1. Hogwarts
𝙻𝚎𝚒𝚐𝚑 𝙴𝚟𝚊𝚗𝚜 𝚢 𝙹𝚊𝚖𝚎𝚜 𝙿𝚘𝚝𝚝𝚎𝚛
"No quiero desear que te quedes, si sé que debo soltarte, ¿por qué me aferro a ti?"
1 de septiembre de 1971
𝐋𝐞𝐢𝐠𝐡 𝐄𝐯𝐚𝐧𝐬
Por fin había llegado el día en el que junto a mi melliza, Lily Evans, partiríamos hacia Hogwarts. Llevaba bastante tiempo queriendo ir y desde que nos había llegado la carta no dejé de pensar en todo lo que haría una vez llegara ahí.
No hacía mucho que tanto Lily como yo habíamos descubierto que éramos brujas, bueno, digamos que un día estábamos con nuestra familia en un parque, Petunia, Lily y yo estábamos un poco más alejadas del resto. Lily y yo habíamos logrado que algunas flores florecieran mágicamente, lo que a Petunia le disgustó demasiado. Después de que ella asqueada nos dijera bicho raro a las dos, apareció un niño pálido y delgado, con hombros redondeados, aunque angulares y con un porte y una manera de caminar nerviosa, similar a la de una araña. Su pelo era muy negro. Él nos había dicho que éramos brujas y nos explicó todo a las dos, el niño cuyo nombre era Severus Snape se hizo muy buen amigo de Lily. Yo no solía confiar mucho en la gente, por lo que yo no era muy amiga de él, pero nos tolerábamos.
Cuando nos llegaron nuestras cartas de Hogwarts, nuestros padres se pusieron demasiado felices al saber que dos de sus hijas eran brujas, obviamente Petunia odiaba la idea de que nosotras lo fuéramos. Yo estaba demasiado convencida que eso era porque sentía envidia de nosotras.
Porque una vez mientras iba a mi habitación había pasado por su habitación y la vi escribiendo una carta.
—Debo ver como mandársela al director de Hogwarts —susurró ella terminando.
—Petunia, ¿qué haces? —ella rápidamente escondió la carta y se levantó enfadada.
—¿Es que nadie te enseño a que espiar es de mala educación? —suspiré.
—No sé lo que intentas, pero Petunia deberías parar y dejar de despreciarnos tanto por lo que somos. Somos iguales a ti y somos tus hermanas, lo menos que podrías hacer sería apoyarnos en esto —ella volteó los ojos empujándome de su cuarto y cerrándome la puerta en la cara.
Desde ese momento mi relación con Petunia iba de mal en peor, Lily intentaba que las tres nos lleváramos bien como antes, pero todas sabíamos que eso sería imposible. Petunia nos odiaba por ser lo que éramos y eso a Lily le hacía daño, al igual que a mí, aunque cada una enfrentaba su dolor de diferentes maneras.
Nuestros padres junto a una enfadada Petunia nos habían acompañado a comprar todas las cosas que necesitaríamos para nuestro primer año en la escuela de Magia. Eran bastantes cosas y nada más llegar a casa, subí con mis cosas a mi habitación para empezar mi lectura.
Y ahora no podía creer que estábamos de camino para ir a la Estación. Estaba demasiado nerviosa, pero también emocionada. Al llegar nuestro padre bajó las cosas mientras nuestra madre iba con Petunia a por nuestros carritos.
Una vez que ya los tuvimos nos dispusimos a caminar para ir al Andén 9¾, por lo que había leído había que cruzar una pared, pero nuestros padres no podrían entrar porque eran muggles. Al llegar a la pared nos acercamos a nuestros padres, yo fui con mamá y Lily con papá.
—¿Me prometes que te cuidaras? —asentí mientras la abrazaba más fuerte— Crea momentos inolvidables e intenta hacer amigos.
—Si mamá —nos separamos y ella me dio un beso en la mejilla. Segundos después yo fui con papá en lo que Lily iba con mamá.
—Mi niña hermosa —tenía los mejores padres, porque desde siempre estuvieron con nosotras para ayudarnos en todo.
—¿Estás orgulloso de mí? — susurré, mi padre se apartó un poco para verme con una gran sonrisa.
—Siempre voy a estar orgulloso de ti princesa, necesito que me prometas algo importante cariño —asentí—. Quiero que te lo pases muy bien en Hogwarts para que cuando llegue Navidades me cuentes todo, quiero que seas feliz y que no cambies por nadie pequeña. Si quieres encerrarte en tu mundo, hazlo, pero también intenta vivir tu vida al máximo. Estoy seguro de que disfrutaras tus años en Hogwarts y tal vez lo hagas aún más si haces al menos una amiga. Y por favor que nadie te haga bajar la cabeza, eres Leigh Evans, la niña más valiente del mundo, no dejes que nadie te haga sentir mal y sé tú misma, ¿vale? —asentí de nuevo abrazándolo.
—Gracias por todo papá —nos separamos porque ya era momento de que Lily y yo cruzáramos la pared porque si no lo hacíamos perderíamos el tren. Petunia se despidió de nosotras con la mano y tal vez solo tal vez noté su mirada de tristeza.
Miré a Lily con una sonrisa.
—¿Lista Leigh? —me preguntó con una sonrisa poniéndonos al lado de la otra.
—Lista Lily —miramos una última vez a nuestros padres, para correr hacia la pared. Fue algo extraño haber traspasado la pared, pero lo que había nos dejó a ambas con la boca abierta. No podíamos creer que las dos iríamos a Hogwarts.
Las dos fuimos a dejar las cosas y entramos al tren, ya que ya nos habíamos despedido de nuestra familia.
—¿Vienes a buscar a Sev? —negué.
—Ve tú si quieres Lily —ella asintió poco convencida, pero se fue a buscarlo mientras yo buscaba un compartimiento vacío, que por suerte lo había encontrado.
Me senté al lado de la ventana y vi como los niños se despedían de sus familias, incluso vi a un niño que se me hizo bastante adorable. Tenía el pelo azabache, pero desordenado y llevaba gafas, también vi que estaba vestido con una camisa a cuadros y unos pantalones vaqueros. Estaba despidiéndose de sus padres, mientras su madre soltaba algunas lágrimas, dejé de mirar al niño porque alguien llamó a la puerta del compartimento. Al mirar pude ver a dos niñas, una de ellas tenía el pelo rubio y ojos verdes con algunas pecas en su cara. La otra niña tenía el pelo castaño y tenía los ojos marrones, su piel era un poco más blanca que el de la niña rubia y tenía una cara angelical.
—¿Podemos sentarnos? Todo está lleno y bueno, aquí solo estas tú, aunque si no quieres ya buscaremos sitio —y aunque quise decirle que no quería compañía recordé las palabras de mi padre sobre hacer amigos. Así que porque no intentarlo, tampoco sería tan horrible.
—No os preocupéis, claro que podéis sentaros —les regalé una pequeña sonrisa.
—Gracias —las dos sonrieron y se sentaron enfrente de mí. Se había formado un silencio incómodo, así que decidí volver a ver al niño azabache.
—Ese niño es James Potter — miré a la rubia que me estaba viendo divertida con una sonrisa logrando que me sonrojara—. Es lindo, ¿verdad?
—No lo estaba viendo —ella soltó una pequeña risa.
—Ya claro —ella se sentó a mi lado y me abrazó por los hombros—, como ya te dije se llama James Potter y nos conocemos desde que somos unos bebés, nuestros padres son muy buenos amigos. Digamos que también somos vecinos, es miope y un idiota, pero es un niño encantador. Le encanta el Quidditch, y le encantaría jugar en el equipo de Gryffindor, quiere ser un Gryffindor, ama las bromas y ama ayudar a la gente —el tren comenzó a ponerse en marcha.
—¿Por qué me dices todo eso? —la miré confundida.
—Porque te intentara emparejar con él. Antes de que sigamos con la conversación, pido perdón por mi amiga. Yo soy Alice Fortescue y ella es Marlene McKinnon.
—Olvide presentarnos, pido perdón —dijo Marlene con una pequeña sonrisa.
—No te preocupes, yo soy Leigh Evans.
—¿Hermana de Lily? —asentí confundida— Es que la conocimos en los pasillos e iba con un chico paliducho.
—Severus Snape —ellas me miraron.
—¿Lo conoces? —me preguntó Marlene.
—Es el mejor amigo de mi hermana y bueno, ya lo conocemos desde hace un tiempo, pero no me llevo con él —las dos asintieron.
—Seremos grandes amigas, ya lo veréis —habló Marlene con una sonrisa.
Ojalá fuera cierto, la verdad es que no me haría nada mal tener amigas, y por lo que vi ellas estaban siendo bastante amable conmigo.
Este era el comienzo de mi nueva aventura.
NOTA DE AUTORA
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es historias.wattpad_ también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia yo encantada de verlos #thenightwemetwattpad ❤
Os amo❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro