¿Escucharon que van a hacer una serie de Cuphead para Netflix?

Abrieron las grandes puertas del Cacino, encontrando a King Dice sentado no muy lejos, viéndose relajado y jugando con una baraja de cartas, haciendo diferentes trucos con facilidad. Se acercaron a paso lento, viendo a su alrededor pero sin poder ver a ninguno de los demonios.

-¡Hola King Dice!- lograron llamar la atención del dado, quien los miro enarcando una ceja.

-Ustedes otra vez...- guardo las cartas en uno de los bolsillos de su traje. -¿Qué es lo que hizo esta vez?- pregunto con tono de cansancio.

-Creo que se llevo a nuestro amigo- respondió el hermano de pantalón azul.

-¿Por que no me sorprende?- murmuro, dejando escapar un largo suspiro y levantándose, empezando a caminar y haciéndoles una ceña para que lo siguieran. Se detuvieron al llegar a una gran puerta con las palabras "Oficina" escritas en los más alto, junto a mucho carteles de "¡Aléjense!" o "¡No entrar!". Dice abrió después de rodar los ojos y entro, con los toons siguiéndole de cerca. No pudieron evitar enarcar una ceja al ver a Devil sentado en su gran silla con cara de aburrimiento, con un codo en el apoya brazos y su mejilla recercada contra su mano,mientras que con la otra mano jugaba con lo que parecía ser un yo-yo.

-Jefe...- King Dice se cruzo de brazos.

-Estoy ocupado, vete- grupo sin siquiera mirarlos.

-No hasta deje de ser tan tonto- bufo el cabeza de dado con molestia. -Suelte al pequeño demonio- Devil alzo la vista para mirarlo, frunciendo el ceño.

-Nop~- y desvió la vista, gruñendo cuando un gran martillo golpeo su cara con fuerza. Dice y los hermanos miraron a la coneja, quien tenía el ceño fruncido.

-¡Devuélveme a mi amigo!- hizo aparecer otro martillo en su mano y lo lanzo, volviéndolo a golpear y logrando que soltara lo que tenía en la mano. Mug se adelanto para atrapar aquello.

-¡¿Bendy?!- quedo sorprendido al ver que ahora tenía al pequeño demonio con los ojos en espiral, su sonrisa luciendo algo torcida y con un poco de tinta escurriendo de su frente, una cuerda atada alrededor de su cuerpo. Lo acuno contra su pecho, viéndolo con preocupación.

-¿Estás bien?- pregunto Cup, enarcando una ceja.

-¡Hay muchos de ustedes!- balbuceo el pequeño. Termino por hundir su rostro en la remera ajena, cerrando los ojos y deseando que el mareo se valla rapidamente.

-Lo tomare como un no- suspiro la Ink. Ellos no pudieron evitar alzar la vista, viendo con curiosidad la discusión entre un gruñón Devil y un muy molesto King Dice, quienes se estaban gritando entre ellos.

-¿Qué hacemos ahora?- pregunto el menor de los hermanos.

-Ni idea- negó ella.

-Yo propongo que los dejemos tener su pelea marital a solas...- el mayor señalo la puerta tras ellos, la cual aun estaba abierta. -...y nos vayamos antes de que esto se ponga feo-

-¡Buena idea!- asintieron rapidamente. Salieron rapidamente, cerrando la puerta y alejándose, los gritos de la pareja dentro de la oficina haciendo eco por los pasillo.