Emily Roux

Dos días antes de que Emiliano secuestrara a Charlotte.

No se cuantos días llevo aquí, pero se que han sido varios, mi cuerpo duele y arde, algunas cortadas ya están comenzando a cicatrizar otras apenas están dejando de brotar sangre.

Lucia vuelve a aparecer, nuevamente con la pequeña navaja y otro pequeño y estúpido vestido.

— Vamos a jugar nuevamente Emily — dice con esa sonrisa siniestra que pone cada vez que vuelve a bajar.

— Metete tu estúpido juego por el culo — sentencio, mostrando la fuerza que se que no tengo.

— Vamos no seas aguafiestas — Pone cara de cachorro regañado.

— Lucia suéltame y déjame ir, si Emiliano me encuentra, Te va a matar — digo segura de cada una de las palabras que salen de mi boca.

— Nah, no te ha encontrado en los últimos tres días ya no lo hará — dice restándole importancia.

— Sabes que no es así Lucia, el pondra el mundo de cabeza si es necesario para encontrarme — Bufo.

— Bueno yo no vine a hablar de que si Emiliano viene o no — dice con tono enojado — Vine a jugar.

— Maldita psicópata — digo con los dientes apretados.

— ¿Cómo me has llamado? — dice y puedo ver que se está enojando.

— ¡PSICÓPATA! — Le grito lo suficientemente alto para que me lo entienda.

Se acerca a mi, mostrando aquel instrumento que ha sigo el único que me ha tocado estos últimos días, lo posiciona en una cicatriz que ya había curado.

— Lucia nooooo — mi grito es desgarrador tanto que mi garganta duele al soltarlo.

— ¡Vamos a jugar! — dice cuan niña caprichosa al momento de quitarle su juguete favorito.

— Bien... Bien... Juguemos — digo con los ojos llenos de lágrimas por el ardor de mi brazo.

— Repite después de mi — dice contenta — Yo...

— Yo... — Repito pues se que si no lo hago volverá a cortarme.

— Nunca...

— Nunca...

— He...

— He...

— Amado a Emiliano! — termina.

— Amado a Emiliano...

Su sonrisa se ensancha y sigue diciéndome más frases para que las repita.

— Estás mal de la cabeza — digo tan bajo que pienso que no me ha escuchado.

— Emily, sigues diciendo cosas así y te cortaré la maldita cara — amenaza.

Es la única parte de mi cuerpo que se mantiene intacta.

Cuando creo que se va a ir, se devuelve acercándose sigilosamente a mi punto.

— Vamos a ver si Emiliano querrá volver a tocarte después de verte así de marcada.

Y allí continúa mi tortura.

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Otro capítulo sutilmente corto, pero es para que sepan un poco de lo que le sucede a Emily.

En poco tiempo subiré el siguiente.

Os quiero mucho.

Cuidaos!!!

Con cariño...

Mayra ♥️