Dedicado a RoTeresa
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Él no podía respirar. Él no podía ver. No pudo hacer... nada. Todo lo que vio fue oscuridad, pero luego oyó esa voz angelical. Ella se dejó intimidar por él o mejor dicho, por el robot. Si no estaba tan desesperado por verla, probablemente se reiría de lo pendeja que fue.

Otro desafío, zambullirse en el acantilado. Chris realmente está empezando a perder su toque creativo. Como importa siempre que habrá un Drama total, y mientras haya un Drama total, habrá un Chris McLean. 

El chico de granja, "Scott, ¿no?". Parece resistirse al salto a las aguas infestadas de tiburones. Como si pudiera culpar al granjero, incluso si no estuviera atrapado en la caja de metal, también se sentiría intimidado.

Lightning hizo todo lo posible para eliminar a Scott de la roca a la que se aferró como si fuera su vida. Pero entonces, por la pura fuerza de Scott soltándose, él le empujo hacia el borde del acantilado. 

Él quiere gritar, lo quiere tanto. 

"¡Sáquenme! ¡Paren esto! ¡Ayuda! ¡Alguien!"

 NADIE. 

Todo lo que sale son dos pitidos... las rocas ceden mientras se acerca cada vez más al agua. Él golpea el agua e instantáneamente llena el traje de metal. Intenta contener la respiración pero sin que sus pulmones funcionen correctamente, ha perdido todo el aire que puede respirar, se está ahogando.

Aquí es cuando los tiburones lo atacan, causando que el traje explote y lo libere, muy alto en el aire donde emite una sonrisa galardonada por la academia, gritos de asombro y las palabras de Heather "¿Qué? ¡Tienes que estar bromeando!"

Pero eso no sucede. Él todavía está en el traje, en la oscuridad, sin aire para respirar. Los tiburones lo ignoran. Ellos pasan sin ni siquiera una segunda mirada. Al igual que todos los demás.

Ignorado.

Fuera de la vista, fuera de la mente, ¿verdad? Él quiere gritar, quiere que alguien lo note después de todo este tiempo. ¿Porqué a nadie le importa? ¿porqué? 

No puede respirar, está oscuro, no puede ver, no puede hacer nada. Y de alguna manera en todo esto, a medida que pierde su conciencia, de alguna manera escucha la voz de Heather, mientras dice: "Hasta luego".

Alejandro abrió los ojos, respiró hondo, el corazón latía rápidamente en su pecho, cubierto de sudor. Se sentó, tratando de calmarse, pero la habitación oscura no estaba ayudando. Cuando vio a Heather durmiendo profundamente junto a él, brillando a la luz de la luna desde su ventana, su ritmo cardíaco disminuyó y respiró profundamente. Entonces, tan pronto como se sintió mejor, los recuerdos de su sueño comenzaron a hundirse en él, y ya fuera por impulso o porque se sentía bien, comenzó a llorar en silencio... el llanto creció con cada minuto que pasaba a medida que las lágrimas corrían por su rostro. Se cubrió la cara con la mano en un intento de callarse, pero no fue lo suficientemente silencioso como para mantener a Heather dormida. 

Empezó a levantarse de su sueño, abriendo perezosamente los ojos con fastidio, lista para gritarle a su novio hasta que lo vio enterrado en sus rodillas.

-¿Alejandro?- susurró en voz baja, con una mano acercándose para tocar su hombro. 

Se estremeció ante el contacto, casi avergonzado de mirar hacia ella. Cuando se le reveló a ella, debió verse peor de lo que pensaba porque sus ojos se abrieron como platos cuando se sentó rápidamente acercándose a Alejandro, ahuecando su rostro en sus pequeñas manos.

-¿Te... te preocupas por mí?- Alejandro preguntó débilmente, mirando la reacción de Heather. 

Ella se sonrojó, apartó su mano por un segundo para acomodar un mechón de cabello detrás de su oreja. 

-¿Por qué pensarías que no?- le preguntó de vuelta a él. 

Ella acercó su frente a la suya, moviéndose aún más cerca que antes, una tranquilidad para Alejandro. Él sonrió débilmente.

-Es solo que tuve un sueño terrible. Estaba en ese maldito traje de robot otra vez y en el agua. Pero no pasó nada. A nadie le importaba ayudar. Y lo que dijiste atormentaba mis pensamientos- respondió. 

El corazón de Heather dolía terriblemente. Como si no le importara más de lo que ya lo hizo.

-Cree cuando digo que nunca quise decir esas palabras para ti- Heather dijo y luego se rió entre dientes -Si lo supiera, estaría gritando para sacar ese montón de basura del agua- rió casi entretenida por la escena que ella misma creó. 

Ella retrocedió, pero incluso eso fue suficiente para que Alejandro le apretara el brazo con fuerza pero sin lastimarle.

 -Te amo, a ti y solo a ti. Y siempre me preocuparé por ti, ya sea que esté enojado o triste o lo que sea. No tengo dudas al respecto- Heather dijo, ruborizándose un poco por confesar. 

Ella lo besó suavemente, abrazándolo tiernamente mientras caían sobre la cama.

Y esta vez Alejandro lloró, pero por una razón completamente diferente.