Capitulo 4 •T2•
Narra _____
—Hermana levántate.—Jackson me sacudió el hombro.—Hoy iremos por Pennywise.
Me desperté, tenía puesta la misma ropa que ayer me duche y baje encontrando a Millie con Alicia desayunando.
—Hola, ¿Y los demás?
—Están afuera.–Contestó con una gentil sonrisa.–Ven sientate a desayunar.
Me senté comenzando a comer mientras Millie me conversaba de manera animada por su parte Alicia nos escuchaba con atención y curiosidad.
Después de un rato Jackson entró bostezando, por lo general dormía más que nadie.
—¡Ay! Hace mucho frío.–Se coloco un abrigo.
—Por estos meses es normal que sientas frío, aquí hay constantes cambios de clima.–Alicia sonrió mostrando sus pequeños dientes.
—Hey pequeña, yo a tu edad también era muy inteligente.–Jackson miró a la pequeña con una sonrisa.
—Tu a su edad no sabías ni gatear.–Lo molesté.
—¡No es cierto! Millie no le creas.–Miró a la castaña asustado mientras la misma comenzaba a reír.
—Es momento de irnos.–Habló Jaeden desde la entrada.
Jackson y yo agradecimos la comida mientras íbamos al patio recibiendo un cuchillo para defensa propia por parte de Jack.
Me encontraba en la boca del lobo, a dos metros de dar un paso para entrar a la cueva en la cual habitaba el dueño de nuestros miedos más profundos.
A mí costado estaba Sophia y al otro Jeremy, cada uno portaba algo diferente y como no, Finn llevaba su resortera.
—¿Listos?–Preguntó Jaeden con cierta incómodo.
Nos miramos entre nosotros para luego asentir y caminar hasta el agujero el cual nos llevaría con Pennywise.
Esta vez no permitiré que lastime a quienes amo, si esta vez lo derrotamos va a morir y haré todo lo posible porque esto se cumpla, aún así me toque morir.
—Papá.–escucho la voz de alguien.
—Hijo...–Jeremy freno.—¿Qué haces aquí?
—Vengo a ayudarte, no permitiré que sea lo que sea me quite también a mi padre.–dijo el muchacho con lágrimas en los ojos.—Por favor... Déjame ayudarte...
Jeremy se acercó a su hijo y lo abrazo.
—Te llevaré con una condición, si tu vida corre peligro por alguno de nosotros no quiero que sigas, pase lo que pase darás la vuelta y te irás corriendo.
El muchacho se quedo con los ojos en blanco y luego asintió.
—Prométeme que lo haras.–hablo Jeremy.
—Te lo prometo, papá.
—Entonces, hay que ir por Pennywise.
Entramos a la guarida, una corriente me hizo estremecer habían pasado tantos años desde la última vez que estuve aquí. Sentí una mano agarrar la mía.
—Todo va a estar bien.–Habló Jaeden.
Lo mire y asentí para luego tomar firmemente mi cuchillo con la mano derecha y su mano con mi mano izquierda.
Ahora sí, estoy lista.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro