Había pasado ya un tiempo, pronto se cumpliria un año, desde que Kaveh se marchó. Y desde ese entonces Al-Haitham estuvo paseando la bahía, su pequeño hogar estaba en esa bahía para recibir a su amado, sabía que algún día esto iba a suceder, pero, no pensó que tardaría tanto.

La noche era hermosa el reflejo de la luna llena estaba dibujaba sobre el agua, el lugar está a tranquilo y el leve aire era constante.

Al-Haitham estaba en silencio, viendo con calma, ya era tarde pero se mantenía ahí por uno a tres horas, a media noche terminaba por marcharse. Suspiro cuando el reloj en su muñeca marco la hora destinada, las doce en punto, sabía que otro día más Kaveh no aparecería.

Se levantó del banco de madera que quedaba frente al océano, solo para comenzar a caminar sin embargo unos cuantos pasos manos logro escuchar un chapoteo, cuando se giro a ver lo que lo provocaba se dió cuenta de que se trataba de Kaveh, puesto a visto aquella cabellera dorada.

Sus ojos se abren a más no poder, incluso intenta limpiarse, creyendo que lo que ve puede ser una ilusión pero en efecto, ese tritón sale dejando a la vista por completo su rostro, mostrando una sonrisa suave y cariñosa, cosa que no había sucedido después del problema.

Al-Haitham se aproximó, incluso no podía creer aún lo que estaba viendo, hasta que el mismo Kaveh de acercó al muelle, Al-Haitham al verlo tan cerca se hincó, finalmente tocando esas mejillas levemente regordetas, seña de a verse repuesto en aquel regreso a su hogar natal.

— Hayi... Extrañar...

— Yo también te extrañe y no sabes cuánto.

Cuando Kaveh escucho eso prontamente sonrió, sus ojos escarlata tomaron un toque de brillo y lentamente derramaron lágrimas.

— Quiero ir a casa, quiero con Hayi.

Sus peticiones fueron escuchadas, puesto tan pronto como las escucho pudo ver a Al-Haitham estirando sus brazos, esperando que saltará a estos, Kaveh obedeció, aunque al momento de saltar su cuerpo cambio, siendo más pequeño sin aleta y simplemente aferrándose a su amado.

El lugar no estaba concurrido, a menos no por la noche, así que fue fácil ver a Kaveh como salía, como su cuerpo cambiaba y quedaba desnudo, Al-Haitham lo cubrió con su chaqueta, quería larga y perfecta para ese momento, lo sostuvo en sus brazos y camino con calma hasta casa.

Kaveh se vio contento, pudo sentir esa aura más tranquila y relajada de ese hombre, incluso noto el leve rubor que tenía su amado, le causó una gracia increíble, se restregó un poco sobre el pecho del contrario y disfruto del andar hasta la que llegaron a casa.

La calidez de ese hogar hacia único, incluso el aroma a café estaba en el aire, seña de que Al-Haitham había bebido café momentos antes, sin embargo eso quedó en segundo plano, puesto el rubio se giro a verlo, había bajado de sus brazos, pero tan pronto como sus pies delcazos tocaron la madera, se giro, solo para abrazarlo desde el cuello, finalmente uniendo sus labios en un beso "largo" por así decirlo.

Al-Haitham en un principio no quería aceptarlo, sin embargo lo deseo del tritón eran grandes y sin previo aviso, continuaron ese beso, las manos grandes del escriba lograron a tocar la pequeña cintura, incluso pequeños roces en la piel contraria hacia suspirar al rubio, quien al mínimo toque parecía disfrutarlo.

El peliplata se detuvo, miro con cuidado, viendo como ese pequeño tritón se ponía nervioso, incluso un notorio rubor estaba en sus mejillas. Al-Haitham pensó que se trataba de algún tipo de traumas debido a los sucesos, pero antes de poder decir algo, ambos unieron sus labios, ya que el primero en "atacar" fue Kaveh quien parecía tan ansioso y contento.

No sabe cómo, no sabe cuándo, pero en un abrir y cerrar de ojos, tiene a ese pequeño tritón sobre la mesa, sus trasero desnudo, está sobre la mesa, mientras sus muslos son levemente levantados por el más alto, Kaveh solo suspira cuando siente aún más el bulto de su amado.  Durante mucho tiempo, Al-Haitham estuvo soportando todo esos deseos, todos esas ganas, no había nadie que le quitará ese deseo tan grande.

Cuando se separan una vez más.para tomar un poco de aire, Kaveh toma.y acaricia esa mejilla suave, sus deseos son tan grandes, sabe que con Al-Haitham nada faltará, le a mostrado la confiaza y respeto, pero sobre todo amor, ese único sentimiento que puede decirse que es verdadero y que nadie podía decirle lo contrario.

— Hayi~ Te amo~

Susurro, su voz delicada y llena de deseo hace que Al-Haitham finalmente pierda la paciencia, a menos lo que le queda y de manera gentil comienza a darle todo ese placer, brindándole caricias tiernas y amorosas, incluso cuando rosa si miembro contra la entrada del rubio.

Al-Haitham recuerda el pasado, recuerda a su hijo fallecido, que ni siquiera pudo ver en persona, conocerlo, teme que Kaveh odie eso y solo piense en cosas malas, pero parece que Kaveh luce decidido y firme.

Con el pasar de las horas ambos se fueron entregando, mostrando el gran amor que aún perduraba en ellos, Kaveh podía sentir la calidez única, está vez estaba conciente, conciente de los sentimientos, sintiendo ese deseo único por hacerlo con el amor de su vida.

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El amanecer llegó y con ello se daría inicio a la nueva vida de Kaveh, el pequeño tritón abrió sus ojos dándose cuenta que era el primero en despertar, más porque sentía el aroma y calidez de su ahora pareja, miro con cuidado el rostro de su pareja, dándose cuenta de las leves ojeras que tenía ese escriba, incluso le parecía extraño, como era posible que su Hayi llegará a sufrir así.

Siguió mirando por unos minutos más, dándose cuenta con detalle eso, incluso el cabello un poco más largo de su amado, cosa que no se dió cuenta anoche debido a la oscuridad, tal parecía que Al-Haitham comenzaba a perder toda esperanzas de que el regresara.

Miro triste y subió con cuidado al cuerpo del contrario, depositaba tiernos besos, demostrando que aún lo amabas que lo quería tanto que no importaba lo que sucediera, estaría dispuesto a hacerlo feliz.

Todas esas acciones hicieron que el peliplata despertara, viera con cuidado a su pareja, incluso que lo tomara de las caderas debido al miedo de que cayera, sin embargo Kaveh fue astuto y movió un poco sus caderas, esto hizo que rozará con algo más, haciendo que Al-Haitham se despertada por completo y mirada avergonzado a cierto tritón.

— Anda hayi~ mi celo vendrá pronto y quiero que estés saludable.

— Esto no es una manera saludable Kaveh...

Sus palabras fueron sinceras, incluso intentaba mantener la compostura de no tumbarlo de encima suyo y hacerle cosas indebidas, pero, porque no hacerlo, si anoche hicieron eso.

— Kaveh, no es momento para eso, acabas de regresar, quiero que te sientas cómodo y no quiero que pienses que los humanos solo buscamos sexo.

— Pero...

— Anda... Dejemos eso para después, quiero que los demás se enteren de tu llegada.

Tras decir eso, Kaveh quedó a un lado, en el espacio vacío de la cama, mientras que el escriba se levantó y fue a tomar una ducha, sin embargo su estadía en la ducha fue un poco dura, al ver su miembro duro, incluso recordar e imaginarse a Kaveh en poses tan provocativa e incluso esa voz chillona hacia que la calentura no bajara.

Después de una ducha y de que Kaveh se arregló después de una ducha, salieron de la casa, Kaveh mira desde atrás a su pareja, entre los tritones es muy común que la pareja dominante, o sea el alfa, vaya enfrente de los demás, en este caso, es Al-Haitham, ya que Kaveh a visto en el un aura similar a un alfa y una dominante aunque no lo parezca.

Pero, tan pronto como sigue el paso es detenido, choca contra la espalda ancha de Haitham, era notorio ya que del otro lado de el se encontraba esos dos. Kaveh los reconoció, incluso mostró una sonrisa y saludo de manera emocionada, el duo miro y de la misma manera saludaron al pequeño tritón.

— Me da gusto que hayas regresado, ya comenzabamos a perder esperanzas, sobre todo porque nuestro amado escriba, ponía leyes demasiado crueles.

Al-Haitham sabía lo que hacia, sin embargo saber de eso por los labios de Cyno comenzaba a sonar un tanto cruel y en efecto, Kaveh mostró su preocupación al escuchar eso, incluso miro al platinado, viendo como intentaba huir de su mirada.

— Pero ahora que has regresado las leyes posiblemente paren ¿No?

— Posiblemente.

Tras decir eso, Cyno quedó en shock, incluso frunció un poco el ceño para pronto defenderse.

— Mis hombres están sufriendo por tanto trabajo Al-Haitham, a menos ten un poco de dignidad y darle un poco de tiempo.

— Para eso trabajan, no deberían quejarse.

Kaveh rio por lo bajo, pensó con cuidado y cuando comenzó a reír se dió cuenta que en la vida de ese humano era demasiado útil, puesto hacia ver lo sensible y cuidadoso, podría sacar lo más humano de ese hombre que solo era razonable.

— ¿De que te ríes?

— Hayi, alegrarse... Yo... Estar aquí...

— Le alegras demasiado la vida, incluso no se hace tan amargado.

Cyno volvió a burlarse obteniendo una mirada sin emoción alguna de parte del platinado, esto hizo que un leve escalofrío surgiera y solo alejara la vista del más alto.

— Bueno, ya que estamos reunidos porque no vamos a tomar algo.

Tighnari finalmente hablo, mostró una sonrisa y antes de que Al-Haitham respondiera, Kaveh se había adelantado, tomando del antebrazo al híbrido, incluso sorprendiendo a ambos puesto esa reacción no la habían visto tiempo atrás.

— ¿Que le sucede a tu esposa?

— Supongo que tiene más confianza en Tighnari... Espera, ¿Cómo le dijistes?

— ¿Han pensando en volver con eso de tener un hijo?

Cyno ignoro la posible queja, aunque tan pronto como pregunto Al-Haitham no respondió, incluso comenzó a andar, Cyno lo siguió a su lado hasta que escucho.

— Bueno, no quiero apresurarlo, solo quiero que se sienta cómodo y cuando esté listo intentaremos.

— Supongo que estaría bien, aunque sería grandioso que ustedes fueran tíos.

— ¿Umm? ¿A qué te refieres ahora?

Enarco una ceja, su andar se detuvo y se giro hacia el albino moreno, quien de manera tranquila y orgullosa revelo.

— Tighnari y yo seremos padres.

— No crees que aún eres muy enano para Tighnari.

— ¿Ug? Eso no importa, soy lo suficientemente responsable como para no dejarlo como lo hicieron otros.

Esto fue un duro golpe al ego de Al-Haitham, solo para dar un suspiro y finalmente hablar.

— Ya entendí y felicidades.

Finalmente ambos caminaron hasta el pequeño bar, al entrar se dieron cuenta que el duo de chicos se encontraba conversando cómodamente, cuando notaron la presencia de los otros dos a los lejos Tighnari les hizo una seña, cosa que Kaveh imitó rápidamente, ya estando cerca, Kaveh tomo la muñeca de su pareja, incluso cuando tomo asiento se aferró al brazo del platinado, solo para mostrar una sonrisa.

— Hayi, probar licor, saber rico.

— ¿Que? ¿Quien te dió licor?

— No te preocupes, fue cerveza de raiz no es muy fuerte.

— Kaveh jamás a bebido alcohol.

— ¿A Hayi le preocupo? ¡Yay! ~

Kaveh se aferró, mostrando emociones únicas, cosa que Tighnari pudo notar, dándose cuenta que el más mínimo alcohol era suficiente para que ese pequeño tritón cayera en manos de la ebriedad.

Los chicos siguieron disfrutando de una cena, Al-Haitham le impidió  alguien pequeño tritón que dejara de tomar dicha cerveza y le dió un vaso de agua de sabor, cosa que en un inicio alejo, pero que a final de cuenta bebió, ya que no habría nada más que eso.

Para ambos esa era una relación un tanto extraña, cosa que hacia emocionar al pequeño tritón incluso cuando se apegaba a su amada pareja, estaba feliz ahora entendía los gustos de su madre y el deseo incontrolable por el amor humano, a pesar de todo el daño que le habían hecho.

Fin.

Antes de que digan algo, tendrá dos extras para finalizar con la historia, no se esperaba que tuviera demasiados capitulos, a menos no pensaba hacer más de 10 capitulos.

Hasta la próxima