"Los Tres Mosqueteros" es una película que, por alguna razón, siempre me gusto XD

No sé, simplemente vi una imagen esta escena con Oswald y no pude evitarlo ^_^

Espero que les guste~

Oswald corrió y se zambullo en el agua sin siquiera pensarlo, nadando lo más rápido que podía hacia abajo. Podía ver a su hermano flotando, flojo, con los ojos cerrados y burbujas saliendo de su boca ligeramente abierta, eso no era nada bueno. Siguió la cadena que impedía que su hermano se fuera, acercándose a la pared, agarrando la cadena con ambas manos y apoyando sus patas contra pared, dando un fuerte tirón. Repitió el movimiento unas cuantas veces pero el extremo de la cadena se mantenía adherido a la pared. Hizo una mueca ante la necesidad de oxigeno y levanto la vista para ver a su inconsciente hermano, frunciendo el ceño, no podía ni quería dejar aquí solo. Estaba por volver a intentar, cuando de repente había dos figuras más, uno a cada lado suyo.

-Donald...Goofy...- los reconoció y quería reír de alivio al verlos pero estaba bajo el agua y debía contener el aire aun. Gracias a la fuerza de los tres, la cadena se rompió y prácticamente Goofy los llevo hacia arriba, abriendo lo boca apenas estuvieron en la superficie para dejar una gran bocanada de agua. Salieron con torpeza, dejando boca arriba al ratón, quien aun no se movía. -¡Mickey!- presiono el pecho ajeno con pánico.

-¡Despierta Mickey!- Donald retorció sus manos, luciendo nervioso.

-Vuelve con nosotros, amigo...- Goofy se veía triste. Y de repente, Mickey estaba tosiendo y ellos no pudieron evitar suspirar de alivio, el conejo ayudando a su hermano a sentarse y dándole golpes en la espalda.

-¿Estás bien?- pregunto cuando el ratón abrió los ojos y lo miro.

-Ozzy...- lo miro por unos segundos, pareciendo reaccionar y levantando las manos rápidamente para agarrar el rostro de Oswald, quien simplemente sonrío ligeramente. -¡Estás aquí!- parecía aliviado y contento. Lo soltó para poder mirar a su amigos, sorprendido. -Donald...Goofy...- se levanto con torpeza. -...Pedro dijo que eras historia- se lanzo a abrazarlo, lleno de alivio.

-Seré historia sin si, Mickey- le devolvió el gesto con una gran sonrisa.

-¡Hey!- llamo la atención el pato, abriendo los brazos con una sonrisa.

-Ho, amigo...- el ratón no dudo en acercarse para abrazarlo con fuerza, feliz de que volviera. -...si volviste- le dio un ligero apretón.

-Por supuesto que lo hice- sonrío, separándose de su amigo.

-Nunca te dejaríamos Mickey, eres nuestro amigo- dijo Goofy, haciendo sonreír al ratón.

-Muy bien...- Oswald sonrío, llamando la atención. -...no quiero romper este momento pero aun tenemos cosas importantes que hacer-

-¡Es cierto!- Donald se saco su sombrero, mostrando que tenía otro debajo. Agarro ese y se lo extendió al ratón, volviendo a ponerse su sombrero. -Aun tenemos que rescatar a la princesa, ¿recuerdas? ¡Todos para uno y uno para todos!- el pato parecía animado pero la sonrisa del ratón se borro lentamente mientras aceptaba el sombrero, mirándolo con tristeza.

-...pero...no somos mosqueteros de verdad- hizo una mueca  al decirlo.

-Escúchame Mickey...- el conejo se acerco. -...nuestro amigo alto aquí puede no ser el más listo...- señalo hacia a Goofy, quien simplemente sonrío enormemente, sin verse ofendido. -...el otro aquí es de lo más cobarde la mayor parte de las veces...- señalo al pato.

-¡Hey!- reclamo con el ceño fruncido.

-...además de que tu y yo somo realmente pequeños...- hizo una gesto con la mano sobre sus alturas. -...quizás, por separado, somo eso pero todos nosotros juntos podemos ser mucho más. Tú mismo lo dijiste, ¿recuerdas? ¡Hacemos un gran equipo!- extendió su mano hacia su hermano. -Mientras estemos juntos...-

-...ni Pete ni nadie...- Donald se paro al lado del conejo.

-...podrá con nosotros- Goofy se paro del otro lado, los tres sonriendo al ratón.

-¿Qué dices?- sonrío Oswald.

-Yo dijo...- los miro, una lenta sonrisa dibujándose en el rostro de Mickey mientras se ponía el sombrero rápidamente. -...¡que tenemos una princesa que rescatar!- tomo la mano de su hermano, quien se quejo al ser repentinamente atrapado en un fuerte abrazo de parte del más alto.