El jueves Erick se notaba muy contento.

Por momentos, daba pequeños saltos, parecía un loquito.

Les regalaba una bonita sonrisa a cualquiera que veía, me contagiaba su felicidad de algún modo.

Pense qué pasaria si Erick ya no pudiera sonreír, creo que me dolió demasiado pensar eso, él tenía una hermosa sonrisa que debe ser vista y apreciada por todo el mundo.

No tuve que pensar demasiado para ya tener lista lo que llevaría la nota de hoy.

Emocionado realicé la nota, la decoré bien bonita igual que las demás.

El timbre sonó, caminé hasta su casillero, coloqué la nota como los días anteriores y me fuí hasta el mío.

Erick llegó hecho bala, incluso casi se tropiesa y chocó a uno de los estudiantes, le pidió disculpas rápidamente en medio de una sonrisa.

Tomó la nota sin leerla, la guardó y agarró su mochila caminando hacia la salida del instituto.

Mientras recogía mi mochila de color negra me preguntaba porqué no había leído la nota, salí con esa duda.

"Sería capaz de perder
mí sonrisa con tal de
conservar la tuya"

- Distinta división.

Caminaba hasta casa con las manos en los bolsillos de mi jean negro mientras pateaba una piedra, aún tenía la duda de porqué no la leyo, una gran intriga.

Estaba pasando por un hermoso parque lleno de hojas secas caídas de los árboles, sin duda alguna amaba el otoño.

- ¡Chris! - me giré observando a Erick correr hacia mí con velocidad, apenas quedó delante mío me hizo una señal de que espere mientras recuperaba aire.

- ¿Qué sucede? - pregunté.

- Yo...d-digo, estoy seguro de que...osea...

- Erick no entiendo - admití.

- Lo siento, soy muy torpe para expresarme - sonrió, con gusto le devolví la sonrisa.

- Quiero decír que...ay deja, mejor te lo demuestro de otra manera - se acercó a mí y colocó su mano en mi nuca, me acercó a él y unió nuestros labios, sin dudar correspondí, un beso lento y dulce, justo como lo soñé, aunque esta vez era real - Tú también me gustas - habló apenas nos separamos.

- ¿D-De verdad?

- Tú eres el de las notas, ¿No?

- Sí, pero no creí..

- Eso no me interesa, tú sonrisa también es bonita y yo también quiero observar tus ojos y sentír una gran libertad al hacerlo - nos quedamos en silencio - Me gustas - repitió.

- N-No se que hacer..

- Eres un idiota - rió, se acercó y pasó sus brazos por mi torso - Quiero algo contigo - correspondí su abrazo.

- Te quiero.

- Yo también, menso - reí. Correspondí su abrazo.

Fin