Botón
Me dio unas ganas de escribir la película de "Coraline" pero con nuestros Toons ^_^
Espero que les guste~
Nota: Vi una imagen de Oswald con ojos de botón y no pude resistirme XD
Nota-2: Lamento los horrores y/o errores ortográficos, mi Internet no esta andando y toy escribiendo en mi teléfono. Los arreglaré en cuanto pueda😝
Mickey se despertó y bostezo, caminando hacia el baño para alistarse, saliendo de la habitación después de cambiarse de ropa. Bajo las escaleras rápidamente y sonrió al ver a su amiga, quien le estaba dando la espalda.
-Hola...- se callo al instante en el que ella se volteo. Los ojos de la coneja ya no estaban y fueron reemplazado con un par de botones de colores.
-Hola Mickey- ella sonrió con tranquilidad, caminando hacia la cocina y dejando al ratón tieso en su lugar. Trago en seco, sin creer del todo los que había visto, para después acercarse a paso lento y silencioso hacia la cocina, asomándose con precaución y quedando tieso al ver que había versiones de sus amigos sentados y hablando entre sí, todos con sus ojos reemplazados por botones.
-Por todos los creadores...- iba a retroceder pero choco contra algo. Se volteo a ver con que choco rápidamente, tragando en seco al ver que era una versión de su hermano con botones azulados en donde deberían estar sus ojos.
-¡Mickey!- sonrió enormemente, apoyando sus manos en los hombros del ratón. -¿Vas a algún lado?-
-Y-Yo...- el conejo empezó a empujar gentilmente, básicamente guiando lo hacía la cocina. -S-Supongo que no- el Falso-Oswald (como lo llamo mentalmente) no lo soltó hasta que estuvo sentado y luego se sentó a su lado, dejándolo entre el y el demonio de botones negros. Mickey se mantuvo algo tieso y nervioso, solo picoteando con algo de desconfianza el desayuno frente a él y mirando a las extrañas versiones de sus amigos hablar entre ellos de algo que no presto atención. Apenas todos terminaron, prácticamente tropezó para salir de la cocina y empezando a dar vueltas por la sala, murmurando para si mismo.
-¿Estás bien, hermanito?- se sobresalto y se volteo, moviendo la cola con nerviosismo. El Falso-Oswald lo miraba con una tranquila sonrisa y se acercaba con las manos tras la espalda.
-Yo...- busco en su mente las palabras para expresarse sin ofender al conejo, no sabía podría pasar si lo hacía. -No...No eres Oswald- soltó de golpe.
-¡Por supuesto que lo soy!- rio, acercándose para tomar las manos del ratón. -Bueno, no soy el Oswald que conoces- agregó al ver que el menos aún desconfiaba. -Soy, básicamente, tu otro hermano-
-¿Otro hermano?- frunció el ceño, confundido.
-Sip- sonrió.
-Muy bien...- se mordió el labio. -¿Qué hago aquí?- pregunto, enarcando una ceja.
-Nos haces falta- apretó ligeramente las manos ajenas.
-¿Qué?- se le quedó mirando, esa no era la respuesta que esperaba.
-Nos haces falta- repitió, las demás versiones de sus amigos acercándose para pararse tras el conejo y sonriendole al ratón. -Este mundo es casi perfecto, solo nos faltas tú- Mickey trago en seco, sintiéndose repentinamente temeroso.
-¡Si!- sonrió el Falso-Mugman.
-Te necesitamos- sonrió el Falso-Felix.
-Aunque solo hay un pequeño detalle- hablo el Falso-Cuphead.
-¿C-Cuál?- Mickey los miro con los ojos bien abiertos.
-Debes tener estos~- Él Falso-Bendy sonrió, levantando lo que parecía ser una pequeña caja de regalo. El ratón tembló al que en la caja había una aguja unida a un carrete de hilo y un par de botones color negro abajo.
-¿No te gustan?- pregunto Ink al ver que Mickey no hablaba o se movía. -Pueden ser del color que quieras- sonrío.
-¿Los prefieres rojos?- el conejo chasqueo los dedos y los botones cambiaron de negros a rojos.
-P-Prefiero irme a casa- tartamudeo, esperando que las falsas versiones de sus amigos no se enojaran. El Falso-Oswald aún sonreía pero eso no le daba confianza, si no un mal presentimiento.
-Lo siento hermanito...- soltó las manos ajenas y repentinamente, Mickey estaba de espalda en el suelo. El Falso-Mug y el Falso-Cup sujetaban sus piernas, el Falsos-Bendy y el Falso-Felix sujetaban sus brazos, con la Falsa-Ink sujetando suavemente su cabeza. Mickey empezó a entrar en pánico, intento liberarse pero el firme agarre de los demás le impedían moverse. -...pero eso no es una opción- el Falso-Oswald se sentó sobre su torso, con aguja en mano.
-¡Por favor, no lo hagan!- chilló, luchando por moverse pero sin lograrlo.
-No te preocupes...- sonrió el conejo. -...esto solo dolerá un poco- Mickey suplico y rogó pero ninguno de ellos le hizo caso. Podía ver la aguja se acercaba a sus ojos en cámara lenta y eso solo hacía que el pánico aumentará rápidamente. Cerró los ojos y espero a que todo terminará pronto.
... ... ... ...
Mickey se despertó con un sobresalto y miró a su alrededor con miedo, relajándose solo un poco al notar que estaba acostado en su cama y estaba solo en su habitación. Se sentó lentamente y levantó sus manos, tocando con las manso temblando su rostro y suspirando de alivio al no sentir ningún botón ahí. Se levantó para ir al baño, abrazándose a sí mismo. Ese extraño sueño lo dejó sintiéndose tembloroso y algo asustado. Se cambió de ropa y salió de su habitación, bajando con algo de miedo las escaleras. Podía sentir un nudo en su garganta al ver a la coneja, dándole la espalda. Se detuvo a unos pasos de distancia y se removió en su lugar. Ella pareció escucharlo o sentir su mirada porque se volteo a verlo.
-¡Hola Mickey~!- Ink le sonrió enormemente. Mickey la miro fijamente, sintiéndose aliviado al ver que ella tenía sus ojos y no botones. Podía sentir unas abrumadoras ganas de llorar y no se contuvo, sollozando y dejando que sus lágrimas empezaran a caer. -¡Ho, cielos! ¡Ho, cielos! ¡Ho, cielos!- entró en pánico al instante, nunca había sido buena para manejar las lágrimas. -¡Oswald!- chilló.
-¿Qué pasa?- el conejo salió de la cocina con una tasa de café aún caliente en mano. La miró con confusión pero rápidamente miró al ratón al escucharlo llorar. -¿Mickey?- se preocupo al instante. Se acercó, dándole la tasa a la coneja que no dijo nada y simplemente lo agarro, luciendo nerviosa. -Hey...- lo llamo una vez que estuvo cerca de su hermano, sin saber si tocarlo o no.
-O-Ozzy...- sollozo, levantando la vista al mismo tiempo que alzaba los brazos y los extendía hacia su hermano, sin importarle realmente si se veía como un niño. El conejo no dudo y se acercó por completo, abrazándolo al menor. Mickey rápidamente se aferro a él y enterrando su rostro en su hombro del mayor, sollozando. Oswald simplemente acaricio la espalda ajena, sin importarle la sensación de que su hombro se mojaba.
-¿Qué pasó?- miró a la coneja.
-¡N-No lo se, s-solo lo saludé!- chilló. Mickey podía escuchar a sus demás amigos y no pudo a votar asomarse apenas de su escondite, volviendo a enterrar su rostro en el hombro de su hermano y sintiéndose mucho más aliviado al ver que ninguno de sus amigos tenía ojos de botón, solo se veían y escuchaban preocupados. Sollozo con alivio, relajándose de golpe y aferrándose a su hermano. Ahora se sentía mejor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro