Grinny Cat
Espero que les guste~
Nota: ¡Adoro a los gatos! ❤
Nota-2: Una vez, cuando estaba volviendo de hacer mandados, me di cuenta de que un gatito me estaba siguiendo. Lo acaricie y el pequeño me estaba ronroneando ¡Era tan tierno! Estaba tan dispuesta a llevármelo (a pesar de que mi mami podría enojarse un poco XD) pero, por suerte, me entere de que su dueño estaba cerca
Oswald vio fijamente al pequeño ser sentado cómodamente en el sillón de la sala. Parecía ser un grato con grandes ojos rojos, con el pelaje de las orejas, lomo, cola y patas de color negro, mientras que el resto era rojo.
-Ink...- miro con los ojos entrecerrado a la coneja, quien estaba sentada en el mismo sillón acariciando bajo la barbilla del gato.
-¿Si?- sonrío, aparentando inocencia. El conejo simplemente enarco una ceja, señalando al pequeño ser que parecía disfrutar de las caricias. -Ho, es Grinny. Bueno...en realidad se llama Grinny Cat pero me gusta más simplemente decirle Grinny y a él no parece molestarle, así que lo sigo llamando Grinny- divago sin mirarlo de manera nerviosa.
-¿Te lo robaste?- pregunto con un suspiro de resignación.
-¡No!- negó rápidamente. -Solo le di de comer y mucho amor~- como para confirmarlo, Grinny maulló y se levanto, exigiendo más caricias frotando su cabeza contra la mano ajena. Bendy se acerco para verlo con curiosidad, acercando su mano y sonriendo cuando el felino no se opuso a que lo acariciara.
-Creo que es lindo- sonrío Mug con cariño al verlo.
-Yo creo que es raro- Cup se sobresalto cuando Grinny se volteo a verlo. No pudo evitar tragar ligeramente, esos grandes ojos rojos parecían brillar ligeramente. -Sin ofender- agrego rápidamente, suspirando cuando el gato desvió la mirada.
-Yo...- el pelaje de Félix se erizo ligeramente cuando sus ojos se encontraron con los del otro gato. -...no creo que sea un simple gato- murmuro para si mismo.
-¿Te siguió?- pregunto Mickey con curiosidad.
-Sip~- asintió con entusiasmo. -¡Oye! ¿Crees que podría darle de comer antes de devolverlo a "Ciudad Creepy"?- miro con ojos brillantes al rey.
-Claro, ¿por qué no?- se encogió de hombros.
-¡Genial!- sonrío, levantándose y yendo directamente a la cocina. Los demás la vieron irse, volteándose a ver al gato y todos erizándose del miedo: había una gran y tenebrosa sonrisa en el rostro de Grinny, que dejaba ver dientes afilados. -¡Grinny!- y en un parpadeo, esa sonrisa había desaparecido y el gato estaba como si nada, bajándose de un salto y yendo a la cocina con la cola en alto, dejando a los tiesos y algo asustados toons solos en la sala.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro