Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 5:


Un hombre con un gorro para el frío se subía en el autobús, buscaba un lugar donde sentarse. No tuvo más opción que sentarse al lado de un hombre con capucha negra, ya que era el único espacio vacío.

—Día frío, ¿no? — dijo el encapuchado.

—Lo es… prefiero otros climas.

—¿Ah sí? Me gusta más el frío, puedes controlar el calor que quieres para tu cuerpo.

—Sí bueno, sigue siendo una mierda.

El hombre de gorro soltó una risa luego de sus palabras.

—¿Eres de por aquí? — preguntó el de capucha.

—Soy de Rusia, en realidad. ¿Y tú?

—Brooklyn, crecí aquí.

—Pareces más un inglés, tú pinta te delata.

—Wow, ¿Vas por la vida diciéndole a las personas lo que su apariencia aparenta?

El hombre de gorro se molestó un poco tras la respuesta del hombre.

—Y si lo hago, ¿Tienes algún problema con eso? — soltó.

—No puedes juzgar a un libro por su portada, Eric. Pero si vamos al caso, no hubiera adivinado que asesinas y torturas policías por la apariencia que llevas.

El de gorro se quedó perplejo, su reacción inmediata fue salir corriendo en dirección a la puerta de salida. Cuando trató de bajarse, una mujer le brindó una patada en el pecho haciendo que cayera al suelo.

—Mala decisión…

—Bien hecho, Ruth.

La pelirroja le guiñó el ojo a James, luego, se acercó a los demás pasajeros.

—Esta es una labor de la policía de Nueva York, por favor no se alarmen.

—Ya está arrestado, llevemoslo a la “comisaría”.

Los tres bajaron del autobús, una patrulla apareció para recogerlos.

—¿Cómo lograste que nos prestaran una patrulla de la policía de Nueva York? — le preguntó Ruth a James.

—De hecho la tomamos sin permiso, pero la devolveremos.

—¿Acaso Nómada roba patrullas? Que interesante.

—No la robamos, Ruth. Y no me digas así.

La pelirroja sonrió.

[Ministerio de Magia Británico, Departamento Patenger]

Al fondo del departamento, en una habitación desolada y cerrada por rejas se encontraba Erin Sawyer. Sentada sobre el frío suelo hieloso, causado por ella misma, mirando fijamente a la puerta, la cuál había intentado forzar para escapar, pero su plan no funcionó al darse cuenta que la misma estaba hechizada para no abrir tan fácilmente.

—¡Me aburro! — escuchó Abril exclamar a su cuñada desde la puerta de la habitación. La pelivino la abrió y cruzó a la siguiente sala, encontrándose con ella.

—Erin… ¿Cómo estás?

—Mal, cuñadita. Me tienen encerrada como un perro salvaje.

—Adela quiere hacerte unas pruebas, ¿Puedes colaborar con nosotras?

—Ni lo piensen, no voy a ayudar a los que me dejaron sola en ese hospital.

—Erin, nadie te dejó sola, cada uno de nosotros fue a visitarte constantemente. Incluso tú hermana Sam discutía con James para ver quien entraba primero.

Erin sólo miraba al suelo, escuchando a su cuñada.

» Estaré afuera por si necesitas algo. — terminó de decir la pelivino, para luego salir de la habitación.

Con su dedo, Erin comenzó a dibujar sobre el suelo del lugar. Sintió un fuerte dolor de cabeza al recordar cosas que habían pasado hace unos años. La batalla en aquel bosque de Alemania, su hermano desparecido, la pelea entre Wilsa y ella… pequeños fragmentos de aquella batalla contra Balton, como uno de sus amigos se había sacrificado para salvarla a ella.

—Cayde… — soltó la chica. — ¿Porque lo hiciste? ¿Acaso no ves que ahora sufro?

El dolor de cabeza comenzó a aumentar, su cabello volvía a tornarse pelirrojo y sus ojos retomaban el color azul, luego, Erin cayó desmayada sobre el frío hielo de su celda.

[Nueva York, sala de interrogaciones del MACUSA]

Aquel hombre de gorro gris estaba inconsciente, amarrado sobre una silla. James y Ruth estaban frente a él, esperando a que despertara.

—Me aburro de esperar, James.

—Si hubieras practicado encantamientos cuando te dije sabrías despertarlo con tu varita.

—Ya vas a empezar, te dije que no me interesa saber encantamientos.

—¿Pero si romper brazos?

—Adoro el “clic” que se escucha al torcerlos de forma anormal.

James solo sonrió.

El hombre comenzó a despertar, notó a las dos personas frente a él y preguntó.

—¿Dónde estoy?

—Vamos a hacer esto fácil, Eric. Me das la información que necesitamos y te entregamos a la policía para que no te maten por traición a tu banda. — dijo Ruth, mientras se ponía de pie.

—¿De qué están hablando? — volvió a preguntar.

—Sabemos quien eres, también sabemos que tu y tu gente secuestraron a dos policías hace no más de dos semanas. ¿Quién trabajó contigo, Eric?

—No sé de qué hablan.

Ruth suspiró, pidiendo paciencia.

—¿Ves a esta chica? — preguntó James. — sabe todo tipo de artes marciales, dale la información que quiere o nada evitará que te saque los dientes de una patada.

—¿Este bombón? Apuesto a que sabe hacer cosas mejores que eso, si sabes a qué me refiero…

La pelirroja dio un fuerte puñetazo en la barbilla del hombre, causándole una hemorragia en su boca.

—Ups, lo siento señor Foster…

—¡Maldita, voy a denunciarte por abuso de poder!

—¿Tienes pruebas de lo que hizo? Porque a mi no me pareció ver nada. — dijo James.

—Todos ustedes son iguales, no me lograrán sacar la información que quieren. Primero muerto antes que traicionar a mi gente.

Ya sin paciencia, Ruth se dirigió hacia James y le susurró.

—Me harté, o haces algo tú o le rompo las piernas.

—¿Y qué quieres que haga, golpearlo hasta que hable?

—Usa tu fuego.

—¿Estás loca?

—Sí y mucho, úsalo, lo intimidará y hablará.

—Ruth, es una mala idea, los jefes del MACUSA nos están vigilando.

—Puedo distraerlos, pero hazlo. — la mujer salió de la sala para distraer a Voight y al presidente.

James se acercó al hombre muy tranquilamente.

—No soy de usar la violencia, Eric. Hagamos esto bien. ¿Quién te mandó a secuestrar a esos policías?

Eric escupió en la cara de James. El pelirrojo suspiró, se limpió la cara y prosiguió. Puso las dos manos sobre las muñecas del sospechoso, lo miró directamente a los ojos y volvió a preguntar.

» ¿Quién lo hizo?

El hombre de gorro gris comenzó a temblar al mirar que los ojos del pelirrojo comenzaron a tornarse naranja y sus muñecas comenzaban a arder.

—Bla… Blake, Liam Blake… fue él quien nos envió. — dijo, con miedo.

James retomó el color de sus ojos, dio un par de palmadas en el hombro del tipo.

—Gracias, muchacho.

Salió de la sala de interrogación y caminó hasta los jefes.

» Tenemos un nombre, volveremos mañana y atraparemos al tipo. Ruth, vamos. — dijo el pelirrojo.

—¿Y el nombre? — preguntó Voight.

—Liam Blake, es lo que me dijo. Por cierto, deberían borrarle la memoria, dijo que vio unos criaturas extrañas con forma de duendes en el jardín de su vecina. — dijo James, mintiendo.

Ambos pelirrojos se dirigieron hasta la salida del MACUSA.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro