Ink y Alex
Espero que les gusta~
Nota: Fui a una escuela privada en la primaria. Eran salones pequeños, con menos de 20 alumnos. Yo era nueva y todos allí se conocían desde el jardín, muchos eran hijos de personas conocidas en mi pueblo. Fue difícil porque no les agradaba y me sentía muy sola hasta que mi mama me cambió a una escuela pública. Fue un buen cambio para mi. Me sentí mucho mejor y aprendí a defenderme de los que querían molestarme. Fue hace años y por alguna razón, me acordé de eso y esto se me ocurrió.
Ink estaba sentada en el techo del castillo, balanceando las piernas en el borde y mirando a la nada, acariciando sus orejas caídas sobre sus hombros. Estaba distraída, así que no escucho los pasos acercarse.
-¡Oye!- se sobresalto y se volteo.
-¡Hola Alex!- le sonrió al felino. -No se donde están Bendy o Felix pero estoy bastante segura de que están muy cerca-
-Están junto a todos los demás, debatiendo quien esta en estado para una charla emocional contigo- respondió, señalando hacia abajo.
-¿Chala emocional?- ella lo miró fijamente y ladeo ligeramente la cabeza, confundida.
-Aún tienes las orejas bajas, coneja- sonrió con diversión.
-Ho...- su toco las orejas e hizo una mueca, ellas la habían delatado. Volvió a mirar hacia enfrente, esperando que el gato simplemente se fuera.
-Entonces...- se acercó y se sentó a su lado. -...¿Qué pasa, coneja?- preguntó al ver que ella se mantenía en silencio. -Usualmente estas más animada, haciendo alguna locura con el demonio o simplemente pasando un meloso tiempo con tu novio taza- hizo una mueca ante lo último.
-Yo...- jugó con sus manos. -¿Puedo hacerte una pregunta, Alex?- miro al felino, quien enarco una ceja.
-Ya hiciste una pero como me siento algo amable hoy, te dejaré hacer otra- bromeo, sonriendo ligeramente al verla relajarse en su lugar.
-¿Qué haces cuando alguien te molesta?- las orejas del felino se movieron, no esperaba esa pregunta.
-Los golpeó en sus feas y deformadas caras- respondió sin siquiera pensarlo, viendo como ella se reía ante eso y sonriendo ligeramente.
-¿La violencia es tu respuesta?- lo miro con diversión y una débil sonrisa en su rostro.
-Siempre es una buena opción- se encogió se hombros. Ambos rieron sólo poco, más relajados que al principio. Alex movió la cola un poco, viendo de reojo como ella parecía volver a estar tan triste como la encontró hace unos minutos. -¿Te están molestando en tu mundo?- preguntó, aunque estaba bastante seguro que la respuesta era muy obvia. Ella acaricio sus orejas, asintiendo débilmente.
-Es decir...huso anteojos, tengo el cabello enrulado y para muchos en mi mundo soy infantil...es lo que soy pero...es como...si buscarán cualquier razón o cosa para que yo no les agrade y me molesten...- hablo, soltando sus orejas para mover las manos mientras hablaba.
-¿Y qué haces usualmente?- preguntó, incitando a qué continuará.
-¡Los ignoro!- apretó los puños. -Mi mama siempre dice que no debo prestar atención a lo que me dicen, que solo son envidiosos o quieren sentirse mejor consigo mismos haciendo sentir mal a los demás, así que aprendí a ignorarlos pero...- hizo una mueca, luciendo triste y algo desesperada. -...a veces...¡solo quiero que se callen!- se cubrió la cara con las manos, dejando caer un pesado y cansado suspiro. Alex la miró fijamente, realmente no había esperado que ella hablara con él sobre lo que la molestaba y realmente no esperaba que fuera algo como eso pero se sentía mal verla tan triste cuando usualmente siempre sonreía y estaba animada. Él entendía lo que ella le decía pero, en su caso, ser un Toon tenía grandes ventajas. A quien sea que intentará molestarlo, podías simplemente mandarlo al diablo de un patada o con un cañón, incluso podías ponerles cinta en la boca para que no hablaran o simplemente sacarles la boca para guardarla en una caja fuerte hasta que decidieras devolverla. Había muchas opciones en su caso pero ella no tenía esa ventaja, venía del mundo humano, no podía hacer nada más que ignorarlos.
-Ven aquí...- se acercó un poco más a ella, rodeando sus hombros con su brazo para que se apoyara en él. Ink se apoyo rápidamente en su hombro, bajando las manos a su regazo. Aún no estaba llorando pero se veía frustrada. -No se que decirte exactamente...- murmuró.
-Con la compañía me basta...- ella se acomodo mejor.
-Bueno...- se quedó en silencio unos segundos. -...darles un puñetazo sigue siendo un buena opción-
-Si, lo es- rio ligeramente. De repente, su risa se convirtió en un sollozo ahogado. Había lágrimas saliendo de sus mejillas y estaba sollozando en silencio, dejando escapar su tristeza y frustración. Alex simplemente apoyo su cabeza sobre la de ella, sabiendo que necesitaba desahogarse. Afianzó su agarre sobre los hombros de la coneja y agarro una de las manos ajenas con su mano libre, dándole un apretón para recordarme que estaba acompañada. Se permitió a sí mismo ronronear, esperando que la vibración y el sonido que ella tanto adoraba la ayudara a sentirse mejor. Presentía que estarían en esa poción un tiempo.
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