I. Diarrea.
Actualidad, diez años después.
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—Arremolinados en la entropía, así estamos. Y todo por culpa de Niall. —habló Louis, recogiendo del piso algunos calzones verdes del anteriormente mencionado—. ¿Si quiera podemos traer nuestra ropa interior a este lugar?
—Al parecer, —comento Liam, concentrado en uno de sus tantos libros online.
—Y tú, deberías ayudar, solo digo. —sentenció de nuevo Louis.
—Pues no lo digas y ya, así no te molestaras.
Louis observó a Harry y este contuvo su carcajada—. ¿Dónde está Niall? ¡Empezaremos el festín sin él!
—Cierra tu fábrica de gérmenes Harry, que ya he llegado. —exclamó el más buscado, haciendo su gran aparición por la pequeña puerta, —Iban a empezar sin mí, y yo que, pensando en ustedes y tratando de ser un buen samaritano, tome prestado esto, —al hablar, lanzó una pequeña bolsa la cual miraba con ojos brillantes. Los chicos (a excepción de Liam) miraban la bolsa marrón como si fuera una ecuación sin resolver.
— ¿Es lo que creo que es? —chilló Louis, abriendo sus ojos.
—Arremolinados en la diarrea, pronto lo estarán. —Habló Liam, desde la otra esquina del oscuro cuarto—, declaro el baño del ático mi propiedad.
—Cállate, —chillaron los tres al mismo tiempo, sobresaltando a Liam de una graciosa manera. Niall negó con su cabeza, ignorando a su amigo—. ¡Chocolate con cincuenta por ciento de grasa! ¡Iremos a la cárcel!
Los tres, con desesperación, empezaron a abrir sus respectivas barras de dulce llenas de grasas malas, mordiéndolas y gimiendo por el explosivo e ilegal sabor. —Es un gran error chicos, sus cuerpos están acostumbrados a simples barras de cereales integrales, ¡esto será una bomba nuclear rusa para sus estómagos!
— ¡Liam esta celoso! ¡Liam esta celoso! —empezaron a chillar (otra vez), pero aun más fuerte y con más energía. Empezaron a corretear por las cortas dimensiones del ático como hámsters de laboratorio libres. Liam solo se colocó sus tapones en los oídos (los cuales había estado usando muy seguido), ignorando todo a su alrededor, pensando que pronto tendrá que cuidar a tres chicos con diarrea crónica. Uh, en el mercado vi una muy linda mascara con oxigeno...
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—Chicos, ¿creen que me tengo que dedicar a la videncia? —vociferó Liam, manteniendo con un equilibrio perfecto la bandeja con tres caldos en su mano derecha. Si una mirada mata, ¿Qué con tres? Pobre Liam—, aquí esta, sus insípidos caldos, yo estaré en mi lugar, sano y comiendo una rica chuleta que preparo Anita especialmente para mí.
—Nunca olvidare esto Liam. —susurró Louis, queriendo probar aquella rica pieza de majestuosa carne que Liam comería.
—Duh, claro que no. ¿O se te olvido que tienes memoria fotográfica? —parloteó Liam de nuevo.
— ¡Ese comentario fue de tan poco coeficiente intelectual! En verdad, no sé como lograste la victoria en el decatlón académico de la semana pasada, me sorprendes. —susurró Niall, soltando un horrible gas, haciendo que Harry carcajeara y soltara otro gas.
—Oh mi dios no puedo, los dejo solos en su cámara de tortura. ¡Auf wiedersehen!
Louis rodo sus ojos, —engreído...
Liam salió de la habitación, caminando por los pasillos de las instalaciones que por casi diez años han sido su hogar. Estaban solitarios, sin siquiera un alma en ellos. El siguió caminando, dirigiéndose a la cocina donde iba a encontrar su muy sabroso almuerzo. Que iría bien con las chuletas...
— ¡Joder! —un fuerte dolor de cabeza, y una extraña exclamación que solo le había escuchado al conserje resonó por todo el lugar, haciendo eco—. Niño, fíjate por donde caminas.
Liam subió la vista, encontrándose con una especie que poco había conocido y estudiado. Una mujer estaba frente a él. El abrió sus ojos y se sumergió en un extraño shock, no podía moverse ni respirar.
— ¿Qué miras? —Soltó con una fuerte voz aquella chica, sorprendiendo mucho más a Liam—. Uhm, ¿estás bien? ¿Sabes cuál es la dirección de la administración? Estoy perdida.
Liam trago saliva, sin dejar de mirar su rostro—, ehm, y-yo...— se calló sin remedio y levanto su brazo, señalando el pasillo siguiente. Ella asintió y murmuro una especie de gracias, algo que Liam casi no pudo escuchar.
A medida que la desconocida se alejaba, Liam tuvo la valentía de mirar más allá de su cuello, y su respiración se agitó tan extrañamente para él. Y sintió algo tan raro y desconocido en su cuerpo, que solo le impulsó a correr y correr hasta llegar de nuevo a su habitación.
Los chicos lo miraron de una extraña manera, por cuan despelucado estaba y la tan abrupta forma con la que entró al cuarto.
— ¡Chicos! ¡Ayuda! —el castaño gritó, respirando entrecortadamente. En verdad estaba asustado.
—Que te sucede, estas mucho más raro de lo normal, —bromeó Louis.
—Estas mucho más raro de lo normal, —se burló y Harry soltó una risita—. Es muy en serio. Acabo de ver a una...—se tapó su boca, —chica.
Niall escupió el caldo de su boca y Louis abrió sus ojos. — ¿Seguro? ¿No son alucinaciones? ¿Estuviste leyendo aquella Teen Fic prohibida?
— ¡No leo teen fics! ¡No es una alucinación! ¡Y estoy más seguro que Einstein cuando le preguntan si en verdad dos más dos es cuatro!
— ¿Era atractiva estéticamente? —Preguntó Harry, y Niall le dio un golpe en su cabeza—. ¿Qué?
—S-Si, lo era, tan linda como el Último Teorema de Fermat —suspiró Liam—. Y...
— ¿Y qué? ¿Y qué? —chilló Niall, saltando de su cama.
—Y... ¿nunca han deseado ver más... Especies femeninas?
Auf wiedersehen: hasta luego/adiós en alemán.
[espero no decepcionarlas con el primer capitulo, en serio. estoy con miedo de arruinar los pocos votos que he conseguido en el prologo y ah. no se, bueno, voten, comenten y compartan ijeje. si quieren dedicación, solo pídanla. las amo muchísimo.]
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