Capitulo 5
Hola, lamento la demora, pero he estado distraída leyendo novelas que prácticamente estoy dejando atrás mis escritos, quiero pedir disculpas y he estado avanzando con este libro, que más seguro es de que vaya a terminar pronto.
PD: Escribiendo un libro de OneShot para Genshin Impact.
✨
Hasta la próxima.
Dottore había llevado a ese tritón a la posada, paso desaparcibido por el recepcionista, quien miro confundido, más no menciono nada al respecto del invitado de su huésped, en cambio, Dottore solo se dispuso a guiarlo hasta su habitación, dejándolo en la cama para que este pudiera descansar.
— ¿Te encuentras bien?
La pregunta fue calmada, una sonrisa en el rostro de aquel hombre hizo que Kaveh demostrada una afirmación, su mirada se alejo prontamente y se dirigió hacia sus piernas, están eran largas y delgadas, se veían delicadas ante su imagen, en cambio, Dottore se encontró confundido por la afirmación de parte del tritón, él sabía cómo había llegado, el había visto todo, de cómo salió de la costa, sin embargo no se acercó en un inicio hasta que vio como el cuerpo de este había cambiado.
Se maravillo en lo más mínimo, sin embargo Kaveh alejo su mirada de aquellas piernas humanas y miro al hombre que estaba con él.
— ¿Llevarme a Ciudad de Sumeru?
Dijo apenas, ya que busco las palabras adecuadas, cosa que el hombre de cabellos celestes dudaba, aún así se atrevió a aceptarlo.
— Lo haré, pero por el momento debo enseñarte cosas, como vestirte.
Kaveh quedó confundido, más no se negó en lo más mínimo, si quería encontrar a Al-Haitham tenía que ser como un humano, un humano no podía andar desnudo, por lo que había visto. Dottore se alejo, buscaría ropa para su invitado, Kaveh al ver que estaba solo, miro a su alrededor, incluso llevo su mano a su estómago, solo para hablarle a este como si fuera alguien que lo escucharía.
— Pronto nos iremos, buscaremos a papá.
La sonrisa en él era notoria, tierna y llena de esperanzas, no podía perder esa fe, quería ver la emoción de su amado, posiblemente lo aceptaría de nuevo y así como sucedió con sus padres pudiera darle un poco de amor a su bebé. Después de un rato, Dottore regreso, logro ver a Kaveh envuelto en la sábana mientras se apoyaba un poco con ayuda de la mesa, ya que sus piernas temblaban y no estaba acostumbrado a tener piernas.
— Aquí está la ropa, deberías volver a la cama.
Kaveh no menciono nada, en cambio miro a su ahora amigo, quien soltó la sábana dejándola caer, causando que Dottore mirada el delgado cuerpo de ese tritón, el peliceleste miro con detalle ese delgado cuerpo, logro ver como en su estómago se veía abultado, mientras notaba con gran detalles las piernas del contrario.
— Em... Bueno, toma...
Dottore alejo su vista, no sin antes de dejar las prendas en la orilla de la cama, estaba por huir de no ser que Kaveh le llamo, incluso su mirada estaba confundida, cuando extendió la primeras prendas, dejando notar que no sabía cómo ponerse aquella ropa.
— Señor, ¿Usted, podría ayudarme?
El rubio se giro, demostrando que estaba más que confundido en lo más mínimo cosa que el más alto termino por aceptar y ayudarle, Dottore comenzó a vestirlo, estaba muy tranquilo, incluso sabía que hacer algo indebido no sería muy efectivo, sin embargo al ver el rostro del tritón le hizo sentir un poco de vergüenza, ya alejo su vista una vez que terminó de ponerle sus pantalones.
— Señor...
— Soy Dottore, señor es un poco formal. Ambos somos amigos ¿No?
Intento sonar natural, sin embargo en su rostro detonó un suave rubor, Kaveh afirmó, sonrió un poco y acercó la camisa hasta el hombre de cabellos celeste. Sin queja alguna, Dottore le colocó la camisa, dándose cuenta de que le quedaba ciertamente ajustada, cosa que le parecía algo confundo, ya que creyó que esa talla sería la adecuada para el tritón.
Después de que se vistió, Dottore miro más tranquilo al rubio, solo para que este se acercaba y preguntara de manera ansiosa.
— ¿Ya iremos a la ciudad?
La sonrisa era notoria, sus manos se apretaron en puño demostrando la emoción, Dottore sabía que una vez pisando la ciudad, sus planes se verían arruinados, por ende tenía que hacer que Kaveh no estimara tanto a cierto chico canoso.
— Si, sería una buena opción, aunque el camino es algo largo.
— No importa, ir.
Sus palabras eran de felicidad y estaba ansioso por ir a la ciudad, quería encontrarse con su amado, cosa que no podía esperar, tenía que decirle la noticia, su cuerpo estaba cambiando lentamente, él quería estar con su amado en todo ese tiempo que tuviera en ese estado, pero el no sabía de las intenciones de Dottore, era prácticamente un tritón o más bien, una persona inocente, en dónde posiblemente conocerla el dolor si eso se le permitia sentirlo.
__
El periodo corto de un mes, fue suficiente para que Kaveh logrará caminar y se acostumbrado un poco a la vida humana en Sumeru, con más calma, sin embargo algunos malestares surgieron que confundieron a Dottore, entre ellos los mareos repentinos y los vomitos matutinos, prácticamente Kaveh estaba en espera, era claro eso, Dottore no sabía eso y por ende comenzaba a deducir.
— Mmm... Kaveh...
Kaveh no dijo nada, estaba tan animado mientras comía una serie de frutas que Dottore le había conseguido, sus mejillas hinchadas por el alimento natural, una sonrisa con un rubor en su rostro dejaba verse, haciendo que otras personas lograrán ver.
El duo había salido a uno de los tantos puestos de la bahía, el doctor le había conseguido las frutas que el tritón quería, después de una mañana ajetreada por los vomitos del tritón, era extraño ¿No?
— Kaveh, em... ¿Podrías darme un poco de atención?
Dottore hablo, pero el rubio estaba tan interesando en su fruta, olvidandose de lo que había a su alrededor, Dottore miro eso, miro con detalle, incluso sus orbes carmis le hicieron recordar a alguien más, quien lastimosamente no había tenido la oportunidad de tenerlo de vuelta.
Dottore no alejaba la vista, estaba tan concentrado, viendo esas facciones, incluso recordado el cuerpo pequeño de ese tritón, incluso recordaba que la piel de ese rubio era suave. Esto hizo que su rostro tomara unos tonos rosados, que rápidamente alejo sin problema alguno. Ya que Kaveh no le prestaba atención, en todo ese tiempo que estaban ahí, Dottore le había enseñado muchas cosas, como caminar y vestirse, también podía notar los leves y notorios cambios del estado de Kaveh, algunas veces eran emocionales y otras físicas debido a su estado.
Cuando Kaveh termino, demostró una sonrisa, en su rostro se entraba una semilla de la fruta de la granada, cosa que Dottore termino por quitarla, Kaveh mostro sorpresa y después sonrió, agradeciendo ese gesto y haciendo que el doctor terminara por alejar la vista.
__
Se pusieron en marcha rumbo a la ciudad, Kaveh miraba curioso a los habitantes de la bahía, viendo como en sus orejas tenían algo, un dispositivo, Dottore noto aquello, incluso antes de que el tritón respondiera este simplemente le explicó.
— Es un aparato que ayuda a las personas a buscar información.
— ¿Por que no lo ví con él?
— Supongo que no es necesario para muchos, debido a su basto conocimiento.
— Ya veo, tu eres muy inteligente ¿No? No usas eso tampoco.
— ... Si, no lo uso...
Su respuesta fue calmada, sin verle, en cambio esos dos finalmente había llegado al camino principal que los llevaria a la ciudad, había una pequeña caravana con unos cuantos soldados enmascarados, Kaveh parecía confundido, más no dudoso, Dottore guío al tritón hasta una especie de carruaje que era jalado por una de las tantas bestias domesticadas de las tierras de Sumeru, subió con cuidado y se adentro en ella, Dottore antes de entrar dió la orden a sus soldados y emprendieron el camino.
Kaveh miro a Dottore subir incluso una sonrisa surgió en su rostro, siempre miro a Dottore como un hombre sincero y con respeto, era un hombre recto, el cuerpo de él era demasiado diferente al de Al-Haitham, pero era visible su gran trabajo en las rutinas de ejercicio para ser un hombre inteligente.
Hoy ese sujeto iba vestido de manera elegante y de su atuendo saco una máscara extraña, miro con cuidado, incluso se acercó tanto para verlo, quedando frente a frente, aunque pronto comenzó a ser insimoso, colocándose entre medio de las piernas del hombre de cabellos celestes, el pequeño carruaje no tenía asientos, era una especie de colchoneta cómoda con unas cuantas almohadas, muy común en las regiones de Sumeru.
Kaveh se relajo un poco, mientras su cuerpo se recargaba en Dottore, y sus manos vayan torpemente por los dedos que sostenían la máscara.
— ¿Kaveh?
Dottore es consiente de todo, sabe lo que hace, es un método de seduckr y atraer la seguridad de este, había leído en viejos libros en la ciudad de Fontanie que los tritones y sirenas, buscan protección de tritones y sirenas alfas, buscando proteger a las crías o durante su gestación, Kaveh era muy curioso en muchos casos, sus manos llegaron a tocar máscara con cuidado, incluso la segunda mano la dejo de hacerlo para tomar la mano del doctor.
Fue cuidadoso, lento, dejando la máscara a un lado y siendo aún más curioso, quitando esos guantes oscuros, solo para ver esas manos que antes había tocado su piel.
Kaveh estaba necesitado de su amante, despues de todo, su estado actual era lo que tanto necesitaba, buscando el calor de un ser inferior, de alguien capaz de hacerlo, Dottore fue el primero en notarlo, por eso algunas veces durante las noches iba en la búsqueda de ese sujeto, como queriendo llenar esa sensancion de soledad, cuando estaba buscando a Dottore no se encontraba en sus cinco sentido y sus orbes que miraban borroso por el deseo, le hacían creer que su amado estaba ahí, en esos momentos estaba pasando por eso, se cómodo de una manera cuidadosa, pudiendo sentir la calidez y pronto sus deseos se hacían más grande.
Kaveh se sintió complacido, cuando la mano que había sujetado en un inicio la guío hasta su estómago, levemente hinchado, no era demasiado notorio, pero esa mano desnuda de parte del doctor fue suficiente para hacer que el tritón diera un suave suspiro.
Dottore dedujo que ese tritón rondaba entre los posibles cuatro meses, pero desconocía si la gestación de un tritón era la misma a una humana, por ende guardo silencio por breves segundos dejando ver cómo este se relajada.
Dottore mantuvo el silencio, sus ojos carmis, no dejaban de alejarse de ese pequeño rubio, quien demostraba un poco relajación y calidez. Dottore hizo suaves movimientos en el estómago, buscando que Kaveh pudiera abrir un poco sus ojos, cuando lo hizo fue para encontrarse con el doctor, quien rápidamente se alejo, a menos siendo cuidadoso, mientras en su rostro detonaban un enorme rubor de vergüenza, puesto la posición en la que estaba con Dottore era demasiado encimoso.
— Dottore, lo siento... No quise... ¿Cuánto tiempo sucedió esto?
Creyendo que habían sido unos cuantos minutos, Kaveh quedó enfrente teniendo su vista baja de no decir o hacer una estupidez y se limito a esperar un poco la respuesta de su compañero.
— La mayor parte del camino a la ciudad.
— ¡¿Que?! ¡¿Por qué no me alejo?!
— ¿Cómo querías que lo hiciera? Estás en una situación un poco difícil, aparte no me molestó en lo más minimo.
— No entiendo... Dígame algo... ¿cuántas veces hago esto?
Dottore noto aquello, tal parece que ese rubio no sabía lo que sucedía cuando entraba en ese trance, así que fue sincero, sus orbes carmis se dirigieron al rubio y miro con cautela.
— Muchas veces, fueron como 7 veces a la semana.
— Cielos, por todo los mares...
Susurro, incluso bajo su vista un tanto nervioso, llevo su mano a su estómago.
— ¿Por qué? Papá nos espera, ¿Por que haces esto?
Susurro, mientras parecía decirle todo eso a su estómago, era claro que no provenia de el, sino de su estado, Dottore sonrió un poco, suaviso sus facciones y de atrevió a tomar la mano del tritón.
— Sería capaz de tomar el papel de padre.
Revelo, esto asustó al tritón, quien miro con sorpresa, incluso pronto alejo su mano y negó rápidamente.
— No, no, amante, padre de mi bebé, mi pareja, mordí, es mío y yo, soy suyo.
Decía, nervioso y ansioso, mientras Dottore parecía comprender, más no iba a dejarlo fácil.
— No quiero sonar grosero, no me lo tomes a mal, pero, si el te amara, porque te dejo, porque te abandono cuando realmente se pudieron jurar amor eterno, en los humanos, el amor eterno es muy fuerte,no se puede destruir tan fácilmente.
Kaveh quedó en silencio, intentando procesar todo eso, acaso, ¿Las palabras de Dottore tenían razón?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro