Espero que les guste~

Nota: Debo admitir que no tuve un buen día pero aun así sentí ganas de escribir, así que sorry si se ve raro o algo así

Petición de: ink_cute

Mickey y Oswald estaban en la casa del ratón, el rey podía sentir que su hermano le quería decir algo en especial desde que lo vio en la mañana, luciendo algo ido y ligeramente  tenso, como si estuviera recordando algo que no les gustaba, pero decidió no presionar, manteniéndose a su lado durante el día, esperando pacientemente a que el menor hablara por cuenta propia. Así paso el día, hasta que terminaron en la tarde metidos en la casa del famoso toon, sentados en en el sillón de la sala, mirando con aire ausente una película, cuando el menor se aclaro la garganta.

-Yo...- el conejo lo miro de reojo, su hermano se veía incomodo, removiéndose en su lugar. -...quise...tomar disolvente una vez- suelta de golpe, como si quisiera decirlo antes de pensarlo mejor y arrepentirse.

-¡¿Qué?!- se alarmo, eso era lo último que esperaba escuchar venir del toon sentado a su lado. -¿Por qué?- bajo las orejas con tristeza.

-No era una buena época para mi...- se rasco la nuca, haciendo una mueca. -No me sentía muy bien...todo parecía salir mal, sin importar cuanto me esforzara, todo parecía ir mal- jugo con el borde de uno de sus guantes, solo mirando de reojo al mayo de vez en cuando. -En ese momento, Donald era muy...-

-¿Odioso?- ofreció sin mucha dificultad.

-Algo así...y Goofy era...- hizo un gesto con la mano.

-¿Depistado?- no pudo evitar sonreír ligeramente, su hermano no podía decir cosas malas sobre sus amigos, ni siquiera si eran verdad.

-Ninguno de ellos estaba realmente ayudando...- podía recordar que en ese momento ninguno de sus amigos se había dado cuenta de lo abrumado y desesperado que se sentía. -Minnie lo intento, en serio que lo hizo, pero yo...no me sentía muy bien- no le había prestado mucha atención en ese momento, agradecido por su compañía pero demasiado metido en propia locura para para realmente hacerle caso. -Eran demasiados toons...demasiados humanos...demasiadas peticiones de todos ellos que quería que se hagan realidad...tanto odio en las cartas...y solo fue...mucho- sollozo un poco, unas pocas lágrimas saliendo de sus ojos.

-¿Y lo del disolvente?- se animo a preguntar después de unos segundos de tenso silencio.

-Lo conseguí de alguna manera...y yo solo...lo puse sobre la mesa...lo mire durante horas...- apretó los puños. -...pensé que seis tan fácil...simplemente tomar eso y todo habría terminado...yo ya no existiría y estaría tranquilo...sin problemas...sin responsabilidades...solo nada de nada- sintió un suave y firme agarre en su mano, haciendo que mirara a su hermano mayor de frente por primera vez desde que empezó a hablar.

-Algo te detuvo- susurro, viendo con el pecho apretado como su hermano menor lloraba por lo recordado.

-Pluto...estaba llorando en mi puerta...- sollozo. -...podía escuchar a los demás llamarme desde afuera de mi casa y yo...estaba tan casada que solo...les abrí y llore con ellos a mi alrededor...-

-Mickey...- llamo con preocupación, preguntándose por que el ratón le contaba eso en ese momento. .

-Soñé con eso...y quería contártelo-respondió a la pregunta que no se hizo en voz alta.

-Gracias por decirme- dice el conejo después de unos segundos, sonriendo ligeramente, estirando los brazos para rodear a su hermano y acercarlo, abrazándolo con fuerza. -Solo...prométeme que me dirás si alguna vez te sientes así de nuevo, ¿si?- murmuró con un tono que sonaba algo desesperado pero no le importaba en ese momento, solo le preocupaba su hermano.

-Lo prometo- no dudo, escondiendo su rostro en el hombro ajeno y aferrándose al rey, sintiéndose cómodo y cálido.