pero no me puedo rendir, debo de demostrar que estoy cambiando y que soy mejor.

Hoy no entrené, mis piernas no podían, pero decidí al menos salir a caminar, quería distraerme, hacía frío, pero no importaba. Caminé hasta lo más profundo del bosque, creí que era suficiente así que pensaba volver, pero antes de si quiera hacerlo escuché el sonido de un riachuelo.

Me acerqué con curiosidad, quedando sin palabras apenas mi vista chocó alguien, con Taehyung...

Su piel, su cuerpo, todo de él estaba frente a mí, todo de él podía verlo como vino al mundo. Podía ver el agua corriendo por su cuerpo, ver como delineaba sus curvas, viendo su piel acaramelada. De pronto el aire ya no era frío, era caliente, sentía como todo a mi alrededor se volvía caliente, como mi cuerpo me llamaba a acercárme a él.

Él se encontraba de espaldas, podía ver como su cabellera estaba pegada a su cuerpo, como sus delgados brazos abrazaban su anatomía y como el agua lo envolvía.

Retrocedí, sintiendo mi respiración agitada, de inmediato me fui al castillo, sin ver o hablar con nadie subí a mi alcoba y me encerré, sintiendo como a mi alrededor aún pasaba ese aire cálido, como entraba y salía por mis pulmones, como quemaba todo en mi interior.

Me bañé con agua fría, intenté sacar esa imagen de mi mente pero no pude, incluso no pude dormir durante toda la noche, apenas cerraba mis ojos a mi mente llegaba esa imagen, esa pecaminosa imagen.

A la mañana siguiente al salir de mi alcoba evité a toda costa verlo, mi corazón latía de manera desenfrenada y sentía mi cuerpo sudar, eso solo me asustaba.

— No, es un alfa — dije corriendo hasta mi alcoba para volver a encerrarme

Esto era una locura, nunca pensé que le encontraría el atractivo a un alfa. Como dije antes, Taehyung es lindo, no puedo negarlo, pero de ahí a pensar en algo más es perturbador, pensar en abrazarlo y hacer miles de cosas con él es una completa locura.

— Me quiero arrancar la cabeza — dije sentándome en el piso

Era un alfa, no importaría si fuera omega o beta, pero es alfa, ¡Un alfa!. Esto es totalmente un mal chiste, es algo que no puede pasar.

— ¡AHHH! —

— Cariño — escuché la voz de mi madre desde atrás de la puerta — mi niño, ¿Estás bien? — sonaba preocupado

— Sí, solo estoy cansado — dije intentando calmar mi corazón

— Lo entiendo, voy a decirle a la abuela Kim que te prepare un té caliente para que puedes descansar —

— No es necesario — dije poniéndome de pie con dificultad

Al abrir la puerta lo vi al frente mío, mi mamá siempre se preocupa mucho por mí, siempre me cuida, incluso cuando le digo que no tengo nada.

— Te ves mal — dijo acercándose a mí — tienes ojeras, le diré a tu padre que ya no te exija entrenar, mira no más lo matado que estás — dijo tocando mi mejilla

— Estoy bien, no te preocupes — dije alejando su mano de mí — solo necesito dormir y que nadie me moleste durante ese tiempo, solo eso — dije sonriendo

— Si necesitas algo dime o a la abuela, por favor mi niñito especial — dijo abrazándome

— Lo entiendo, no te preocupes —

Luego de que se fuera me eché en mi cama, no pasó mucho para dormirme, estaba agotado.

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(Cuatro días después)

— Y como te contaba, Yeonjun no deja de mandarme cartas preguntando por tí — dijo Jihyo molesta

— Pensé que te gustaba que hiciera amigos — dije riéndome

— Él no, se nota que quiere algo contigo — dijo con el ceño fruncido

— Ay, pero que tont... — me detuve al ver a Jungkook retrocer e irse corriendo

— ¿Pasa algo? —

— No, nada... —

Me sentía mal, desde hace unos días he visto que me ignora por completo y se va corriendo cuando me ve, creo que me pasé, pero es que realmente no lo tolero.

Desde que soy niño siempre mi papá me decía que debía de ser fuerte, y lo era, siempre entrenaba duro, pero Jungkook siempre tuvo lo que quiso, siempre paraba llorando si no le daban lo que quería o hacía sus berrinches, es inmaduro, además de que una vez lo escuché decir cosas malas.

(Quince años atrás)

Estaba en el castillo, yo hace unos días vivía en los cuartos de la servidumbre y siempre paraba ahí o en el campo, pero mi abuela me había dicho que podía venir a jugar con los niños Jeon, el primero era el señorito Jungkook de nueve años y la señorita Jihyo de seis años, yo soy mayor que ambos, tengo diez años.

Mi papá es el general, él siempre que puede me entrena, dice que debo de ser fuerte y que nunca, pero nunca nadie debe de saber que soy omega, que no debía de ser débil, debía de saber como enfrentarme a todo y a todos.

Mi abuela me había mandado a llevarle una canasta de panes dulces para el señorito Jungkook y sus amigos, ella dijo que sea amable y que me hiciera amigo de ellos. Y eso quería, quería que el señorito Jungkook sea mi primer amigo, he escuchado mucho de él dicen que es un niño algo problemático pero no lo sé, tal vez también necesite un amigo.

— Taehyung es un tonto — escuché su voz del otro lado del pasillo que me hizo detener mi paso

— ¿Porqué crees eso? — preguntó uno de sus amigos riéndose

— Se cree la gran cosa, solo es un niño recogido por mi padre, solo está aquí por ser hijo del general, además por culpa de él murió su mamá —

Me dolió, mi papá siempre me decía que no llore, que no debía de llorar o me verían débil, pero me sentía mal cuando escuchaba algo de mi mamá.

— ¿En serio? —

— Sí, dicen que su mamá murió por culpa suya, todos lo saben —

Dejé la canasta caer y me fui corriendo de ahí, me escondí en el cuarto de mi abuela y lloré, ya no quería ser amigo del señorito Jungkook.

(Regreso a la actualidad)

— Taehyung, ven mi niño — dijo mi abuela sonriendo

— Abuela, te extrañé mucho — dije abrazándola

— Ay mi niño, has crecido tanto, aún recuerdo cuando eras muy pequeñito y llorabas de hambre — dijo riéndose

— Abuela... ¿Tienes más de ese té? —

— Ya no hay por tomar ese té, mi niño —

— No quiero ser omega... me siento débil —

— No eres débil, eres el omega más fuerte que conozco —

— Abuela —

— Dime mi pequeño —

— Te amo mucho — dije volviendo a abrazarla — gracias por cuidarme abuela, gracias por todo —

— De nada mi niño, como podría dejarte solo — dijo acariciando mi cabeza

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Tenía hambre así que bajé a la cocina, pero al entrar me encontré con Taehyung y la abuela, rápidamente salí corriendo de ahí. Había estado evitando todos los días a Taehyung, no quería verlo, sentía mis mejillas quemar de solo recordar esa noche.

— ¡Jungkook! — escuché la voz de Taehyung detrás mío

— ¡No!, ¡Tengo sueño! — exclamé corriendo hasta mi alcoba para encerrarme ahí

— ¡Jungkook! — exclamó tocando mi puerta

— ¡Ya me dormí! — exclamé sin moverme de la puerta

— ¡Deja de ser inmaduro!, ¡Quiero hablar contigo! — no respondí, simplemente empecé a roncar de manera exagerada para que se vaya — como quieras... —