Temporada 1 Episodio 8: Experimento Fallido
Junio 2018
Nos encontramos en el centro de la Ciudad de Nueva York. Alexander Thibault había recibido la noticia de que trabajaría junto al doctor Curtis Connors en la cura que estaban buscando él y la gerente Anne Anderson. Connors lo eligió porque creyó que sería buen elemento, ya que provenía de una familia que conocía mucho el tema, Margaret Charlotte fue quien trabajó en la investigación de las arañas genéticamente alteradas junto a Norman Osborn.
Hoy, Alexander salió a comer junto a Dulce Valene. Él y la chica se habían unido más que nunca. Después de lo ocurrido con Kraven el Cazador hace unas semanas, Dulce Valene decidió terminar con Louis Thompson y se unió más a Alexander, pasaban mucho tiempo de calidad juntos, platicando y conociéndose mutuamente. A Dulce Valene le traía mucha paz interior estar con el chico, se sentía a gusto, sentía esa buena vibra que Louis Thompson nunca le brindó.
Ambos chicos se encontraban en un restaurante al aire libre, se encontraban comiéndose unas hamburguesas con unas papas a la francesa
-Cuéntame más sobre ti, Alex- dijo Dulce Valene mientras comía
-Vivo con mi tía Morgane- dijo Alexander sonriendo -Antes estábamos mi tío Benjamin y mi tía Morgane- dijo Alexander recordando esos momentos
-¿Nunca conociste a tu mamá?- preguntó Dulce Valene, Alexander negó con la cabeza
-Tenía 11 años cuando ella desapareció- dijo Alexander -Hablan mucho sobre ella en el trabajo que a veces me da sentimiento el hecho de no haber convivido con ella- dijo Alexander, tenía muchos recuerdos lejanos sobre su madre, no recuerda haber tenido mucho contacto con ella, solo recuerda cuando era un poco más pequeño, de todas las veces que ella estuvo a su lado, pero aún así, recuerda que de un momento para otro, su mamá desapareció y lo fueron a dejar a casa de sus tíos
-Lamento escuchar eso- dijo Dulce Valene -Yo aún vivo con mis papás, y mi hermana menor- dijo Valene sonriendo -De hecho, mi hermana parece la mayor- dijo la chica riendo, Alexander sonrió
-¿Acaso es más alta que tú?- preguntó Alexander
-Y siempre parece que tiene su cara de enojada- dijo Valene riendo, ambos chicos rieron -Pero así la quiero mucho- dijo la chica. De pronto, Louis Thompson entró al restaurante, Dulce Valen al verlo sintió mucho miedo, un escalofrío recorrió todo su cuerpo, por otra parte, el sentido arácnido de Alexander pudo percibir que habría problemas, le avisó sobre una inminente problemática. Louis Thompson se paró en frente de la mesa de Alexander y Dulce Valene, miró a la chica con los ojos entrecerrados y negó con la cabeza
-Ahora me cambias por este perdedor- dijo Louis Thompson enojado -Conmigo tenías lo que querías- dijo Louis, Dulce Valene frunció el entrecejo y lo miró a los ojos
-¿Lo que quería?- preguntó Dulce Valene -Me maltratabas y me humillabas en público- dijo la chica un poco molesta -No me digas que me dabas lo que quería porque no es cierto- dijo la chica mostrando una cara de enojo. Por su parte, Alexander no decía nada, él se quedaba callado ante la situación. Louis Thompson volteó a ver a Alexander
-No creas que te saldrás con la tuya, Thibault- dijo Louis Thompson, en eso uno de los meseros del restaurante se acercó a la mesa, vió que había mucha tensión en ese lugar
-Caballeros, ¿Está todo en orden?- preguntó el mesero
-Si, todo está en orden- dijo Louis Thompson un poco alterado -¿O no está en orden Thibault?- preguntó Louis
-Le voy a pedir que se retire caballero- dijo el mesero
-¿Qué me retire?- preguntó Louis Thompson una vez más -Mientras mi chica anda comiendo con otro sujeto- dijo Louis Thompson, el mesero torció los ojos
-Esos asuntos personales se resuelven con usted- dijo el mesero, otros dos hombres de seguridad se acercaron a la mesa. Uno de ellos, era un hombre alto, de tés moreno, musculoso y calvo
-Señor, le voy a pedir que se retire- dijo el hombre de seguridad. Louis Thompson al verlo, se espantó demasiado, así que acató las indicaciones del hombre de seguridad. Alexander, en el fondo, se estaba riendo demasiado, le dió risa como corrieron del restaurante a Thompson. Pero, por otra parte, Dulce Valene estaba preocupada por lo que Louis Thompson le pudiera hacer, Alexander pensó en cuidarla, o en que el Hombre Araña la pudiera cuidar, pero de esa manera podía comprometer su identidad
-¿Valene?- preguntó Alexander -¿Estás bien?- preguntó, la chica asintió con la cabeza
-Si, todo bien- dijo Dulce Valene sonriendo -Cambiemos de tema- dijo la chica, Alexander asintió con la cabeza -¿Cuándo van a empezar a trabajar con Curt Connors?- preguntó Dulce Valene, su semblante y su cara cambió de la nada, Alexander optó por seguir con ese tema y dejar de un lado lo de Louis Thompson
-El doctor Connors dice que en las siguientes semanas podemos empezar- dijo Alexander -Creo que la única que no está de acuerdo es la gerente- dijo Alexander
-Yo escuché que ni Anderson ni Zoe Valentine están de acuerdo- dijo Dulce Valene
-A la gerente no le parece porque no es algo que este haciendo ella- dijo Alexander recordando lo que le han contado -O no es algo para lo que Osborn la haya elegido- dijo Alexander
-¿Y qué es lo que van a hacer?- preguntó Dulce Valene
-El doctor Connors quiere retomar la investigación de mi madre- dijo Alexander mordiendo su hamburguesa -Solamente que en lugar de arañas quiere usar la habilidad de los reptiles- dijo Alexander
-¿Reptiles?- preguntó Dulce Valene
-El doctor Connors es un fanático de los reptiles- dijo Alexander. La idea que tenía Connors acerca de lo que podían hacer y como lo podían perfeccionar era increíble, la manera en la que Connors veía asegurado el éxito de su investigación y la continuación del legado de Margaret Charlotte.
Más tarde, Dulce Valene y Alexander salieron del restaurante, a pesar de que Louis Thompson se presentó a alborotar el asunto, ambos chicos pasaron un momento feliz, ambos olvidaron sus problemas por unos minutos. Valene encontró en Alexander lo que jamás había encontrado en Thompson, alguien que la hiciera sentir plena, libre y protegida, y más que nadie, alguien con quien podía platicar y expresarse. Por su parte, Alexander se sentía feliz, desde que entró a la sucursal soñaba con pasar tiempo con la chica, le gustaba mucho Dulce Valene, se le hacía una chica lista, amable y hermosa
-Me gustó haber estado contigo Alex- dijo Dulce Valene
-Eres muy bonita Valene- dijo Alexander sonriendo, Dulce Valene se puso roja de la pena, sonrió y apretó los labios. De pronto ambos se acercaron para querer besarse pero algo los detuvo, Valene se detuvo y lo miró, Alexander no decía nada, para ambos fue un momento que pudieron disfrutar
-Te veo mañana en el trabajo, Alex- dijo Dulce Valene, le dió un beso en la mejilla para despedirse de él
-Cuidate mucho- dijo Alexander sonriendo. Dulce Valene tomó un taxi de la Ciudad de Nueva York, Alexander se quedó muy contento, vió como la chica de sus sueños poco a poco le hacía caso. De pronto, su sentido arácnido le avisó de un inminente peligro, una motocicleta salió de la nada y comenzó a seguir al taxi en el que iba Dulce Valene. Alexander no lo pensó más y saltó a la acción como el Hombre Araña.
Comenzó a perseguir a la motocicleta, no pudo identificar quien era porque traía puesto un casco negro, Alexander seguía persiguiendo a la motocicleta, no despegaba los ojos de ambos vehículos.
Más tarde, el taxi llegó a la casa de Dulce Valene, en el barrio alto de Harlem Manhattan, Alexander pensó que le quedaba un poco retirado de su casa, pero eso no era lo importante, se preguntaba el hecho de que su sentido arácnido se activará con esa motocicleta, ¿Quién iba en esa motocicleta? Alexander se detuvo en una azotea aledana, vió a Dulce Valene salir del taxi, y vió al hombre extraño bajarse de la motocicleta, se quitó el casco y bloqueó la entrada de la puerta. Alexander lo reconoció, era Louis Thompson y venía siguiendo a Valene para acorralarla lejos del alcance de Alexander, o al menos, ese era su plan.
Louis Thompson se acercó a Dulce Valene, la chica al verlo suspiró y cerró los ojos, sabía que tenía que defenderse de Louis
-¿Qué quieres Thompson?- preguntó Dulce Valene mientras Louis le bloqueaba la entrada a su casa
-Quiero explicaciones- dijo Louis Thompson enojado, Dulce Valene frunció el entrecejo
-No tengo nada que explicar- dijo Dulce Valene muy segura de sí misma -Tu y yo terminamos hace mucho- dijo Dulce Valene
-¡No hemos terminado!- exclamó Louis Thompson enojado, no podía calmarse
-¡Si Louis!- exclamó la chica aún más enojada -Tu machismo y tus momentos de golpes no ayudan a nuestra relación- dijo Dulce Valene -Aparte, a mi me gusta alguien más- dijo la chica, Louis Thompson enfureció aún más
-¡Se trata de Thibault!- exclamó el hombre, levantó su puño y quiso golpear a la chica pero rápidamente fue sorprendido con dos telarañas que lo dejaron inmóvil. El Hombre Araña apareció y se interpuso entre ambos chicos, Alexander optó por usar una voz grave para no ser reconocido
-Golpeando a mujeres en vía pública- dijo Alexander -Estás mal amigo- dijo. Alexander quitó las telarañas de Louis Thompson y lo liberó, Louis se quedó sorprendido, su enojo pasó a ser emoción, él era un gran fanático del Hombre Araña. Louis trató de abrazarlo pero Alexander dió un paso atrás para no ser abrazado
-Soy tu mayor fanático- dijo Louis Thompson, Alexander solo asintió con la cabeza
-Si- dijo dándole por su lado -Escucha, aléjate de esta chica- dijo Alexander en tono enojado -Si no quieres que te vaya realmente mal- dijo Alexander, Louis Thompson frunció el entrecejo
-Pero esta chica es mi novia- dijo Louis Thompson, Dulce Valene negó con la cabeza
-Tu y yo ya no somos nada, Thompson- dijo Dulce Valene parándose detrás del Hombre Araña
-Fuera de aquí y deja a la chica en paz- dijo Alexander. Louis Thompson negó con la cabeza -Y donde yo me entere que regresaste, te va a ir muy mal- dijo Alexander. Louis Thompson bajó la cabeza y caminó a su motocicleta, se colocó el casco y rápidamente arrancó su motocicleta y se fue. Alexander se sentía contento de poder defender a Valene en circunstancias como esta, por su parte, Valene también estaba feliz de poder contar con el Hombre Araña, ese héroe que la ha salvado en distintas ocasiones
-Y aquí estás, salvándome como siempre- dijo Dulce Valene contenta
-Un hombre necesita pasatiempos- dijo Alexander riendo. Dulce Valene lo miró fijamente y sonrió
-Gracias otra vez más Hombre Araña- dijo Dulce Valene -Estaba en una cita cuando vino a interrumpir- dijo Valene, Alexander se acordó del momento en el que Thompson interrumpió su cita
-Es horrible cuando pasa eso- dijo Alexander
-Y es que, el chico con el que salí me gusta mucho- dijo Dulce Valene. Alexander escuchar eso, el corazón de Alexander comenzó a later más rápido pero trató de contenerse para no revelar su identidad
-¿Se podría saber quién es?- preguntó Alexander, Dulce Valene sonrió
-Es de ahí de la sucursal- dijo Valene -Se llama Alexander Thibault y es muy lindo conmigo- dijo Dulce Valene -Básicamente es el hombre que Thompson no fue- dijo Dulce Valene
-Te deseo la mejor de las suertes amiga- dijo Alexander -Me tengo que ir, y no dudes en actuar si es necesario- dijo Alexander. Saltó y con sus telarañas comenzó a balancearse de camino a su casa, estaba demasiado feliz y contento porque estaba conquistando el corazón de Dulce Valene, y la estaba haciendo sentir bien, todo marchaba bien.
Semanas después, el doctor Curtis Connors le pidió a la gerente Anne Anderson que Alexander fuera con él para comenzar a trabajar en el proyecto. Alexander estaba muy contento de poder continuar con el legado que su madre había construido.
Así que ese día, la gerente Anne Anderson le dió las llaves de la sucursal a Zoe Valentine y junto a Alexander se dirigieron a la Torre Oscorp donde trabajarían con Curt Connors. El doctor estaba emocionado por recibirlos en su laboratorio que era uno de los últimos pisos de la Torre. Mientras iban en el elevador, se generó un silencio incómodo entre la gerente Anne Anderson y Alexander, el chico no tenía nada de que hablar con la gerente.
Llegaron al piso de laboratorio del doctor Connors, era el piso 89 de la Torre Oscorp, Alexander estaba demasiado emocionado, haría un gran trabajo con un viejo amigo de su madre. La gerente Anne Anderson y él caminaron por un pasillo largo, desde ahí podía verse toda la ciudad, veía el edificio Empire State, el edificio del One World Trade Center y a lo lejos la Estatua de la Libertad. Siguieron caminando hasta que encontraron al doctor Curtis Connors parado listo para recibirlos
-Anderson, ¿Cómo están?- preguntó el doctor Connors abrazando a la gerente Anne
-Bien doctor- dijo la gerente Anne -¿Usted como sigue después de lo de Kraven?- preguntó la gerente, el doctor Curtis Connors asintió con la cabeza
-Todo bien- dijo Connors -Por eso haremos este experimento- dijo el doctor. Después volteó a ver a Alexander emocionado de que el hijo de Margaret Charlotte estuviera aquí
-Doctor Connors, gracias por invitarme- dijo Alexander, doctor Connors lo abrazó por el hombro
-No hay de que chico- dijo el doctor Connors -Te daré un recorrido por mi laboratorio antes de empezar- dijo y comenzaron a caminar dejando a la gerente Anne Anderson atrás, ella entendió bien el mensaje de que sus servicios no eran requeridos. El laboratorio de Connors era impresionante, había mucho que ver, y para alguien como Alexander que era fanático de la ciencia
-Que bonito laboratorio doc- dijo Alexander mirando todo lo que el doctor Connors tenía en su laboratorio, con todo lo que hacía pruebas. Tenía varios aparatos que Alexander no conocía, y vió que hacían varias pruebas científicas
-Por allá tenemos pruebas a las estructuras proteínicas- decía Connors señalando a los científicos trabajando -Cromatografías y pruebas de transgenia- dijo Curt Connors, Alexander veía fascinado el trabajo de los científicos -Y por allá tenemos radiografías avanzadas, únicas en el planeta- decía el doctor Connors, de pronto Alexander fijó su mirada en un aparato curioso, se le hacía demasiado llamativo y familiar a la vez. Era una especie de tubo con un control remoto, tenía una boquilla simulando un arma
-Ya había visto ese aparato- dijo Alexander señalando
-Oh si, se llama aparato Ganali- dijo el doctor Connors -Ese aparato lo inventó tu madre con ayuda mía- dijo Connors, Alexander sonrió, le parecía un fabuloso invento
-Con razón había una foto de ese aparato en la oficina de mi madre- dijo Alexander, el doctor Connors asintió con la cabeza
-Es muy sencillo, se carga un antídoto en el aparato- dijo Curt Connors -Y tiene dos opciones, esparcirlo en una nube en el cielo o por las coladeras- dijo el doctor Connors
-Es fascinante- dijo Alexander mirando el aparato Ganali
-Si, en una ciudad como esta podrías curar una enfermedad en segundos- dijo Connors mirando -Aunque imagínate también que fuera usado para otros fines- dijo Connors, Alexander frunció el entrecejo
-¿Otros fines?- preguntó Alexander
-Si, imagínate que cargan el aparato Ganali con una toxina mortal y ahí la tienes esparciendose por toda la ciudad sin ningún escape- dijo el doctor Connors. Alexander pensó en varias alternativas en las que podían usar el aparato Ganali
-¿Por eso está aquí bajo llave?- preguntó Alexander, el doctor Curtis Connors asintió con la cabeza
-Si, las copias de la llave las tenemos Norman Osborn y yo- dijo el doctor Connors, Alexander miraba fascinado todo lo que hacían en la Torre Oscorp, y muchas de las cosas y experimentos que salen de aquí, se venden en las sucursales -Vamos a lo que nos compete- dijo el doctor Connors quien caminó hacia su laboratorio principal. Alexander y la gerente Anne Anderson lo siguieron. Al llegar a su laboratorio, pudieron observar que había dos mesas, una que era el escritorio de Connors donde hacía sus escritos y la otra donde hacía sus pruebas, había una computadora y un proyector de alta definición donde Connors genera las hipótesis de sus experimentos para después llevarlos a cabo
-Lo que queremos hacer, es un suero que cure enfermedades terminales usando el AND de un lagarto- dijo el doctor Connors
-¿Por la habilidad que tiene?- preguntó Alexander
-Si, mira- dijo el doctor Connors mostrando en su proyector el AND de un Lagarto y de un ratón -Este es el modelo computarizado de un lagarto- dijo Connors, mostraba como un lagarto podía perder la cola y recuperarla -Estas maravillosas criaturas tienen la habilidad de perder un miembro y recuperarlo en días- dijo el doctor Connors
-Es impresionante- dijo Alexander
-Tratamos de tomar esas habilidades y transferirlas a otro huésped como mi ratón Pedro que solo tiene 3 patas- dijo el doctor Connors
-La cruza genética de especies- dijo Alexander, Connors asintió con la cabeza -Y esas habilidades se las podemos pasar a alguien con mal de Parkinson lo podríamos curar- dijo Alexander emocionado, Curt Connors asintió con la cabeza. Pasaron varias horas, Alexander y el doctor Curtis Connors se encontraban trabajando en dicho antídoto que revolucionaria al mundo, Alexander mezclaba antídotos y hacía muchas pruebas, se notaba que sabía lo que hacía y que a pesar de todo, tenía mucho tacto para la ciencia y le gustaba mucho hacer ciencia. Connors por otro lado, notó el gran potencial que Alexander tenía, a final de cuentas, era un Thibault, llevaba la ciencia en su sangre. Anne Anderson solo miraba de lejos, como el proyecto que ella pudo hacer junto a Connors se le escapaba de las manos, gracias a Alexander.
Varias horas después, Alexander hizo una simulación en la computadora de Connors y miró en el proyector como es que funcionaría lo que acababa de hacer. Alexander introdujo la fórmula para evitar el algoritmo de decaimiento, jugó con las posibilidades y generó exitosamente la cruza genética de especies. Según las pruebas que hizo en el proyector, el cuerpo del ratón de 3 patas reaccionaba de manera positiva a la cruza con los genes del reptil, el ratón había recuperado su pata en la simulación, sus signos vitales estaban bien y su pata se movía bien
-Creo que si lo podemos hacer doctor- dijo Alexander al ver que su experimento resultaba bien en una simulación
-Extraordinario- dijo Curt Connors, después lo miró y le puso la mano en el hombro, Alexander solamente sonrió -¿Cómo lo resolviste?- preguntó el doctor Connors, Alexander alzó los hombros y sonrió. La gerente Anne Anderson estaba sorprendida pero no lo demostró ya que estaba molesta, se mostró indiferente ante los resultados.
Más tarde, Curt Connors generó el antídoto en líquido, generó cinco frascos del antídoto líquido y contento se dirigió a la jaula donde tenía a Pedro, el ratón de 3 patas. Alexander miró al ratón, le faltaba una de las patas, era como Connors que le faltaba un brazo. Connors sacó a Pedro de su jaula y se lo dió a Alexander en la mano
-Te presento a Pedro, el ratón de 3 patas- dijo Connors, Alexander sostuvo al ratón en sus manos
-Hola amiguito, ya te tengo- dijo Alexander. El doctor Connors cargó una jeringa con el antídoto, se acercó e inyectó al ratón con el antídoto recién hecho
-Las pruebas en humanos comenzarán en una semana- dijo el doctor Connors
-¿En una semana?- preguntó Alexander, el doctor Connors asintió con la cabeza
-Quiero ver que reacción tiene en el ratón para ver si es segura en humanos- dijo el doctor Connors sonriente, Alexander volvió a introducir al ratón en su pequeña jaula
-Muy bien doc- dijo Alexander -Salió todo de maravilla- dijo Alexander riendo
-Si, eso sería todo por hoy Alex- dijo el doctor Connors. Alexander estrechó su mano y salió contento de ahí, estaba fascinado por todo lo que había visto y más que nada, estaba satisfecho por haber contribuido al antídoto y ser uno de los creadores de dicha cura, ahora si se sentía como si siguiera los pasos de su madre.
A la salida de Alexander de ahí, la gerente Anne Anderson se acercó a Curt Connors que ya estaba guardando sus cosas, habían pasado demasiadas horas trabajando en eso, la noche estaba por caer. Anne Anderson estaba desesperada, esta era su oportunidad de brillar y Alexander tomó su lugar así que quería estropearlo a como diera lugar. Tenía una idea diferente
-¿Cree que realmente funcione doctor?- preguntó la gerente Anne Anderson -Porque Norman lo necesita ya- dijo la gerente Anne Anderson
-Necesitamos ver la evolución en el ratón- dijo el doctor Connors
-Norman ya no puede esperar- dijo la gerente -Por eso nos estuvieron presionando demasiado, a mi y a Zoe- dijo la gerente Anne Anderson, el doctor Curtis Connors negó con la cabeza
-¿A que te refieres con esto Anderson?- preguntó el doctor Connors confundido, la gerente Anne Anderson solamente lo miró
-A que empiecen las pruebas en humanos- dijo la gerente Anne Anderson -A la brevedad- dijo la gerente, el doctor Curtis Connors negó con la cabeza, era obvio que el doctor quería ver la evolución que la cura tenía en el ratón para después pasar a humanos
-No, Anderson- dijo el doctor Connors -No va a haber pruebas en humanos por ahora- dijo el doctor Connors
-Pues tenemos que sacar esto al mercado ya- dijo la gerente Anne Anderson tratando de convencer a Connors quien frunció el entrecejo
-¿Y cómo se supone que va a haber voluntarios?- preguntó el doctor Connors -¿Qué se supone que diga?- preguntó un poco molesto
-Podemos decir que son vacunas contra la influenza- dijo la gerente Anne Anderson -Y podríamos empezar en el hospital de veteranos- dijo la gerente Anne Anderson, el doctor Curtis Connors se molestó, puso una cara de indignación
-Por favor, ¿Dime qué es una broma, Anderson?- preguntó el doctor Connors, la gerente Anne Anderson negó con la cabeza y rápidamente sin que Connors se diera cuenta tomó uno de los frascos de la fórmula de Connors
-No, no es broma- dijo la gerente Anne Anderson -Hacemos las pruebas en humanos o tendrás el mismo destino que Margaret Charlotte- dijo la gerente Anne Anderson retando a Connors
-¿También me vas a mandar desaparecer como a Charlotte?- preguntó Connors
-No, solo te levanto falsos cargos ante Norman Osborn- dijo la gerente Anne Anderson. El doctor Connors negó con la cabeza, sabía que haber trabajado con Anne Anderson era peligroso, ya que ella y Zoe eran un verdadero peligro para la empresa
-Haz lo que quieras- dijo Connors indiferente -No haré pruebas en humanos- dijo el doctor, la gerente Anne Anderson soltó una carcajada
-Ni modo Curt- dijo la gerente Anne Anderson, dió media vuelta y salió del laboratorio. El doctor Curtis Connors comenzó a pensar, Anne Anderson iba a hacer todo lo posible para falsificar información en su contra, haciéndolo quedar mal, y hasta en problemas legales lo podía meter. Curt Connors estaba asustado, en parte, no confiaba en las intenciones de Anne, y más sabiendo lo que ella y Zoe Valentine le hicieron a Margaret Charlotte.
Las horas pasaron, la noche cayó en la ciudad de Nueva York. El doctor Curtis Connors seguía dándole vueltas al asunto, pero a su vez, por mente pasaba el hecho de que la cura pudiera ser un éxito, y que tal si funcionaba, podría recuperar su brazo y la gente tendría una cura para el mal de Parkinson o el Alzheimer. Connors no lo pensó más, cargó una jeringa con el antídoto, se quitó la bata de laboratorio y se inyectó en el brazo que le faltaba, pudo sentir un dolor enorme cuando el líquido entró en su cuerpo, comenzó a temblar, a sentir un enorme escalofrío, gritó demasiado fuerte.
Más tarde, los chicos de la sucursal habían salido de sus labores, le tocó a Zoe Valentine estar a cargo todo el día y, por ende, cerrar la sucursal. Los chicos salían, Noah Lazo, Daniel Ocaña, Andriu y Pammelyne que tomaban el mismo autobús caminaron hacia la parada de los autobuses. Dulce Valene salió acompañada de Estefany Garcia a quien estaba esperando su prometido, Jude Charles, iban a tener una cena romántica, por consecuencia, Estefany tenía que dejar sola a Dulce Valene
-Hola mi amor- saludó Jude Charles a Estefany
-Hola- saludó Estefany dándole un beso, después volteó con Valene -¿Segura que estás bien?- preguntó Estefany -¿No quieres que te acompañe al taxi?- preguntó, Dulce Valene negó con la cabeza
-Tu vete a divertir amiga, es lo que necesitas- dijo Dulce Valene sonriendo. Estefany tomó a Jude Charles por el brazo y ambos caminaron en dirección a su cita romántica. Dulce Valene se quedó parada afuera de la tienda, miró a todos lados, se quedó pensando en todo el daño que Louis Thompson le hacía, todo el maltrato que recibió por parte de él. Dulce Valene se disponía a tomar el taxi cuando vió a Alexander al otro lado de la calle, ambos se sonrieron a distancia. Alexander sonrió y cruzó la calle con toda precaución. Al llegar con ella, Dulce Valene abrazó a Alexander, sonrió de oreja a oreja, suspiró, se sentía feliz a su lado
-¿Cómo estás Valene?- preguntó Alexander
-Bien, me fue muy bien- dijo Dulce Valene
-¿Tienes hambre?- preguntó Alexander, Dulce Valene asintió con la cabeza -Vamos a comer, yo invito- dijo Alexander sonriente
-Si, vamos a comer- dijo la chica emocionada, tomó la mano de Alexander y ambos caminaron juntos mientras iban platicando sobre ellos, conociéndose más.
La noche había avanzado, Curt Connors se había quedado dormido en el escritorio de su oficina, al despertar vio su reloj de mano, era un poco tarde, ya no había nadie en el piso del laboratorio. El doctor Connors negó con la cabeza, dejó de darle vueltas al asunto de que la gerente Anne Anderson podía levantar falsos cargos contra él como lo hizo con Margaret Charlotte. Así que se levantó de su escritorio, no sin antes notar que había una diferencia muy notoria en él, su brazo derecho había crecido de nuevo, miró asombrado, era como un milagro, tenía brazo derecho, comenzó a moverlo para ver que realmente había funcionado su fórmula, acercó los dedos al foco de luz notando que si podía sentir dolor con ese brazo, su antídoto había sido un éxito. Rápidamente sacó su celular y le marcó a la gerente Anne Anderson, tenía que contarle que el antídoto servía
-¡Hola, Anne Anderson!- exclamó el doctor Connors
-¿Curt?- preguntó Anne Anderson -¿Qué sucede?- preguntó la gerente
-¡Funcionó!- exclamó el doctor Connors -¿Dónde estás? ¡Ven a la Torre Oscorp!- exclamó el doctor Connors emocionado, pero a la vez, comenzó a sentirse mal
-Voy de camino al hospital de veteranos- dijo Anne Anderson -Me lleve un frasco de tu laboratorio- dijo la gerente Anne Anderson
-¡Pero ya lo probé Anderson!- exclamó el doctor Connors
-Lo siento Curt- dijo Anne Anderson -Ya voy en camino al hospital de veteranos- dijo la gerente -Si quieres te veo por acá- dijo la gerente colgando el teléfono. El doctor Curtis Connors comenzó a sentirse mal, un dolor de estómago hizo que se tirara al suelo, sentía unos calambres mortales en el todo el cuerpo. Bajó por el ascensor, y fue cuando se dió cuenta que algo salió mal, de su brazo derecho comenzaron a salir demasiadas escamas, grandes garras salían de su mano. En cuanto el ascensor llegó al último piso, el doctor Curtis Connors salió corriendo de la Torre Oscorp a toda velocidad para que nadie pudiera verlo. Al salir se metió a un callejón oscuro, fue ahí cuando se dió cuenta que su fórmula no funcionó, su mano estaba tornando a la de un monstruo, una enorme cola le estaba creciendo, se estaba convirtiendo en un lagarto gigante mutante.
A unas cuadras de ahí, Alexander estaba en un restaurante cenando con Dulce Valene. Ambos estaban sentados mirándose de frente, Dulce Valene agarró la mano de Alexander y sonrió, comenzó a acariciar su mano, Alexander sonrió, en su mente, era ese típico momento romántico de las películas de Hollywood
-¿Qué tanto me miras Alex?- preguntó Dulce Valene sonriente
-Lo bonita que te ves- dijo Alexander riendo. Dulce Valene se avergonzó un poco, se puso muy roja, negó con la cabeza
-Basta, no me digas eso- dijo Dulce Valene, recordaba todo el maltrato que sufrió por parte de Louis Thompson y hace cierta comparación con lo que vive ahora con Alexander. El chico sonrió una vez más, a él le gustaba mucho estar con Valene, le gustaba mucho la chica
-Es que de verdad eres muy bonita- dijo Alexander quien acercó su mano y le acarició la cara y el pelo -Eres muy buena persona y me gustas mucho- dijo Alexander. Dulce Valene solo sonreía y no decía nada
-¿Algo más que me quieras decir Alex?- preguntó Dulce Valene, Alexander se quedó un poco confundido, no sabía a qué se refería la chica
-No, supongo que no- dijo Alexander. Dulce Valene bajó un poco la mirada, algo le molestaba -¿Algo que me quieras decir tú?- preguntó Alexander
-No, aún no- dijo Dulce Valene
-¿Aún?- preguntó Alexander confundido. Dulce Valene suspiró y torció los ojos. Alexander pensó en revelarle su identidad secreta y decirle que él es el Hombre Araña
-Igual me gustas mucho- dijo Dulce Valene contenta -Pero me da miedo- dijo Dulce Valene bajando la mirada
-¿Miedo de qué?- preguntó Alexander. De pronto, el sentido arácnido de Alexander vibró, sintió el miedo que podían sentir todas las personas de afuera, sabía que algo malo estaba pasando. Después, ambos empezaron a escuchar gritos en la calle
-¿Qué ocurre?- preguntó Dulce Valene. Alexander sabía que tenía que saltar a la acción, pero no podía revelar su identidad secreta
-Valene, me tengo que ir- dijo Alexander levantándose de la mesa -Escuchame, por lo que más quieras, no te muevas- dijo Alexander, Dulce Valene se quedó confundida
-¿A dónde vas?- preguntó Dulce Valene
-No me tardo, voy a regresar- dijo Alexander y salió corriendo del lugar. Dulce Valene se quedó sorprendida, pero más que nada, tenía mucho miedo a tener una relación y que salga igual que Louis Thompson, y parecía que sus temores se hacían realidad.
La calle de atrás de ese restaurante, conducía al puente George Washington, era el camino más fácil al hospital de veteranos. En donde Anne Anderson iba en taxi en dirección a dicho lugar porque a ella le urgían las pruebas en humanos lo más pronto posible. Pero con lo que no contaba, es que a la entrada del puente, había muchos carros destruidos con fuego evitando el paso al puente
-No hay paso- dijo el chófer del taxi, Anne Anderson negó con la cabeza, tenía que llegar al lugar a como diera lugar. Pero comenzó a notar que en la calle había mucha tensión, todas las personas corrían desesperadas huyendo de algo, lo cual impacientó a Anne Anderson, el chófer del taxi comenzó a ponerse nervioso y más cuando vio que algo grande se acercaba a ellos. El chófer no podía distinguir que era, pero Anne Anderson si, se quedó demasiado confundida cuando lo vio
-¡Bajo!- exclamó Anne Anderson
-Si, bájese- dijo el chófer de taxi -La casa invita- dijo el chófer. Anne Anderson bajó del taxi que rápidamente arrancó y se fue de ahí. Todos se dieron cuenta que lo que estaba aterrando a la ciudad iba tras esa mujer. Anne Anderson se quedó sorprendida al verlo en frente de ella
-¿Qué pasó?- preguntó Anne Anderson como esperando una respuesta, todo lo contrario, nada más escuchó un gran rugido. Vió las grandes y escamosas manos, las garras, la gran cola y los grandes dientes, el doctor Curtis Connors se había transformado en un lagarto gigante mutante, y Anne Anderson no lo sabía, nada más vió al escamoso monstruo
-¡Tu me hiciste esto!- exclamó el Lagarto con una voz monstruosa, con sus garras golpeó a Anne Anderson derribandola al suelo
-¿Qué eres?- preguntó la gerente Anne Anderson asustada. Rápidamente se levantó y corrió pero fue inútil porque el Lagarto era más rápido, más ágil. En eso llegó el Hombre Araña listo para entrar en acción, de una patada voladora derribó al Lagarto
-Que bueno que andaba por aquí cerca- dijo Alexander
-¡Hombre Araña!- exclamó la gerente Anne Anderson
-Si, el disfraz delata todo- dijo Alexander -Pero no hay tiempo para charla, váyase de aquí- dijo Alexander. La gerente Anne Anderson hizo caso y corrió lo más rápido que pudo para escapar de ahí. El Lagarto se levantó y miró al Hombre Araña, ambos se encararon uno a otro
-Hombre Araña- dijo el Lagarto con su monstruosa voz
-¡Oye escamoso! ¿Conoces a Godzilla?- preguntó Alexander sarcásticamente, pero solamente hizo enfurecer al Lagarto quien tomó uno de los automóviles vacíos que había y se lo aventó, Alexander lo esquivó. El Lagarto agarró otros dos automóviles y los aventó, Alexander esquivaba todo. El Lagarto rugió muy fuerte, pero rápidamente se tiró al suelo, el efecto del antídoto se iba perdiendo, pudo notar como su brazo derecho se estaba deshaciendo. Por último cargó otro automóvil y lo aventó creando una distracción y escapando por una coladera. Alexander pudo notar que el automóvil que aventó llevaba dos pasajeros, una mujer y una niña. El automóvil chocó en uno de los edificios quedando a la deriva, varios pisos arriba, ambas pasajeras no tenían escapatoria, si se movían el automóvil podía caerse del edificio. Alexander vio la situación y corrió a auxiliarlas, notó que la mujer iba de conductora y la niña de copiloto
-Hombre Araña, gracias al cielo- dijo la mujer asustada, Alexander rió para empatizar con la mujer
-Las voy a sacar de aquí- dijo Alexander
-Salva a mi niña primero- dijo la mujer, Alexander asintió con la cabeza, ambos veían eso más factible y aparte de todo, la niña estaba más al alcance y podía salir más rápido. Así que Alexander abrió la puerta del automóvil, tomó a la niña en brazos y la ayudó a bajar. Al llegar al suelo, dos bomberos se acercaron a la niña para tranquilizarla
-¡Salva a mi mamá Hombre Araña!- exclamó la niña, Alexander asintió con la cabeza. Así que subió rápidamente para sacar a la mujer del automóvil, pero en lo que iba escalando, su sentido arácnido se activó, pudo notar como el automóvil se vencía e iba a caerse, Alexander alcanzó a reaccionar y con una brazo sostuvo fuerte el automóvil y con el otro sostuvo la pared para no caerse, estaba en una posición incómoda, a lo lejos podía escuchar como la niña lloraba, su sentido arácnido se volvió a activar. Una fuga de gas del edificio se produjo con el choque del automóvil y el vehículo comenzó a soltar gasolina, y con la fuga que se produjo, en pocos segundos el automóvil explotaría, lo bueno es que no había nadie adentro del edificio, estaba vacío
-¡Hombre Araña no tenemos mucho tiempo!- exclamó la mujer
-Lo sé- dijo Alexander. Sabía que si soltaba con una mano el automóvil podían caerse y él hasta podía resultar herido -¡Salte!- exclamó Alexander
-¿Qué?- preguntó la mujer
-No tenemos mucho tiempo- dijo Alexander. Con las telarañas de su mano izquierda creó una camilla en la que la mujer podía saltar sin peligro -¡Esto va a explotar!- exclamó Alexander. Su sentido arácnido se volvió a activar -¡Salte!- exclamó Alexander. La mujer no tuvo otra opción, cambió de lugar, abrió la puerta del automóvil y saltó. Al verla caer, Alexander soltó el automóvil y saltó para agarrarla en brazos, esa fracción de segundo, el automóvil explotó, soltando muchas rocas y vidrios a la calle. El plan de Alexander había resultado, tenía a la mujer en brazos y ambos cayeron en la camilla de telaraña. Alexander bajó a la mujer asustada, la niña al verla corrió y la abrazó
-¡Mamá!- exclamó la niña
-¡Mi niña preciosa!- exclamó la mujer. Ambas se abrazaron muy fuerte, se sintió esa conexión entre madre e hija, ambas comenzaron a llorar. Alexander solo veía el momento emotivo, se imaginó a sí mismo reencontrandose con su madre, abrazarla y besarla, aunque sabía que eso no podía pasar. La mujer con su hija en brazos miró al Hombre Araña
-Gracias Hombre Araña- dijo la mujer, la niña se acercó y abrazó al Hombr Araña
-Eres mi héroe- dijo la niña. Alexander abrazó a la niña, acto seguido saltó y se balanceó con sus telarañas de regreso al restaurante donde estaba con Dulce Valene.
Aunque fue inútil porque ella ya no estaba ahí, Alexander no sabía que le iba a decir a Dulce Valene al otro día, pero aún así tenía dudas sobre aquel Lagarto que se apareció, rápidamente pensó en el antídoto que hizo con el doctor Connors. Así que decidió al otro dia antes de entrar a trabajar a la sucursal, pasar a visitar al doctor Curtis Connors en la mañana.
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