Este extra es a base del primer final, espero que lo disfruten mucho.

Emiliano Bonventre.

Era el cumpleaños número 19 de Adib, había pasado cuatro años después de lo sucedido con Lucia y Charlotte.

Nuestras vidas habían cambiado drásticamente en el momento en que dejamos los cuerpos de esas dos escorias fuera de su mansión.

Adib no había pedido absolutamente nada para su cumpleaños, lo único que si me había pedido y desde hace mucho tiempo.

Quería que le enseñara tácticas de auto defensa y aparte a usar un arma.

— Papá por favor — dice el, casi suplicando — Quiero aprender a defenderme, quiero ser como tú.

— No Adib, tu madre se decepcionaría al ver que te estoy enseñando a ser tan violento.

— Mamá debe comprender, son maniobras de auto defensa — dice — No son para ir a estar golpeando a quien me cae mal.

La pequeña risa se me escapa de los labios, pues eso era prácticamente lo que yo hacía.

— Le prometí algo a tu madre.

— Y ya lo cumpliste — dice interrumpiendome — Me enseñaste las cosas buenas de la vida, papá, conozco su pista de hielo, conozco aquella hermosa montaña que no a dejado de ser cada vez más preciosa desde que la lápida de mi madre está allí, hemos adoptado otro perro para que Jovi no se sienta tan solo, me he convertido en el mejor patinador sobre hielo que ha existido.

Comienzo a caminar a mi despacho con Adib pisandome los talones.

— Por favor — ruega — Mamá está mucho más que contenta, nos lo ha demostrado con cada atardecer, así como lo hace mi abuela, con cada amanecer.

Sus palabras me golpean en mi punto sensible, habíamos tomado una pequeña rutina con mi padre y Adib de levantarnos antes de las seis de la mañana para salir de la mansión y ver el amanecer, y también antes de las cinco de la tarde ya estábamos sentados nuevamente fuera de mansión viendo el atardecer.

De ahí había surgido la pequeña obsesión de Adib sobre los atardeceres.

El cuadro de en mi peque descansa en mi despacho, grande y precioso como si estuviera recién hecho y entregado.

— Además.... Me gusta una chica.

Sus palabras hacen que me gire inmediatamente para mirarlo, al ver su rostro puedo ver cada señal, su sonrisa de medio lado, sus ojos brillantes pero con mirada penosa.

— Que has dicho?

— Me gusta una chica — vuelve a confesar — Es preciosa papá.

Sus palabras son sinceras, y siento que no está hablando solo por hablar, está hablando a través de su corazón.

— Como la conociste? — pregunto.

— Siéntate, voy a contarte, solo quiero decirte algo, antes de comenzar.

— Que sucede.

— Ella es idéntica a mamá.

*****
Hola!!!

Quería informaros que no habrá más extras, ya que este es para iniciar la historia de Adib, así que nos vemos en el próximo libro que será presentado muy pronto.

Os quiero muchísimo.

Cuidaos!!!!

Con cariño....

Mayra ❤️