Para los que pidieron otra parte XD

Espero que les guste~

Alex estaba persiguiendo a los hermanos, intentando atraparlos para que dejaran de disparar en el interior del castillo.

-¡Vuelvan aquí, tasas cobardes!- gruñó con molestia.

-¡Nunca!- ellos rieron a carcajadas. La persecución siguió hasta que los hermanos tropezaron...y cayeron por las escaleras. El gato quedó tieso, escuchando los quejidos ajenos, reaccionando al escuchar algo romperse y bajando rápidamente, casi tropezando en su apuro. Abrió grande los ojos al ver que las tasas estaban en el suelo, rotas. Empezó a entrar en pánico, en especial cuando los trozos de ambos empezaron a desvanecerse.

-Maldita sea...- estaba apunto de arrancarse el pelaje cuando los vio: pequeños fantasmas, con un corazón brillante en sus pechos. Los hermanos se miraron entre ellos, para después empezar a reírse.

-¡Somos fantasma!- ambos sonrieron, empezando a alrededor del gato.

-Que bueno que ya soy blanco o esto me daría canas del estrés- murmuró para si mismo, cansado.

... ... ... ...

Julius estaba teniendo problemas con uno de sus hermanos. Oswald era relativamente tranquilo pero ahora, en ese mismo momento, era un real tormento.

-¡Sólo siéntate y come, enano!- gruñó.

-¡No quiero!- negó el conejo.

-Escúchame mocoso, siéntate a comer o meteré esa comida por...- se vio interrumpido por la voz de su otro hermano.

-¡Ozzy!- sonrío Mickey, llamando la atención de ambos. -Vamos a comer- extendió su mano.

-Esta bien- el conejo sonrió, agarrando la mano ajena y dejando que el ratón lo llevara a la cocina.

-A él si le haces caso, ¿no?- bufo el gato con cansancio.

... ... ... ...

-Sal- Alex miro fijamente el charco de tinta en el suelo.

-No- el demonio ni siquiera se asomo.

-Sal- repitió.

-¡Y pimienta!- el pequeño río con diversión. El gato dejó escapar un largo suspiro, arrodillados en el suelo y hundiendo su brazo lo más profundo posible en el charco, buscando a ciegas. Podía escuchar al odioso demonio reírse a carcajadas.

-Te tengo- sonrió, victorioso, al poder agarrarlo. Lo saco sin dudar, el pelaje de su brazo estaba manchado de negro y sostenía a un sonriente Bendy, quien goteaba tinta y aún reía. -¿Qué quieres a cambio de que hagas las cosas por las buenas?-

-¡Dulces!- canto la palabra con emoción.

-Bien- suspiro, el pequeño riendo con deleite.

... ... ... ...

-¡Ronroneo! ¡Ronroneo! ¡Ronroneo!- canto Ink, haciendo suspira al pobre Julius.

-Si ronroneo, ¿dormirás sin más vueltas?- preguntó. -Bien- sonrió al ver que ella asentir con emoción.  La alzó, acunandola contra su pecho después de sentar y ponerse cómodo, respirando profundo y dejando escapar el amado sonido que ella le había pedido. Ink sonrió ante el ronroneo, sintiendo el pecho en el que estaba apoyado vibrar, y se concentro en el sonido. Tardo unos minutos en bostezar, cerrando los ojos y acomodándose mejor, durmiendosé no mucho después.

... ... ... ...

-¿Has visto a Felix?- preguntó Alex.

-No, justo lo estaba buscando- Julius hizo una mueca. Bajaron la escalera después de buscar en todos los cuartos posibles, el más bajo cayendo de sentón apenas llego al final. - ¿Pero qué...?- miro al suelo, viendo confusión la cáscara de banana con la que había resbalado.

-Ho no...- toda el piso de la habitación estaba llena de cáscaras de banana y en el centro de todo el desastre, estaba Felix con la mitad superior de su cuerpo hundido dentro del familiar bolso amarillo con linares negros.

-¡Rayos!- ambos se habían olvidado de guardar esa cosa.