Espero que les guste~

Mickey no esta enfermo, de eso esta muy seguro. Su temperatura es más alta de lo que debería, tienen ligeros escalofríos de vez en cuando, el cuerpo entero le duele, su mente se siente algo nublada por el cansancio, la garganta le molesta un poco y su nariz puede estar un poco tapada, aunque no esta enfermo, en serio pero Minnie solo suspira con cansancio y arrastra todo el camino desde su oficina a su casa, empujándolo hacia el espejo mágico de su habitación antes de que pudiera siquiera decir algo. Hace una mueca, sonriendo lo mejor posible cuando Oswald lo ve y se le acerca rápidamente, luciendo preocupado.

-Te ves horrible- es lo primero que dice el rey al verlo más de cerca, el ratón se veía pálido y horriblemente cansado, con las mejillas ligeramente rojas y unas ojeras bien marcadas.

-Estoy bien, yo...- hizo una mueca, cubriendo su nariz y boca con su antebrazo para dejar escapar un fuerte estornudo, ya sintiendo una sensación familiar recorrer su cuerpo. Los ojos del conejo se abren con sorpresa cuando el trapo que tenía en su mano se transformo repentinamente en una paloma blanca, la cual hizo un pequeño ruido antes de alejarse volando rápidamente.

-¿Ese fuiste tú?- pregunto, sorprendido y curioso.

-La magia se vuelve...algo inestable...- saco un pañuelo de su bolsillo, sonándose la nariz y haciendo una mueca  -...cuando su usuario esta enfermo- no podía negarlo a estas alturas, menos después del estornudo y la muestra repentina de magia, estaba enfermo.

-¿Siempre pasa lo mismo?- no pudo evitar preguntar.

-Cada vez que me enfermo- se encogió de hombros. -La última vez convertí si casa en jengibre y mucho de mis muebles en globos...Pluto reventó la mayoría, así que tuve que comprar mucho de mis muebles otras vez- recordó haberse despertado, sintiéndose mucho mejor y rodeado de un fuerte olor a dulce, con pedazos de látex de colores rotos en el suelo, su perro reventando justo en ese momento uno de los globos que antes estaba seguro era un silla que tenía allí.

-No sabía que la magia podía hacer eso- Oswald se rasco la nuca, sorprendido.

-Puedo irme, no quiero transformar nada de tu casa y menos molestarte- señalo hacia el espejo, realmente no se sentía bien pero no quería causar molestias a su hermano o a su familiar.

-Eso no me importa- gruño el conejo, dando un paso adelante y agarrando la mano ajena, empezando a caminar hacia el cuarto del ratón que tenía en el castillo. -No voy a dejarte solo, menos en ese estado- el menor sonrío ligeramente, agradecido.

Mientras lo cuidaban, Ink y Bendy obtuvieron unas llamativas alas de mariposa (-¡Puedo volar!- chillo Ink con emoción. -Ya podías volar, querida- le recordó Bendy, riendo con diversión. -Ho...cierto- sonrío con nerviosismo, igual le gustaban las alas coloridas); Félix era multicolor; Mug y Cup obtuvieron muchos cambios de estilos con respecto a sus ropas (tuvieron que cambiarse muchas veces; Julius consiguió unas llamativas antenas sobresaliendo de su cabeza (con campanas en el extremo, las cuales hacían mucho ruido cuando caminaba); Oswald termino con bañado en brillantina (del tipo que no se quitaba fácilmente) y cuando Mickey se recupero, la mayor parte de los muebles habían sido convertidos en masetas con plantas o en globos que reventaron al poco tiempo, una puerta convertida en chocolate y siendo devorada por el par de golosos que tenia por amigos (Ink y Bendy), algunas paredes eran de diferentes color, por no mencionar que muchas toallas y trapos ahora eran palomas.

-¡Lo siento mucho!- chillo al ver todo el desastre 

-No te preocupes- negó el rey, tosiendo algo de brillantina, suspirando pero mostrándole una gran sonrisa a su hermano. No se arrepentía de nada.