Esto se me ocurrió por alguna razón ^_^

Espero que les guste~

Nota: El gas de la risa es una forma de anestesia risa incontrolables, confusión, descoordinación, entre otros síntomas

Oswald entro a paso lento al edificio, mirando las paredes pintadas de blanco y a los múltiples personajes sentados en lo que era la sala de espera, el ligero sonido de un taladro sonando de vez en cuando y rompiendo el silencio. Se acerco a la puerta, alzando el puño para golpear ligeramente la superficie, un toon de aspecto humano y vestido de blanco abriendo a los pocos segundos.

-Hola...- sonrío con algo de nerviosismo, los dentistas eran totalmente necesario pero realmente no eran sus médicos favoritos. -...soy Oswald, vine por mi hermano- se removió ligeramente en su lugar, socializar con toons en el mundo real era algo raro sin su hermano a su lado.

-Ho, hola- sonrío amablemente, asintiendo. -Viniste justo a tiempo- abrió por completo la puerta, haciéndose a un lago, dejando ver a su paciente sentado aun en la silla de allí y murmurando para si mismo. El conejo no pudo evitar sonreír con diversión, el ratón tenía una obvia expresión de confusión total en su rostro, viéndose gracioso con ello y una de sus mejillas hinchada por el tratamiento reciente. Estaba mirando sus manos, moviendo lentamente los dedos, luciendo fascinado con aquello. -Hey Mickey, vinieron por ti- llamo el dentista con tranquilidad, acercándose para apoyar su mano en el hombro ajeno.

-Hey- sonrío cuando el menor levanto la vista y lo vio.

-¡Ozzy!- Mickey se levanto de un saltó, una gran sonrisa en su rostro, alzando los brazos para poder lanzarse sobre el rey con entusiasmo. El conejo retrocedió un paso ante el repentino peso, quejándose entre dientes al sentir como el menor básicamente se colgaba de él. -¡Ozzy!- repitió, encantado, abrazando al mayor con fuerza y riendo ligeramente.

-Ese soy yo- palmeo la espalda ajena, divertido. Iba a molestar a su hermano en cuanto estuviera lucido. Se despidió del dentista y arrastro prácticamente a su hermano para salir de allí, con la intención de llevarlo a casa y si tenía la posibilidad, que durmiera. Así que agarro su mano y empezó a caminar pero apenas dieron unos pocos pasos cuando el ratón se detuvo en seco, obligando al conejo a hacer lo mismo.

-¡Oye!- grito Mickey de repente, llamando la atención de unos cuantos toon que estaban caminando por ahí. -¡¿Conoces a mi hermano Ozzy?!- su sonrisa pareció agrandarse. -¡Él es super increíble!- chillo con emoción. El rey no pudo evitar reír, alagado y algo avergonzado por las palabras de su hermano, riendo ligeramente.

-Lo siento- se disculpo con una ligera sonrisa, recibiendo un "no hay problema" acompañado de una risa divertida de parte de aquel toon. El resto del camino fue igual, con Mickey deteniendo a cada toon que podía para presumir de su hermano mayor, quien aun no podía decidirse si sentirse avergonzado o no, siempre disculpándose con todos antes de alejarse. Fue un largo camino pero al final, pudieron llegar a la casa del ratón. Entraron, Oswald cerrando la puerta tras él con un suspiro de alivio, volteándose a ver a su hermano, enarcando una ceja al verlo sentado en el suelo, abrazando a Pluto con esa gran sonrisa que nunca había desaparecido, soltando halagos hacia su mascota. Pluto simplemente se mantuvo quieto, sin parecer molesto, aceptando el cariño algo torpe de su amo y con su cola moviéndose constantemente. De repente, Mickey alzo la vista, mirándolo con aquellos ojos algo nublados por el gas de la risa.

-¡Ozzy!- alzo los brazos, luciendo como un niño que pedía que lo alzaran. Oswald solo pudo evitar reír, divertido. Seria un largo día.