IX. Contraseñas.
NOTA DE AUTOR SUPER IMPORTANTOSA. NO IGNORAR, PROHIBIDO. les conviene. Disfruten el capitulo!
La mañana para Louis Tomlinson ha sido ocupada, pero tranquila a la vez. Despertó muy temprano; chequeando y supervisando que todo funcionara correctamente en el apartamento. Desde que las tuberías de agua no estuvieran rotas, hasta llegar a observar el pequeño balcón y revisar si era seguro para todos. Siempre sintió como si tuviese que cuidar a los tres chicos que compartían con él desde hace mucho, como si fuese un agradecimiento indirecto por lo feliz que han hecho su vida a lo largo del tiempo. Siempre lo sintió así, y siempre teme que algo les suceda, porque son como sus hermanos. Aunque lo que pasó en el viaje en auto no cuenta. Estaba hiperactivo.
Navegó por su teléfono, buscando una especie de oficina donde pudiesen ofrecerle a él y a los chicos las variadas pruebas para adquirir el permiso de conducir, y al mismo tiempo agradeciendo al cielo que ayer, durante el viaje, ningún policía se acercó al auto. Qué lindo hubiese sido pasar el primer día en Nevada encerrado en una celda, pensó sarcásticamente.
Amaneció con muy buen humor. Se había puesto un pantalón marrón y un suéter ligero, junto a sus zapatos también de color marrón. Peinó su cabello hacia un lado y sonrió al estar listo.
De su mochila sacó el dinero que pensaba que era suficiente para hacer una compra en la tienda, lo metió en su bolsillo y junto al GPS de su teléfono salió a la calle, cruzando la pequeña parada de seguridad, observando a un hombre distinto en ella (lo que agradecía), le saludó con su mano y empezó a caminar hacia la tienda más cercana a su apartamento. Era orgánica y muy cerca del complejo, algo que le puso completamente feliz.
(Lo primero un poco más que lo segundo, claro está).
Eran apenas las siete de la mañana, el clima estaba fresco y las personas en la vía eran escasas. El ambiente matutino siempre había sido su favorito, siempre con la agradable ventisca y el sol no muy molesto. También porque los chicos siempre se levantaban mucho más tarde y tenía momentos para disfrutar de su soledad en compañía de un buen libro y jugo de mango. Es su favorito.
Louis siguió caminando, y al mismo recordando los gustos en alimentos y víveres de los chicos. A Liam le gustan las verduras frescas (como a todos), pero mucho las de color rojo. A Harry le gustan las carnes blancas y la espinaca, y a Niall le gusta el cereal de colores (porque es divertido) y cualquier cosa que se pueda comer, pero sin nueces ni granos. Odia los granos.
Perfectamente calculado.
Los banderines verdes y plantas con olores extraños le indicaron a Louis que había llegado, y también el GPS. Las puertas de vidrio se abrieron, dejándolo olfatear y observar cada cosa que había en el lugar. Estaba emocionado, ya que era la primera vez que visitaba una tienda de víveres. Asintió sin intención y caminó hasta la fila de carritos para compra que estaba a su derecha.
Sacó de su bolsillo una moneda, que por suerte había empacado, y la metió por el orificio que estaba en el mando del carrito, dejando que este mismo hiciera un click avisando que ya podía halarlo.
Y felizmente lo hizo, paseando por todos los pasillos como si un niño fuese, aunque no hay mucha diferencia, la verdad.
El primer pasillo fue el de «cuidados personales» y simplemente metió cepillos de dientes, dentífrico y enjuague, junto a otras cosas personales. Siguió el pasillo de los granos, (el cual esquivó, ya que tampoco tenía ganas de comer grano alguno), luego el de dulces, del cual sólo logró empacar cereal y mentas, porque de verdad no quería sufrir de diarrea alguna vez en su vida.
Sintió un escalofrío de solo pensarlo.
Luego de varios minutos empacando todo lo que falta y sumando cifras para no sobre pasar su presupuesto, Louis logró sobrevivir de buena manera a su primera visita al supermercado.
¿O no?
— ¡Oh, mierda! —escuchó el gruñido de una voz masculina y luego un líquido extremadamente caliente vertiéndose en su suéter.
— ¡Santo Sherlock! ¡Me quemo! ¡Mi pecho se quema! —caminó hacia atrás, despegando la caliente tela con olor a vegetales de su pecho, soplando e intentando inútilmente que el calor y el ardor en su piel desapareciera.
—Pequeña mierda, ten más cuidado por dónde vas —vociferó el desconocido, y Louis lo observa, recordando perfectamente al hombre de seguridad del complejo. Un hombre súper musculoso, de algunos cuarenta años lo observaba con su escrutadora mirada, haciendo que casi temblase.
Él asintió rápidamente y salió corriendo hacia el baño, haciendo muecas por el ardor que se expandía por su pecho. Entró al espacio pequeño, enfrentándose al espejo que reflejaba la gigantesca mancha de sopa en su suéter.
Sus mejillas estaban completamente coloradas, y abrió paso al agua del lavamanos, tomando de ella en sus manos y mojando su rostro.
Adiós buen humor.
[++]
La mala racha persiguió a Louis hasta llegar al apartamento. No pensó en lo difícil que sería cargar más de cinco bolsas repletas de comida con sus flacuchos brazos durante todo unos dos kilómetros. Estaba total y absolutamente furioso con todo en el mundo, también mal oliente a maíz y cilantro.
—Chicos, les presento al desastre personificado, —se echó a reír Liam—. ¿Alguno quiere fotos?
—Detente, Liam. En verdad no estoy de humor para escuchar tu intento de sarcasmo sin sentido.
—Guau, pensé que este día nunca llegaría, —negó Harry—. Pero como soy buen amigo déjame ayudarte con las compras. Tus brazos tiemblan.
— ¿Trajiste cereal, Louis? —preguntó Niall, olfateando y tratando de revisar alguna de las bolsas que Louis trataba de trasladar a la cocina. — ¿Por qué hueles a maíz?
—Sí, —respondió Tomlinson, —Y un señor muy mal educado lanzó su vaso de sopa en mi suéter. ¿Se come sopa en un supermercado? Por amor a Dios.
—Hubieses lanzado una de tus súper patadas ninjas —chilló el rubio, haciendo una patada de demostración y riendo por el fracasado movimiento.
—Triplicaba mi tamaño. Realmente asustaba, —exclamó el de cabello marrón haciendo un ademán con sus manos tratando de aclarar su punto—. Por cierto, Harry, ¿leíste la carta que tu mamá te ha enviado? —cuestionó.
El ruloso asintió, —si, fue un poco intensa, supongo que así actúa una madre cuando su adorable hijo se muda a Nevada. Dijo que me ha mandado un celular color azul para mantener contacto. —informó, acercándose y sentándose junto a Liam, quien estaba tecleando en su computador portátil—. ¿Qué haces?
—Cosas que no te incumben, —empujó al ojiverde con su mano y cerrando rápidamente el computador.
—Llegará el día en que descubriré que tienes dentro de esa máquina del demonio, —dijo Niall, abriendo el cereal y la leche.
—Contraseña de veintiséis dígitos, mi compañero, —sonrío el morocho. — ¿Me sirves por favor, un bol con cereal?
—Contraseña de dos dígitos, mi compañero.
Liam hizo puchero, sabiendo perfectamente la respuesta. — ¿Sí?
Una sonrisa socarrona inundó el rostro de Niall—. Contraseña invalida.
Capitulo dedicado a betsaberuelas06 [++] dedico a comentarios super cools.
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