Tras algunos meses de la desaparición de James Sawyer, el trabajo en el Departamento Patenger se había vuelto más intenso. Con Abril como jefa absoluta las cosas iban de maravilla.

—Señorita Wood, los nuevos muchachos están preparados.

—En un momento voy, gracias.

La pelivino suspiró, mirando aquel collar con la foto de su esposo.

» Me encantaría que estuvieras aquí para ver esto.

—Sé que lo ve, no tienes porque angustiarte. — contestó Laia desde la puerta.

La pelivino solo asintió con su cabeza.

» Ahora prepárate, los chicos nuevos están ansiosos.

Abril se levantó de su asiento, caminó con Laia hasta una nueva instalación del Ministerio.

—No sé qué decirles, realmente. — dijo Abril, nerviosa.

—Sabes, no son la gran cosa, si somos sinceras.

—Podemos convertirlos en la gran cosa, Laia, ya verás.

Las mujeres cruzaron una gran puerta, detrás de ella se encontraban algunos nuevos miembros del departamento. Ruth Strigoi encabezaba al grupo, a sus espaldas se encontraban Arthur Roberts, Hope Wood, Franklin Voight y Jack Black. El grupo dio una mirada a las mujeres que acaban de entrar, esperanzados en calificar perfectamente para tomas las nuevas riendas del equipo. Abril suspiró, felizmente, para luego decir una palabra.

—Patengers...