Charlotte Maldonado.

Tres meses habían pasado desde mi secuestro, el día del cumpleaños de Emily también se acercaba, solo quedaban unos días, pero estaba más que segura de que no le gustaría hacer nada.

Las últimas veces que la había visto, su panza había crecido enormemente y sus cicatrices había sanado un poco, pero igual esas marcas siempre las tendría consigo.

Así como yo.

El dolor de saber que esas marcas no desaparecerían jamás, me mataba.

Lucia había cuidado muy bien de mi, había contratado a mas guardas que la última vez.

En este tiempo incluso había recibido clases de defensa personal, pues no quería que alguien volviera a secuestrarme y yo no supiera ni cinco de como defenderme.

Había Sido doloroso, si, mi cuerpo enviaba latigazos de dolor cada vez que hacía mucho esfuerzo con las partes afectadas.

Y todo, todo por la estúpida de Emily.

Por ella había sufrido esto, por ella me habían marcado, por ella no tendría una vida normal y feliz, por ella y por su estúpido novio.

La puerta de mi habitación se abre, dándole paso a Lucia, quien traer consigo algunas golosinas que sabe que me encantan.

- ¿Que tal estás? - me pregunta sentándose a mi lado y dejando un beso al lado de mis labios.

Ah sí.
Últimamente nos habíamos acercado demasiado, tanto que ahora nos saludábamos con besos, pero en el fondo sabía que solo lo hacía por mi situación.

- Pues bien, los latigazos de dolor no cesan, pero hay vamos - respondo abriendo una bolsa de las golosinas y hechandome una a la boca.

- Emiliano a logrado terminar eso en muy poco tiempo y está muy resguardado, no podemos acercarnos mucho si no sería un tiro en la cabeza seguro.

El regalo que tenía preparado Emiliano para Emily, era mucho más de lo que cualquiera se podría imaginar.

Eso es amor puro.

Cállate.

- Te acuerdas de la chica que Emily hizo que expulsaran? - pregunta Lucia a lo que yo asiento - Al parecer Emiliano no quedó satisfecho con eso y la asesino, le saco todo lo que tenía en su estómago y le marco en el pecho por ella.

- Maldito loco - expreso al imaginarme lo que esa pobre chica debió sufrir.

- Y la reacción de Emily fue la que más me impresionó - dijo mirándome - La ví en la facultad y cuando se la han dicho, a sonreído de una forma tan siniestra que no pensé que fuera ella.

- Ya se está acostumbrando a este mundo - suelto.

- Exactamente - Lucia me mira - si sigue así, será igual o incluso peor que Emiliano.

El solo imaginarme a Emily haciendo tales cosas hace que me pasen escalofríos por todo el cuerpo.

No podría imaginarmela en esas, la última vez que la ví reservaba esa mirada inocente, una persona que no le haría daño a nadie.

Pero al ver la sonrisa que le dedicó a esa chica ordenandole arrodillarse frente a todos, me deja en claro que Emily si podría llegar a cambiar.

Giro mi mirada hacia Lucia, pero ella no está mirándome a los ojos, su mirada está enteramente distraída en el escote de mis pechos.
Su mirada se levanta lentamente y antes de que pueda evitarlo, se lanza sobre mi, pegando sus labios con los míos.

Mientras ella está sobre mi besándome, me encargo que su intimidad reciba atención, arrancándole pequeños gemidos que quedan atrapados en mi boca.

Hace lo mismo y es una lluvia de placer mientras nos besamos, comienza a descender por mi cuello y justo cuando está en mi escote, se levanta, haciendo que haga lo mismo instintivamente pensado que va a irse, pero ese pensamiento se esfuma, al ver que se quita su blusa, seguida de su falda, quedando en el encaje blanco que lleva como ropa interior.

Hago lo mismo, quitando mi camiseta de tiras y mi short, quedando en mi encaje negro, en este momento parecemos un demonio disfrazado de ángel y un ángel disfrazado de demonio.

Mis cicatrices quedan expuestas y Lucia no se molesta en ocultar sus emociones.

- Tranquila, no me duelen - le digo para que no lo piense tanto y no vuelva a dejarme como la última vez.

Vuelve a acercarse y comienza a besarme, mientras sus manos se mueven por donde quieren.

Comienza a descender por mi cuello, bajando por mis pecho y llegando a mi vientre bajo.

Su respiración chocando con mi cuerpo, hace me pasen escalofríos.

Mi cabeza se levanta y la veo bajar hasta estar frente a mi intimidad, saca su lengua y como si sintiera mi mirada, la levanta y la pasa lentamente por encima del encaje que todavía separa su lengua de mi vagina.

- Joder.... - el calor llega a todas las partes de mi cuerpo, haciendo que arquee mi espalda en un acto de reflejo.

Ella aprovecha el momento en que medio e levantado mis caderas y baja mi ropa interior de un tirón.
Se acerca lentamente haciendo que mi pecho suba y baje rápidamente por la velocidad a la que respiro.

Un lametazo es la cosa más exquisita que una mujer puede recibir de parte de la persona con la que está teniendo encuentro sexual.

Comienza a chupar y lamer aquellas partes sensibles que me vuelven loca, mis gemidos son la única música que tenemos.

Agarra mis piernas con fuerza, para mantenerlas en una sola posición, dejándome abierta para ella tener paso libre a mi intimidad.

Sigue lamiendo y chupando ocasionando que mi orgasmo se despierte, oprimiendo la parte baja de mi estómago.

Exploto en mil pedazos, dejándome llevar por las olas que dejan mi orgasmo.

Ella vuelve a subir hasta mi rostro y comienza a besarme con fiereza, el sabor de mi rastro en su boca se mezcla con el mío.

Rompo su braga y la acomodo entre mis piernas, una quedando encima de la otra, haciendo que nuestras intimidades queden frente a frente.
La fricción de ambas hacen que ambas soltemos un gemido, mientras comenzamos a mover nuestras caderas ocasionando que nuestras vaginas se toquen más de una vez.

Los escalofríos se espanden por todo mi cuerpo, mientras ella se mueve más rápido, tomando uno de mis pechos en su mano apretándolo.

- Joder.. - gime ella mientras que se mueve con violencia avisando que está apunto de estallar.

Explotamos las dos al mismo tiempo, nuestros fluidos se mezclan mientras ambas gemimos fuerte y entre cortado.

Jamás había experimentado el sexo lésbico, pero debo de aceptar que que gran cosa me estaba perdiendo.

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Hola!!!!

Uyyyy este capítulo también fue rápido, espero y lo disfruten, lo siento si notan la escena +18 algo débil, pero no había escrito una escena así.

Así que... Solo faltan días para el cumpleaños de Emily y su panza ya es notoria!

Que lindo.

Falta poco para que sepan la sorpresota que le tiene Emiliano a su peque.

No tengo mas por decirles así que nos vemos en la siguiente actualización.

Os quiero mucho

Cuidaos!!!

Con cariño...

Mayra ♥️